Episodio 1: Escena Tercera



Puerto de atraque Noroeste, ciudad de Neonostro, Capital de Nodo(20) Pirámide, Sector Heráldica.

El puerto de atraque está conformado por varias plataformas que se extienden a lo alto y ancho de la fachada de las murallas exteriores de la gran ciudad, los ascensores de carga y personal y el transito inundan la zona con un constante bullicio, sus instalaciones viejas y herrumbrosas aún conservan algunos mosaicos deslucidos de su época de esplendor, a las que, posteriormente, se fueron anexionando áreas de estética industrial, carentes de cualquier encanto.

La Escaramuza está atracada en la plataforma G-33.

GERTRUDE habla con el encargado de plataforma, negociando el coste de su atraque. SANDOZ, mientras tanto, interpela a un molesto RECIANO (21).

El RECIANO gesticula con una sonrisa en la boca y usa la manguera a presión con el casco de la nave, que al igual que el resto de sus utensilios, está acoplada a una unidad móvil de saneamiento y desinfección.

 Tiene la piel rojiza, una perilla desmañada de color anaranjado como su tupido cabello, y su nariz es puntiaguda. Sus ojos hundidos titilan cuando la luz incide en ellos debido a sus orbes oculares, blanquecinos y espejados. Es característica su gran masa muscular, propia de su raza, así como su altura, que no supera el metro sesenta y cinco. De hecho, parece alto para ser un RECIANO. Viste un traje de fibra de cuerpo entero de color azul con el símbolo del Puerto Aeroespacial en la espalda, indicando que es uno de los trabajadores por cuenta propia certificados para trabajar en la estación, lleva puesto un sombrero de paja.

Sus pequeños bots de limpieza, metalizados y achatados se adhieren al casco de La Escaramuza moviéndose de manera errática por la superficie, aspirando, abrillantando y aclarando.

SANDOZ habla con el RECIANO airada, la vena de su frente palpita notoriamente. Se ha dado cuenta que este RECIANO en particular no es muy espabilado, pero si muy molesto.  La piloto se ha desembarazado del hábito eclesiástico y ahora viste su mono naranja de mecánica aeronaval, lleno de parches y de insignias disparatadas y abierto hasta el ombligo revelando una camiseta blanca con manchas de combustible. Por encima del mono viste una "bomber" de cuero cuarteada de dudosa procedencia. Sus cabellos están anudados en un moño que asoma bajo una vieja visera .


RECIANO

¡Barato! ¡barato y limpio! ¡Una hora 10 esquirlas! ¡Barato yo limpiar!


ROBOTS DE LIMPIEZA

(con los ojos intermitentes)

¡Barato, barato!


SANDOZ

¡Qué no quiero que me lo limpies, si la he limpiado la semana pasada!


RECIANO

(ignorando sus palabras y rociando jabón en aerosol)

¡Yo limpiar! ¡Dejar "crisálido"!


SANDOZ

¡Será cristalino! ¡Bueno ya está bien, hasta aquí hemos llegado!


SANDOZ agarra al RECIANO con su brazo metálico y lo levanta hasta ponerlo a la altura de su cara. Las junturas del brazo chirrían levemente ante el peso considerable del RECIANO. El hombrecillo mueve los pies colganderos y comienza a sudar, sin embargo, no abandona la sonrisa.


RECIANO

¿Yo limpiar...cinco esquirlas? ¡Barato mucho más!


ROBOTS DE LIMPIEZA

¡Oferta!¡Oferta!


SANDOZ

¡Lo que te va a salir barata es la tunda que te voy a dar como sigas insistiendo!


GERTRUDE

(Acercándose a ellos)

¡Listos los trámites! ¡Pongámonos en marcha! ¿Qué pasa SANDOZ, muchacha?


GERTRUDE lleva puesto su usual atavío, un atuendo gris oscuro y unos pantalones de fibra adaptable bajo una gran capa con corte de guardapolvos que oculta casi toda su silueta. Cubre su cabeza con un gorro de terciopelo decorado con una pequeña pluma colorida a un costado, desde el gorro cae un velo oscuro de encaje que oculta su rostro y desdibuja sus facciones solo revelando la boca. En la mano sostiene un bastón con una empuñadura de jade en forma de ojo que a primera vista parece propio de una anciana acomodada.


GERTRUDE

¡Bájalo! ¡No tenemos tiempo para esto, quiero que nos ingresen nuestra recompensa! ¡Ya sabes que hoy debo ir a recoger mi... encargo!


SANDOZ

¡Quiere limpiarnos la nave!


GERTRUDE

¡Que sacrilegio!¡Déjale hacer, le vendrá bien un lavado! Cuando volvamos aquí 10 esquirlas serán una miseria para nosotras.


RECIANO

¡Sí, 10 esquirlas! ¡Ese era precio: 10 esquirlas!


SANDOZ

(intentando no retorcerle el pescuezo)

¡Será miserable! si acaba de decir...


GERTRUDE

Bájale y vete a asegurar la carga antes de irnos, llamaré a mi hermana para decirle que vamos de camino.


SANDOZ posa en el suelo al RECIANO que corre a activar su centro de limpieza.


GERTRUDE

(mirando a la compuerta trasera de la nave)

¡Vaya, que bien! ¡Nuestra mercancía ya está despierta!


El MUCHACHO EXTRAÑO saluda con la cabeza. Baja los escalones y toma asiento en una de las cajas que hay en la plataforma. Su pelo está teñido de un blanco plateado según la última moda, SANDOZ se había encargado del asunto. Vestía unos tejanos ajustados y una camisa cuatro tallas más grandes que le llegaba a las rodillas, cortesía también de la piloto. Llevaba un cárdigan de punto con capucha arremangado en los brazos que le llegaba a los muslos y unas deportivas viejas que habían pertenecido a un emigrante ilegal de la Estación Nodal que La Escaramuza había pasado de contrabando hacia dos meses. El aspecto del muchacho debía ser el de un joven discotequero, aunque algo en su aura natural hace que el atuendo recuerde lejanamente a un hábito monacal.


GERTRUDE

SANDOZ ha hecho un buen trabajo, no pareces el mismo. No nos convendría que te reconocieran. ¡No con medio Sistema tras nuestra pista!

(dando golpecitos al portón de la nave)

Gracias al sistema de camuflaje que nos proporcionaron, tampoco han podido tener una imagen clara de la nave. Sino no podríamos atracar aquí con tanta tranquilidad. En fin...

(tras comprobar que el muchacho no le contesta)

¡Eh oye, no te vuelvas a dormir!


MUCHACHO EXTRAÑO

Me ibas a decir que esperara un momento, así que espero...


GERTRUDE

Sí, vale.... Ha sido un alivio no tener que maniatarte hasta llegar a nuestro destino.


MUCHACHO EXTRAÑO

(observando las inmediaciones)

Este no es nuestro destino. Ni mucho menos.


GERTRUDE

(levantando una ceja)

Ya claro... lo que tú digas... simplemente, espera aquí ¿de acuerdo?...

Pasan quince minutos, SANDOZ vuelve a la plataforma justo en el mismo momento en que GERTRUDE desactiva su DataLens (22).


GERTRUDE

Ha hablado con la vieja pécora y nos quiere ver en el parque de atracciones.


SANDOZ

¿Aún sigue manteniendo en pie ese lugar? ¿Por qué no lo ha vendido como ha hecho con el resto de las propiedades del carcamal? ¡Ese parque está decrépito!


GERTRUDE

Apego sentimental supongo. ¿Dónde está el rarito?


Ambas otean a su alrededor, solo para ver al MUCHACHO hablando con el RECIANO, en una conversación muy animada a juzgar por el número de gesticulaciones del hombrecillo.


SANDOZ

(sarcásticamente)

Tiene buen ojo para los amigos.


GERTRUDE

¡Eh chaval! ¡Nos vamos!


El MUCHACHO les mira y asiente, le da la mano al RECIANO que parece más contento que nunca y le deja trabajando. Los tres ponen rumbo a la parada de taxis.



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(20) Nodos: Mundos Biotecnológicos esparcidos en el Éter, conformando el Sistema Nodal.


(21) Recianos: Raza procedente de los Nodos glaciares, de piel gruesa y con gran resistencia a las bajas temperaturas. Tienen una economía muy pobre y en la actualidad emigran a otros Nodos en busca de trabajo.


(22) Datalens: Lentilla tecnificada. Esta interactúa con el nervio óptico a través del cual se comunica con el sistema nervioso central permitiendo la conexión directa del usuario a TransData, la red de datos del Sistema nodal.

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