❻❸ (🅴)
Su respiración se cortó por un momento y aunque no podía verse a sí mismo, sabía que su rostro estaba ardiendo en un violento sonrojo que no pudo ocultar del todo gracias a la luz de las farolas de la calle. Pero justo cuando abrió la boca para decir algo, escuchó la risa de Wonho resonando en sus oídos, clara y fuerte, pero tranquilizadora como el sonido de la lluvia en un día gris.
De repente su vergüenza se transformó en rabia y llenó sus pulmones de aire preparándose para los insultos que tenía que dar.
— ¡Salaud! —gritó con enojo, soltando sus manos y dándose la vuelta en la cama, sin ánimos de ver a Wonho a la cara.
— Oye, oye... —respondió Wonho entre risas, bastante divertido por su reacción— ¿Qué se supone que significa eso?
Aún soltando risitas, puso una mano sobre el hombro de Hyungwon pero fue automáticamente rechazado.
— ¡No me toques! —exclamó el molesto Hyungwon— enfoiré...
Wonho contuvo una risita al escuchar el susurro molesto de su esposo. Pues cuando se enojaba Hyungwon no parecía aterrador, en realidad se veía como un gatito enfurruñado, arrugando la nariz, moviendo los bigotes y amenazando con soltar arañazos si lo tocabas.
— HyungHyung... Eso que dices en francés son insultos, ¿verdad? —soltó en un susurro bastante infantil y ronco— era bromita... —una mano acaricio la delgada cintura de aquella figura que seguía de espaldas, ignorandolo— De todas maneras... ¿Por qué estás tan molesto? ¿Uh?
Sonrió como un tonto, disfrutando ver a su gato enfurruñado fingiendo que no lo escuchaba cuando evidentemente lo hacía.
— Guarda silencio. —le ordenó, apartando bruscamente la mano que lo acariciaba— Necesito dormir, mañana tendré un día ocupado.
La verdad era que ni él sabía por qué estaba tan molesto.
Quizá solo se trataba de la forma en la que Wonho podía romper bruscamente una burbuja romántica o tal vez era su molesta risa y la forma descarada que tenía para pedir las cosas.
— No has contestado mi pregunta... —le recalcó en tono suave, pero con el semblante templado mientras observaba von cuidado la espalda de su amado— ¿Por qué estás molesto?
Hyungwon, quien estaba acostado de lado en la amplia cama, levantó su mano izquierda y le hizo una señal a la persona que estaba detrás de él pero a varias pulgadas de distancia, en señal de que no le interesaba responder en lo más mínimo.
— ¿Por qué tendría que darte exp... ¡Ah! —fue repentinamente interrumpido por el agarre de su mano y el empuje de un pesado cuerpo que lo obligó a quedar boca abajo en la cama, totalmente inmovilizado— ¡¿Qué haces, tonto?!
Su mano derecha que hasta ese momento había permanecido sirviendo de apoyo debajo de su almohada, había sido liberada por el cambio repentino de posición, pero antes de que pudiera hacer algo con ella, también fue aprisionada por la mano de Wonho.
De repente sintió una leve ráfaga de aire caliente aterrizando entre su cuello y su oreja izquierda, que le provocó un notable escalofrío.
— HyungHyung... —susurró Wonho en tono totalmente ronco, soltando su aliento a propósito en el mismo lugar que la vez anterior— ¿estas molesto por que pensaste que era una broma lo de follarte así?
La garganta de Hyungwon se secó repentinamente y aunque fue de forma involuntaria, jadeó. Claramente la pregunta de Wonho no iba a llegar sola, la acompañó un movimiento de caderas que simuló una embestida sobre su atrapado cuerpo, dejándole sentir a Wonho con solo una fina tela de por medio entre su deseo y su piel.
— W-Wonho... —habló sonando más inseguro de lo planeado.
Antes de que pudiera decir algo más, los labios de Wonho ya habían empezado a besar, chupar y lamer su cuello, intercalando de vez en cuando con la piel de su espalda que no cubría la ancha camisa que tenía puesta.
Las manos de Wonho tampoco se quedaron quietas, pues al notar que al delgado le estaban faltando las fuerzas, soltó sus manos y llevó las propias a lugares más delicados y necesitados de atención.
Su mano izquierda sirvió de apoyo y se envolvió el cuerpo del delgado a la altura del pecho, mientras que la derecha delineó la figura de Hyungwon un par de veces antes de apoyarse en el codo y unirse a la otra, envolviendo el cuerpo del delgado, aprovechando a masajear sus pequeños pezones.
Hyungwon apenas se podía mantener consciente en medio de toda la estimulación de aquel cuerpo que lo mantenía prisionero bajo su peso. Sentía claramente los besos húmedos y las mordidas suaves en su cuello, unas manos que se habían colado debajo de él solo para estimular sus pezones con los dedos, y ni hablar de la fricción en la parte baja donde ya sentía claramente el miembro de Wonho totalmente erecto, frotándose contra su trasero, siendo la tela el único impedimento para que aquel caliente miembro estuviera dentro suyo.
Entonces recordó que nada debía ser así. Wonho no debía estar ahí. Él no debía estar lamiendo y succionando su cuello de la forma en la que lo estaba haciendo. Sus cuerpos tampoco deberían estar siendo frotados entre sí con esa embriagadora intensidad. En realidad, ninguna de las cosas que estaban ocurriendo deberían estar ocurriendo.
Después de soltar otro jadeo involuntario por la intensidad de las caricias, intentó empujar el peso de Wonho de encima suyo sin éxito. En realidad apenas lo intentó porque su cuerpo parecía estar flácido si se trataba de enviar lejos a Wonho en ese momento.
— Hoseok... —susurró entre jadeos y leves quejidos— por favor, vete... —volvió a intentar inútilmente apartarlo de encima suyo— yo no...
Sus palabras fueron interrumpidas después de que su camisa fuera levantada y recibiera una descarada lamida de parte de su esposo, desde su espalda baja hasta su cuello.
— ¿Tú, qué? —preguntó Wonho con voz ronca, sin separarse demasiado de su piel— ¿Quieres que me detenga? —arqueó una ceja con seriedad para finalmente dejar una suave mordida que acabó por arrancar un espléndido quejido de parte del menor— deberías detenerme tú mismo. Tú fuiste quien me ordenó que hiciera lo que yo quisiera.
Otro quejido escapó de su garganta en el momento que las manos de Wonho fueron a parar en su cadera, apartando con prisas la tela que le estorbaba, y su boca mordió sin arrepentimientos sus pálidos glúteos.
No quería admitirlo, pero la situación lo superaba a él y a toda su bendita fuerza de voluntad, tanto así que incluso cuando el peso de Wonho lo liberó y él llevó sus manos al cabello del mayor con la intención de tirar de él para apartarlo de una buena vez, se dedicó simplemente a acariciarlo casi al mismo ritmo con el que Wonho lo estimulaba.
Estaba cediendo a él y no le gustaba, pero sencillamente no podía contenerse de bajar sus manos hacia el lugar donde estaba siendo fuertemente aferrado y palpar los músculos de sus brazos con la punta de sus dedos. Su mente parecía estar perdida en un remolino de sensaciones y él simplemente se estaba dejando llevar por todas y cada una de ellas.
De un momento a otro vio la ancha camisa saliendo de su cuerpo completamente y a ese punto ya no le importó porque su atención no estaba centrada en una cosa en específico. Al poco tiempo sintió su boxer ser retirado totalmente de su cuerpo y una mano envolviéndose alrededor de su ya erecto miembro, moviéndose certeramente pero soltándolo repentinamente. Una cosa después de la otra.
En ese momento sintió como toda aquella estimulación se detuvo de repente, dejando varias zonas delicadas de su cuerpo ardiendo entre el dolor, el calor y el placer.
— Hyungwon... —le llamó Wonho con la voz ronca y la respiración agitada— dime que no me extrañas y me deseas de la misma forma que yo... —de repente sintió su cabello ser acariciado con la suavidad del terciopelo— si me dices ahora mismo que tu corazón no está tan agitado como el mío y que tu pecho no arde por amor, entonces me iré. —soltó con firmeza— Juro que lo haré definitivamente. Me iré, no solo del departamento. Me iré del país y dejaré tu camino libre, sin problemas ni preocupaciones... —soltó un fuerte suspiro antes de culminar— Lo juro.
Las palabras eran enredadera en la mente de Hyungwon en medio de aquella situación, pero por más que intentara ponerse serio, hablar y decir las cosas con madurez, su cuerpo seguía ardiendo y su enojo se acrecentó al ver que Wonho se había detenido solo para decir tales palabras.
¿Quién se creía que era?
Cagadas que no debes cometer:
#63) No dejes las cosas a medias
o sufrirás las consecuencias.
Traducciones:
[1] ¡Bastardo!
[2] Maldito...
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