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Escuchó un sonido que parecía lejano entre sueños, pero aunque quizo ignorarlo para continuar descansando, no pudo. El sonido se volvía repetitivo y era cada vez más claro en sus oídos. Sollozos.
Se levantó alterado y tardó apenas en fracciones de segundos para abrir los ojos y buscar con desesperación a Wonho, sabiendo que aquellos suaves sollozos le pertenecían.
— ¡¿Wonho?! —preguntó adormilado notando que el mayor estaba sentado a un lado de la cama, acariciando con una mano su desnuda espalda y con la otra cubriendo su húmedo rostro— ¿Wonho? —se puso de rodillas en la cama y se acercó un poco a él— ¿Qué pasa?
Al escuchar sus susurros, Wonho se volteó y rompió en llanto aún más.
— HyungHyung... —sollozó desconsolado— ¿puedes abrazarme?
La petición le extrañó, pero aunque no entendiera la situación decidió hacerlo sin rechistar. Sólo quería que su esposo dejara de llorar.
Se acercó aún más a él y se dejó envolver en un cálido abrazo que más que tocarle el cuerpo, le acarició hasta el alma. Los brazos de Wonho lo estrujaron contra él como si deseara desesperadamente comprobar su presencia en aquel sitio, los sollozos de su esposo se perdían entre las hebras despeinadas de su largo cabello que Wonho acariciaba con muchísima delicadeza.
— ¿Qué pasa? —preguntó en un susurro apenas audible mientras acariciaba la desnuda espalda de Wonho para consolarlo— estas preocupándome...
Wonho negó levemente y suspiró con fuerza.
— Es muy tonto... —respondió— soy un tonto HyungHyung... Vas a reírte de mi.
Hyungwon sonrió levemente, enternecido.
— ¿Por qué me reiría? —cuestionó sin dejar de acariciarlo— sabes que puedes decirme lo que quieras.
Wonho asintió.
— Es que... Y-yo... —tartamudeó entre sollozos— yo estaba dormido y... Yo me desperté y... —volvió a romper en llanto— tú estabas ahí. —lo apretó con más fuerza contra él y Hyungwon solo pudo fruncir el ceño sin entender mucho— y-yo creí que había soñado... Pero estas aquí...
De nuevo volvió a romper en llanto y Hyungwon ensanchó más su sonrisa. Se había preocupado demasiado, pero solo se trataba de la sensibilidad del bebé que tenía como esposo.
Se separó lentamente del abrazo para mirar el rostro de su bebé llorón y acunó sus mejillas.
— No llores... —susurró limpiando sus lágrimas con los pulgares— me pone triste verte llorar.
— Pero lloro de felicidad. —afirmó mirándolo a la cara— Y también por culpa de las tontas canciones sentimentales—Hyungwon frunció el ceño— ya sabes... —sorbió por la nariz— Solo me hacen querer abrazarte muy fuerte.
Hyungwon soltó una risita.
— ¿Nadie te ha dicho que no debes recordar canciones sentimentales cuando estas sensible? —Wonho negó levemente casi derritiendole el corazón— tonto... —sonrió de la manera más boba que sonrió por alguien hasta que vio como Wonho empezaba a limpiar con una servilleta su hombro desnudo— tranquilo, las lágrimas no me molestan... —susurró con una sonrisa.
Wonho asintió y luego negó.
— Si, pero es que también hay mocos. —confesó limpiandolo totalmente y soltando una risita entre el llanto, risita que Hyungwon acompañó.
— Pues, no me molestan tampoco... Supongo. —susurró viendo su hombro limpio para finalmente volver a abrazar a Wonho.
Y no mentía. Si se trataba de Wonho podía ser la persona más comprensiva del planeta.
Wonho aprovechó la unión de sus cuerpos para recostarse en la cama y llevarse a Hyungwon consigo, aún sin poder creerse que todo estaba pasando verdaderamente.
— Perdón. —suspiró.
Hyungwon frunció el ceño y lo miró a la cara aprovechando que estaba sobre su pecho.
— ¿Por qué? —cuestionó confundido.
— Por no haber hecho algo mejor para poder decirte lo que en verdad siento. —respondió aún soltando un par de lágrimas— mereces más que caminar junto a un río, unas apuestas y una tanga que usaste durante unos 5 minutos.
Hyungwon soltó una risita y luego suspiró.
— Aún no he escuchado nada de tu parte... —bromeó— estoy sorprendido por tu reciente confesión.
Wonho sonrió y le acarició el cabello.
— ¿Estas seguro que no escuchaste cuando dije que te amo? —preguntó en un susurro que acabó por arrancar otro largo suspiro de parte del menor— porque lo hago. Te amo y no sé que más decir porque incluso estamos casados como para pedirte que salgas conmigo... —bromeó y soltó una risita— pero quizá debamos hacer algo.
El delgado asintió.
— Me basta con quedarme aquí para siempre... —respondió acurrucandose más contra su cuerpo.
— A mí también, pero las cosas no son así... —afirmó con tristeza— debemos volver y enfrentar, supongo.
Hyungwon guardó silencio un par de segundos y finalmente suspiró.
— ¿Qué harás? —apartó su mirada de él— me refiero a...
— Solo necesito un par de días. —respondió antes de que el delgado completara la pregunta— entonces todo estará bien.
Hyungwon asintió con tristeza.
— Un par de días... —repitió.
— Sé muy bien que no es una respuesta alentadora para ti y por eso te pido perdón... —respondió tomando su rostro para que lo mirara— pero necesito que comprendas que todo esto es nuevo para mí. Y-yo ni siquiera sé cómo decirle a mi padre, tengo mucho qué perder si no hago las cosas bien y es precisamente lo que no quiero... —el delgado abrió la boca para hablar pero él volvió a interrumpirlo casi leyéndole la mente— antes de que digas algo como “entonces no lo hagas” o algo así, déjame decirte que si lo haré. —afirmó con seriedad sorprendiendo al menor por la certera anticipación de su esposo— necesito el trabajo para devolverte todo lo que has hecho por mí... —le acarició el rostro— y cuando lo haga, solo quiero pedirte que si me amas de la forma en la que yo lo hago, por favor apoyame.
El delgado asintió casi al borde de las lágrimas sabiendo que pese a lo mucho que deseaba estar con Wonho libremente, había un gran porcentaje de probabilidades de que Wonho tuviera que atravesar momentos muy duros y un fuerte rechazo familiar por su causa.
— Te amo... —susurró finalmente ganándose un beso en el cabello por parte de Wonho.
— Hoy que tu estas conmigo, yo no se si está pasando el tiempo o tú lo has detenido... —comentó con la voz ronca gracias al reciente llanto— Así quiero estar por siempre... —le dio un beso en la frente y suspiró tomando su mano para dejar un beso en ella también, entonces la mirada de Hyungwon viajó hacia aquella simbólica caricia y sonrió— Realmente no sé cómo agradecer tanto que te debo, pero por favor... Abrázame que el tiempo hiere y el cielo es testigo de lo cruel que ha sido conmigo. —tomó la barbilla de Hyungwon para que mirara su rostro, finalmente lo volvió a abrazar y aunque estaba totalmente ronco, continuó con la parte más importante de aquello que quería decir— Abrázame muy fuerte, mantenme siempre así a tu lado... —soltó un largo suspiro— No me dejes nunca, HyungHyung...
Hyungwon sonrió enternecido.
— No vuelvas a llorar por favor... —susurró dejando besitos en su cuello aprovechando su posición— aquí estoy.
Wonho asintió con una sonrisa y se quedaron así por mucho tiempo más. Ninguno quería romper aquel abrazo y si aquello era un sueño ninguno quería despertar. Al menos no hasta que sus celulares comenzaron a timbrar casi al mismo tiempo.
Extrañados, miraron hacia donde se encontraban sus aparatos móviles y aunque dudaron por un par de segundos, decidieron que iban a responder.
Wonho tomó el suyo y respondió quedándose en la cama, mientras que Hyungwon decidió apartarse un par de pasos al leer que quien quería comunicarse con él, era su padre.
— Papá... —contestó intentando no sonar nervioso— si, dime. —se quedó en silencio mientras escuchaba lo que le tenía que decir mientras miraba a Wonho tener casi la misma expresión que estaba seguro que él tenía— ¿ahora? ¿es urgente?
Al recibir una respuesta afirmativa, la llamada finalizó y casualmente la de Wonho también. Entonces se miraron a los ojos y el vivo deseo de romper en llanto los invadió.
¿Por qué los momentos felices
no duran para siempre?
Cagadas que no debes cometer:
#51) No te acostumbres a su presencia.
Eso solo hará que lo extrañes más.
* Los diálogos en cursiva son parte o hacen referencia a una canción de la playlist.
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