❹❶ (🅴)
Tragó su bocado muy lentamente mientras miraba a la persona que tenía delante. Tan tranquilo, tan sonriente, tan feliz como si estar allí en silencio fuera lo unico que necesitara para serlo.
Sonrió inconscientemente al sentir la tranquilidad de Wonho y volvió a clavar su mirada en el plato ante el mínimo movimiento de él, para evitar ser descubierto por aquella preciosa mirada marrón que tanto amaba apreciar pero que nunca admitía hacerlo.
— Creo que hicimos una buena elección... —comentó Wonho apartando el plato vacío de enfrente suyo— ¿Cómo se llama este lugar? Tenemos que venir más seguido...
Hyungwon sonrió.
— ¿Acaso estas insinuando que el Billy Bob's sirve mejor comida que yo? —llevó una mano a su pecho fingiendo estar herido— ni Judas era tan traicionero.
Wonho, quien en ese momento estaba bebiendo un sorbo de su cerveza, estuvo a punto de escupir el contenido sobre la mesa ante la tontería de Hyungwon. Pero no podría quejarse de ese día, pues habían disfrutado en todas las atracciones del lugar, habían comprado mil tonterías y su celular estaba a punto de gritarle que lo dejara en paz, que ya no quería tomar más fotografías.
— Creo que debes dejar de beber... —dijo entre risas al mirar al somnoliento Hyungwon acabandose otro tarro de cerveza— si sigues así acabarás inconsciente y no estoy en condiciones de llevarte al hotel así.
Hyungwon se rió quizá por los leves efectos del alcohol y asintió apartando el tarro de cerveza.
— Está bien... Entonces vamonos... —se puso de pie y extendió dinero hacia Wonho— yo pago esta vez, pero no a la próxima.
Wonho se rió y asintió, entonces ambos se encaminaron a pagar por la comida y salieron del restaurante sintió como la fresca brisa les daba en el rostro.
— A estas alturas siento que te debo hasta la vida... —susurró con una risita mientras envolvía la pequeña cintura de Hyungwon con su mano al ver como el menor se abrazaba a sí mismo por el frío— ¿Debería venderle mi alma al demonio?
Hyungwon se rió y le dio un golpecito en la frente por la tontería.
— Mejor ve a prostituirte y me pagas con creces... —susurró con una sonrisa boba para finalmente mirar al frente— menos mal que tenemos el hotel enfrente —susurró— hace demasiado frío.
Ingresaron al lugar y pasaron directamente al ascensor donde el aire acondicionado parecía emitir nieve o algo parecido.
— Joder... —susurró Wonho atrayendo a Hyungwon en un cálido abrazo— ¿esta gente no tiene frío o qué?
Hyungwon no dijo nada y simplemente se acurrucó aún más entre sus brazos hasta que llegaron al piso indicado.
Durante todo ese día muy poco les habían importado las miradas o comentarios que se hicieran respecto a sus acciones. Eran libres y prometieron divertirse, así que ser felices no tenía nada de malo.
Caminaron en silencio hacia la puerta de su habitación de hotel y sin pensarlo dos veces ingresaron, deseando de una vez por todas abrigarse bien y descansar después del largo día en Disneyland.
Cada uno fue a lo suyo. Se dieron una ducha por separado, se vistieron en sus pijamas y siguieron la rutina nocturna de siempre, en busca de ir a la cama antes de la medianoche. Sin embargo, mientras Wonho estaba en el cuarto de baño cepillandose los dientes, Hyungwon se dirigió a la ventana del hotel que no había apreciado antes.
Abrió un poco la cortina y se asombró al ver como delante suyo tenía una agradable vista, digna de una pintura. Y así, en vez de ir a la solitaria cama, decidió esperar a Wonho disfrutando de esa magnífica vista de París que apreciaba por primera vez.
Cuando Wonho salió del cuarto de baño se encontró con aquel magnífico paisaje que lo dejó embobado al instante. Y no, no se refería a lo que había fuera de la ventana, más bien se refería al lado de adentro donde aquella despeinada pero hermosa cabellera brillaba bajo la tenue luz de la luna y donde el suave color de las luces de afuera iluminaban el delicado rostro de aquella persona con la que se había casado.
Y no pudo contenerse.
Sacó su celular intentando hacer el menor ruido posible y tomó una fotografía de aquel mágico momento que quería recordar por mucho tiempo más. Si embargo antes de poder pensarlo, se encontraba abrazando al calientito Hyungwon por la espalda y dejando un beso en su hombro que acabó por sorprender al menor, quien se giró un poco para verlo.
— ¿Pasó algo? —susurró como si hablar más fuerte pudiera dañar el momento, pero Wonho negó sin soltarlo— ¿sigues teniendo frío? —sonrió y arregló un mechón del cabello de Wonho— cobarde...
Giró totalmente su cuerpo para quedar frente a frente y su corazón comenzó a latir con demasiada fuerza.
¿Por qué amaba tanto esa mirada que pese a no decir nada le atravesaba el alma?
¿Por qué sentía que Wonho era ese sueño que moría por cumplir?
¿Por qué se había enamorado tan profundamente?
Sus miradas chocaron y se acariciaron entre sí, más no dijeron nada. No sabían si era la culpa del alcohol o quizá lo culpaba a propósito, pero querían sentirse un poco mas así que sin poder soportarlo, los brazos de Hyungwon rodearon el cuello del mayor y sus labios se unieron en un cálido beso que fue acompañado por el aumento de la presión que Wonho aplicó al abrazo que los mantenía unidos.
No era la primera vez que se besaban sin dar una explicación, pero esa vez se sentía distinto al resto. Se tomaron su tiempo, se besaron con lentitud deslizando sus húmedos labios sobre los del contrario sin desaprovechar la oportunidad de dejar alguna suave mordida por allí, acompañando al beso de algunos largos suspiros cada cierto tiempo.
Sin embargo nunca era suficiente.
La lengua de Wonho tomó la iniciativa y dejó una suave lamida sobre el labio inferior del menor quien no pudo evitar reaccionar con un suave jadeo a esa acción, dándole luz verde al mayor para proseguir con el suave movimiento de su lengua, aprovechando a comenzar con aquella danza que estaba provocando que su calor corporal comenzara a subir inevitablemente.
Ante las sensaciones, las manos de Wonho no pudieron evitar deslizarse un poco masajear eroticamente el trasero de Hyungwon quien soltó un gemido al sentir como Wonho lo apretaba contra su cuerpo.
Enredó sus dedos en el despeinado cabello de Wonho y su otra mano viajó a la musculosa espalda para acariciarla al mismo tiempo que su beso aumentaba de intensidad.
Sus respiraciones comenzaron a agitarse y se negaban a cortar el candente beso que a medida que se prolongaba su duración, se aumentaba la rudeza de los besos e incluso las suaves mordidas estaba siendo reemplazadas por unas más intensas.
No supieron en qué momento las manos de Hyungwon se habían colado habilidosamente bajo la camiseta de Wonho, delineando con detalle los músculos de su espalda y abdomen. Entonces Wonho, deseando ya un poco de fricción, se sentó en la cama atrayendo a Hyungwon consigo y sentandolo sobre su regazo donde ya podían sentirse sus leves erecciones.
Hyungwon aprovechó la interrupción para arrancar la camiseta de Wonho y por fin ser libre de disfrutar aquel cuerpo a su antojo, pero Wonho también decidió que era momento de disfrutar, explorando algo verdaderamente nuevo para él.
Cada vez que se encontraba en una situación parecida, siempre se trabata de alguna mujer con grandes senos y unas voluptuosas curvas. Sin embargo en esa ocasión, cuando levantó aquella enorme camiseta de pijama, se encontró con un hermoso plano abdomen y un par de pequeño pezones totalmente endurecidos por las sensaciones del momento. Así que la imagen le resultó de lo más tierna y sexy que había visto en su vida.
Aquellos dos pequeños botoncitos rositas rogaban por un par de besitos que no tardó en repartir mientras sus manos acariciaban la suave espalda de su esposo.
Y no hubiera perdido el control de no ser porque cuando pasó su lengua por uno de los pezones, Hyungwon soltó un sonoro gemido que fue como música para sus oídos.
Sus besos en aquella zona subieron de intensidad, mientras sus manos empezaban a colarse debajo del pijama de Hyungwon. En ese momento no le importaba lo alborotado que estaba su cabello gracias a las manos de Hyungwon, todo lo que le importaba era la suave piel de Hyungwon bajó su tacto y la manera en que jadeba por su contacto.
Se separó muy en contra de su voluntad y se encontró con los labios de Hyungwon entreabiertos, así que no se contuvo de besarlos una vez más mientras incitaba a Hyungwon a moverse sobre su ereccion que a esas alturas incluso dolía.
Se separó de él una vez más y se dispuso a quitar aquel jodido pijama de una buena vez, pero fue detenido por Hyungwon.
— Wonho, espera... —jadeó impidiendo que continuara— tú... —suspiró— ¿has estado con algún chico antes? —Wonho lo miró fijamente sin entender mucho la pregunta y negó— bien... —susurró Hyungwon— entonces creo que debemos acabar aquí...
Intentó levantarse del regazo de Wonho, pero él volvió a atraerlo con fuerza haciendo que sus erecciones chocaran y ambos soltaran un jadeo.
— ¿Por qué? —cuestionó agitado— ¿por qué llegar hasta aquí y luego detenerse?
Hyungwon soltó una risita ante el tono de voz casi molesto de Wonho.
— Porque no sabes como hacerlo y podrías lastimarme... —susurró peinando un poco su cabello— ha pasado mucho tiempo desde la última vez que... —se rió avergonzado— que recibí una penetración real y no creo que sea el momento adecuado para "enseñar".
Wonho asintió y soltó un leve suspiro.
— Me hubieras detenido antes... —murmuró besando el cuello de Hyungwon con tristeza.
Hyungwon sonrió al ver como aún en algo como eso, Wonho parecía un niño así que decidió compensarlo de alguna manera. Entonces sin darle tiempo a hablar o siquiera a pensar, movió sus caderas haciendo presión sobre la entrepierna de Wonho sobresaltandolo al instante.
— Bien, entonces hay que terminar esto de alguna manera... —susurró coqueto atrapando los labios de Wonho en un intenso beso que combinó con sus habilidosos movimientos de cadera que le arrancaron más de un gemido a Wonho.
El mayor no tardó en poner sus manos sobre la cintura de Hyungwon para ayudarlo a moverse sobre él, pero no era suficiente tenerlo así. Quería sentirlo.
Así que en un rapido movimento bajó el pantalon del pijama de Hyungwon y luego el suyo, soltando un sonoro gemido al sentir como la suave piel de Hyungwon entraba en contacto directamente con su piel.
Echó la cabeza hacia atrás sin poder soportar por mucho más tiempo aquella sensación y los gemidos de Hyungwon no ayudaban.
A los pocos minutos sintió como su miembro era tomado por las delgadas manos de Hyungwon, pero esta vez a pesar de tener alcoholizada la sangre no sintió deseos de apartarlo. Al contrario, quería sobrepasarse con él en todos los aspectos pero se contuvo.
El menor comenzó a mover sus manos mientras mantenía ambos miembros sujetos entre ellas y le provocó todo tipo de sensaciones, incluso llevándolo a fantasear con pensamientos más inmorales acerca de ese delgado muchacho que tenía semidesnudo encima suyo.
Entonces gracias a sus pensamientos pervertidos, los jadeos de Hyungwon y el movimiento de sus manos explotó en un poderoso orgasmo que fue derramado sobre su abdomen y parte del pantalón de Hyungwon. Pero no había acabado allí, seguía la mejor parte; ver a Hyungwon darse placer a sí mismo.
El delgado se mantuvo en la misma posición mientras se tocaba habilidosamente y mordía su labio. Pero ese labio quería morderlo él, así que se acercó a su boca y comenzó a besarlo con intensidad, volviendo a jugar con la lengua de Hyungwon mientras una de sus manos dejaba ir una fuerte nalgada en la desnuda piel del menor.
Y así fue como Hyungwon también se derramó sobre él y su propio pantalón del pijama, totalmente agotado.
Se desplomó sobre Wonho con mucho cansancio, entonces el mayor le quitó la prenda sucia y se limpió a sí mismo para finalmente recostarse en la cama con Hyungwon recostado sobre él.
Sus agitadas respiraciones fueron calmandose con el pasar del tiempo, sus corazones seguían latiendo con prisa, sus cuerpos no se despegaron y tampoco hubo charlas de por medio. Simplemente se quedaron allí abrazados hasta que el sueño venció a Hyungwon y acabó por dormirse acurrucado contra Wonho debido a que cuando su temperatura corporal volvió a la normalidad, de nuevo sintió frío.
Wonho lo miró fijamente mientras él dormía plácidamente, entonces sonrió pasando una de sus manos por el suave rostro de Hyungwon.
— Mentiroso... —susurró y le dio un beso en la frente para finalmente acariciar sus labios entreabiertos— tú no eres así ¿verdad?
Cagadas que no debes cometer:
#41) Ten cuidado con lo que dices.
Puedes confesar algo sin darte cuenta.
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