❸❽
Al salir afuera, su pecho ardía de aquel sentimiento horrible que hace mucho no sentía, así que comenzó a hiperventilar.
— Hyungwon... —volteó al escuchar su nombre provenir de la boca de Samuel— deberías calmarte, no creo que haya sucedido nada malo entre ellos.
Él lo miró fijamente por unos segundos y soltó su mano que por alguna razón aún sostenía.
— L-lo siento... —suspiró— estoy arruinando tu cumpleaños, yo...
Samuel soltó una risita.
— Para nada, siempre es divertido ver a Wonho molesto por mi presencia... —se encogió de hombros— así que... ¿Era verdad lo de la cena?
Suspiró asintiendo, pues al fin y al cabo había metido a Samuel en otra situación sin su consentimiento.
— Sí, vamos... —avanzó hacia su motocicleta y le pasó el casco que le pertenecía a Wonho— después de todo es tu cumpleaños.
Samuel asintió en silencio y obedeció a la orden.
Así recorrieron las calles de París juntos, por primera vez en mucho tiempo, hasta llegar al restaurante al que Hyungwon había planeado ir.
No era demasiado ostentoso, ni muy elegante, era algo pequeño pero acogedor y claro está que tenían la comida favorita de Samuel.
Ingresaron al lugar, pidieron su orden y tomaron asiento mientras esperaban por la apetitosa comida.
— HyungHyung... —susurró para llamar la atención del delgado que parecía estar distraído viendo la mesa con tristeza— si esto te hace mal y a tus sentimientos ¿por qué eres leal a esa mentira? ¿Por qué le cuesta tanto a la gente decir la verdad?
Hyungwon negó levemente.
— Es un asunto complicado, no podría hacerlo porque... —en ese momento llegó su orden y él aprovechó a cambiar el tema cuando el mesero se fue— ¿Qué hacías tú en la cafetería?
Ambos comenzaron a comer en silencio.
— Tuve un largo día de trabajo y no estaba de ánimos para hacer algo así que aprovechando que era mi cumpleaños, decidí pasar a cenar... —el delgado asintió— no me imaginé que estaría cenando contigo en mi cumpleaños minutos después.
Hyungwon asintió con una sonrisa leve.
— Tampoco me lo imaginé, pensé que estarías con tu familia... —revolvió la comida de su plato— no que estaría viviendo un deja vu.
Samuel suspiró fuertemente.
— Me hubiera gustado, pero no se ha podido... —sonrió con tristeza— apenas regresé de mi país la semana pasada, no podía volver tan rápido.
Él asintió.
— Supongo que debieron estar muy felices de poder verte... —Samuel asintió— ¿Cómo... —suspiró— ¿cómo está tu madre? —levantó su mirada para esperar una respuesta, sin embargo todo lo que recibió a cambio fue un desanimado Samuel dejando escapar un par de lágrimas mientras intentaba hablar, entonces tomó las manos de Samuel por encima de la mesa— Lo siento, no debí preguntar.
Samuel sonrió comprensivo, liberó una de sus manos del agarre de Hyungwon y se limpió las lágrimas con su camisa intentando parecer tranquilo.
— No te preocupes... —sonrió levemente— ¿como podrías saberlo? —suspiró— es solo que, han pasado apenas unos días y sigue doliendo.
Hyungwon asintió con tristeza.
— Debió ser horrible para ti... —suspiró adolorido por pensar en que aquella amable mujer había fallecido— pero debes sentirte bien contigo mismo de que hiciste lo que pudiste por ella.
Samuel asintió.
— Volar a Francia en busca de un futuro mejor para proveerle el dinero necesario para su tratamiento no fue suficiente HyungHyung... —sollozó— ni siquiera sé si fue una buena idea, es decir... —las traviesas lágrimas comenzaron a salir de nuevo— si no hubiera venido, no te habría dañado como lo hice, quizá hubiera pasado más tiempo con ella o quizá menos, pero al menos podría haber estado allí hasta en su último suspiro y no despedirme de ella a través de una videollamada ¿sabes?
Hyungwon suspiró.
— Solo hiciste lo que pudiste por amor... —susurró— a veces arriesgamos todo o nada, como yo por ejemplo, arriesgándose a que mi padre me vea contigo de nuevo y quiera partirte la cara otra vez —bromeó arrancandole una risita a Samuel— somos tontos a veces y ya está.
Él se limpió las lágrimas mientras volvía a retomar su comida lentamente.
— ¿Sigue odiandome de la misma manera? —se rió levemente.
Los ánimos se aligeraron en aquella pequeña mesa y ambas personas sonrieron, sumergidas en un ambiente definitivamente extraño pero agradable.
— Oh si, creo que ahora te odia más... —sonrió sintiéndose mejor de saber que había hecho sonreír a Samuel.
— Eso no es esperanzador... —arqueó las cejas— sus puños duelen demasiado.
El delgado se rió.
— Supongo que si... —sonrió.
En ese momento el mesero llegó junto a ellos con un trozo de pastel que tenía una velita y se retiró después de mostrar una sonrisa.
Samuel vio el plato en el centro de la mesa y miró a Hyungwon desconcertado.
— ¿Se equivocaron de mesa? —cuestionó, entonces Hyungwon negó.
— No... —hizo una pausa— fue un pedido especial —se encogió de hombros— no es mucho pero al menos es sincero...
Empujó el plato hacía el mayor sin dejar de ver su reacción inexpresiva hacia el detalle.
— Hyungwon... —suspiró— no debiste...
El delgado rodó los ojos.
— Oh vamos, no te pongas cursi ahora —se rió— sopla la velita antes que se consuma.
Él asintió dándole la razón y posteriormente se inclinó viendo a Hyungwon.
— ¿Debería seguir con tu tradición cliché de pedir un deseo? —Hyungwon rodó los ojos una vez más y asintió— bien... Entonces deseo que dejes de ser tan tonto.
Y sin esperar una respuesta sopló las velitas para finalmente reírse de la expresión de Hyungwon.
— No sé si agradecerte o golpearte en estos momentos... —masculló— voto por la segunda.
Samuel se rió.
— Pues yo voto por la primera y ya que soy el cumpleañero, deberías respetar mi decisión... —arqueó una ceja— además mi deseo fue sincero, espero con ansias el día que dejes de ser un tonto y hagas las cosas bien para que dejes de sufrir.
Ambos sonrieron levemente.
— ¿Te agradaría que arruinara la vida de Wonho? —susurró con un deje de tristeza— sabes que no podría ser así.
Samuel lo miró fijamente.
— No quiero que le arruines la vida a Wonho... —Hyungwon levantó su mirada ante el comentario— quiero que por una vez en la vida pienses también en ti, no puedes andar por la vida anteponiendo el corazón de otros al tuyo... ¿Me equivoco?
Hyungwon suspiró.
— No... —hizo una breve pausa— pero aún así... No sé qué hacer.
Samuel dividió el pastel y le dio la mitad a Hyungwon.
— Sólo diré que gustar de ti y no decirlo es muy cobarde de parte de Wonho... —soltó despreocupado mientras comía su pastel— a estas alturas ya debió dejartelo claro, así sería más fácil para ti continuar con la farsa ¿no crees? —Hyungwon lo miraba estupefacto— es decir, si estuvieras seguro del amor que siente por ti, podrías fingir perfectamente que nada pasa entre ambos, así lo demostrarían en la intimidad... O dime HyungHyung ¿ya cruzaron la línea?
Hyungwon no sabía como reaccionar.
— ¿Qué? —susurró.
— Que si ya tuvieron sexo... —se encogió de hombros y Hyungwon le puso una mano en la boca rápidamente.
Se acercó a él, regañandolo con la mirada como si fuera su madre.
— ¿Podrías dejar de hablar tan fuerte? —masculló— además no hagas esas preguntas.
Él arqueó una ceja.
— Bueno, eso me dice que no... —se rió y Hyungwon lo miró con molestia— no entiendo como Wonho puede soportarlo, en serio...
Hyungwon se sonrojó violentamente.
— Samuel... —susurró sin poder continuar.
— Tranquilo... —sonrió al notar el color rojizo en las mejillas— solo lo pregunto para saber el nivel de cobardía pero veo que es mucho, así que... Si quieres que tus problemas se resuelvan ¿por qué no empezar con una confesión de Wonho?
Hyungwon frunció el ceño.
— A ver... —levantó sus manos en señal de espera y se quedó pensando en que no sabía si Wonho o Samuel se llevaba el premio a las ideas más locas— ¿acaso me estas diciendo que obligue a Wonho a decirme que gusta de mi aún cuando no sabemos si eso es verdad o no?
Samuel asintió y Hyungwon se dio un facepalm.
¿Por qué le gustaban los locos o los tontos?
— No te angusties, solo basta con ver su cara de celos para saber que lo que te digo es verdad... —apartó su plato vacío— tienes una carta para jugar, deberías aprovecharla.
Hyungwon lo miró fijamente mientras estaba pensativo recordando lo mal que se sintió al verlo junto a la tipa.
— ¿Qué insinúas? —susurró desconfiado.
Samuel se encogió de hombros.
— Él no te dirá nada mientras siga pensando que tú estás allí para él, a su disposición... —miró fijamente a Hyungwon— Así que creo que deberías darle un castigo.
Se cruzó de brazos mientras se recostaba en la silla y Hyungwon imitó su acción.
— ¿Castigo? —Samuel asintió— ¿Qué clase de castigo?
Samuel sonrió y se acercó a él como si fuera a contar un plan extraordinario.
— He observado que me detesta mucho, sin embargo casi te obligó a usarme como fachada así que... —soltó una risita— ¿podríamos darle un trago de su propia medicina? Al fin y al cabo fue idea suya decir que no eres su esposo.
Hyungwon analizó sus palabras en silencio.
— ¿Hacer nuestro "noviazgo" —hizo señal de comillas con los dedos— más real?
Samuel asintió.
— Y de paso me consigues a alguien que valga la pena, después de todo me debes un favor grande... —se encogió de hombros.
Hyungwon sonrió levemente.
— Así que esto no se trata de un plan de segundas intenciones ¿no? —miró directamente a los ojos de Samuel en busca de una respuesta.
— Hyungwon, escúchame y por favor mira a mis ojos... —tomó las manos de Hyungwon entre las suyas— juré que jamás volvería a dañarte, no voy a romper mi promesa y sabes que yo no miento.
El delgado suspiró encontrando la veracidad en los ojos de aquella persona que jamás le había mentido.
— Bien... —apartó sus manos de las de Samuel— ¿que propones?
Samuel sonrió.
— Bueno, hoy debió correr detrás de ti e impedir que vinieras conmigo así que podríamos empezar con el primer castigo... —sonrió maliciosamente imaginándose la cara molesta de Wonho— ¿que tal si lo dejas solo por hoy? Podrías venir conmigo, te quedas en mi apartamento o te pago un hotel si gustas, así volverías mañana por la mañana, él imagina lo peor y todos contentos.
Hyungwon se rió ante la tranquilidad de sus palabras, pero después de pensarlo un buen rato pensó en que quizá...
Quizá no era una mala idea.
Cagadas que no debes cometer:
#38) Nunca te quedes sin hacer
nada si sabes que algo anda mal.
Podrían estar planeando algo contra ti xD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top