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Suspiró y miró al frente sintiendo un poco más de tranquilidad.
— Así que como ya pudieron darse cuenta, el proyecto está totalmente diseñado para cumplir con la normativa de la ciudad sin rechazar o desperdiciar ningún centímetro de la topografía del terreno. —señaló a la pantalla en donde se encontraba la animación tridimensional— Pero sin dejar de ser creativo... Es decir, englobando con creces el significado de lo que debe ser un edificio inteligente en esta bella ciudad. —miró Hyungwon dándole a entender que había terminado, así que el delgado sonrió y tradujo lo que él acababa de explicar para finalmente dar una señal de que también había terminado su parte, entonces Wonho sonrió hacia aquellos hombres maduros que escudriñaban a fondo cada uno de sus movimientos— Merci.
Ambos hicieron una reverencia al dar por terminada la exposición del proyecto al que Wonho fue sometido como probatoria por su trabajo y se dispusieron a recoger sus pertenencias.
Wonho sabía que ese tipo de conferencias eran las más frustrantes de las empresas porque cuando todo acababa, no había nada más que un silencio abrumador y un par de personas apuntando algunas cosas en su libreta, pero se sentía confiado de su proyecto porque ningún otro arquitecto había hecho algo diferente a lo que ya se había visto antes.
Estaba seguro de que su proyecto ganaría.
Después de recoger los planos y las maquetas, tomaron asiento detrás de los inversionistas, esperando al próximo arquitecto de la empresa que competía por ser el que llevara a cabo el proyecto de tan importante edificio.
No podían hablar en ese momento ya que hasta el mínimo susurro era escuchado gracias al abrumador silencio de la sala, pero moría por agradecerle a Hyungwon el hecho de que aunque no estuviera muy bien de salud, le ayudó a presentar el proyecto con un carisma inigualable.
Le sonrió con agradecimiento, logrando que un leve color rojizo se posara en las mejillas del delgado.
Se rió en silencio y dirigió su mirada al frente con una enorme sonrisa, sintiendo en su pecho algo demasiado bonito que no sabía como llamar.
Pero la felicidad dura poco.
Al momento de posar sus ojos al frente se encontró con la persona que menos esperaba ver en un sitio como ese.
— ¡Cul... —Hyungwon le tapó la boca apresuradamente, pero aún así logró llamar la atención de algunas miradas de aquellos hombres que por suerte no entendieron lo que dijo.
Hizo una reverencia de disculpa y volvió a mirar al frente encontrándose con la mirada de aquella voluptuosa mujer que soltó una risita al ser la única persona que entendía a qué se refería.
¿Qué hacía ella allí?
¿Cómo se supone que debería sentirse con eso?
Hyungwon lo miró con extrañeza pero no dudó en que el cambio de humor repentino se debía a la chica que estaba explicando su proyecto con un profesionalismo inigualable.
Y con una falda corta por supuesto.
Bufó un poco irritado por la mirada fija de Wonho sobre ella, realmente dudaba que él estuviera viendo el proyecto en la pantalla porque su abultado pecho resaltaba mucho más con la camisa de botones que portaba y la falda le parecía incluso apropiada para la ocasión.
Pero en realidad Wonho estaba paralizado viendo el proyecto y no a ella.
¿Cómo era posible que sus ideas se parecieran tanto?
¿Iban a elegirla a ella?
¿Hace cuanto trabajaba en esa empresa?
¿Por qué estaba sonriendole tan descaradamente después de negarle un favor tan importante?
Además, teniendo un buen salario ¿por qué le exigió 15 mil euros?
No podía apartar su mirada de lo que veía en la pantalla y comenzó a sentir un poco de molestia al pensar en lo mucho que se había esforzado por hacer un buen trabajo.
No quería que la persona que le negó un favor tan grande, le arrebatara la única oportunidad que tenía de superar un poco el mal momento que había estado pasando.
Ni siquiera se dio cuenta cuánto tiempo pasó, y si no fuera porque Hyungwon tocó su brazo para llamar su atención, no hubiera vuelto a tierra en un buen rato.
— ¡Wonho! —lo tocó con más fuerza para que reaccionara— Están hablándote.
Rápidamente dirigió su mirada hacia el frente y notó que su jefe estaba frente a él con un puñado de papeles.
El hombre comenzó a hablar en Francés con una sonrisa, sabiendo muy bien que Hyungwon iba a traducir la importante información que tenía para darle.
Entonces se quedó esperando lo que sea que Hyungwon tuviera para decir, pero en ese momento la mujer llegó al lado de su jefe, sumándose a la pequeña reunión que tenían.
El semblante de Hyungwon cambió considerablemente y Wonho frunció el ceño ante ello, entonces el delgado lo miró fijamente.
— Se va a llevar a cabo el proyecto... —susurró con molestia, entonces él esperó porque sentía que había algo más allí— Pero las ideas de ambos serán mezcladas y así p...
— ¡Así es! —sonrió emocionada mientras Hyungwon fruncía el ceño— Vamos a trabajar juntos. Necesitamos crear el mejor edificio de todo París, ¿estás listo?
Wonho se quedó estupefacto.
— ¿Disculpa? —le lanzó una mirada confusa— Pensé que esto era un trabajo individual. Es decir, yo quiero que...
La mujer rodó los ojos y le puso una mano en el hombro.
— Tranquilo niño bonito, es una orden del jefe, así que no te angusties, nada puede salir mal. —le guiñó un ojo, y esa acción no pasó desapercibida por el delgado quien carraspeó interrumpiendo la platica.
— Excusez-moi monsieur. Hoseok veut savoir s'il peut travailler seul. [1] —preguntó un poco desesperado al jefe, intentando revocar la decisión de que Wonho y esa tipa trabajaran juntos.
Entonces la mujer lo miró con desprecio.
— Disculpa, creo que ha quedado claro que esto es una orden del jefe... —entonces miró a Wonho y sonrió— ¿te parece comenzar hoy?
Hyungwon miró a Wonho y él no sabía cómo reaccionar. Pero oportunamente el jefe se despidió de ellos y se fue, dejándolos solos.
— Mira... Culo de pato... —Hyungwon frunció el ceño y la mujer se rió— Lo siento, no recuerdo tu nombre.
Ella asintió y extendió su mano hacia él.
— Abril... Wonho, ¿cierto? —él tomó su mano y asintió— Luces muy diferente en esta fachada de arquitecto.
Él se rascó el cuello y asintió.
— Entonces Abril... —suspiró— Yo no sé si esto sea una buena idea, pero sinceramente prefiero trabajar solo.
Ella fingió sorpresa.
— ¿En serio? —soltó una risita— ¿Entonces éste qué pinta aquí?
Señaló a Hyungwon quien la miró con desprecio para finalmente levantar su mano y mostrar su anillo de matrimonio.
— Tengo un nombre y es Hyungwon... —masculló— Y estoy aquí porque soy su esposo, además de su intérprete personal.
La mujer se rió.
— Wow... ¿Llevaste a cabo tu plan con un hombre? —volvió a reírse y puso su mano en el hombro de Wonho nuevamente— Debiste estar muy desesperado... —ellos se miraron entre sí y Hyungwon se sintió herido— ¿Sabes? No pensé que salieras corriendo del restaurante cuando bromeé con lo del dinero... Las cosas serían diferentes para ti.
Su mirada y la de Hyungwon volvieron a colisionar con violencia, entonces Wonho tuvo que intervenir nuevamente.
— Abril, no estamos hablando de mi vida privada, es decir... —suspiró— respecto al trabajo...
Ella sacó un papel y apuntó algo con rapidez.
— Sobre el trabajo, sabes que es una orden... —sonrió y extendió el papel que él tomó por inercia— Así que te veo pronto en esa dirección. —le tocó la mejilla con suavidad y le sonrió para finalmente darse la vuelta en dirección a la salida de la sala de conferencias, pero antes de salir detuvo sus pasos— ¡Oh! Y no te preocupes por llevar al intérprete. —hizo señales de comillas con las manos— Tú y yo sabemos que soy buena en muchas cosas, incluyendo la fluidez de los idiomas.
Guiñó el ojo nuevamente y sonrió para finalmente salir y dejarlos solos.
Cuando el silencio volvió a reinar en la sala, el herido Hyungwon cruzó su mirada con la de Wonho, esperando una explicación, un plan o mínimo una disculpa por la situación.
Pero lastimosamente después de tantas cosas pasando al mismo tiempo, él se quedó en blanco y no comprendió que Hyungwon quería escuchar algo de él.
Entonces el delgado suspiró y le ayudó a recoger algunos papeles.
— Me llevó esto... —comentó desganado— Haz lo que tengas que hacer, yo iré a casa a descansar antes de que la fiebre vuelva.
Él lo miró preocupado.
— ¿Aún te sientes mal? —intentó tocar su rostro pero Hyungwon lo esquivó.
— Sí, aún me siento mal... —susurró sin mirarlo a la cara— Hasta luego, Wonho.
Tomó un par de cosas más y salió de la sala de conferencias con prisa, dejando a Wonho desconcertado y totalmente abrumado por las muchas sensaciones que había sentido en los últimos minutos.
¿Qué se supone que debía hacer?
Cagadas que no debes cometer:
#36) No creas en sus mentiras.
A veces, mentir es su forma de decirte
que necesita que luches por él.
Traducciones:
[1] Discúlpeme Señor.
Hoseok quiere saber si él
puede trabajar solo.
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