❷❾

No sabía si odiaba más no saber francés o el hecho de que su madre estuviera allí arruinando lo poquito que había construido en ese país.

Se frotó los ojos con mucho sueño notando en su reloj que eran apenas las 5 de la mañana y bufó con molestia por la mala noche que había pasado en el incómodo sofá de Dasom, después de haber tenido una larga charla con el novio de ella intentando explicar que no quería acostarse con su cuñada.

Caminó por todo el pasillo arrastrando los pies y cuando por fin llegó a la puerta que era la indicada, metió la llave que Hyungwon le había proporcionado, ya que al final el apartamento era de ambos.

Giró la llave con mucho cuidado de no hacer ruido para no despertar a su esposo y luego empujó la puerta suavemente.

Pero grande fue su sorpresa al encontrarse a Samuel sentado en el sofá totalmente dormido y a Hyungwon totalmente cómodo usando las piernas de Samuel como almohada.

Sintió que la sangre de los pies se le subió a la cabeza y sin dudar ni un poco avanzó hacia Samuel quien parecía tener la cabeza recostada hacia atrás en una posición nada cómoda.

Quería gritarle, pero no quería despertar a Hyungwon, así que lo más razonable que pensó para despertarlo fue halar su nariz para levantar su cara y hacerlo despertar.

Formó un gancho con su dedo índice y con su dedo medio y sin pensarlo mucho apretó la nariz del pobre hombre que dormía incomodamente.

Al sentir que su nariz estaba siendo casi arrancada, Samuel abrió los ojos y usó una de sus manos para empujar a quien fuera que hiciera algo así.

Entonces notó que era Wonho y comprendió la manera infantil de despertarlo.

Despertarlo de esa manera fue un berrinche como mostrar la lengua en vez de decir un insulto.

Le hizo una señal para que guardara silencio, con mucho cuidado levantó el delgado cuerpo de Hyungwon y reemplazó sus adoloridas piernas por los cómodos cojines del sofá, para finalmente abrigarlo bien con la manta.

Wonho tomó a Samuel por la camisa y casi lo arrastró hacia la habitación, visiblemente aireado por la faceta protectora de Samuel.

— ¿Puedes decirme que demonios haces en nuestro apartamento? —se cruzó de brazos con mucho enojo.

Samuel lo miró fijamente y sin titubear respondió dando justo en el clavo.

— ¿Puedes decirme que demonios haces fuera de tu apartamento? —se cruzó de brazos imitando su acción con una sonrisa burlista.

Wonho se acercó a él con más molestia que antes.

— Nuestra situación y la de ustedes no tiene nada que ver y ni siquiera mi situación te concierne a ti... —masculló— no tienes derecho a quedarte en nuestro apartamento y hacer que mi esposo, es decir tu ex esposo, duerma plácidamente sobre ti.

Samuel se rió con sarcasmo.

— ¿En serio eres tan patético para venir a gritarme por algo así? —arqueó una ceja— analiza tus palabras y luego dime quien es el que está haciendo las cosas mal. —le lanzó una mirada fría y se arregló la camisa que Wonho le había descompuesto— Me quedé porque no conseguí un taxi, además porque HyungHyung lloró toda la noche por tu jodida culpa. Bastardo mimado.

Intentó salir de la habitación pero Wonho lo detuvo.

— Cuida tu boca imbécil. —susurró— No vengas a hacerte el héroe después de toda la humillación que le causaste. ¿Y ahora también le llamas por su nombre cariñoso? ¿Quién te crees?

Samuel se dio la vuelta y volvió con molestia hacia Wonho.

— ¿Quién te crees tú? —se rió con sarcasmo— ¿Piensas que lo conoces más que yo? —se acercó a él y lo tomó con fuerza por la camisa— HyungHyung fue como yo le llamé desde que lo conocí, años antes de ti. Y lo que escuchaste aquella vez fuera de la cafetería no fue una humillación, fue un halago a lo jodidamente bueno que él es en la cama. —Samuel se separó y sonrió con sarcasmo— Pero claro, tú no lo sabes, así que ni siquiera puedes opinar.

— ¡Jodido imbécil! —se abalanzó contra Samuel, pero antes de que pudiera golpearlo, él esquivó el golpe.

En cuanto recuperó la postura sintió un agudo dolor en la mandíbula del puño de Samuel impactando contra su boca rompiendo su labio contra sus propios dientes.

— Hoy no, Wonho. —bufó con molestia— Yo sé cuando me los merezco y cuando no. Algo que tú jamás tendrás en la vida ¿no es así? —se agachó frente a Wonho quien había caído al suelo minutos antes— Eres un puto cobarde que prefiere hacer sufrir a HyungHyung que demostrar lo que verdaderamente estás haciendo. —Wonho se tapaba la boca con su mano mientras aún sentía el dolor agudo en su mandíbula y el sabor metálico de su propia sangre— Y yo seré un maldito imbécil pero no miento. ¿Lo comprendes ahora? Todos quieren al sincero hasta que te habla a la cara, y ese es tu mayor miedo.

Se puso de pie y salió de la habitación notando que Hyungwon se había despertado con todo el alboroto y estaba sentado en el sofá abrazando un cojín, pensativo.

Sus miradas se unieron por un breve momento, sin embargo se conocían bien como para saber que ninguno deseaba establecer una conversación en ese momento.

— Dile a Dasom que pasaré a almorzar en la cafetería. —Hyungwon asintió levemente — Ya sabes qué, ¿verdad?

Hyungwon volvió a asentir.

Quenelle...* —Samuel asintió y finalmente salió del apartamento sin decir una palabra más.

Entonces Hyungwon se levantó del sofá sintiéndose extraño de saber lo que había pasado, así que se encaminó directo hacia la habitación, pero Wonho estaba en la ducha.

Y fue hasta ese momento en que recordó que justamente era el primer día de trabajo de Wonho.

— Mierda... —susurró para sí mismo.

Y la culpa abismal lo invadió.

...

El hombre frunció el ceño ante la imagen que tenía delante.

— Tout va bien? [1] —cuestionó hacia Hyungwon después de haber visto a ambos chicos por un tiempo prolongado, y el delgado asintió en respuesta.

Pero seguía sin creerse que todo iba bien.

La primera vez que vio a esos chicos lucían felices, unidos, decididos e incluso motivados.

Pero ahora tenía a los mismos chicos delante y podía percibir la abismal separación que había entre ellos, no estaban apoyándose entre sí, Wonho tenía la boca hinchada y el labio roto, sin embargo Hyungwon seguía diciendo que todo estaba bien y no había un solo rastro de Wonho en su cuerpo.

Ese era justamente el tipo de persona que no quería en su empresa, pues ya les había dicho una vez que le gustaban las personas que sabían lo que querían.

Y para él, si alguien era tan decidido como para mantener público un matrimonio homosexual a pesar de toda la mierda que se dice, entonces esa persona valía la pena.

Pero ahora estaba cuestionándoselo.

Así que simplemente se fue sin decir nada más y Hyungwon suspiró.

— Creo que tu apariencia está haciendo dudar a tu jefe sobre si hizo o no una buena elección. —comentó sinceramente, pero el mayor sólo asintió sin ánimos de responder por el terrible dolor de su boca, y por lo poco que le faltaba para acabar la primera parte del proyecto que se le había encomendado.

Siguió tecleando en la computadora, totalmente concentrado sin percibir la fija mirada de Hyungwon sobre él.

— Puede pensar lo que quiera. —soltó sin dejar de mirar a la pantalla— Con mi trabajo puedo demostrar que puedo hacer las cosas bien.

Hyungwon asintió y apoyó la cabeza sobre su brazo que estaba apoyado en el escritorio de madera de la oficina que se le había asignado temporalmente a Wonho.

— ¿Qué demonios es un edificio inteligente? —leyó un poco de lo que había en la pantalla— ¿Acaso hay máquinas que hacen todo por uno? Ya sabes, al estilo Wall•e... —bromeó y tocó el brazo de Wonho esperando aligerar un poco el denso ambiente que había entre ambos después de lo ocurrido—¿Me regalas una Eva? Creo que es muy linda.

Wonho sonrió débilmente debido a su concentración y por primera vez en todas esas horas, apartó su mirada de la computadora y la posó en su esposo.

— Si tuviera una Eva me hubiera casado con ella y no contigo. —bromeó en reciprocidad al delgado— También creo que es linda.

Hyungwon se rió y le dio un suave golpe en el hombro.

— ¿Siempre eres tan molesto? —cuestionó con una sonrisa, totalmente agradecido de que Wonho estuviera teniendo una charla normal con él.

Eso sin duda disipaba un poco su culpabilidad.

— ¿Siempre interrumpes a los demás en su trabajo? —preguntó con seriedad, asustando al delgado.

— ¡Oh! Lo siento. —apartó su brazo del escritorio y se sentó correctamente en la silla, sintiéndose totalmente avergonzado de comportarse de manera infantil y juguetear en el trabajo de Wonho cuando él se lo estaba tomando muy en serio— yo no quería...

Wonho soltó una carcajada.

— Pobre HyungHyung, estaba bromeando. — tomó la mejilla de Hyungwon y la apretó pero en cuanto recordó las palabras de Samuel lo soltó y suspiró pesadamente— Preguntaste sobre los edificios inteligentes ¿no es así? —volvió a posar su mirada en la pantalla, entonces Hyungwon asintió un poco triste al notar el visible cambio de ánimos— Bien. Los edificios inteligentes no tienen una definición exacta pero lo intentaré... —se quedó pensativo un par de segundos— A ver, para que uno de los edificios se defina como inteligente o domótica tiene que tener 4 elementos básicos. —levantó su mano para contar— Estructura, sistemas, servicios y administración. Claramente con una interrelación entre ellos.

Hyungwon arqueó las cejas.

— Wow... —susurró sorprendido— Eso es lo más inteligente que te he escuchado decir desde que te conozco. —rompió en una carcajada contagiando automáticamente a Wonho.

— ¿Qué has dicho pequeño demonio? —susurró con fingido dolor.

Entonces el mayor tomó sus muñecas y tiró de él para levantarlo de la silla, pero comenzaron a forjecear y en medio del forcejeo Hyungwon terminó por enredarse y cayó encima de Wonho, más bien sobre su regazo.

Sus caras quedaron a escasos centímetros y sus cuerpos totalmente unidos.

Al principio ambos pensaron en apartarse, pero estar así de cerca solo los hacía querer un poco más de cercanía.

Con mucha delicadeza Hyungwon llevó una de sus manos hacia el aún lastimado labio de Wonho y lo acarició levemente.

Pero después de esa caricia, sus miradas se unieron y todo dejó de importar, entonces los ojos de ambos se cerraron, los brazos de Wonho rodearon la delgada cintura de Hyungwon y la mano del delgado se posó en el suave cabello del mayor.

Todo esto mientras su distancia iba acortándose, hasta que sus labios se tocaron con mucha delicadeza y un lento beso comenzó.

No importaba lo áspero que se sentía el labio herido de Wonho o el leve dolor que sentía al ser apretado levemente por los carnosos labios de Hyungwon, el momento se tornó cálido.

Tan cálido que gustaba.

Tan cálido que dolía.

Tan cálido que no pasó desapercibido por el jefe quien estaba de pie en la puerta, observandolos fijamente...

Cagadas que no debes cometer:

#29) Nunca beses a alguien en el trabajo y menos frente a tu jefe.

¿O quizá si...?

Definiciones:

(*) Una quenelle o quenefa es una especie de croqueta o albóndiga a base de harina o pan rallado mezclada con mantequilla, huevos y agua, leche o nata además de algo de carne o pescado, según el plato que vaya a acompañar. A esta mezcla se le da forma de croqueta con las puntas alargadas. Aquí un ejemplo:

Traducciones:

[1] ¿Está todo bien?

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