❷❹
Había dicho que no tenía nervios y era cierto, pero llegar al lugar y ver alrededor de 200 personas con trajes caros, carpetas enormes y visiblemente más experimentados había hecho que toda su confianza se fuera a dar un paseo al extranjero.
Se puso de pie con la respiración agitada.
— HyungHyung, vamonos de aquí... —tomó el brazo del delgado e intentó dirigirse a la salida, pero Hyungwon no se lo permitió aunque casi fue arrastrado.
Entonces se detuvo al sentir la oposición de su esposo y lo miró con tristeza.
— ¿Qué demonios te pasa? Ya esperamos muchas horas, estamos aquí... —señaló el lugar y Wonho echó un vistazo mientras asentía— ¿No es esto lo que querías?
El mayor suspiró frustrado.
— Sí... —respondió tomando asiento— pero no pensé que iban a haber tantas personas. —Hyungwon se sentó a su lado de nuevo— Jamás podría competir contra ellos.
Hyungwon sonrió comprensivo.
— Estas intentando acabar todo antes de empezar. —lo miró fijamente mientras fingía estar pensativo— Que extraño, este no es el Wonho engreído que conocí... —soltó una risita y apretó su mejilla— Sólo inténtalo, sino resulta entonces buscaremos algo más.
Se encogió de hombros despreocupado pero rápidamente Wonho negó.
— No, Hyungwon. En realidad quiero irm... —antes de que pudiera terminar su frase escuchó su nombre por el altoparlante y un par de cosas más en Francés— oh, no... —miró a Hyungwon con preocupación— ¿Qué demonios dijo?
Hyungwon buscó las palabras y el tono correcto para no alterarlo, así que susurró.
— Que es tu turno. —se puso de pie mientras Wonho imitaba su acción— Tienes que ir por la puerta tres, llevar tu carpeta a mano... —lo examinó de pies a cabeza y arregló un par de arrugas de su traje— ánimo, estas a un paso de algo grande. —le sonrió con tranquilidad— No tardes en llegar o pensarán que eres un irresponsable.
Hyungwon acarició sus hombros en un intento por calmar sus nervios, pero se sorprendió en demasía cuando Wonho atrapó sus manos y comenzó a caminar hacia la puerta a la que había sido citado, llevándolo consigo.
— Entonces, vamos... —dijo mientras caminaba a paso rápido.
Hyungwon estaba un poco preocupado al recibir las miradas de todos los presentes, de alguna manera se sentía como si tomar la mano de su esposo fuera realmente algo ilegal.
— W-Wonho... —susurró nervioso— ¿qué demonios crees que haces?
Wonho se detuvo frente a la puerta y soltó un largo suspiro mientras liberaba el agarre de sus manos.
— Te dije que vinieras conmigo, eres mi esposo debes estar aquí. —Hyungwon intentó argumentar algo, pero el mayor unió sus manos de nuevo y lo miró fijamente— Mira, no intentes darme explicaciones. Estoy demasiado nervioso y si suelto tu mano ahora mismo voy a hacer pis en mis pantalones. Así que si te atreves a soltar mi mano voy a golpearte. —el delgado lo miró con una mezcla de duda, diversión y sorpresa que estaba a punto de cuestionar cuando fue interrumpido por Wonho nuevamente— No estoy bromeando.
El delgado asintió al notar la veracidad de sus palabras y en ese momento la puerta fue abierta por una joven que se retiró inmediatamente después.
Ambos ingresaron al lugar visiblemente nerviosos y tomaron asiento en el lugar en el que les indicó el hombre que estaba detrás del enorme escritorio de madera.
— Qui est Shin Hoseok? [1] —susurró mirando a ambos muchachos— Tu sais parler français? [2]
Wonho se quedó totalmente en las nubes, sin embargo Hyungwon lo señaló sin dudar y sin importarle el hecho de que estaba interviniendo en una conversación a la que no había sido invitado.
— Il est Shin Hoseok et ne sait pas comment parler Français Monsieur... [3] —respondió con firmeza entonces el hombre sonrió y se recostó en su silla de oficina, sorprendido por la firme actitud del amable muchacho.
Ambos chicos se miraron entre sí sin comprender muy bien la situación, sin embargo mantuvieron semblante tranquilo.
— Me parece que usted es una persona que sabe lo que quiere. —elogió mirando a Wonho después de ver a Hyungwon con atención— dígame, señor Shin, ¿quién es su intérprete y por qué debería dejarlo junto a nosotros en tan importante entrevista?
Wonho intensificó el agarre de sus manos aprovechando que estaba fuera de la vista del hombre y canalizando todos sus nervios hacia esa unión que lo hacía mantener su compostura.
Entonces suspiró y se dispuso a defender a Hyungwon a toda costa.
— Disculpe si le molesta su presencia, él es mi... —hizo una breve pausa y miró de reojo al cabizbajo Hyungwon, entonces sin dudar tanto, completó su frase— él es mi querido esposo, Chae Hyungwon, y le he pedido que estuviera conmigo en este momento tan importante para mí, ya que su presencia me da las energías necesarias como para poder estar frente a tan honorable persona.
Sonrió satisfecho con su respuesta y el hombre los miró a ambos, analizándolos.
— Bien, si es así entonces el joven Hyungwon puede quedarse. —informó mirando los papeles que Wonho le había entregado en la carpeta— así que señor Shin, dígame por qué debo darle este trabajo a usted y no a las 236 personas que están allá afuera.
Wonho suspiró.
— He estudiado en una de las mejores escuelas de arquitectura inteligente y como puede ver en mis notas, siempre fui sobresaliente. —el hombre asintió confirmando sus palabras respaldadas por los papeles que estaba leyendo— Además tengo mucha experiencia desde la planeación hasta la finalizacion de estos, ya que también puede ver que mi padre es dueño de una importante firma en el extranjero.
El hombre apartó su mirada de las páginas, lo miró fijamente y cerró la carpeta con la mirada de un depredador acechando a su presa.
El papeleo no importaba, para él importaba la actitud.
— Entonces señor Shin, si es tan bueno y tiene tanta experiencia como me explica... —hizo una breve y tortuosa pausa mientras leía las inexpresivas facciones de Wonho— ¿que hace en Francia en condición de inmigrante y sin empleo?
Sin duda fue un golpe bajo que Wonho hizo notar en la unión de sus manos, más no en su rostro.
Hyungwon lo vio con preocupación, el dolor en su mano rozaba lo insoportable y la tensión de Wonho parecía no disminuir, quería intervenir pero no había sido solicitada su opinión así que simplemente se contuvo.
— Pues verá... —soltó con firmeza— vine aquí con una visa de estudiante para poder estudiar luminiscencia y estar cerca de Hyungwon, pero al cabo de un tiempo descubrí que esa especialidad no era lo que quería y también noté que me mantenía alejado de Hyungwon por más tiempo del que quisiera... —suspiró ante la sorprendida mirada del delgado— Así que mandé todo al diablo y le pedí matrimonio tantas veces como fue necesario. —ambos chicos rieron ante el gracioso recuerdo y Wonho suspiró retomando su expresión seria— Apenas llevamos poco tiempo de casados, pero ya hemos tramitando los papeles necesarios para poder obtener una residencia que me permita legalizarme lo más pronto posible y tampoco he estado desempleado ya que hemos estado trabajando en su cafetería juntos desde entonces, y créame que jamás he estado más feliz en mi vida. —sonrió de forma convincente— Pero siento que puedo hacer más por él y por mí, así que ya que este trabajo me permitirá trabajar también en mi casa, siento que es el indicado para mí y para mi pequeña familia que recién comienza.
El hombre sonrió satisfecho ante su respuesta sincera, o bueno, casi.
— Así que realmente sabe lo que quiere... —susurró complacido.
Entonces miró a Hyungwon.
— ¿Algo que aportar? —cuestionó alterando al delgado que aún seguía sumido en aquella nube de ilusión al escuchar a Wonho contar la historia de ambos de esa manera.
Arregló su postura en la silla y suspiró.
— Creo que Wonho es una persona demasiado inteligente que siempre lucha por lo que quiere... —contestó mirando al hombre con una seria postura— Así que casi puedo garantizarle de que si le da el trabajo, no habrá problema al cual él no pueda encontrarle una solución. —suspiró y miró a Wonho regalandole una verdadera sonrisa boba de enamoramiento— Y tampoco está solo, así que si tiene problemas con el idioma yo estaré para ayudarle, de eso no debe preocuparse, somos uno ahora.
El hombre asintió visiblemente sorprendido por la respuesta de Hyungwon.
— Es una muy buena referencia. —miró la enorme marca de Hyungwon en el cuello y luego miró al decidido Wonho— Me gusta la gente que sabe lo que quiere y lo demuestra frente a quien sea... Sobretodo si tiene a alguien que lo impulsa tanto a seguir adelante. —comentó y extendió su mano hacia Wonho— felicidades Hoseok, si cumple satisfactoriamente con el tiempo de probatoria, el puesto es suyo. —sonrió— Bonne chance. [4]
Wonho miró a Hyungwon visiblemente sorprendido y emocionado, tomó la mano del hombre por breves instantes entonces abrazó a Hyungwon con ternura por un par de segundos, acariciándolo con mucha suavidad.
Su abrazo de victoria finalizó y ambos chicos miraron al hombre con una sonrisa.
— Muchas gracias, señor. —ambos se pusieron de pie y comenzaron a salir de la sala aún tomados de la mano dejando en aquel hombre una grata primera impresión de lo que significaba un verdadero apoyo mutuo.
...
Acarició la mano de su esposo.
— Lo lamento, no debí presionar tu mano con tanta fuerza. —se lamentó volviendo a acariciar la adolorida mano de Hyungwon— ahora tiene un leve hematoma allí.
Hyungwon intentó apartarlo con su otra mano.
— Está bien, Wonho. No la rompiste, solo duele un poco... —sonrió— Yo puedo.
Wonho negó y le ayudó a quitarse la molesta corbata que llevaba puesta hace horas.
— Déjame ayudarte, apenas puedes mover los dedos, no quiero que te hagas daño. —respondió concentrado, quitando la corbata exitosamente y sin dudar también comenzó a desabotonar su camisa.
Pero Hyungwon reaccionó sobresaltado ante la atrevida acción.
— Espera. —sonrió nervioso— He dicho que yo puedo.
Wonho frunció el ceño con inocencia.
— ¿Tienes miedo? —cuestionó sin dejar de verlo extrañado.
Entonces Hyungwon negó intentando parecer tranquilo.
— No... —miró hacia otro sitio e intentó escaparse del alcance del mayor, pero falló.
Wonho atrapó su cintura y lo sostuvo fuertemente contra él.
— Solo hay dos motivos por los cuales podrías negarte a mi ayuda... —dijo con una voz más ronca de lo normal, que hizo que Hyungwon tuviera un escalofrío.
Una mano de Wonho viajo entre medio de ambos cuerpos y siguió con la fácil tarea de desabotonar la camisa de Hyungwon con una tortuosa lentitud sin que él pudiera reaccionar a algo.
— ¿Qué...? —susurró sin poder romper el violento contacto visual que tenía con Wonho mientras sentía su mano despojarlo de su prenda superior.
Wonho llevó su mano al hombro derecho de Hyungwon y dejó que la camisa resbalara dejando al descubierto esa pálida zona que sólo había sido capaz de ver una vez y con menos claridad que ahora.
— Número uno, que escondas algo por aquí... —acarició el hombro de Hyungwon y metió su mano entre la tela y la suave piel de su espalda dando un leve recorrido que se alternaba de lado a lado— ¿Algún tatuaje oculto? —arqueó una ceja sin detener el movimiento.
Entonces llevó su mano al otro hombro de Hyungwon y también dejó que la camisa cayera hasta sus codos, dejando al descubierto una tersa y blanquecina piel.
Por un momento se olvidó de lo que verdaderamente estaba haciendo.
La piel de Hyungwon parecía realmente delicada como el terciopelo y sus clavículas se marcaban en ella, sin contar que la marca que había hecho por la mañana resaltaba con mayor intensidad al no haber ningún tipo de tela estorbando la visión.
Su mirada bajó inconscientemente y también notó sus pequeños y claros pezones resaltar de aquella suave piel.
Quería... Quería tocarlo.
— Ya viste que no escondo nada... —susurró el sonrojado Hyungwon al notar la descarada mirada sobre él.
Solo entonces recordó lo que estaba haciendo y se dio una bofetada mental para poder seguir con su plan inicial y desviar aquellos insanos pensamientos de su cabeza.
Asintió fingiendo que eso era lo había estado haciendo en los últimos segundos.
— Entonces... —se quedó pensativo, realmente quería tocarlo— supongo que... —dio un paso hacia al frente provocando que Hyungwon retrocediera— ¡le tienes miedo a las cosquillas!
Lanzó al delgado contra la cama y aprisionó su cuerpo con sus fuertes piernas mientras sus manos viajaban al plano abdomen del delgado quien no tardó en estallar en carcajadas.
— ¡Wonho! —se rió con intensidad— ¡Wonho, basta! —intentó luchar contra la insuperable fuerza de Wonho y falló.
Entonces Wonho entre risas tomó sus muñecas y las levantó por sobre la cabeza de Hyungwon aprisionandolas contra el cómodo colchón que compartían cada noche.
Pero aquella imagen que tenía enfrente comenzó a impregnarse en sus pupilas como una luz cegadora que despertaba instintivamente un sentimiento extraño en su interior.
Hyungwon estaba sonriente con los ojos cerrados y visiblemente agotado por la reciente ronda de cosquillas a la que había sido sometido, sin embargo ya no ponía resistencia y podía decir que casi mantenía sus manos en esa posición a propósito.
Realmente quería tocarlo.
Aprovechando que el delgado aún mantenía sus ojos cerrados acercó su rostro hacia la marca que había hecho en la mañana y supo que la piel de Hyungwon seguía oliendo de la misma manera que hace horas.
Era jodidamente embriagante.
Hyungwon notó el rostro de Wonho muy cerca de su piel desnuda y un nuevo escalofrío lo recorrió entero
Sin embargo no logró reunir la suficiente fuerza de voluntad como para impedirle lo que sea que Wonho tuviera en mente, así que simplemente dejó al aliento de Wonho rozar contra su piel de manera tortuosa.
¿Iba a besarlo?
¿Qué quería Wonho?
¿Por qué no podía detenerlo?
¿Iban a cruzar la línea?
No sabía y sinceramente ya no le importaba, las sensaciones eran demasiado buenas como para estar pensando.
Wonho depositó un suave beso sobre su clavícula izquierda mientras él suspiraba.
Pero justo en ese momento fueron interrumpidos por su propia hermana.
— ¡Wonho! —tocó la puerta con fuerza— más vale que estés aquí. desgraciado. Llevas demasiado rato molestando para que me diera prisa con la cena y ahora me haces esperar —volvió a tocar la puerta y ambos chicos suspiraron.
Wonho se puso de pie y fue directamente al armario a conseguir una camiseta que no tardó en colocar en el delgado cuerpo de su esposo.
Entonces extendió su mano hacia Hyungwon para ayudarlo a ponerse de pie.
— Es mejor que vaya a recibir la comida antes de que se vuelva histérica. —Hyungwon asintió sin saber que hacer o qué decir después de ese momento tan jodidamente íntimo— termina de vestirte y me acompañas a la sala a cenar, ¿vale?
Hyungwon asintió nuevamente, casi como un robot, entonces Wonho salió de la habitación con el corazón en la mano y casi gritó al darse cuenta de lo que estuvo a punto de hacer.
— Por Dios... —susurró para sí mismo mientras se ponía una mano en el pecho sintiendo sus fuertes latidos— esto se vuelve cada vez más difícil.
Avanzó hacia la puerta principal del apartamento mientras escuchaba los fuertes golpes de la histérica Dasom.
Entonces abrió la puerta.
— ¡Un caracol es más rápido que tú! —lo empujó mientras ingresaba al apartamento con los platos de comida, y Wonho cerró la puerta tras ella— lo peor es que tengo hambre... —se quejó por lo bajo, y Wonho se rió discretamente— Esto me pasa por querer cenar con este par de tontos.
Señaló al pobre Hyungwon quien apenas venía saliendo de la habitación, entonces ambos sonrieron entre sí.
— Oye, no me culpes a mí. —se sentó al lado de su hermana y tomó uno de los platos— culpa al señor "ya tengo empleo".
Dasom lo miró con sorpresa.
— ¿De verdad? —abrió la boca de sorpresa y luego dio un par de aplausos de emoción— ¡Por Dios, que buena noticia!
Wonho sonrió agradecido con Hyungwon.
— Oh, no es nada... —se rascó el cuello recordando la entrevista— es todo graci...
La puerta del apartamento de Hyungwon fue tocada con un par de pequeños golpesitos interrumpiendo sus palabras y todos fruncieron el ceño mientras miraban el rectángulo de madera.
— ¿Esperaban a alguien? —cuestionó el mayor mirando a los gemelos quienes negaron casi al unísono— bien... —avanzó lentamente hacia la puerta ya que él estaba más cerca que los demás— entonces ya iré a ver quien e... —abrió la puerta antes de terminar su frase, pero en cuanto vio a la persona que tenía enfrente, su garganta se secó de golpe y no podía hacer nada más que intentar balbucear— M-M-Ma-¿Mamá?
Los gemelos se miraron entre sí y básicamente se congelaron en sus asientos al escuchar el balbuceo de Wonho.
La mujer sonrió con tranquilidad.
— Hola cariño... —lo abrazó con ternura— estoy muy feliz de verte otra vez...
Justo en aquella puerta se encontraba la colision más desastrosa de vida.
Su pasado y su presente.
Su realidad y su ilusión.
Su familia y su... ¿Otra familia?
Cagadas que no debes cometer:
#24) No vivas en la mitad de dos mundos distintos.
Algún día ambos van a colisionar en tu cara.
Traducciones:
[1] ¿Quién es Shin Hoseok?
[2] ¿Sabes hablar francés?
[3] Él es Shin Hoseok, y no sabe
hablar francés, señor.
[4] Buena suerte.
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