❷❷

Era... Extraño.

Después de aquella ocasión tan íntima, Hyungwon se levantó al siguiente día pareciendo ser la misma persona que conoció, el mismo que lo evitaba sin razón alguna.

Como si fuera un desconocido viviendo en el mismo apartamento.

Así fue la situación por 3 días más, en los que se limitó a acompañar a su distante esposo y ayudar en el trabajo que requería la cafetería, pues las entrevistas de trabajo no iban del todo bien.

Y aunque intentó hablar en distintas ocasiones, Hyungwon terminaba por interrumpir sus palabras dándole alguna orden o haciendo algún comentario respecto al trabajo en la cafetería.

Entonces no podía evitar sentirse pensativo, pues seguía sin entender el motivo de porque su amigo actuaba de esa forma y sin duda no era bonito que la única persona en la que confiaba, pareciera darle la espalda lentamente.

De alguna manera se sentía desamparado.

Y solo.

Suspiró frustrado mientras bebía un poco del delicioso café que Hyungwon preparaba y se dispuso a salir de la cafetería para ir al apartamento a recoger un par de cosas que Hyungwon necesitaba.

Pero gracias a que estaba demasiado distraído y a que había poca iluminación de las farolas terminó por chocar con alguien y derramar accidentalmente su café sobre esa persona desconocida.

— Comment pouvez-vous être aussi stupide?![1] —el enojado muchacho sacudió su ropa empapada del café y miró a Wonho con molestia— Regarde où tu marches! [2]

Wonho se sintió mal en ese momento y aunque sabía que probablemente estaba siendo insultado en Francés, se lo merecía.

— Yo... Yo... —tartamudeó al no saber como responder, pero entonces recordó como Hyungwon se había disculpado con alguien cuando estaban en el parque en su luna de miel— yo... Désolé... [3] —pronunció con un poco de distorsión.

Pero antes de que pudiera si quiera disculparse correctamente miró como se acercaba a ellos una persona que no le agradaba en lo absoluto.

El ex de Hyungwon comenzó a limpiar inutilmente la ropa del muchacho y miró a Wonho con enfado.

— ¿Lo hiciste a propósito? ¿Tanto les jode? —aquel rayito de molestia apareció en su pecho y se irguió para enfrentar de una vez por todas a ese estúpido.

— Mira... Tú, como sea que te llames... —lo señaló— me importa una mierda lo que quieras pensar pero debo hacerte una aclaración muy importante... Aquí —señaló a la iluminada cafetería— a nadie le importas y menos tus fugaces parejas —sonrió con toda la rabia que iba creciendo en su interior— así que pierdes tu tiempo viniendo a este lugar porque Hyungwon está más que feliz ahora conmigo.

El hombre miró a Wonho y soltó una carcajada digna de un tonto.

— ¿Ah si? ¿Realmente quieres que me crea el cuentesito? —negó con una sonrisa y le puso una mano en el hombro— eres más ingenuo de lo que pensé...

Wonho apartó con fuerza la mano del hombre.

— Ya te dije que me importa una mierda lo que pienses... —se acercó a él— No eres bienvenido en este lugar...

El hombre lo miró con una sonrisa.

— ¿Por qué? Deberías ser más inteligente y pedirme los consejos que te hacen falta... —se rió y se metió las manos en los bolsillos— Si te lo hubieras follado bien no tendría esa cara de amargado todo el tiempo... —señaló a Hyungwon a través del cristal, pero él no se percató de lo que pasaba afuera porque estaba ocupado sirviendo un par de cenas a los clientes— espera... ¿Siquiera te lo has follado? Porque cuando yo lo hacía, no tenía suficientes energías para ponerse de pie por días... —se rió— realmente era como una perra en celo...

La sangre de Wonho parecía arder en sus venas y antes de que pudiera siquiera pensar bien, ya tenía al tipo contra el cristal de la cafetería con la única intención de romperle la cara a golpes.

— ¡No te atrevas a decirle así! —el primer golpe fue a parar directo a la mejilla derecha del hombre.

Pero para sorpresa de Wonho, alguien tiró de su camisa, provocando que soltara al hombre.

— ¡Wonho, detente! —Hyungwon continuó apartandolo, pero él se soltó del débil agarre del delgado.

Entonces avanzó hacia el hombre de nuevo, quien era inútilmente auxiliado por su pareja aún empapada de café.

— No me detengas ahora, Hyungwon. —agarró al hombre por la camisa— ¡este imbécil se merece más!

Volvió a empujarlo contra el cristal para darle otro golpe, pero fue detenido por una suave voz.

— Wonho... Por favor... —susurró Hyungwon detrás de él.

Entonces el hombre comenzó a reír ante la escena.

— Verdaderamente eres fácil de manipular... —susurró mirando a Wonho, entonces él frunció el ceño— ¿Sabes que puedo mandarte a tu país justo en este momento? ¿Nadie te advirtió que golpear a un ciudadano es considerado como violencia que puede costarte la deportación?

Wonho lo miró fijamente importandole muy poco que el tipo conociera su estado legal.

— No lo hagas, por favor... —susurró el cabizbajo Hyungwon a su lado, entonces Wonho lo miró sin entender la situación— yo...

El hombre asintió con una sonrisa.

— Tú quieres comprar mi silencio... —ensanchó su sonrisa y miró fijamente a Wonho quien aún no lo soltaba— entonces Hyungwon... Esta vez no pediré mucho pero no te acostumbres... —Wonho paseó su mirada entre ambos, expectante— dile a este imbécil si miento...

Wonho miró a Hyungwon pero él seguía cabizbajo.

— Está bien... —susurró.

El hombre sonrió mirando a Wonho.

— Dime si miento cuando digo que te follaba como a una puta en la cama... —Wonho intensificó el agarre deseando darle otro golpe, pero antes de que pudiera hacerlo Hyungwon respondió.

— No mientes... —respondió, dejando a su esposo totalmente sorprendido, por lo que el hombre se rio, disfrutando la situación.

Wonho debilitó el agarre.

— Dime si miento cuando digo que llorabas como una perra rogandome para que volviera contigo cuando te dejé... —dijo sin suavidad.

El delgado suspiró cabizbajo y el mayor lo miró fijamente rogando al cielo para que esa respuesta fuera negativa.

— No mientes... —susurró.

Wonho soltó al hombre intentando procesar lo que estaba pasando.

— Hyungwon... —le llamó, pero él no lo miró.

El hombre se arregló la ropa y miró a Wonho con diversión.

— Dime si miento cuando digo que él no sabe ni la mitad de las cosas que yo conozco de ti... —susurró cerca del oído de Hyungwon— dime si miento cuando digo que él no sabe nuestra historia y quien soy yo para ti...

— No mientes... —respondió una vez más mientras Wonho lo miraba con un poco de decepción, realmente se sentía traicionado.

El hombre miró a Wonho con fingida sorpresa.

— Uh, secretos y más secretos... —sonrió tranquilo y levantó el rostro de Hyungwon con toda confianza, sin importarle que el delgado tuviera los ojos húmedos por las lágrimas que estaba soltando debido a la humillación que estaba recibiendo— dime si miento cuando digo que estas haciendo lo que yo creo que haces...

Hyungwon suspiró y lo miró fijamente aún con sus ojos llorosos.

— Mientes, Samuel... —susurró con un hilo de voz— estas equivocado y tú lo veras con tus propios ojos...

Samuel sonrió y soltó la barbilla de Hyungwon.

— Que valiente decisión de alargar la humillación... —acarició la mejilla de Hyungwon sin vergüenza alguna y susurró— entonces más vale que tengas cuidado, porque la próxima vez el precio será más alto y tú sabes como me gusta...

Dicho eso, simplemente tomó la mano de su pareja y decidió que se iba a ir del lugar.

Entonces Hyungwon levantó su mirada y se encontró con aquella profunda mirada de decepción de parte de Wonho.

Pero no soportó la vergüenza y el dolor de ser humillado frente a la persona que quería, así que sin decir nada fue corriendo directo al edificio con la idea de llegar al apartamento y encerrarse a llorar.

Tal como en los viejos tiempos.

Pero apenas iba llegando al vestíbulo, cuando un fuerte agarre se posó en su brazo.

— ¿Por qué Hyungwon? —cuestionó con una mezcla de decepción y molestia—¿Por qué dejar que se salga con la suya? ¿Eh?

Hyungwon negó entre lágrimas.

— Tú no entiendes... —sollozó— tenía que guardar silencio o si no...

Wonho bufó con enfado.

— ¡Que hubiera dicho lo que quisiera! ¿A quien mierda le importa? —lo miró fijamente— y tienes razón, no entiendo... —gruñó molesto— no entiendo que si yo bailo contigo y tengo un impulso estúpido, tú me evades por 3 días enteros... —señaló hacia afuera— en cambio él te jode la vida de mil maneras, te dice un par de cosas y te dejas humillar públicamente de esa manera... ¿Por qué?

Hyungwon negó sollozando.

— No vas a entenderlo aunque lo explique... —respondió.

Wonho lo miró sin poder creérselo.

— ¿Por qué lo defiendes tanto cuando es él quien te trata mal? Mira, sé que esto que tenemos no es real, pero eres mi amigo Hyungwon y me jode ver toda esta mierda —resopló— y más me jode que tengas la actitud incorrecta con la persona equivocada.

Hyungwon sollozó con fuerza.

— ¡No estoy preparado para decirte nada! —intentó soltarse de su agarre.

Pero Wonho volvió a detenerlo.

— ¿Para decirme qué? ¿Eh? —levantó el rostro de Hyungwon— acabo de enterarme de muchas cosas que seguro te hacen sentir avergonzado, pero no quieres que me entere quien ha sido ese imbécil y por qué te trata como quiere... —se rió con sarcasmo— eso no tiene ni lógica...

Hyungwon negó levemente.

— Entonces sueltame y lo diré... —pidió, por lo que Wonho soltó su brazo poco a poco y lo vio caminar hacia las escaleras entonces lo siguió hasta que se detuvo en cierto punto— me enamoré ¿entiendes? Estaba muy enamorado de esa intrigante y alegre persona que llegó del extranjero con su bonita sonrisa, su sedoso cabello negro, sus alegres ojos café... —hizo una pausa y miró a Wonho mientras se limpiaba las lágrimas— caí como un tonto ante sus palabras y antes de que pudiera siquiera reaccionar, me había casado con él...

Wonho lo miró sorprendido.

— ¿Qué...? —susurró.

Hyungwon asintió con una sonrisa triste.

— Digamos que llegó en el momento preciso... —negó con una sonrisa triste— quería complacerlo en todo, daba todo de mí por él, incluso sacrificando mi propio bienestar... —sollozó— es por eso que todo lo que escuchaste hoy fue verdad, él siempre buscó su propia satisfacción y yo no era lo suficientemente valiente para negarsela... —Wonho resopló con molestia mientras se apoyaba en la pared— pero cuando se fue... Era tan extraño... Dependía de él a tal punto de quererlo de regreso para no sentirme solo...

Wonho se rió con sarcasmo.

— ¿Eres realmente estúpido o te haces? —gruñó con molestia— ¿Por qué harías algo así?

Hyungwon lo miró con tristeza y se limpió las lágrimas.

— También me gustaría tener una respuesta a esas preguntas... —susurró— pero no te preocupes, estoy acostumbrado a enamorarme de imbéciles...

Se dio la vuelta y comenzó el largo recorrido hacia el apartamento sin esperar una respuesta de Wonho.

Pero no la había.

Wonho se quedó de pie mirando como Hyungwon subía las escaleras y se limpiaba las lágrimas.

No quería que Hyungwon se sintiera mal, pero sus palabras habían terminado por herir en ambas direcciones.

¿Qué sentía realmente por Hyungwon?

Envío un mensaje a Dasom informando de que no volverían a la cafetería, subió las escaleras aproximadamente media hora después de Hyungwon y se fue directo a la habitación.

Pero cuando llegó notó que Hyungwon ya se había dormido, sus mejillas parecían humedas seguramente porque había llorado hasta el cansancio.

Queria abrazarlo, darle un poco de consuelo que él no tenía.

Pero no lo hizo.

Así que simplemente se fue a su lado de la cama y se acostó allí, pensando en las mil cosas que tenía que procesar.

¿Por qué dolía?

Cagadas que no debes cometer:

#22) No guardes secretos.

Pueden explotarte en la cara luego.

Traducciones:

[1] ¡¿Cómo puedes ser tan estúpido?!

[2] ¡Mira por donde caminas!

[3] Lo siento...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top