❷⓿
Arrastraba sus pies con cansancio y lanzó la última caja sin importarle su contenido, llamando la atención de su acompañante.
— Es todo Hyungwon... se sentó en el suelo con dramatismo— por favor no me hagas cargar más cosas... —suspiró recostandose en el suelo— siento que voy a morir...
Hyungwon arqueó una ceja y sonrió ante la tontería de su esposo, entonces terminó de doblar una de las prendas de ropa y cerró el armario para agacharse frente al tonto que estaba fingiendo agonizar en sus narices.
— Wonho, moviste 3 maletas desde el apartamento de al lado y subiste una caja desde la cafetería... —le dio un golpe en la frente— nadie se muere por hacer algo como eso, y menos tú.
Wonho abrió un ojo y lo miró inocentemente.
— ¿Cómo sabes que no? —se sentó en el suelo y Hyungwon se puso de pie sabiendo que se vendría una platica absurda que prefería evadir— ¿Y si me resbalaba de las escaleras y me rompía el cuello al caer? —el delgado intentó volver al lugar al que estaba antes pero Wonho se enrolló en su pierna izquierda como un bebé— ¿No te daría remordimiento ser el causante de mi muerte?
Hyungwon forcejeó para poder caminar, pero era imposible mover el peso de Wonho con una pierna, entonces suspiró y miró al tonto que tenía aferrado a su pierna como un bebé llorón.
— Sí. —respondió sin ganas— Sí me sentiría fatal... —Wonho sonrió casi feliz por la respuesta que obtuvo— ¿Puedes soltarme? Se hace de noche y tus cosas están tiradas por todos lados...
Wonho miró a su alrededor confirmando lo que Hyungwon había dicho, entonces se soltó y volvió a tirarse al suelo fingiendo respirar agitadamente.
— Es que estoy tan cansado... —se quejó provocando que su acompañante rodara los ojos y le lanzara su celular, aterrizando justo en su entrepierna.
Wonho se encogió por el dolor y miró a Hyungwon con enfado cuando él rompió en una carcajada.
— Ups... Pensé que iba a aterrizar en tu muy marcado abdomen... —fingió la voz altanera de Wonho y se rió— pero ya veo que los tipos como tú son muchas palabras y muy pocos... —señaló su propia entrepierna buscando terminar la frase.
Wonho no pudo evitar soltar una carcajada al mismo tiempo que se levantaba del suelo, aún adolorido.
— Hijo de... —pausó sus palabras y sonrió al igual que Hyungwon y entonces la puerta se abrió dejando ver a una glamurosa Dasom— Wow...
Hyungwon arqueó las cejas.
— ¿Didi? —susurró— ¿Por qué estás vestida así? ¿Acaso no estabas en la cafetería?
Ella asintió con la sonrisa que la caracterizaba.
— Exacto, estaba. —enfatizó y sonrió de nuevo extendiendo la llave a su hermano— Lo siento HyungHyung... Tengo una salida importante con mi novio hoy así que no puedo cubrir el turno de noche, pero... —se giró maliciosamente hacia Wonho— si tu esposito es capaz de ayudar en la cafetería por esta noche, mañana cubriré todo el día y pueden venir a hacer lo que quieran...
Wonho entrecerró los ojos con molestia.
— ¿Me estas dando tus responsabilidades a mi? —se puso una mano en el pecho dramáticamente.
Entonces Dasom se acercó a él con mucho dramatismo, demostrándole que si había una persona allí que podía hacer drama, era ella.
— ¿Acaso quieres evadir tus responsabilidades de esposo? —puso una mano en su pecho imitando la acción de Wonho— que mal esposo eres... —le mostró la lengua con fingido enfado.
Entonces Hyungwon rodó los ojos y los ignoró a ambos para finalmente bajar las escaleras rumbo a su negocio.
Ambos se quedaron viéndolo sin mover un solo músculo hasta que la puerta del apartamento se cerró, entonces su fingida pelea de drama terminó y ambos suspiraron.
— No bromeo, ve con él. —le señaló la puerta y Wonho asintió sin decir nada más, pero fue detenido por el brazo de Dasom— Espera, Wonho...
El aludido la miró con extrañeza al notar el cambio repentino de su expresión.
— ¿Si...? —susurró dubitativo.
Dasom se pasó una mano por el cabello, sin saber como formular la pregunta que tenía para hacerle.
— Eh... —sonrió con nervios— respecto a lo de hoy... —susurró y Wonho asintió entendiendo su referencia, la cita con el cónsul— ¿Por qué HyungHyung parecía haber llorado?
Wonho se quedó pensativo un momento.
— En realidad no sé... —se rascó la cabeza intentando pensar— primero fui yo a la entrevista con el cónsul, luego él y... —hizo una pausa mientras Dasom escuchaba con atención— cuando salió, tenía los ojos húmedos...
Dasom suspiró con tristeza.
— ¿Le preguntaste por qué? —Wonho asintió.
— Sí, pero su respuesta fue que recordó a sus abuelos... —se encogió de hombros y ella entendió que había un enorme secreto de por medio— Eran muy unidos ¿no?
Ella asintió con una sonrisa triste por enterarse de la situación en la que su hermano se encontraba.
— Sí, lo eramos... —suspiró y arregló su semblante— ahora anda, ve a ayudarle que se hace tarde y aún faltan algunas cenas por repartir...
...
Se sentía extraño pero bien.
Generalmente en su casa se le otorgaba lo que pidiera, de la manera que quisiera. Pero esta vez estaba trabajando, con un delantal puesto y limpiando un par de mesas.
Quizá no era su trabajo soñado, pero saber que era de mucha ayuda para Hyungwon le daba un sentimiento de plenitud que no había sentido antes en ningún sitio.
Por puro instinto, lo buscó con la mirada a través de la cafetería y entonces lo divisó, estaba frente a la caja registradora platicando animadamente con un tipo.
Y aunque no quería admitirlo, una espinita de molestia apareció en su pecho.
Hyungwon tenía que reírse de esa manera sólo por sus tonterías y por sus chistes, no necesitaba a otro tonto en su vida.
Recogió los platos y un par de servilletas de la mesa para finalmente limpiarla y acercarse con esa excusa.
Se acercó hacia el mostrador de la caja registradora sin importarle que debía llevar los platos sucios y la basura a la cocina, pero por fortuna o desgracia suya, el tipo se despidió de Hyungwon justo antes de lograr su cometido.
Puso la bandeja con platos sucios sobre el mostrador y siguió al tipo con la mirada hasta que desapareció por la puerta.
Pero quizá fue muy obvio, porque se ganó una mirada extrañada de Hyungwon.
— ¿Lo conoces? —Hyungwon llamó su atención y se sintió avergonzado por su actitud, entonces negó en respuesta a su pregunta.
— No... En realidad no... —susurró bajando la mirada y Hyungwon arqueó una ceja por el comportamiento extraño de su ayudante.
Entonces decidió bromear tal como Wonho hacía con él.
— Oh... —asintió sin mirarlo— ¿entonces planeabas espiar nuestra charla? —Wonho se tensó y él se rió— lamento recordarte que aquí todos hablamos francés, no ibas a entender nada igualmente...
Wonho rodó los ojos con molestia y decidió unirse a las bromas, entonces se acercó a Hyungwon para susurrar y lo señaló.
— Sé que dijimos que cada uno sería libre a pesar de estar... —levantó sus manos para hacer la señal con sus dedos— "casados" pero... Si continúas actuando de esa manera tan coqueta, nos van a demandar y perderé la oportunidad.
Hyungwon lo miró con diversión.
— ¿Coqueto? —susurró muy bajo y se mordió el labio con una sonrisa— ¿yo?
Wonho lo miró con fingida seriedad y en ese momento notó que en el mostrador había una banderita del orgullo LGBT, entonces la tomó de su lugar y la mostró a Hyungwon.
— Quizá deberías quitar esto de aquí... —la sonrisa que Hyungwon había mantenido desapareció de golpe, y lo miró extrañado— porque si la dejas ahí, luego los tipos pensaran que tienen una oportunidad contigo...
Hyungwon se rió.
— Eres tontísimo... —le regañó entre risas, mientras jugaba con la banderita entre sus manos.
Entonces Wonho sonrió al ver que era él quien provocaba esa sonrisa en el francés.
— Es la verdad... —tomó la mano de Hyungwon y miró su anillo de matrimonio— y quizá deberías tener un anillo de bodas más grande o más vistoso, porque parece que el que traes puesto no lo ven.
Hyungwon asintió sonriente y le señaló la mano.
— Creo que tú deberías hacer lo mismo... —Wonho lo miró confuso, entonces Hyungwon alargó su mano hacia la bandeja que Wonho traía y extendió una servilleta que tenía algo escrito— a ver que dice esta notita escrita por la joven que acaba de irse...
Wonho bufó al notar que la carta de la servilleta estaba en francés.
— Ni siquiera entiendo que dice allí... —hizo un puchero mientras miraba a Hyungwon concentrado leyendo la carta que no entendía.
Entonces recibió una mirada seria de parte del delgado.
— Aquí dice... —volvió a mirar la servilleta— "Hola, eres alguien muy lindo, de verdad me encantaría conocerte más a profundidad y por si te lo preguntas me refiero a que me gustaría poder chuparte la... Y..." —Hyungwon bufó y arrugó el papel lanzandoló directo al cesto de la basura— no voy a traducir tonterías...
Entonces Wonho estalló en una ruidosa carcajada, complacido de ver el rojizo tono de la piel del rostro de Hyungwon, y un poco contento de saber que esa espinita de molestia era mutua.
— ¿Y dejó un número de celular? Quizá debería aprender francés rápido... —bromeó ganándose una molesta mirada, entonces volvió a reír— estoy bromeando...
Hyungwon suspiró y miró la banderita.
— Tienes razón, debería quitarla de aquí... —susurró y Wonho se quedó atónito ante su comentario, pensando que Hyungwon se había molestado con él por la broma— quizá debería ponerla por aquí... —entonces pegó la bandera en la frente de Wonho y ambos se rieron.
Sus risas eran sinceras.
Pero lastimosamente ninguno de los dos tenía la suficiente experiencia para saber o siquiera notar, que lo que ellos llamaban espinita de molestia era en realidad celos.
Y lo que llamaban sonrisas sinceras, era amor.
Cagadas que no debes cometer:
#20) No te enamores de su sonrisa.
Puede destruirte luego.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top