⓿❼

Hyungwon frunció el ceño mientras veía a Wonho, después se agachó frente a él, le tocó el hombro y lo movió un poco.

— ¿Wonho? —susurró para no asustarlo y al no recibir respuesta, volvió a moverlo lentamente— Wonho...

Se alejó un poco, se puso de pie y lo miró con detenimiento.

Estaba recostado en su puerta, sentado en el suelo con la cabeza hacia un lado, su ropa parecía estar un poco descompuesta, su cabello estaba muy alborotado, olía a alcohol y estaba babeandose el pecho.

Hyungwon se quedó pensativo un momento y luego se le ocurrió una idea.

Volvió a agacharse frente a él, acercó a Wonho el vaso de café que tenía en la mano y comenzó a girarlo lentamente.

Estaba conteniendose una carcajada al ver como lentamente el café estaba avanzando hacia la orilla del vaso, justo encima de donde un botón de su camisa se había soltado.

Y entonces dejó ir una pequeña cantidad del cálido café, el líquido cayó justamente sobre el pezón de Wonho, provocando que se sobresaltara.

— ¡Ah! ¡Mierda, mi teta! —se agarró el pecho rápidamente y no se dio cuenta de la presencia de Hyungwon hasta que lo escuchó romper en una carcajada con el café en la mano— ¡¿Qué cojones te pasa?! ¡¿Estás loco?!

Hyungwon no podía parar de reírse.

— ¿Tu teta? ¿De verdad? —estalló en otra ruidosa carcajada mientras se agarraba el estomago, entonces el molesto Wonho suavizó su semblante al escucharlo reír, era muy contagioso.

Disimuló la leve sonrisa involuntaria y se agarró la cabeza por culpa del dolor punzante que se hizo presente a causa de su reciente grito.

— Fue lo primero que se me ocurrió... —respondió sin muchos ánimos— Pero en serio ¿Qué te pasa? Esa mierda está caliente —se acarició el pecho una vez más y miró al sonriente Hyungwon con enojo.

El delgado negó levemente por lo lamentable que se miraba su vecino.

— Pues estaba hablándote y parecías estar muerto, así que quería asegurarme... —suspiró sonriente— y un café siempre es una buena manera de despertarse... además estas en mi puerta, no en la tuya. —explicó y le señaló la puerta de su apartamento.

Wonho se quedó observando que Hyungwon estaba en lo cierto. Estaba tan ebrio cuando llegó que ni siquiera se dio cuenta en qué puerta se había rendido, pero con el nivel de ebriedad que traía encima, era casi un milagro que estuviera en el edificio correcto y que, de alguna manera, siempre se las arreglara para volver a casa por más ebrio que estuviera.

Intentó ponerse de pie y terminó haciéndolo con ayuda de Hyungwon.

— Lo lamento, supongo que no me di cuenta... —se estiró adolorido por haber pasado horas en la misma posición en el duro suelo— ¿Cómo saliste?

Hyungwon le ayudó a arreglar un poco su desaliñada ropa antes de responder.

— No dormí aquí... Fui a casa de mi hermana y me quedé a cenar con ella, volví temprano y fui directo a la cafetería, así que vine ahora a darme una ducha y me encuentro contigo así... —lo señaló de pies a cabeza— supongo que tuviste una buena fiesta anoche.

Wonho sonrió.

— La mejor puta fiesta de mi vida entera... —suspiró sonriente por el leve recuerdo— el lugar era enorme, había de todo, el alcohol era lo mejor... —resopló manteniendo la sonrisa boba y Hyungwon le miró la camisa mal abotonada.

— Y al parecer hubo más que fiesta y alcohol... —comentó señalando unos chupetones que tenía en el pecho y que anteriormente no habían sido tan visibles como en ese momento.

El mayor frunció el ceño y se miró el cuerpo para entender a lo que Hyungwon se refería, y cuando lo notó, soltó un "oh" por el recuerdo y luego sonrió.

— Bueno, si... Hubo más que fiesta y alcohol, ya te digo yo que fue una locura... —le puso una mano en el hombro de Hyungwon— tendrás que ir conmigo a una fiesta de ese estilo algún día...

Hyungwon negó.

— Paso... —rodó los ojos—  Soy alguien responsable, no puedo irme de fiesta un viernes sabiendo que tengo que trabajar el sábado... —apartó la mano de Wonho y se dispuso a abrir su puerta.

Wonho bufó.

— ¿Ves? Por ese tipo de cosas es que lo necesitas, no te relajas nada... —Hyungwon volvió a negar y se giró para quedar frente a él.

Los ojos de ambos se encontraron fijamente y Hyungwon suspiró.

— Wonho... —puso una mano en el hombro de Wonho tal como él lo había hecho segundos antes— la manera en la que tu haces las cosas es una manera divertida de hechar a perder tu vida.

El apenas sobrio Wonho, se rió sarcástico.

— Te escuchas como mi abuela ¿También usas tangas de flores? —arqueó una ceja con tono de picardía.

Hyungwon se sorprendió un poco pero decidió seguirle el juego.

— Uh... Una pregunta fuerte ¿Quieres descubrirlo? —se mordió el labio con picardía para seguir el juego y Wonho soltó una carcajada.

Su risa delataba que el alcohol todavía estaba afectando un poco su razonamiento, pero aún así no pudo evitar sentirse sorprendido y extrañado.

— Para, estas asustandome —Hyungwon lo acompañó en la carcajada y lo empujó suavemente.

El delgado dio un paso atras y se cruzó de brazos.

— Pff ¿Qué te crees? Ni que estuvieras bueno... —lo miró con fingido desprecio y Wonho se puso una mano en el pecho, fingiendo estar exageradamente herido.

Su pálida mano señaló al delgado mientras hacía un puchero, pero luego cambió de actitud rápidamente.

— Rechazado por un modelo francés... Auchs —le sonrió sarcástico a Hyungwon y el otro rodó los ojos— tampoco estas bueno Hyungwon, perdón pero me gusta la carne...

Al mencionar su comentario, no pudo evitar hacer un par de señales obscenas.

— Por eso estas gordo... —respondió el delgado en forma de burla y le dio un suave empujón en el pecho— además hueles mal, ve a darte una ducha y baja, le diré a mi hermana que te preparé una sopa para tu resaca, te hace falta que se te ordenen los pensamientos...

Wonho sonrió y asintió.

— Gracias... Pero ¿una sopa? ¿Qué hora es? —señaló el reloj de Hyungwon y él lo miró.

— Las... —tardó un par de segundos en descifrar su reloj y finalmente continuó— diez y media... ¿Por qué? —miró a Wonho con confusión y entonces el mundo entero de Wonho se paralizó.

Se quedó helado, inexpresivo y pálido.

— ¿Ah? —mencionó en un tono tan poco audible que ni siquiera Hyungwon escuchó.

— ¿Wonho? —le puso la mano en la cara sintiendo su piel muy fría— ¿te sientes bien?

La expresión de Wonho no era buena. Realmente parecía una estatua.

— No... —miró a Hyungwon, muy asustado— mi maldito examen...

Salió corriendo hacia su apartamento, abrió la puerta como loco y Hyungwon lo siguió sin entender nada pero preocupado de que el mayor hiciera alguna tontería a causa de su ebriedad. Sin embargo Wonho comenzó a desvestirse y corrió hacia la ducha llevándose una ropa cualquiera.

Hyungwon se quedó sentado mientras lo veía ir y venir, hasta que se metió a la ducha. A los pocos minutos Wonho salió vestido, con el cabello mojado y alborotado, la camisa la tenía mal puesta y ni siquiera andaba zapatos.

Al verlo en esa situación, Hyungwon se puso de pie y decidió ayudarlo aunque no sabía porqué.

Intentó buscar un par de zapatos en medio de las cajas sin desempacar y encontró unos que pensaba que le quedarían bien con la ropa así que se los dio y Wonho salió corriendo de la habitación.

Hyungwon salió también, siguiéndolo aún.

— ¿A donde vas? — preguntó mientras moraba a Wonho correr escaleras abajo.

— A la Universidad... —respondió sin más explicación, por lo que Hyungwon comenzó a bajar con menos prisa, pero repentinamente él se detuvo y miró al delgado— Hyungwon ¿puedes llevarme?

Hyungwon asintió y se dio prisa.

Sin mediar muchas palabras fueron directamente a la motocicleta y Hyungwon condujo tan rápido que si hubiera alguna patrulla cerca, seguramente lo multarían, pero al final logró llevar a Wonho hacia la universidad.

Wonho corrió con toda la prisa que sus pies le permitieron, rumbo a la sala donde debería estar haciendo el examen, pero al llegar, se dio cuenta que la señora "Hormiga" (como él le decía) estaba en la puerta y no tardó en mirarlo.

— Señora Horm... —la mujer levantó su mano en señal de que se debía guardar silencio y se puso a ver unos papeles que tenía en las manos.

El desesperado Wonho miró los papeles y la mujer intercaládamente como si quisiera quitarla del medio para poder entrar de una buena vez, pero no hizo más que esperar.

— Más de una hora tarde señor Shin... Ayer quedamos en que estaría temprano aquí. —le recordó, por lo que Wonho asintió e intentó decirle algo pero ella volvió a callarlo— si me va a decir que estaba enfermo, espero que me traiga una constancia médica de un hospital certificado, de lo contrario, no tiene nada más que hacer aquí...

Wonho la miró muy asustado, intentando regular su respiración.

— Pero... —respiró muy agitado— debe haber otra form... —de nuevo recibió la seña de guardar silencio y la mujer lo miró fijamente.

Ella hizo una pausa de varios segundos que pareció eterna para Wonho, pero cuando finalmente movió su boca, él prefería que se hubiera quedado callada.

— Esta es una universidad seria y no sé qué le hayan dicho, pero nosotros no jugamos, tampoco somos un jardín de niños. Su responsabilidad era estar aquí a las ocho en punto para cumplir con su examen de admisión y no lo hizo... —la mujer suspiró— es una lastima que un estudiante con tan buenas notas en su expediente se comporte de manera tan irresponsable.

Wonho la miró muy triste.

— Soy un buen estudiante, se lo aseguro... —se quedó pensativo un momento— debe haber otra forma de reponerlo... Es decir...

La mujer negó con la cabeza.

— No la hay señor Shin... —suspiró— acaba de perder su visa de estudiante, lo lamento mucho pero debe regresar a su país... —la mujer lo miró por última vez y comenzó a caminar hacia algún sitio dejándolo solo en ese enorme pasillo donde sentía su vida desmoronarse.

Todo se había ido a la

                         M
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                                            R
                                                    D
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Cagadas que no debes cometer:

#7) Nunca debes priorizar otras cosas antes de tus responsabilidades.

Puedes perder oportunidades únicas.

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