Podría pasar horas enteras hablando de mis problemas de autoestima y desprecio personal, pero no vivo para dar lástima a la gente, por lo que simplemente, hablaré genéricamente mientras me baso en mi experiencia.
Un espejo, en pocas palabras, es un cristal víctima de un fenómeno físico de la luz; por lo que, visto de esa manera, puede ser gracioso, algo irónico, incluso.
Ahora, se es conocido que las mujeres tendemos a ser un poco más acomplejadas con nuestro aspecto que nuestros compañeros los hombres, de manera que nosotras duramos casi 50 minutos al día metidas en el baño atormentándonos frente a este ingenioso fenómeno físico mientras que ellos pueden pasar casi que días completos sin siquiera afeitarse.
¿De dónde nos viene ese miedo? ¿Autoestima? ¿Falta de vanidad? ¿Un accidente quizá? No lo sé, supongo que viene de la necesidad de ser aceptada por la sociedad, basada en los estereotipos generados por las casas de moda y cosméticas en busca de alimentar nuestra necesidad consumista.
Una mujer es perfecta en la medida que ella se acepte tal y como es; siendo yo testimonio de ello, conste, no estoy diciendo que me crea la mujer más hermosa y deseada del Universo, no señor. Estoy diciendo que soy una rehabilitada en proceso de curación, si hace 2 años me hubieras preguntado cómo me sentía respecto a mi físico te hubiera respondido lo siguiente: "soy el adefesio más grande, asqueroso y vomitivo de la raza humana incluso hasta Marte" y eso es lo que muchas mujeres piensan de sí mismas debido a distintos factores, en mi caso, fue una decepción amorosa, pensé que no era suficiente para esa persona, que no era lo suficientemente bonita o "sensual" para que se quedara a mi lado. Y sufrí. Demasiado. Llegué al punto de no ser capaz siquiera de acercarme a una superficie reflectante, me vestía como hombre, me corté el pelo casi como un hombre, detestaba la idea siquiera de usar algo que resaltara la figura que hoy veo en mi cuerpo, nada.
Ha sido un proceso largo y tedioso, sigo en él, y no es fácil en absoluto, empezar dando pasitos de bebé, buscar cortes de cabello menos unisex, cambiar las botas de hombre por unas Converse rojas, dejar los jeans sueltos, empezar a experimentar con el maquillaje. Todo esto lo logré gracias a personas a quienes creo que les debo mi vida y parte de mi integridad como mujer, las charlas con ellas a las 3 de la mañana, los consejos de productos de belleza y cuidado de la piel, los constantes recordatorios de que la persona que amé fue un imbécil por no valorarme. Todo eso y más.
Adelgazar también fue un estímulo para mí, admito que no lo hice de la manera más saludable pero dio resultados favorables a la hora de empezar el cambio en mi guardarropa.
Si me preguntan ahora acerca de qué pienso respecto a mi cuerpo respondo lo siguiente: "No soy perfecta, ni hermosa. Soy bella a mi manera, no sigo modas ni finjo tener la autoestima de una modelo; pero veo en mí un pequeño potencial que estoy dispuesta a explorar poco a poco para ser la mujer triunfadora que quiero ser en el futuro".
Me acepto tal y como soy, me amo a mi manera y por eso trabajo en cuidarme para tener la salud que deseo. Ser bella o no ser lo depende de cada una de nosotras, si no te aceptas, no eres bella para los ojos ajenos porque, como una hermosa niña me dijo una vez, "Si no empiezas por amarte a ti misma, nadie más lo hará".
Por eso les digo, no tomen a este pequeño gran fenómeno físico como un enemigo, tómenlo como lo que es, un reflejo.
Un reflejo de quién eres, en el que puedes verte para corregir lo que ves mal y observar todo el potencial que tienes.
Porque yo lo veo todo, y si te digo que eres hermosa, es porque en verdad lo eres.
Emma
PD: Muchas gracias a todas por las más de 100 lecturas, me hacen querer seguir hablando con ustedes.
PD2: me gustaría que comentaran, saber lo que piensan, que compartan sus pensamientos, estaré feliz de leerlos todos.