Sólo para aclarar, desde un principio, quiero decir que esto no tiene relación con el amor. Esto va hacia ti misma, como persona, como mujer, o como hombre (si hay el caso).
Hablando hace unos momentos con cierta persona, caí en cuenta de que hoy en día las relaciones (sean o no amorosas) empiezan por lo físico, dejándonos en desventaja a aquellas que no tenemos la mejor apariencia física que existe.
Habrá personas a las que les sriva tener sentido del humor, a otras que siempre sepan llevar una buena conversación debido a su amplio conocimiento del mundo, pero hay otras que, infortunadamente, son en exceso tímidas y cerradas a la activdad de relacionarse.
Yo entro en este último grupo. Demasiado desconfiada, demasiado cerrada, demasiado tímida, demasiado... Emma.
Desarrollar la confianza en sí misma cuesta, en exceso, pero aquellas que lo logran han alcanzado límites insuperables; construir esto es como armar una torre de naipes: delicado, paciente y tortuoso; y cuando se termina de construir, se vuelve frágil y endeble, por eso se cubre con un domo de cristal que lo proteja.
Nuestra confianza propia, o amor propio como quieran llamarlo, es esa torre, y la seguridad es el domo, si no tienes plena seguridad respecto a las acciones y decisiones que tomas, las consecuencias afectarán tu confianza: una mentira descubierta, un examen fallido, una amor roto (prometí no hablar de amor. Pero esto es sólo un ejemplo); todas esas decisiones causan estragos en la confianza, tanto propia como hacia los demás, por lo que depende de ti misma mejorarte.
Comete errores, miente, ama, sufre, pierde, haz todo lo malo para hacerte fuerte, engrosar el domo. Pero el peor error de todos, es quedarse en los errores cometidos, y no tomarlos como la fortaleza que deberían ser; esas fortalezas aumentarán tu confianza, perderás el miedo al público, caminarás más derecha porque no te aterra caer, sonreirás porque sabes por lo que debes llorar, amarás sólo a aquellos que demuestren merecerte ya que has aprendido a ver quién no lo hace.
Tu seguridad y tu confianza son la base de tus relaciones sociales, la timidez y el miedo te carcomen y te impiden conocer al que probablemente comparta gustos contigo, sean musicales, literarios, qué se yo, deportivos también; entiende que el mundo no te va a tragar y a burlase de ti al menor tropiezo, aunque hayan personas sin una mínima parte de alma que lo hagan, pero esas son las personas que no valen la pena siquiera mirar, sólo tú eres capaz de hundirte a ti misma, solo tú tienes ese poder, nadie más.
Siéntete hermosa, compra ropa que te guste y que te favorezca, cambia de estilo, córtate el pelo, tíñelo si quieres porque, como dije al inicio, las relaciones empiezan siempre por lo físico, así que si tienes un buen aspecto, una buena actitud, buen intelecto y eres feliz siendo quien eres, la gente podrá ver lo mucho que vales.
No te desprecies por no saber algo o no saberlo todo, el propio Sócrates negaba tener el conocimiento absoluto, por lo que ser perfecta en todo sobra, te estresas menos.
Nadie es bueno en todo y todos son buenos en algo, descubre qué funciona en ti y explota el talento.
Sé alguien que está orgullosa de verse todos los días al espejo, de sentirse bien (o al menos estar en el proceso de hacerlo) y sonreír.
Sigue sonriendo, porque eres hermosa. Yo soy bruja y te veo siempre, recuerda eso.
Hasta la próxima,
Emma.
PD: sé que me tardé más de lo que dije en actualizar, es debido a algunas razones personales, pero espero que les haya gustado mucho.
PD2: ¡ya casi alcanzamos las 500 lecturas! Eso me hace muy feliz y me dan ganas de llorar (no les miento, algunas que me conocen lo han visto). Me voy ya. ¡Nos vemos!