Capitulo 4
Advertencias: Abuso de alcohol, abuso sexual (No gráfico), uso de drogas sin el conocimiento del otro, abandono infantil, vocabulario inapropiado.
Narra autora
La penumbra de Gotham siempre había sido un refugio para Dick Grayson. Con dieciocho años, solía saltar entre los tejados, desafiando a la gravedad, su mente libre de ataduras y su corazón rebosante de amor por Wally, su primer amor sincero y verdadero.
Sin embargo, mantener una saludable y hermosa relacion con alguien no siempre es fácil en la vida de un justiciero que siempre está al filo de la muerte. Una muerte que amenaza con tragarse incluso la luz más brillante.
Para Dick Grayson, Mary Romanoff llegó a su vida como una sombra oscura y fría que tapa todos los rayos de luz. Por supuesto, ella era Linda y tenía un buen cuerpo, pero lo que más resaltaba de ella era su arrogancia y ego.
Ella tenía una sonrisa capaz de encender mil fuegos, pero poseedora de una superficialidad tan grande que Dick apenas podía soportar. Su presencia era como un obstáculo en su mundo, un recuerdo constante de todo lo que él no deseaba.
Mary, que había sido enviada a la Academia Gotham por su padre, quien, según lo que ella decía, quería que conociera Estados Unidos, y dejar atrás la monotonía de su vida en Rusia.
Dick, que ya había experimentado y conocido a demasiados tontos mentirosos, prefería mantenerse alejado, ignorando sus intentos de acercamiento y coqueteo.
El al estar profundamente enamorado de Wally West, su corazón estaba cerrado y no aceptaba abrir sus puertas a nadie más que su novio.
Con el tiempo, la vida de Dick se convirtió en una travesía llena de altibajos. A los diecinueve años, el amor de su vida, Wally, decidió terminar la relación sin un porqué claro y sumando a eso Dick había tenido una fuerte discusión con su padre y mentor lo que ocasionó que abandonará el manto de Robin y decidiera seguir su propio camino en Blüdhaven.
Centro toda su atención y energía en luchar contra el crimen y convertirse en un faro de luz para los ciudadanos de Blüdhaven y el lo logró y empezó a sentir que por fin tenía el control de su vida, eso fue hasta que cumplió veinte años
Su hermano menor Jason Andrew Todd, había sido asesinado por el maldito joker y el no pudo hacer nada para ayudarlo
Dick sintió que ya no podía respirar, el se estaba uniendo en lo más profundo del mar y el no podía ver nada que lograra salvarlo de su propia culpa y de sus demonios internos
Pero, ¿Realmente merecía ser salvado?
¿Jay? Por supuesto que si
Pero, ¿el?, Dick cree casi firmemente que no
Para Dick estos acontecimientos fueron un golpe devastador que lo sumió en una profunda tristeza, llevándolo a un oscuro abismo.
Las noches de patrulla y lucha contra el crimen, poco a poco se convirtieron en un laberinto de botellas vacías y sombras danzantes, donde el alcohol prometía olvidar, aunque solo le dejaba más vacío, el ya no se sentía lo suficientemente fuerte como para continuar como Nightwing y seguir protegiendo a Blüdhaven.
En una de esas noches caóticas, Dick se enteró que Bruce, o más bien Batman ya tenía un nuevo Robin.
Lágrimas calientes y espesas se deslizaron de los ojos de Dick y cuando el llanto por fin ceso el ya se encontraba en un bar de mala muerte, donde un trago tras otro comenzaron a desdibujar las líneas de su realidad.
No era la primera vez que Dick enfrentaba peligros en Blüdhaven, pero esa noche fue diferente. Mientras su mente se nublaba, unas manos desconocidas le acercaron una bebida. Los instintos de justiciero se desvanecieron en la niebla etílica, y cuando la oscuridad lo abrazó,
Aquella mujer, que no era otra persona más que Mary Romanoff, decidió hacer su jugada.
A la edad de veintiséis años, Dick Grayson fue abusado sexualmente y el no lo supo
A la mañana siguiente, despertó en un motel, aturdido y con una sensación de asco que no comprendía del todo, Dick decidió que una ducha no sería una mala idea. El se baño hasta que su piel quedó roja e irritada de tanto frotar. No podía recordar los detalles, pero cada fibra de su ser le decía que algo horrible había pasado.
El decidió ignorar las advertencia que su cuerpo y su instinto le gritaban
Los días siguientes fueron un torbellino de confusión, sufrimiento y culpa.
Hasta que un día, alguien toco la puerta de su departamento.
El no se levantó del sofá, no le interesaba quien estaba detrás de su puerta, perfectamente podía ser el mismísimo Deathstroke que había vuelto de entre los putos muertos para joder su existencia una vez más y a Dick no podía importarle menos.
La puerta volvió a ser golpeada, está vez con más insistencia.
Dick tomo un largo trago de su botella y maldijo en voz baja. Que se joda la persona del otro lado, el no se va a mover
La puerta volvió a ser golpeada con mayor insistencia y Dick cerró sus ojos con fuerza mientras hacía una mueca de puro fastidio
- Dickie, por favor, se que estás ahí, abre la puerta - la voz grave pero suave de Bruce Wayne se escuchó
Dick aparto su boca de la botella y miro la puerta de su departamento con evidente sorpresa
- De ninguna manera - El susurro son evidente incredulidad
¿El jodido Brucie Wayne realmente estaba en su puerta o ya se había vuelto a emborrachar?
Motivado solo por la curiosidad, Dick se arrastro hacia la puerta y la abrió de forma lenta y torpe, el asomo su cabeza y si, realmente Bruce Wayne, su padre adoptivo estaba ahí de pie mirándolo con tanto dolor y arrepentimiento que Dick sintió que un nudo se estaba formando en su garganta rasposa e irritada
- Mi pequeño Chum - Bruce susurro, su voz temblando de forma leve
El hombre mayor levanto su mano y con delicadeza y cariño acaricio la mejilla de su hijo
- Lo lamento tanto buddy, te falle y ahora estás pagando mis errores
No había enojo, decepción, vergüenza o una reprimenda en las palabras de Bruce por el aspecto de Dick ni por lo que se había convertido, solo había amor, dolor, culpa, comprensión y aceptación
Dick no pudo evitar sollozar.
- Papá - Dick sollozo y abrió por completo la puerta para así abrazar con fuerza a su padre.
Tal vez era el alcohol tomando las riendas de la situación, tal vez era solo su cansancio y dolor hablando por el o tal vez, era solo el mismo permitiendo se llorar y buscar el consuelo de su padre. Dick no lo sabe con certeza, de lo único que está seguro es que los brazos de su padre son cálidos y seguros y el está feliz y aliviado de volver a ellos
- Está bien, te tengo hijo, todo va a está bien - Bruce susurraba mientras abrazaba con firmeza y delicadeza el cuerpo tembloroso de su hijo mayor
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El tiempo pasó y Dick se centro en buscar algo de normalidad en su vida y teniendo el apoyo de su familia y amigos, quienes lo rodearon con amor y comprensión mientras él trataba de recuperar su vida, Dick sintió que por fin estaba sanando un poco.
Pero la vida tiene una forma extrana y hasta a veces cruel de recordarle que el no puede avanzar tres pasos sin retroceder dos.
El oficial Gordon llego a la mansión Wayne con mirada seria y compasiva, el le entrego un carta y un pequeño precioso bebé,
Dick se sintió aturdido y a punto de desmayarse cuando el oficial Gordon le reveló que el es el padre de aquel hermoso y frágil bebé.
A pesar de su sorpresa y que casi vomita dos veces Dick sintió un amor inmediato e incondicional hacia el pequeño ser que estaba entre sus brazos.
Y mientras el mecía a su bebé dormido no pudo evitar sentir confusión
¿Quien diablos era la madre?
La confusion se disipó cuando recordó aquella noche extraña que despertó desnudo en un hotel.
Un fuerte escalofrío recorrió todo su cuerpo, no podía ser verdad, por supuesto que no.
Pero y si realmente el había sido...
Dick sacudió su cabeza y miro al pequeño bebé en sus brazos antes de decidir que debía leer esa carta. Dudando dejo a su bebé en los brazos de su padre para así poder leer la carta
Mientras Alfred y Bruce se encargaban de su bebé, Dick abrió de forma lenta la carta, tal vez y solo tal vez era de parte de la madre de su hijo;
Para el señor Dick Grayson
Si estás leyendo esto, significa que mí buen amigo Jim cumplió su promesa
Me encantaría poder escribir que estoy cuidando muy bien de mi pequeño sobrino, que el está creciendo fuerte y saludable, pero como ve la vida es una perra muchas veces y me han diagnóstico cáncer cerebral.
Créame cuando le escribo, señor Grayson, que si no fuera por el cáncer usted nunca se hubiera enterado de la existencia de mí pequeño Romanoff.
Soy alguien muy posesivo con mis seres amados y descubrir que el famoso "Richie Wayne" es el jodido padre de mí angelical sobrino solo logro amargar la hermosa tarde que estaba disfrutando con mí sobrino
Pero como usted puede leer, estoy muriendo o ya estoy muerto, da lo mismo. Lo que pido es sencillo y espero que lo tome como la última voluntad de un hombre moribundo.
Proteja y cuide de mí pequeño Romanoff.
Por supuesto, que esto no es todo, por si es de su interés, la madre de su hijo es la inútil, arrogante y superficial de mí hermana menor; Mary Romanoff.
Aún no entiendo cómo la insufrible de mí hermana logro meterse en su cama, pero no voy a cuestionar, usted sabrá a quien invita a su cama
Igualmente, agame un favor y arruine la vida de esa perra ya que yo ya no puedo.
Izan Romanoff
Cada palabra que su cerebro procesaba y volvia a procesar resonaba en su corazón y en su cabeza como un eco de dolor y asco.
Dick miro al bebé que dormía en los brazos de su padre y mientras cogía la mano de su hijo por primera vez, todo lo que había experimentado, el abuso, la traición, la soledad, la depresión, palideció ante la pureza que representaba su pequeño bebé
Por un pequeño momento las imágenes de su infancia, de la soledad de crecer sin su familia, regresaron con fuerza. La angustia de un niño abandonado tocó su alma y se transformaron poco a poco en un torrente de emociones revueltas
No podía darle la espalda a su hijo, el no tenía la culpa de que aquella mujer abusara de el.
Ese niño es su sangre su familia y por sobretodo era solo un ser inocente
Obviamente el camino que debía recorrer no era sencillo, por supuesto que no lo era y Dick luchó con el profundo resentimiento que tiene hacia Mary, la mujer cuyas acciones habían alterado y destruido su vida dejando una profunda cicatriz mental.
Pero, por su hijo lo haría, su bebé solo era un precioso niño con grandes ojos que parecían comprender todo, ese niño no merecía ser un símbolo de su dolor.
El tomaría su llegada como un nuevo comienzo, un recordatorio brutal de que la vida sigue adelante, aun cuando el pasado intenta atraparlo y arrastrarlo hasta la oscuridad más profunda.
Con el tiempo, Dick comenzó a sanar. La relación con su hijo se volvió la luz que necesitaba. Poco a poco, sus días se llenaron de risas infantiles, juegos y amor. Se dio cuenta de que, aunque la sombra de esa noche oscura nunca desaparecería por completo, su hijo era la prueba viviente de que siempre hay esperanza.
Dick aprendió a mirar al futuro, a reconstruir su vida en torno a la paternidad, y a crear un hogar donde su hijo se sintiera amado y seguro.
Mary no desapareció de su vida. Se convirtió en la sombra a la que debía enfrentarse una y otra vez, en cada rincón de su mente. Pero Dick decidió que no iba a permitir que ella lo definiera. La vida era demasiado corta y en su lugar, eligió el amor: el amor por su hijo, el amor por sí mismo y el amor por su familia y todas aquellas personas que lo rodeaban y lo ayudaron a sanar.
Ese pequeño ser fue su salvación, su redención. Ahora sabía que, aunque la vida puede ser cruel, también puede ofrecer segundas oportunidades, momentos de luz que emergen de la oscuridad. Con el corazón más ligero y la determinación de ser un buen padre, Dick Grayson avanzó, dispuesto a enfrentar cualquier sombra que se atreviera a cruzarse en su camino.
Claro que aún había cosas que se debían de aclarar y esas cosas llevan el nombre de Wally West.
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En Ciudad Central el sol se alzaba bañando las calles de un dorado cálido, pero para Wally West, cada rayo era un recordatorio punzante de una decisión que había tomado hace algunos años.
Este era el día más brillante de su vida, y sin embargo, su corazón estaba envuelto en sombras.
Había viajado a una misión en el espacio justo después de romper con Dick Grayson, con la mente llena de inseguridades y una vergüenza aplastante. La suave voz de Dick resonaba en su cabeza mientras hablaban por teléfono, un eco de confusión y dolor.
“Wa-Wally... Wally, espera... no entiendo, ¿Que hice mal?” Dick estaba llorando de otro lado de la línea y Wally solo quería correr hacia el, envolver sus brazos en la cintura de su novio y nunca volver a dejarlo ir, pero sus miedos e inseguridades hablaron más rápido que su corazón
“Lo siento.” cortó la llamada y con ello, su relación. Desde ese momento, Wally había sido un espectro en su propia vida, escapando del dolor que había causado.
Un año en el espacio le había proporcionado claridad entre las estrellas, y cuando finalmente regresó a la Tierra, lo único que quería era abrazar a Dick, contarle que había cometido el peor error de su vida. Pero la vergüenza lo mantenía alejado, un prisionero del miedo y la inseguridad.
Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses, y en un abrir y cerrar de ojos, habían pasado los años. Wally decidió visitar Gotham para despejar su mente y cuando salia a dar un paseo al parque, preguntándose si alguna vez vería a Dick nuevamente.
Allí, en un banco bajo el robledal, lo vio. Dick estaba sentado, un pequeño bebé en sus brazos, su pequeño cuerpecito dormía en el pecho de Dick.
Aquel niño, que no podía tener más de dos años, tenía la misma cara y cabello oscuro de Dick, solo tenía pequeñas diferencias, pero era innegable que ese niño es el hijo de su amor
Wally se acercó, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.
- ¿Dick? - Su voz temblaba, cargada de emociones reprimidas.
Dick levantó la vista, y en su mirada Wally pudo leer una mezcla de sorpresa y dolor.
- Wally... - Dick exhaló su nombre como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago
El silencio se instaló entre ellos, incómodo.
- ¿Es… es tu hijo? - Wally preguntó, la tristeza asfixiante brotando de su corazón. Una oleada de celos lo invadió al pensar en la vida que su antiguo amor había construido sin él.
- Sí, se llama John Andrew - respondió Dick, sonriendo débilmente mientras abrazaba con un poco más de fuerza al bebé en sus brazos - Es… complicado
La pregunta que seguía ardiendo en la mente de Wally se escapó impulsivamente - ¿Quién es la madre?
Dick se acomodó en el banco, su expresión volviéndose sombría.
- Mary Romanoff - El admitió, sus ojos volviéndose más oscuros
- ¿Mary Romanoff? - Wally repitió incrédulo - ¡Pero ella está loca! - El velocista escupió esas palabras sin pensar mucho - ¿Cómo logro enamorarte? - Está vez las palabras de Wally salieron despacio y con un dolor bastante palpable
Dick miro a su pequeño ángel mientras dormía en sus brazos, sus ojos reflejaban dolor, asco y resignación
- Una maldita noche de borrachera - dijo entre dientes por el nudo que se había formado dolorosamente en su garganta - cuando me dejaste... Estuve muy mal, sentía que ya no podía seguir... Y todo solo empeorando cada vez más y mas y entonces decidí ir a un bar y como ya estaba muy borracho no me di cuenta de que habían drogado mí bebida. Me desperté sin recordar nada, y luego me enteré de su existencia
La ira chisporroteó dentro de Wally, y su corazón se llenó de asco hacia la mujer que había hecho daño a Dick.
- ¿¡Qué!? Eso es horrible, Dick. No debiste pasar por eso solo - Wally se sintió enfermo al saber que no estuvo en uno de los momentos más oscuros del hombre que más ama
- No lo hice, al menos no al final - Dick replicó con un suspiro - Tenía a mis amigos y a mí familia, pero nada es igual a lo que teníamos tú y yo, Wally
Un silencio pesado se deslizó entre ellos otra vez. Wally sintió que el tiempo se había detenido mientras la verdad sobre su ruptura pesaba en el aire.
- ¿Por qué me dejaste? - Dick pregunto, la incredulidad y el dolor empañando su voz. - No entendí por qué sentías que no eras suficiente
- Era mi propia inseguridad - confesó Wally en voz baja, su mirada desviándose hacia el suelo - No sabía si podía ser lo que necesitabas. A veces, lo que amamos nos asusta, y te alejé porque pensaba que era lo mejor. Pero estaba equivocado
Con el tiempo, Wally había aprendido a lidiar con sus propias inseguridades, y ahora su corazón ardía no solo por su propia estupidez de dejar ir al amor de su vida, sino también por la esperanza de recuperar lo que habían perdido
- Dick, he estado pensando en ti todos los días. Y aún te amo - admitió, con la voz quebrada ante la pura y evidente verdad.
Dick lo miró, sus ojos profundos llenos de una mezcla de emociones.
- Yo también te amo, Wally. Pero mí bebé… - hizo un gesto hacia su pequeño hijo dormido - mí bebé ha cambiado todo
- No estoy aquí para presionarte - contestó Wally, intentando mantener la calma - Solo quiero que sepas que estoy dispuesto a luchar, quizás no para volver a ser lo que éramos, pero para encontrar un camino hacia adelante y si el pequeño John lo permite junto a ti y él
Dick miro por unos segundos al hombre que sin lugar a dudas aún es el dueño de su corazón, el soltó un pequeño suspiro entrecortado, volvió a mirar a su bebé y con un pequeño beso en la frente de su hijo, Dick hablo con la voz más firme y segura que podía reunir
- Es un comienzo - musitó Dick, permitiéndose una pequeña sonrisa mientras acariciaba la cabeza de John - Es una buena base. Tal vez… tal vez podamos vernos más a menudo
Wally sintió que su corazón palpitaba con una renovada esperanza. Quizás no podían regresar a lo que fueron, pero había una posibilidad.
Mientras Dick sostenía a su hijo, Wally pidio y deseo internamente ser llamado papá y esposo al lado de esos dos angeles que ya amaba con mayor locura y pasión
Mientras pasaban la tarde juntos, los dos hombres intercambiaron historias de sus vidas desde la última vez que se vieron. Hablaron de sueños perdidos, momentos difíciles, y al final del día, se dieron cuenta de que, a pesar de la distancia que había crecido entre ellos, había un hilo eterno que aún los unía.
Cuando el sol comenzó a ponerse detrás de los edificios, dejando un rastro de colores cálidos en el cielo, Wally entendió que, aunque el camino sería complicado, ambos estaban dispuestos a recorrerlo. Las cicatrices del pasado podrían ser sanadas, y quizás, solo quizás, podría haber espacio en el futuro para ese amor que nunca desapareció.
Sus miradas se encontraron una vez más, y en ese intercambio silencioso de promesas y deseos, la luz dorada del atardecer iluminó el nuevo comienzo que ambos habían anhelado y deseando por mucho tiempo.
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Todo esta fuera del canon y muchos hechos se han adelantado o retrasado, realmente no lo sé, mi conocimiento del mundo DC se basa en historias y películas.
Por favor, no seas tímido y dame tu opinión si he destrozado completamente el canon.
Bienvenidos al final de la historia, si te gusta no olvides comentar y decirme que opinas
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