La promoción de la película ha empezado un poco antes y ya hemos dado varias entrevistas. Muchos periodistas sacan conjeturas sobre la química que hay entre nosotros y la manera en que disfrutamos las entrevistas o completamos las frases del otro, pero nadie ha podido ir más allá y eso me agrada, porque tiene a Oriana tranquila.

Me encanta la persona que es cuando está tranquila, cuando se siente libre, cuando puede confiar y no necesita pensar mal de todo lo que se mueve a su alrededor. En este tiempo parece haber aprendido a mirar en los ojos de la gente y mostrarse un poco más cercana a quienes trabajan alrededor nuestro. Yo, a su lado, he aprendido mucho sobre cómo moverme en este ambiente. Me ha enseñado a ser más previsor, no abrirme demasiado, identificar escaladores y mantener mis distancias sin ser del todo desagradable.

Cuando en las entrevistas le preguntan qué tiene planeado para más adelante, ella dice que dará un giro sobre su carrera, pero no agrega nada más. Sin embargo, el negocio con Luana va viento en popa, ya tienen un salón, una marca, una imagen de marca y los primeros diseños están por salir a la luz.

Ha invertido una buena suma de dinero en publicidad y ha generado expectativa sobre la prenda que llevará al estreno de la película. Oriana es astuta y se mueve bien en este mundo, sabe dónde ir, cómo hablar, qué puertas tocar y cuáles no, y eso solo me hace sentir más orgulloso de ella.

En la fiesta de final de rodaje, bailamos juntos, pero cuando nuestros deseos son más grandes que la distancia que podemos mantener en público, decidimos separarnos con algunos minutos de diferencia, para encontrarnos un rato después en su cama. Y esa es nuestra fiesta privada de final de rodaje.

Todo marcha viento en popa y solo falta unos días para el estreno de la película, las expectativas crecen y nuestros nervios también. A mí me perturba lo que piense la prensa de mi debut en un protagónico y a ella le genera ansiedad que las cosas vuelvan a salir mal.

—Espero que esto no termine como mi última película, no sería bueno para ti —dice con temor.

—A mí no me importaría —respondo—, la película me ha dado más que todo lo que puedo desear, me ha dado a ti.

Ella sonríe, pero sé que aun así le cuesta afrontar que las cosas puedan salir mal una vez más.

El vestido que Luana diseñó se ve perfecto en su cuerpo es hermoso y majestuoso. Es de color dorado y cae sobre sus curvas como si hubiera sido dibujado sobre ella. Envuelve su piel con tal elegancia que yo solo puedo sentirme afortunado al imaginar que seré yo quien se lo saque al llegar a su casa a la noche.

Al estreno acuden todos nuestros amigos, conocidos, familiares. También la prensa, por supuesto, y los días que siguen las salas de cines de todo el país se llenan.

Es todo un éxito. La película. Nuestra actuación. La química que traspasa la pantalla... como lo ha dicho la prensa. Comenzamos a tener admiradoras que nos shippean, nos pasamos horas viendo sus mensajes o sus videos donde aseguran que nuestra relación va más allá de la ficción. Llegan a estas conclusiones por pequeños gestos que nos pasan desapercibidos cuando vemos una entrevista, pero que ellas analizan una y otra vez. ¿Ven cómo lo mira Ori? ¿Ven como él le sonríe?

Nos divertimos con eso, pudimos engañar a la prensa, pero no a las fanáticas.

Nuestra relación también va a mejor, y aunque aún no hablamos de sentimientos ni nos hemos puesto etiquetas, creo que no falta demasiado para que lleguemos allí. Al menos yo me siento más que enamorado.

Planeo decírselo, ella ha convocado a una conferencia de prensa para avisar de su retiro. Solo espero a que eso suceda para poder hablarlo. Ya no me da tanto temor, sé que no va a huir...

Por mi parte, yo he recibido ya varias llamadas para nuevas oportunidades laborales, pero mi agente ha decidido que no estamos apurados y que estamos en ese momento en el que podemos tomarnos el tiempo para elegir concienzudamente. Él es de los que creen que estos son los momentos claves y que un paso en falso podría tirar todo el trabajo por la borda.

Y yo estoy de acuerdo y me siento bien así.

Hay muchas fiestas, muchos eventos. De pronto dejé de ser el desconocido, el novato. Cuando me cruzo con famosos en los pasillos de los estudios de grabación, se giran a verme o a darme un gesto de saludo, me llaman por mi nombre como si fuéramos amigos y me invitan a sus casas, a sus fiestas, a sus reuniones.

La vida me ha dado un giro y todo ha cambiado demasiado rápido.

Nos vemos en Buenos Aires este sábado 14 de mayo :)