-La vida es una mierda... -Alguien grito a todo pulmon.

Le escucho decirle con claridad, con cada palabra impregnada del más absoluto odio y con la plena convicción de estar declarando la más grande verdad del mundo. Y ella ingenua como era se había quedado pasmada ante tal declaración, incapaz de comprender en ese momento cual era el motivo que había llevado a Malfoy a escupir con tanta rabia esa afirmación.

Poco o nada sabía de su vida, se había limitado siempre a evitarlo, detestaba encontrarse con él, sabiendo de antemano lo que pasaría si no era lo suficientemente rápida para moverse y evitar el contacto, todo se resumía a insultos y desprecios, a encontrar un rostro lleno de repulsión y alto grado de asco.

Por regla general evitaba incluso mirarle para no provocar su ya tan trillado discurso de la sangre y la superioridad de esta ante alguien como ella. Era ridículo, lo sabía y por tanto ya no perdía el tiempo en lamentarse cuando le restregarle a la cara su origen, solo aquella primera vez que le dijera sangre sucia había tenido un efecto en ella, las veces que le siguieron pasaron sin pena ni gloria.

Lo evitaba no por miedo, no era cobarde en absoluto, ella era una Gryffindor y haciendo honor a su casa era valiente, pero consideraba su tiempo demasiado valioso para perderlo y siempre eran las mismas necedades, las mismas palabras huecas que recitaba con el mismo fervor utilizado por un político en campaña que no tiene más propuestas que las mismas que cada llamado a elecciones se presentan ¿Entonces para que perder el tiempo? ¿Para qué darle valor a algo tan patético?

Nunca respondía con agresiones a sus insultos, solo respuesta elocuente abandonaban su boca, provocando quizás más de lo que provocaría un insulto soltado a quemarropa, porque si algo odiaba a muerte Malfoy era ese aire de marisabidilla característica en la leona que lo dejaba como un imbécil descerebrado y corto de pensamiento.

Pero he de corregir algo, "nunca" es una palabra muy larga y todo tiene un límite, si no me creen han de preguntarle al rostro pálido de cierto rubio que probo el puño de una furibunda castaña, cuando las palabras quedaron cortas para poder demostrar el grado de indignación correcto, así que corrijo, casi nunca respondía con agresiones a sus insultos.

Justo hoy que lo escuchaba decir con vehemente seguridad la porquería que era la vida, se tomo el tiempo para reflexionar ante la profundidad de unas palabras que en otro tiempo quizás hubiera catalogado como simples vulgaridades faltas de clase. Pero no lo hacia así, por la simple razón que cuando lo escucho estaba solo, despotricando en voz alta, sin hacer alarde ante los demás como solía hacerlo, entonces se dio cuenta de que en verdad creía lo que profesaba.

No estaba alardeando, ni presumiendo de su grandeza proporcionada por la clase, el oro y su tan cotizada sangre pura, no estaba hablando por hablar para sobresalió o llamar la atención, no lo decía para ser el blanco de las miradas admiradas de su sequito de guardaespaldas y lame-botas que lo acompañaban y adoraban con fervor.

Lo creía en verdad y entre líneas pudo descifrar que era más apropiado comprender que lo que quiso decir realmente era "Mi vida es una mierda" se quedo sorprendida por su descubrimiento, digiriendo cada palabra, porque era consciente que con esa declaración echaba por tierra esa suficiencia característica de ser perfecto y tener todo cuanto quisiera, estaba mandando al diablo todos esos años de declarar que su vida era excelsa y perfecta por el solo hecho de ser quien era.

Entonces lo supo, supo que ese rostro frio e inexpresivo que uso cuando su padre fue condenado al beso del dementor era un chiste, que su aparente indiferencia era mero dolor disfrazado. Entonces supo que todo era mentira, meras apariencias y Draco Malfoy era tan humano como cualquiera y su vida era una mierda.

Se sintió violenta cuando abrió la puerta de esa aula por completo tas meditar por algún tiempo después de escuchar la exclamación furiosa del blondo que se giro sobresaltado mientras sus ojos se clavaban en ella.

Incapaz de contenerse camino para acortar la distancia y el incrédulo la veía acercarse sin saber que pretendía, pero para ese entonces mentalmente y con la capacidad rápida de pensamiento que tenia Granger había realizado un repaso de los hechos que la llevaron a concluir que Malfoy tenía toda la razón.

Hermione Granger podría ser muchas cosas, si le preguntabas a Harry te dirá que es su mejor amiga, Ron te dirían sin dudar que es mas terca que una mula, el resto de sus compañeros no tan cercanos que es una insufrible sabelotodo, sus profesores que es muy inteligente, los elfos que es muy testaruda y Draco que es una indeseable; probablemente todos tengan razón, pero si hay algo que falta señalar es que esa leona de melena alborotada que ama profundamente los libros y los conocimientos es que tiene la capacidad de hacer a un lado todo para ayudar a quien la necesite, sin importa que se merezcan o no su ayuda, incluso en contra de sus propios deseos.

Esa no será la acepción. Con la camaradería que usaría cualquier viejo amigo de la infancia apretó su hombro con el único fin de reconfórtalo,

-La vida es una mierda Malfoy, porque si fuera de otra manera no habríamos visto morir a los que queremos, porque si fuera distinto no habría guerras, ni tantos ultrajes, violencia, traición y rencor acumulando destrozando inocentes. Esta el mundo lleno de porquería y la vida es muy cruel incluso para aquellos que se piensa que lo tienen todo. Pero la vida es así y solo los cobardes se dan por vencidos y no son capaces de ver que entre tanta podredumbre también hay cosas que merecen el esfuerzo y por las que vale la pena entregarlo todo. No te conozco mucho pero si de algo estoy segura es que tú no eres un cobarde, se necesita valor para arriesgarlo todo para salvar a los nuestros antes las causas que otros considerarían perdidas. La vida no es fácil Malfoy, pero lo que vale en verdad la pena nunca lo es.

Había sido solo un ligero apretón sobre su hombro, una sonrisa reconfortante y un rostro lleno de comprensión el que le había mostrado antes de salir con toda la tranquilidad del mundo del aula, dejando a tras a un muchacho aun confundido al que le llevo bastante tiempo reaccionar, para finalmente encontrarse sonriendo de medio lado en dirección a la puerta en una aula vacía en la que había entrado solo para descargar sus frustraciones en soledad.

Draco Malfoy y Hermione Granger nunca fueron amigos, pero después de la guerra al menos tampoco eran enemigos, ninguno de los dos contos nada de ese día, aunque tampoco había mucho que contar del extraño evento.

Algunas veces coincidieron en años posteriores, cuando cada uno ya tenía una familia, se saludaban sin palabras con apenas un movimiento de cabeza como lo harían dos viejos conocidos demasiado cansados para hablarse o con tan poco tema de conversación que el leve gesto era suficiente.

Hermione nunca supo el impacto que tuvieron sus palabras realmente en el alma atormentada de Malfoy, nada supo de sus ganas de cortar su vida de manera prematura ante la desesperación que le carcomía, tampoco era consciente de la manera en que toco su vida transformándola, porque cuando se sentía débil y abatido le bastaba recordar que Granger quizás la persona menos indicada le había dicho que no era un cobarde con tan seguridad que hasta el día de hoy sus palabras retumbaban en su cabeza dándole fuerza.

Draco seguía pensando que la vida era una mierda de vez en cuando, pero no permitía que la porquería le llegara de nuevo al cuello para ahogarlo, había aprendido a base de errores y sufrimiento que si bien la vida no es un cuento de hadas y dista mucho de ser perfecta, era SU vida y solo de el dependía hacer con ella algo digno.

La vida es cruel y solo basta ver alrededor para encontrarse de cara con las frías guerras azotando el mundo, con el hambre estrujando los estómagos, la violencia destrozando el día a día, el sufrimiento cuartando los sueños y robando inocencias. Pero entre tanda decadencia también hay cosas buenas, entre toda esa gente retorcida e indigna encontraras a alguien que te dará la mano para levantarte y que tocara tu vida con sus palabras, que te dará una razón para no darte por vencido y veras que también hay luz, fe y esperanza.

Te encontraras con la realidad de quien más te da es aquel que menos tiene y quien más feliz es la mayoría de las veces el que a base de sacrificios a logrado mantener una sonrisa sincera para darle al mundo sin esperarla de vuelta. Lloraras mucho y sufrirás otro tanto pero encontrar que alguien estará a tu lado quizás no para hacer las cosas más fáciles, pero si para llorar contigo y limpiar con agua salada sus heridas.

Malfoy y Granger no eran amigos tampoco enemigos, después de todo eran solo humanos de carne y hueso que sufren los envites de un mundo despiadado. No eran amigos tampoco enemigos pero eran compañeros de viaje, ella toco su hombro en un momento de desesperanza y le dedico unas palabras de aliento, pero había hecho mucho más que eso, con ese solo gesto toco su vida y le demostró que también hay cosas grandiosas y que solo un cobarde se da por vencido.

No eran amigo, tampoco enemigos, solo eran compañeros, pero con el paso de los años los dos aprendieron que basta solo una sonrisa para iluminar el mundo, Malfoy agradecía en silencio cada vez que el destino los hacía pasar por el mismo lugar de vez en cuando, Granger le regalaba una mirada llena de entendimiento que ambos compartían.

Cuando Ron perdió la batalla con la muerta ya entrado en años, Hermione desconsolada lloraba sobre su tumba, alguien se acerco y coloco una mano sobre su hombro, no le dijo nada, no intento consolarle, solo la dejo llorar sin soltarla hasta que el llanto comenzó a apagarse. Era Draco pagando su deuda, le tocaba a el apretar su hombro y a ella agradecer en silencio.

No eran amigos, tampoco enemigos...solo compañeros que se sostenían para mostrarle al mundo que era una mierda y ellos no eran unos cobardes.

FIN

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Hola,

Este es un One-shot que escribi hace mucho tiempo, espero sea de su agrado.

Besos, Helena Grand.