Capítulo 3: El Inicio de la Convivencia

Nuevamente, flotando y avanzando a través de un "túnel" en medio del espacio, se encontraban los 2 compañeros, junto a sus 2 acompañantes femeninas.

-¡Te juro que no me cansaré de esto!- exclamaba el pelinegro dando un par de vueltas en el aire.

-Ay hermano...¿Siempre serás así?- preguntó el castaño negando con la cabeza, pero sonriendo un poco- Aunque bueno, creo que no sería igual de divertido el viaje sin tus ocurrencias.

-¿Divertido? Tonto e ingenuo mejor dicho- fue lo que dijo Demencia en su mente.

-¿A dónde creen que iremos esta vez?- preguntó Espinela acercándose un poco a ellos.

-No sabemos...pero quizás luego sabremos decidir por cuenta propia cuál será nuestro siguiente destino- así respondió Sam.

-Eso será mucho más emocionante...¿Mmm?- fue lo dicho por Carlos, antes de notar como un portal se abría enfrente suyo- ¿Por qué?

Tras apenas decir eso, se adentra en el portal, y su compañero sin más opción le sigue los pasos, al igual que las 2 chicas.

Un rato después

Casi en medio de unas calles, y ya siendo de noche, un portal aparece, y luego de unos segundos, sale disparado el pelinegro, rodando un buen rato por el suelo antes de apoyar ambas manos en el suelo, para detenerse.

-Ok...al menos...no fue tan malo- fue lo dicho por el mientras se iba levantando, notando como su compañero salía primero del portal, dando solo 1 vuelta en el suelo antes de reincorporarse.

-No deberías saltar de repente a un portal así hermano- así dijo Sam poniéndose a su lado.

-Apareció enfrente mío ¿Qué querías que haga?- preguntó el de ojos castaños.

Los 2 iban a seguir hablando antes de notar sus aspectos.

-¿Volvimos?- preguntó Carlos.

-Parece que sí- fue lo dicho por el ojimiel, antes de levantar la cabeza- Eso...significa que...

-¿Mmm?- fue el único sonido de su compañero, antes de que ambos voltearan a ver el portal, el cuál seguía abierto.

Y entonces, de el salieron 2 personitas, antes de que el portal se cerrara, mientras los chicos solo se quedaban quietos, junto a unos sonrojos apareciendo en sus mejillas.

-¿Y ahora qué tienen?- preguntó Demencia, solo algo confundida al igual que Espinela.

Eso era antes de que ambas notaran sus aspectos actuales, notándose confundidas.

-¡¿Dónde estamos?! preguntó la peliverde acercándose al castaño y jalándolo de su playera.

-Ok, ok, ok, tranquila...solo, acompáñennos y se los diremos- fue lo dicho por Carlos, antes de empezar a caminar, con Espinela a su lado.

La chica-lagarto soltó al chico, antes de alejarse, mientras el castaño solo se apresuraba para alcanzarla.

Durante algunos minutos, los 4 seguían caminando por las calles, saludando a una que otra persona que encontraban, aunque Demencia asustó a un par, pero fuera de eso, no hubo ningún inconveniente.

Hasta que finalmente, llegaron a una casa, en la cuál, primeramente los 2 compañeros se quedaron sorprendidos...En eso el pelinegro corre un rato hasta cerca de la entrada, y luego de quedarse quieto unos segundos...dijo un par de palabras.

-Yo puedo explicárselos- fue lo dicho por otra voz masculina, llamando la atención de los 4.

-Bienvenidos muchachos- fue lo  dicho por este recién llegado.

-Profesor...emmm...¿Q-Qué ha pasado? Jeje- preguntó Carlos acercándose.

-Bueno...asumiendo que las invitadas que han traído no serán las únicas que estarán quedándose, pues, pensé en que tendrían que tener algo más de espacio para que no hubieran problemas o incomodidades- fueron las palabras del ojiverde, antes de dirigirse al interior de la casa, seguido por ellos 4.

Al entrar, los 2 chicos se quedaron casi sin palabras, pues, el espacio se notaba lo suficientemente grande, y parecía que desde fuera el lugar se vería "pequeño" a comparación  del interior.

-¿C-Cuántos...q-queparíamos aquí?- fue la pregunta por parte de Sam.

-Mmm...diría que unas...20 personas- así respondió el profesor.

-¡¿Tanto?!- exclamó Carlos.

-He estado en instalaciones que albergan más de 100 personas muchacho...pero al menos para tí veo que un hogar así igual te sorprende- fue lo dicho por el ojiverde.

-Sí, el es fácil de impresionar- dijo Sam cruzándose de brazos.

-Bueno, supongo que los veré en otro momento...adiós muchachos- dijo el profesor Paradox antes de que un portal apareciera detrás suyo, y se adentrara en el.

-Supongo que...hay que...elegir una habitación entre las que hay ¿no?- dijo Carlos saltando el sofá para acercarse a ellos.

-Que...Espinela vaya contigo...yo...veré una habitación...para nuestra nueva...compañera- fue lo dicho por Sam mirando a la peliverde, quien también lo miró, pero solo por un par de segundos, aunque no de una forma amistosa.

-De acuerdo- fue lo siguiente dicho por el pelinegro antes de alejarse junto a la gema.

-Solo...ven conmigo- dijo el castaño empezando a caminar, mientras la peliverde solo se limitaba a seguirlo.

Pov Sam

Ya ha pasado poco más de un mes desde que regresamos de nuestras 2 visitas, primero al Mundo de las Gemas, y luego al de Villanos...Desde entonces, todo ha estado normal y tranquilo, sin ninguna clase de problemas.

Por parte de mi hermano, parece que se lleva bien con Espinela, mejor de lo que el se esperaba creo.

Y...por mi parte...pues...tratar con Demencia...no es algo imposible...pero...si un poco difícil.

Ella todavía parece tener presente a Black Hat...en su mente y corazón...quizás...no lo termine olvidando...pero...probablemente si se dará cuenta que hay más personas...que...y...que ella se capaz de dejar entrar...a ese alguien en su corazón...A-Alguien...Alguien como yo...

Ahora mismo, me encuentro junto a mi hermano en el jardín trasero de nuestro hogar, probando de que forma podemos usar nuestras habilidades, por mi parte, siendo mi...en parte electrokinesis...y por el lado de mi hermano...su cryokinesis.

-Bueno...se que hacer malabares con mi poder solo es como un método de entretenimiento...pero quizás podría usarlos como proyectiles en caso de no tener algo a la mano- así dijo el pelinegro dejando de hacer lo que hacía para dar una vuelta en el aire y luego arrojar las esferas de hielo que tenía hacia la izquierda.

-Por mi lado, aún veo la manera de hacer más que absorber la energía, y luego emitirla, como descargas o usando mis puños para eso- fue lo que dije mientras miraba mis manos, notando pequeñas descargas en mis dedos, y luego cerrando mis puños, mientras esos mismos rayos, de color rojo los envolvían totalmente.

-Si...quizás pronto aprendamos a hacerlo de manera más...como decirlo...- era lo que decía mi hermano mientras dejaba otro par de esas esferas de hielo en el suelo antes de patearlas y estas se alejaban rodando.

-Eficiente...digo...no sabemos...si de ahora en adelante...nos podremos cruzar con peligros- así hablé mientras recogía una de las esferas y la miraba unos segundos, antes de usar la electricidad para deshacerla luego de algunos segundos.

-Pues...yo casi muero a manos de Black Hat...- así habló el mientras yo lo miraba sobarse el cuello.

-Y eso que el problema no lo tenía contigo...perdón por eso hermano- dije yo teniendo una mano detrás de mi cabeza.

-No hay problema...igual...no sé cómo lo hicimos...pero el objetivo en ese mundo se completó- así me dijo con la sonrisa más tranquila que haya visto en alguien- Y tu estás feliz porque ella vino con nosotros ¿Verdad?

-¿Así como tu lo estás por Espinela?- fue mi pregunta mientras sonreía de forma burlona, y luego riéndome un poco por la expresión que ahora tenía.

Después de eso, aún estuvimos un rato más aquí en el jardín, antes de regresar adentro, y entonces separarnos, cada uno por nuestro lado.

No sé si el fue a ver a Espinela, pero, yo, iré a ver a Demencia, que la verdad, no sé en que estará pasando su tiempo, solo espero no interrumpirla o seguro me irá mal.

Pov Carlos

En este momento me encuentro pasando por uno de los pasillos, dirigiéndome a una habitación en específico.

L-La habitación...en dónde está...E-Espinela...jeje.

Desde que la he conocido, me he llevado bien con ella, jeje, es divertida, entusiasta, t-también...m-me parece tierna, cariñosa...sonriente...

Quizás algunos me llamen loco por decir que ella...e-ella me gusta...p-pero...simplemente no puedo evitarlo...jeje.

Y creo que lo mismo sucede, con mi hermano y Demencia, pero, supongo que el sabrá hacerlo a su manera, el llegar a su corazón me refiero.

Claramente le llevará algo de tiempo, pero no creo que se rinda así de fácil, espero.

En todo este rato pensando y caminando, finalmente llego a dicha habitación, suspiro, y doy un par de toques a la puerta.

-¿Mmm...?- fue el sonido que emitió la gema mientras revisaba un armario, en el cuál habían algunas prendas de vestir, para luego voltear a ver a la puerta- ¿Sí?

-H-Hola...Espinela...emmm...¿Estás ocupada?- fue la pregunta que yo hice desde afuera.

-Carlos- fue lo que dijo ella en su mente con una sonrisa, antes de dar un salto, llegando a la puerta y luego la abrió- Hola Carlitos...No, no estoy ocupada...¿Quieres pasar?

-S-Si no es mucha molestia jeje- eso dije con una sonrisa antes de pasar a la habitación- ¿Estás cómoda?

-Sí, usualmente allá en el Planeta Madre solo paseaba por todos los sitios, o luego saludaba a todos, pasando el tiempo con Amarillo, Azul o Blanco- esas fueron las palabras de la pelirrosa.

-Ya veo- fue lo que dije antes de sentarme en la cama que ahí había, entonces ella se me acerca y hace lo mismo- Y...Luego de que...Ese amigo te ayudara, como...¿Ha sido tu vida? 

-Me fue mejor de lo que esperaba...olvidar ese rencor...y...saber...que hay más personas a las que le importo...y que...no...volveré a estar sola otra vez- fueron las palabras que escuché salir de ella, conozco su historia, y no pienso dejarla sola.

Entonces, sintiendo mis mejillas arder un poco, acerqué mi mano a la suya, para entrelazar mis dedos con los suyos, haciendo que su vista se fijara en mí, y la mía en ella.

-¿Carlos?- así me dijo en tono de pregunta.

-E-Espinela...y-yo...- fue lo que dije tomando sus  manos- Te prometo, que no voy a dejarte sola, voy a estar siempre, cuenta conmigo para todo, ten la confianza y la certeza de que no pienso abandonarte.

Esas palabras salieron de mi, de forma sincera, y sin soltar sus manos, tampoco sin apartar mi vista de sus ojos rosas.

Pov Normal

La gema seguía con la vista fija en el pelinegro, mientras este traía un rubor casi notorio, y aún sin soltar sus manos, notándose como estas parecían temblar, pero solo un poco, pues no sabía que diría la gema luego de oír sus palabras.

Y por parte de ella, internamente estaba algo sorprendida por las palabras del chico, pues, ella no había escuchado palabras así, ni siquiera de Diamante Rosa en su momento, aunque externamente solo parecía un poco perdida, sin apartar su vista del chico.

Este último todavía se encontraba nervioso, por lo que probablemente diría la ojirrosa luego de oír y pensar en sus palabras, eso se notaba en su expresión, pues, aún seguía con un rubor presente en sus mejillas, un par de gotas de sudor bajando por su nuca, y por último sus manos, las cuáles aún seguían tomando las de su compañera, pero estas todavía temblaban un poco.

-...Carlos...- fue lo que dijo la gema luego de casi un minuto de silencio.

-¿S-Sí?- eso dijo el chico estando ahora con los ojos cerrados, antes de abrirlos de sorpresa cuándo sintió un abrazo.

Dicho acto fue por parte de la ojirrosa, quien abrazaba fuertemente al chico, y este se había quedado quieto.

-¿E-Espinela?- fue lo que dijo el, con un sonrojo más notorio que ese rubor de antes.

-¡Gracias Carlitos!- así exclamó ella sujetándolo de su rostro antes de darle un beso en su mejilla, haciendo que el sonrojo en el se hiciera mucho más notorio- Te quiero.

-Y-Yo...Y-Y-Yo también te quiero- fueron las palabras del pelinegro, aún con ese sonrojo notorio presente, pero sonriendo de forma nerviosa, pues entendía que el cariño entre ambos todavía era de amigos, al menos...por ahora...

Con Sam

El joven castaño de ojos color miel iba caminando así como lo había estado haciendo su compañero.

Sin embargo, su destino era dónde aparentemente se encontraba Demencia, pues el la vió elegir una habitación, y desde entonces, apenas y se había cruzado con ella.

Bien sabía que ella no lo odiaba, y el tampoco, pues no habían motivos para ello, su...relación no había avanzado mucho, desde el punto de vista del chico, debido un poco a su actitud de la peliverde, la cuál era algo ignorante y despreocupada.

-Uf...ok- fue lo que dijo el ojimiel, suspirando y luego dándole un par de toques a la puerta.

Pasaron casi 2 minutos, en los que estuvo tocando la puerta, pero sin obtener respuesta, y luego de otros 3 minutos decidió entrar en la habitación, pero encontrándola vacía solo con algo de ropa en el armario y la cama.

-Mmm...que...raro...¿Habrá salido de casa?- fue la pregunta que se hizo el castaño en mente, antes de salir de la habitación.

Durante un buen rato, pasando por algunas de las habitaciones, o yendo al jardín, el chico se la pasó buscando a la chica lagarto.

Hasta que medio se daba por vencido, estando ahora de vuelta en el jardín.

-Uf...¿En dónde estás?- fue la pregunta que se hizo el castaño con las manos apoyadas en sus rodillas.

-¿Me buscabas para algo o solo me querías ver?- fue la pregunta por parte de una voz femenina.

Entonces el chico abrió los ojos, y miró por sobre su hombro, encontrándose a la chica cruzada de brazos, sosteniendo un bate con su mano izquierda.

-Uf...pensé...pensé que...te habías ido...habías salido de casa- fueron las palabras del castaño mientras aún recuperaba el aire, antes de levantarse y girarse para mirarla frente a frente.

-He salido un par de veces...y no he encontrado nada que merezca la pena- fue lo dicho por la peliverde mientras tiraba el bate a un lado y luego, de su propio cabello extraía una katana, apuntando con esta hacia arriba, y finalmente dejándola clavada en el suelo- Es...algo aburrido...

-Entonces...- fue lo que dijo el chico mirándola de forma tranquila-...Tu...¿No...estás feliz...estando aquí?

Ella abrió un ojo notando la expresión del chico, la cuál era, entre nerviosa, dudosa, y también parecía algo apenado.

-Si respondo que no ¿Qué harás?- preguntó ella mostrando otro bate, apoyándose en el con ambas manos y acercando un poco su rostro al del castaño.

Este último se puso nervioso, junto a un ligero rubor antes de retroceder un paso.

-A-Ah...n-nada...Igual...No creo poder hacer nada en tu contra...o sino terminaría muerto- esa fue su respuesta, tranquilizándose un poco en la última frase- A-Además...no sería capaz de hacerte daño...

-¿Y porque? No es que seamos amigos o algo parecido- dijo ella ahora pasandose el bate a su otro mano y haciendo un par de giros con el.

-P-P-Pero...podríamos...intentarlo- así dijo el castaño mientras una pequeña sonrisa aparecía en su rostro.

-¿Mmm?- fue el sonido que emitió la peliverde, arqueando nuevamente una ceja.

-D-Digo...si...es que tu quieres...Has...tenido amigos antes ¿no?- preguntó el chico con una mano detrás de su cabeza.

-Flug solo es el tonto con el que hago equipo para cuándo tenía un trabajo que hacer...el oso solo es mi saco para golpear que no se queja como Flug...y por último...ahhhh- fue lo que dijo ella, suspirando, para luego juntar sus manos, y levantarlas un poco, mostrando una sonrisa y una mirada solo algo perdida.

-Déjame adivinar...Black Hat...tu...- era lo que iba a decir el ojimiel.

-Mi amo, mi señor, el que tiene a todos y cada uno de los héroes o que esté con ellos a sus pies- fue lo dicho por la peliverde mientras esbozaba una sonrisa de enamorada.

-Ya lo sé...para el nosotros, seguro que no somos más que solo unos insectos o algo pequeño y fácil de pisotear- señaló el chico aún con su mano sin cambiarla del lugar, y desviando un poco su mirada.

-Estoy segura...muy segura que esos 2 tienen que ver con esto- fue lo que dijo la chica mientras su sonrisa se iba poco a poco.

-Esos 2...¿Hablas de nosotros?- preguntó el castaño.

La peliverde por unos instantes se quedó mirando a otra parte, mientras recordaba en su mente, a esos 2 hermanos draconequs, los cuáles le explicaron la situación, y ya que en ese momento no estaban en la realidad, ella iba a descontrolarse un poco por sus palaras pero fue fácilmente controlada por ellos.

-No...no importa...- fue lo siguiente que dijo ella volviendo a cruzarse de brazos.

Después de eso, un silencio incómodo apareció entre ambos, y el chico pensaba en una manera de que el ambiente no se hiciera más incómodo de lo que creía que sería si no podía encontrar una palabra al menos.

-B-Bueno...entonces...¿Q-Qué dices?- fue lo dicho por el castaño fijando sus ojos en ella, pero no al instante, sino lentamente.

La chica-lagarto se mantuvo con esa expresión de desinterés, antes de empezar a alejarse unos pasos, pero finalmente detuvo su andar, y mirar por sobre su hombro al ojimiel, quien parecía nervioso y dudoso por su respuesta, aunque también se dió cuenta de que estaba confundido, eso aparentemente porque al alejarse, quizás le estaría diciendo que no.

-Si digo que no, no te pondrás a llorar como un bebé o como el tonto del oso ¿Cierto?- preguntó ella entre un tono sarcástico, pero mostrándose tranquila.

-C-Creo que daría mucha verguenza v-verme actuando así ¿no? Jejeje- así respondió el castaño sonriendo de manera nerviosa.

-Y si respondo que si...¿Acaso eso te haría feliz o como?- fue su siguiente pregunta.

-E-E-Eh...b-bueno...l-la verdad...no tendría problemas con eso...a-aceptaría con gusto- esa fue la respuesta del chico con una ligera sonrisa.

-Mehhh...no estoy segura...igual pareces algo aburrido- eso due lo siguiente que dijo ella.

-Quizás un poco...pero...jeje...puedo ser divertido si me llegas a conocer bien...claro...a menos...que parezca que no estoy a tu nivel...jejeje- esas fueron las palabras del ojimiel, sonriendo esta vez ya más calmado, sin embargo ese rubor todavía adornaba sus mejillas.

Ante lo que dijo, la peliverde continuaba cruzada de brazos, lo miró de pies a cabeza, y simplemente sonrío ligeramente.

-¡Jajajajajaja!- eran sus exclamaciones mientras se reía, con ambas manos en su abdomen, antes de levantar la cabeza- Ok...eres chistoso al menos...

-Jejejeje...supongo que un poco tal vez- así dijo el castaño con los ojos cerrados, pero al no escuchar ningún sonido luego de unos segundos, decidió abrirlos, y entonces...

-¡Wow!- así dijo Sam inclinando un poco su cabeza hacia atrás, logrando evadir ese golpe por parte de ella, el cuál apenas y rozó una de las puntas de su cabello- Ey...

-Vamos...así es como yo me divierto...y de hecho...- dijo ella sin perder esa faceta, antes de mostrar un bate nuevo, una katana, y a sus lados cayeron lo que parecía un arma de fuego, y en el otro lado, un cinturón de granadas- Tengo varias cosas que puedo usar para eso.

-E-Ehhhh...ehjejejeje- así dijo el chico retrocediendo un paso, mientras reía de manera nerviosa.

Por la noche

Sentados en la sala principal, se encontraban los 2 compañeros, el pelinegro acostado en uno de los sofás, con su teléfono sobre su pecho, mientras su compañero revisaba algunas cosas en su propio teléfono.

-¿Todo bien hermano?- fue la pregunta de Carlos.

-Si...¿No se nota acaso?- preguntó Sam mirándolo un rato para luego volver a fijar la vista en su teléfono.

-Pues...ese par de cortes en tus brazos y ese moretón en tu cara no hacen convencer mucho de eso- fue lo que dijo el pelinegro solo volteando un poco su cara para mirar a su compañero- Aunque...no te veo enojado o algo parecido...jeje...

-No tendría porque estarlo...fuera de ese comportamiento que tiene...ella me sigue pareciendo una chica linda y hermosa...- así dijo el castaño con una sonrisa junto a un ligero sonrojo- ¿Y a tí como te va con tu gema?

-E-E-Ella no es mía- fueron las palabras del pelinegro volteando a mirar a otro lado.

-Si...todavía no lo es- así dijo su compañero en un tono burlón y riendo un poco para sus adentros.

-Y en tu caso pasa lo mismo- fue lo dicho por el de ojos marrones, notando la expresión de su compañero- Jejeje...si me pones nervioso...soy capaz de devolverlo...o sino pasa al revés...jeje.

Dicho comentario hizo que el ojimiel solo negara con la cabeza, antes de escuchar un sonido.

-Bro ¿Oíste eso?- preguntó Carlos sentándose.

-Sí...viene del jardín...será...¿Quizás son las chicas?- preguntó Sam volteando a verlo unos segundos.

-No...hace rato ví a Espinela en su habitación- señaló el pelinegro levantándose del sofá.

-Y Demencia también está en la suya- añadió el castaño, entonces se miraron entre ellos, antes de dirigirse a dónde provino ese sonido.

Al cabo de unos segundos, llegaron, y se encontraron a alguien que ya conocían.

-¿Profesor?- preguntaron ambos al mismo tiempo.

-Buenas noches muchachos- así los saludó el mencionado, y dándose la vuelta para mirarlos.

-¿Qué hace aquí? Digo...¿No está ocupado con otros asuntos?- preguntó Carlos.

-Principalmente estando al pendiente de lo que sucede en el tiempo o espacio joven- así respondió el ojiverde- En otros universos, dimensiones, líneas temporales, pero, en este caso, ya que ustedes poseen algo que yo les entregué, los tengo en cuenta también.

-Se lo agradecemos profesor- fue lo que dijo Sam con una sonrisa.

-Si, aún somos novatos en esto- añadió Carlos con las manos apoyadas en la cintura- Muyyyy novatos.

-Creo que ya se entiende hermano- señaló Sam dándole un leve codazo.

-En fin...joven...¿Tienes lo que te dí?- fue la pregunta hecha por Paradox.

El castaño arqueó una ceja, antes de revisar en los bolsillos de su chaqueta, para luego mostrar dicho aparato que el hombre les dió, que les servía como instrumento para llegar a los destinos a los que ya fueron, y a los que posiblemente irían, aunque todavía no sabían cuándo sucedería eso.

-Emmm...profesor...hay...una duda que tenemos ambos...- fueron las palabras de Sam.

-¿Y cuál sería esa duda?- preguntó el profesor mientras parecía analizar con la mirada el aparato.

-Sabemos...que podemos llegar a diferentes mundos...entre ellos...los que cada uno hemos creado...si así le podemos decir...jeje- fue lo dicho por Carlos.

-Pero...vemos que...estas 2 veces que hemos usado eso para viajar...son destinos que...pensamos que podríamos llegar...pero...no tan rápido- fue lo que dijo el castaño siguiendo la conversación-...Eso...me dejó pensando...si pensamos en un mundo...¿Iremos a ese lugar entonces?

-Esto no te lleva al lugar que quieras, lleva a un sitio al azar, pero que tenga que tenerrelación con el que lo estás usando- fueron las palabras del profesor Paradox antes de devolverle el aparato al castaño- No te preocupes...solo hice una modificación pequeña...Ahora...si me disculpan...me retiraré...

-Está bien...nos vemos profesor- fue lo que dijeron ambos adolescentes, mirando como un portal apareció detrás del hombre de cabello negro, este último con una ligera sonrisa asintió, se dió la vuelta y se adentró en el portal, para que luego este se cerrara.

-Al menos no era nada malo ¿cierto bro?- dijo Carlos.

-Si...menos mal...oye...¿Estarás un rato más despierto?- fue la pregunta por parte de Sam.

-De hecho...creo que...- era lo que iba a decir el pelinegro, antes de dejar escapar un bostezo- Creo que ya me iré a dormir hermano...¿Por qué? ¿Tú seguirás despierto?

-No...de hecho...por eso te preguntaba...entonces...Buenas noches hermano- fue lo siguiente que dijo el castaño antes de dirigirse al interior, y su compañero solo se estiró unos segundos, para luego ir siguiéndole el paso.

Sin embargo, ninguno de los 2 se dió cuenta, de que un portal similar al que el profesor había usado, seguía abierto, con Paradox observándolos.

-Como dije antes...esto apenas está comenzando jóvenes...les deseo mucha suerte...aunque aún no los perderé de vista- fueron las palabras del ojiverde, antes de voltear a mirar, lo que parecía ese mismo "túnel" por el que los chicos se desplazaban, pudiendo apreciar 2 siluetas que este momento cruzaban a través de el.

Entonces, una ligera sonrisa se formó en su rostro, antes de decir:

"Mmm...me pregunto...cuál será su reacción...al enterarse...de que no son los únicos"



Y hasta aquí el nuevo capítulo.

Espero les haya gustado, les mando un abrazo psicológico, y nos vemos...hasta la próxima.

Los quiero mucho, cuídense todos.

Chau, chau.

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