Capítulo XVII: Solo Nunca Más

Pokemon y sus personajes no me pertenecen, esta historia no tiene otro fin mas allá de el de entretener

LA VIDA ES COMPLICADA

CAPÍTULO XVII: Solo, Nunca Más

Una semana pasó desde que Gary, Ash y Brock eliminaron al enemigo de los Ketchum, Alain, la vida para el Oak y el Ketchum había cambiado, Gary y Leaf se habían comprometido, vivían en el departamento del frente de el de Ash y Dawn, que ahora estaban en su sala de estar mirando la laptop de la chica.

-¡Ash!- llamo ella- ya llego la respuesta del bureo de abogados...-

Ash estaba lavando los platos, se sobresaltó y se secó las manos, tenía sus mangas arremangadas y llegó para sentarse al lado de la chica, dándole un beso se puso a leer.

"Señor Ketchum, Ash

De parte de Jimmy Gold, reciba un cordial saludo y la invitación para reunirse con el mismo en su oficina en Isla Colonial, edificio Karmine, entre 23 y Av Herman, debido a su impresionante nivel académico nos gustaría entrevistarlo hoy a las 7 PM.

Atentamente

Jimmy Gold

Abogado en Jefe de la institución ABOGADOS POR LA PAZ."

RECIBIDO Hoy.

-Bien- Ash entró a su cuarto y tomó su traje negro onix, con botines negros de cuero y guantes de cuero, su reloj y su confiable Glock con silenciador dentro de la chaqueta, cuya camisa blanca y corbata roja recubría el interior del chaleco táctico, tenía unas alimentadoras dentro y se preparó para salir

-¡Ash!- Dawn llegó y se miraron mientras ella estaba sonrojada a mas no poder- cuídate cariño...-

Ash se quedo de piedra, Dawn no era alguien de apelativos cariñosos, hoy sería un día de sorpresas para él.

-Hasta luego- Dijo el chico dándole un beso- te quiero-

-Promete que volverás- dijo ella algo triste

Ash la miro, normalmente no era apegado a prometer ese tipo de cosas, pero la mirada de Dawn con preocupación le ablandó el corazón, no podía negarle nada a la chica.

-Te prometo que volveré- le sonrió con mucho cariño y ella estaba igual de roja y feliz, el salió mientras Dawn le jaló del saco y le tomó de la corbata

-Esta mal- dijo ella mientras sus dedos deshacían el nudo mal echo- déjame ayudarte-

Ash por su parte bufó sonrojado, estaba en el umbral de la puerta de su departamento y su novia le acomodaba la corbata, sus pequeños dedos se deslizaban veloces por los filos de la blanca camisa mientras le rodeaba el cuello y le acomodaba toda la ropa, por las escales subían dos mujeres que eran sus vecinas, que al mirar la escena se miraron divertidas para susurrarse algo que el chico alcanzó a escuchar

-Ese es el deber de una buena esposa- dijo la señora- cuidar de su marido

Ellas ignoraban que lo dijeron mientras cruzaban por delante de ellos, lo cual a Ash le sacó un sonrojo pero Dawn no escuchaba pues tenía un gesto poco común, su lengua estaba afuera levemente mientras amarraba y acomodaba la roja corbata, Ash conocía esa cara, estaba concentrada al máximo y cuando al fin sonrió ella le dio un beso en el cachete

-Ve con cuidado- ella sonrió- ¡ah si! Y la carretera cerca de la oficina estaba cerrada, toma otra...-

-¡Vale!- dijo el mientras le miraba tierna, Ash solo sonrió y tomo camino por el pasillo de madera negra, para desaparecer por las escaleras. Dawn solo sonrió y volvio a ingresar a su departamento, la sala pequeña de madera con muebles rojos, una tv en el fondo y una radio, una planta en una esquina al frente a su izquierda la cocina y sus mesones, la refrigeradora y la mesa donde siempre ella esperaba para comer juntos, la cena y el desayuno eran los pocos momentos donde ellos estaban juntos entre semana, Ash se la pasaba en trabajos de poca monta y la planeación del banco central, ella en cambio convivía con Leaf su vecina y concuñada, o Korrina la esposa de Clemont, la rubia era muy energética, le recordaba a Ash, pero ella sonreía más seguido a pesar de que su madre falleciera, Ash llenaba esa parte de su vida que necesitaba atención, preocupación y mimos cariñosos de vez en cuando. Dawn siempre salía a caminar, o tomaba el auto y manejaba hasta el puerto, recorría la calle donde ella y Ash solían pasear en sus momentos libres, su trabajo de enfermera estaba pausado por calamidad doméstica, y con eso ella descansaba, se sentó en la sala y miró por la ventana el mar, mientras niños corrían con sus madres y padres, autos pasaban y muchas familias salía, era típico, la temporada de lluvias había acabado, y con eso el verano hacia acto de presencia, y las familias lo aprovechaban al máximo, eso le trajo un sabor agridulce en su boca su padre al fallecer en Sinooh dejó a 4 huérfanos y una esposa viuda, su madre trabajo duramente para ellos en una tienda de rosas y como profesora, ellos poco la veían, aun así Dawn recordó que Ash en su parte nunca de los nunca conoció algo más allá de guerra, desde niño, sin padre, una madre sola en un país pobre, una tía muerta y un primo a quien proteger eran una ecuación dura, sumándole un pasado a medio cerrar, pero la peli zafiro seguía mirando el sol alcanzar su cenit, ella planeaba que su futuro juntos mejoraría, y por segundos, milésimas pudo crear una imagen, ella y Ash con un par de niños, una niña y un perro pug, y repitiendo esa imagen en su mente se dejó caer de espaldas en el sillón riendo feliz, Ash y ella tendrían un final feliz, hasta la vejez, él lo había prometido conociéndolo tan bien como ella lo hacía, era algo que podían cumplir.

De repente la chica se sentó en la sala a mirar por la ventana, pero cuando vio por curiosidad el calendario se sobresaltó, y revisando bien la fecha sonrió entre sorprendida y feliz. Pero la puerta sonaba

-¡Hey!- Leaf habló desde el otro extremo- Dawn, Ash, ¿están aquí?-

-¡Voy!- Dawn fue feliz dando pequeños saltitos a la puerta, y al abrirla la cara de Leaf la extraño un poco pero la sonrisa picara de la chica le hizo sudar frío.

-Vaya- dijo mirando incriminatoria mente a Dawn la chica castaña- ¿a que debemos tanta alegría?

-Em..- Dawn jugaba con sus dedos mientras se sonrojaba ferozmente- bueno yo...-

-Vamos dime- dijo Lear entrando con Dawn y luego de cerrar la puerta ambas se sentaron en el sillón.

-Bueno hoy miré el calendario y luego de sacar cuentas- dijo Dawn apenada

-¡NO ME DIGAS!- Asombrada Leaf miraba a la peli zafiro mirarla de forma extraña- estas...-

-¡No!- apresuró a responder Dawn- no es eso...es que hoy es un día especial, hace 31 años nació el ser humano que me hace la mujer más feliz...- dijo ella sonriéndole y Leaf entendió

-¡Ah!- dijo Leaf con su dedo índice en alto a señal de idea- Ash cumple años....por eso Gary salió disparado en la mañana...-

-Sí- dijo la chica aun tímida- pero es que no se que regalarle...-

-Vamos Dawn- Leaf le intento subir los ánimos- Ash se contentará de tenerte a ti...no creo que le gusten los regalos...es alguien más ...de acciones- completó la chica.

-Es que- Dawn la miro- Ash desde que tiene 27 años vive solo, dejo Kanto y se embarco por el mundo sin amigos, sin familia, recorría el mundo solo, el cada vez que tengo el turno nocturno se queda despierto, me espera pero a veces por el hospital cae rendido y cuando llego lo hallo dormido sobre el sofá, o sobre la mesa con una foto nuestra en mano...-

-Eso es tierno- dijo Leaf- pero...¿Por qué?

-Vació- contestó Dawn- cuando este cuarto queda con él, es vacío, gigante, se debe sentir como un niño abandonado, solo, su madre trabajaba y casi nunca la veía, Gary tenía escuela en las noches y tardes, se veían poco o casi nada, Ash creció solo vagando por las frías calles del empobrecido Pueblo Paleta, siendo un cero, la vida no le dio las mejores cartas- Dawn sonreía triste- pero cuando está conmigo yo intento rellenar ese pedacito de su vida que se fue...y por eso- Dawn sacó de su bolso un monedero- ¡he estado ahorrando mucho para comprarle el mejor regalo!-

-Eso es demasiado tierno Dawn- Leaf le sonrió- ¿quieres ayuda?.-

-¡Si!- dijo la chica- ¡vamos!

Mientras Tanto Con Ash

La Ford negra era un recordatorio de quienes ya no estaban con ellos, y personalmente Ash pretendía dejar el mundo así, ahora estaba asegurando algo en su vida, un futuro con Dawn, mucha sangre había corrido en sus manos y lo sabía, a pesar de estar arrepentido, esos años solo tan largos le dolían en el fondo, le quemaba el pecho entrar al departamento y ver las luces apagadas, sentir el frío de la ausencia le dolía en los huesos, y escuchar los sonidos del silencio era una macabra melodía, cada día que no sentía el cuerpo de Dawn a su lado le hacia entrar en estado de desesperación, y abría los ojos con miedo y temor de volver a alta mar, de volver a su huida de Kanto, de volver a estar solo. Miedo y nada más, Dawn lo sabía y por eso cada vez que Ash entraba en ese estado ella le acariciaba el cabello y le cantaba algo, o lo mimaba con abrazos y besos, sin palabras Dawn le dejaba bien, esas crisis eran muy dolorosas, en cierto modo para ella, y Ash lo sabia por eso no dormía mas de sus 6 horas, para poder verla a su lado, y con eso le bastaba.

-"si todo fuese un sueño"- pensó para si mismo- "te encontraría en el tiempo, mi querida Dawn"- y con eso siguió al volante muy tranquilo y ya mas calmado, pero en parte se sentía culpable, la dejaba sola a veces , y eso era lo que al él le dolía, quizá ella se sienta igual. Al pasar el puente entró en el distrito comercial, al pasar una tienda detuvo el auto, estaba cerca de la torre Karmine, se bajó y desapareció entre la gente. Cuando creces solo puedes aprender a ser nadie en multitudes, a no ser nadie entre muchos y a ser olvidable entre pocos, puedes pasar a ser esa cara familiar que descartas al momento como una figuración ridícula, aunque al pasar una tienda se detuvo y volvio para mirar bien, una familia en la tv, papá, mamá y 3 niños, el Ketchum solo miraba la escena imaginándose a Dawn y él allí. Siguió mas tranquilo y suelto, no prestaba atención, su metro ochenta y cinco centímetros del alto le dejaba en estatura promedio en Kalos, pero las z en las mejillas eran algo que no se podía olvidar, así le decía Dawn, así le dictaba su amada peli zafiro, al cruzar la calle encontró algo que lo detuvo, sin pensarlo entró y lo compró.

Con Dawn

Las chicas conversaban alegremente, Dawn miraba estantería tras estantería, ropa, chucherías, discos, videojuegos. Si bien sabía que Ash disfrutaba de muchas cosas con ella como la comida, el teatro, también sabía que no le gustaba, Ash no gustaba de bailar mucho, solo con Dawn, y eso que ella le ponía un puchero al máximo derritiéndolo, pero algo sí era seguro, odiaba a muerte las agujas, Aston "Ash" Bellic Ketchum odiaba las agujas con su alma, rio para sus adentros y siguió pensando, Ash gustaba del clima cálido, y normalmente el frío también pues su región natal era cuna del frío en invierno, pero Dawn recordó que Ash en sus guantes tenía siempre marcado el dedo anular derecho, y ahora ella tenía el anillo tan querido con ella, signo de que Ash encontró en ella su futuro.

-¡Bingo!- grito la chica y tomo a Leaf de la mano y por el centro comercial corrió a un lugar en específico.

Con Ash.

-Ash- dijo el tipo de cabello negro con mechones que le cuadraban el rostro , su terno y el olor a colonia asqueaban al Ketchum, que decidió que era hora del Show

-Bien- Ash se puso en pie mientras caminaba por la estancia- señor Gold, sabe que el chantaje es malo ¿verdad?-

El sujeto tragó saliva muy fuerte, al sentir como en su nuca el frio silenciador de una pistola le tenia inmovilizado

-Los papeles del caso Carruso- Ordeno Ash- Ahora...-

El tipo se agachó, en su piso de caoba y su escritorio de sándalo en la oficina grande de vidrio grande a 3 pisos del suelo, el viejo hizo algo que Ash no esperaba al ponerse en pie y sacar un cuchillo de su pantalón, intento acuchillar sin éxito al Ash, que saltó y dejo que el cuerpo de su oponente golpeara el cristal rompiéndolo, agarrándolo de los zapatos lo detuvo en el aire.

-Sálvame y te llenaré de riqueza- dijo Gold

-Tsk- bufo Ash- ?caso todo la gente aquí soluciona las cosas así?...¡el caso Carruso!-

-¡En el escritorio!- confesó el viejo- no me dejes caer-

Ash se disparo a seguirlo pero un disparo desde el frente a su mano y la caída de Gold contra el pavimento le hicieron mirar como el francotirador huida a toda prisa, era alguien que fallo su disparo.

Ash no dudo en dejar una granada en la sala y todo lo que relacionaba a Serbal se fue al recuerdo del difunto Gold, al salir la gente miraba al chico que les mostró una insignia de agente especial, cortesía de Serbal

Luego del rutinario interrogatorio de la policía, Ash volvía a casa en la tarde, se hizo pasar por un agente especial.

-"por poco"- sonrió el chico dejando salir un largo suspiro mientras salía del auto hacia el departamento, al ingresar se detuvo frente a la puerta, sentirse solo pues Dawn quizá estaba fuera, soltó un sórdido quejido e ingreso para toparse con que la mesa de la cocina tenía unas velas prendidas y un pequeño pastel en el centro

-No me jodas..- Ash rio por su expresión, lloró mientras por su espalda dos pequeñas manos le recorrían el cuello- ¿te acordaste?-

-No solo eso- dijo Dawn mientras sacaba de una humilde caja roja un anillo zafiro con una AYD grabadas en el marco de plata, Ash la abrazo tan fuerte que ella sentía que todas las partes separadas por el dolor se le unían, ella estaba en el aire pues con su 1 metro 70 cm era mas baja que él, para recibir un beso sonoro y mimoso

-Feliz cumpleaños- dijo ella tiernamente mientras el chico lloraba, años de estar solo y ahora ella le daba eso y recordó con premura buscó algo en su bolsillo para sacar una gorra de lana con una pequeña gema de zafiro en el centro, blanca con rosa, los colores favoritos de ella, y se la colocó tranquilamente para darle ahora él un beso

-eres mi regalo...- el se abrazo a ella con su vida- por siempre serás mi ángel en botas rosas

Ella solo soltó un par de lágrimas mientras las velas se extinguían sobre la mesa, pero no importaba, estar juntos era estar en el cielo sin que el tiempo pasara.

CONTINUARÁ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top