Capítulo Veintiséis
Aviso: Acabo de ver que algunos capítulos no figuran completos, si es que los leo en la compu. Porque en cambio con el app, está todo normal. Ya saben, pasense al app si ven algún problema. Recuerden que los caps, siempre terminan con mi "Copyright © teffo96" ;)
Capítulo 26
«¡¿Friendzone?! ¡¿Cómo es posible que haya vuelto allí?!» reclamaba Rosa mentalmente mientras daba vueltas por toda su cama.
Llevaba horas y horas sin poder conciliar el sueño, y todo era gracias a la pequeña Maggie.
—¡Ni siquiera me gusta Miss Liam! —agregó tomando asiento—¿O tal vez sí?...¡Aj, qué estoy diciendo!—gritó confundida lanzando las sabanas al suelo.
—No me gusta, Liam —reiteró acurrucándose sin nada encima.
«No me gusta…»
***
Un 8 de febrero había nacido una criatura uniceja que haría la vida más interesante a muchos. No era el recordado autor, Julio Verne, ni tampoco el actor de Hollywood, James Dean; sino más bien, era un “pequeño mono saltarín”. En otras palabras, era la pequeña Rosa Wood.
Hoy sería la decimoctava vez que ella celebraría su cumpleaños. Además, ésta vez sería diferente a otros años. ¿Y por qué?
—¡Feliz Cumpleaños, hermanita! ¡Ya estás vieja!—exclamó Maggie saltando sobre la cama de Rosa.
—Gracias. ¡Ahora, vete de mi cuarto!—exhortó la otra aventándole una de sus almohadas.
—¡Hey!
—¡Son las 12 a.m.! ¿Por qué no esperaste a que me levantara?
—En siete horas tengo que ir a la escuela y tú siempre te levantas tarde—respondió Maggie dándole una bolsa de regalo—¡Feliz dulces dieciochos!—sonrió mientras se bajaba de la cama.
Rosa sorprendida le dio las gracias y sacó una diminuta caja de la bolsa.
—¿Y esto? ¡Ah... no me digas que es lo que creo que es!—exclamó aterrada.
—¡Solo ábrelo! Cuando lo veas me lo agradecerás.
Hizo caso la hermana mayor y cuando abrió el paquete, se encontró con—¡Lo sabía!—confirmó Rosa al ver que la pequeña caja era de un labial—¡¿Rojo intenso?!
—Ese tipo de rojo hace irresistible los labios de una mujer.
—¡¿Q-Qué?! ¡¿Cómo es que una niña sabe eso?!
—Me lo dijo una de las señoritas que me atendió en Gilmour’s.
—¿En Gilmour’s?
Rosa volvió a observar el labial y al sacarle la tapa, recordó que éste lucía exactamente igual al que ella había intentado hurtar hace tiempo en esa misma tienda.
—¿No te gusta? —Preguntó Maggie al ver a su hermana sin pestañar—Sabía que no te gustaría. Pero lo hago porque te quiero, hermanita—dijo volviendo a la cama.
—No, al contrario.—negó Rosa al instante—Sí me gustó tu regalo y mucho.
—¡¿En serio?!
—¡Sí!
—¡Ay, no sabes cómo me alegra oír eso! ¡Estrénalo hoy mismo! ¡Seguro a tu novio treintón le gustará verte usándolo!
—¡Que no es mi novio!
Después de la visita de Maggie a su dormitorio, Rosa volvió a lo suyo, es decir a dormir. Sin embargo, no duró sus horas necesarias. Luego de que su hermanita se había ido a la escuela y su padre al trabajo. Alguien se puso a tocar el timbre reiteradas veces.
—¡Mamá, están tocando la puerta!—gritaba Rosa desde su cama.
—Ve tú hija, estoy ocupada en el baño—respondió su madre desde el inodoro.
«¡Demonios!»
Soñolienta y molesta se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta principal.
Abrió la puerta e inmediatamente una mujer se le abalanza hacia ella.
—¡Feliz cumpleaños! ¡Ay, no sabes cuánto te extrañé!—exclamó Judith mientras le olfateaba el cuello—¿Cuándo fue la última vez que te bañaste, ah?
—Disculpe—tercio la mamá de Rosa bajando las escaleras—¡¿Usted es Judith Gilmour?!
—Así es. ¿Usted debe ser la madre de Rosa, verdad?—ella asintió—¿Puedo pasar?
—¡Sí, claro que sí! ¡No lo puedo! ¡Judith Gilmour está en mi casa!—comentaba emocionada.—Eso quiere decir que el joven del otro día, ¿era el heredero de la fortuna de Gilmour’s?
—Sí…
—¡Woah! Y yo que creía que él estaba mintiendo ¡Increíble, mi hija estuvo viviendo con usted! Discúlpeme si mi hija le ha ocasionado algún problema. A veces ella puede ser cabeza dura...
—No al contrario, mi hijo y yo nos hemos encariñado con ella.
—¿Así? ¿Entonces vino por que la extrañaba?
—¡Exacto! Además quisiera hablar con usted también, señora Wood.
—¿Conmigo? ¡Oh, por Dios! ¡No me diga que quiere que nuestros hijos-
—¡Mamá!
—Tome asiento por aquí, por favor.—indicó la madre a Judith ignorando a su hija.
Rosa rodando los ojos, cerró la puerta y se unió a ellas en la sala.
—¿Quiere algo para tomar, señora Gilmour?
—Té, estaría bien.
—¡En seguida! Rosa, ve a traerle té a la señora.
—¡¿Qué?!
—¡Rápido!
«¡Se supone que la cumpleañera no debería hacer nada! » refunfuñaba Rosa mientras fulminaba con la mirada a su madre.
—¿Y qué quiere hablar conmigo?—preguntó la mamá emocionada.
—Quisiera pedirle un favor.
—¡Dígame!
—Quiero que Rosa vuelva a vivir a mi casa.
—¿Eh?
Mientras la mamá de Rosa estaba procesando la información en su cabeza, su hija; después de preparar té de “pobres”, usando sobrecitos de té instantáneo, regresó a la sala.
—Sírvanse—indicó ella mientras colocaba un par de tazas sobre la mesa.
—Hija…
—Dime.
Su mamá la cogió de las manos y le preguntó dulcemente—¿No extrañas vivir con la señora Gilmour?
—¡¿Ah?!
—Sí, Rosa…—intervino Judith—¿No extrañas vivir conmigo?
***
«¡¿Cómo diablos llegué aquí?!» pensaba Rosa aturdida mientras miraba la entrada de la mansión de los Gilmours.
—Rosa, ¿qué esperas? ¡Entra a tu nuevo hogar!—indicó Judith empujándola hacia dentro.
—¡¿Hogar?!
—¡Sí! No te preocupes por tus cosas, tu madre dijo que hoy mismo las empacará.
—¡No es eso! ¡Yo había vuelto a mi casa, para volver a ver a mi hermanita!—gritó enojada.
—¿Y? ¡Ya pasaste mucho tiempo allá!
—Maggie se molestará si me voy de su lado, otra vez.
—¡Ay, por favor! ¡Que maduré, no todo dura para siempre!
—¡Tiene doce años!
—Oh, ya lo superará.
—¡Aún sigo sin creer que mi madre te dejara llevarme contigo! ¡Al parecer pensó que usted está interesada a que yo sea su nuera!
—Que crea eso por ahora. ¡Me conviene!—agregó Judith sonriente mientras cogía una caja de regalo de su sofá.—Toma, Rosa. Te compré un hermoso obsequio, que estoy segura que te encantará.
—¿Será verdad…?
Abrió el obsequio y encontró un hermoso brazalete de diamantes.
«Primero un labial y ahora un brazalete costoso, definitivamente no conocen mis gustos…»
—¿Te gustó?
—¡Sí, gracias señora Judith!—fingió sonreír.
—¡Como dijo Marilyn Monroe en una de sus películas, los diamantes son los mejores amigos de las mujeres!
—Señora—interrumpió la mucama—El almuerzo estará servido en unos minutos.
—Gracias, Tabata. ¿Me acompañas a almorzar, Rosa?
—¿No es muy temprano?
—¡¿Temprano?! Son las—miró su reloj de mano— ¡Dos de la tarde, Rosa!
—¡¿Dos?! Ay, a esa hora recién me levantó de la cama…¡No dormí completa mis horas y todo es su culpa!
—Tabata hizo asado de carne.
—¡Ok, me quedo!—aceptó Rosa dirigiéndose al comedor—pero igual hoy tengo que volver a casa. Tengo un compromiso.
—¿Compromiso?
—Hoy iré a una discoteca por mi cumpleaños.
—¡¿Discoteca?! Las damas no van a ese tipo de lugares, Rosa. ¿Acaso no has aprendido nada?
—No se preocupe, no iré con mis amigos. Solo iré con Miss Jules.
—¡Peor! Espera, ¿qué dijiste? ¡¿Jules saldrá contigo?!
***
Al regresar a casa después de ser "arrapatada" por Judith Gilmour...
—¡Mamá! ¡¿Cómo pudiste empacar mis cosas?!—Llamaba la atención Rosa a su madre— ¡Regresa mis cosas a su sitio!
—Pero Rosa, estarás viviendo en una mansión. Además, la señora Judith te adora.
—Sí, pero no como una nuera, sino como una hija.
—¡¿Ah?! ¿No quiere que te cases con su hijo?
—¡Nooo!
—Mmm…¡Entonces, mejor!
—¡Mamá!
—¿Pero qué tiene de malo? Deberías sacar provecho de esto, Rosa. Tu padre y yo, con las justas podemos criar a las dos.
—Sí, hermana...—terció Maggie bajando de su dormitorio— Deberías vivir en esa mansión.
—Maggie… ¿Por qué dice eso? ¿Acaso, no te gusta que vivamos juntas?
—Claro que me gusta, pero si tienes la oportunidad de vivir en una casa como esa, no debes desperdiciarla. Además—se acercó a ella y le susurró en el oído—Estarás más cerca de tu novio treintón.
—¡Que no es mi novio!
—¡¿Qué?! ¿Tienes novio, Rosa?—preguntó su madre sorprendida, ya que la pequeña Rosa nunca se había mostrado interesada en los muchachos, a excepción de Colin.
—¡No!
—Sí tiene, mamá—intervino Maggie—Lo llama Miss Liam y es un viejo.
—¡¿Liam Gilmour?!
—¡Yo me voy de aquí!—dijo Rosa ignorando a su familia—Cierto, mamá. Hoy voy a salir con un amigo.
—¿Con Miss Liam?—preguntaron ambas chismosas.
—¡Yo no-
«Espera, si digo que saldré con Miss Jules…Maggie lo malinterpretará y se molestará feo conmigo. Tendré que decir lo que ellas quieren oír»
—¡Sí, saldré con él!
Mientras tanto en la mansión de Jules King…
—¿Joven Jules, qué esta vistiendo?—preguntó uno de sus mayordomos al entrar a su dormitorio.
—¿Qué tal luzco? ¿Más joven?
Jules se había puesto unos cómodos jeans, zapatillas de color, y una camiseta negra con un estampado del logo de "Duff". Después de que Rosa aceptará salir con él, “Jules Klein” investigó por internet cómo era que los plebeyos se vestían. ¿Habría acertado?
—Sabes qué, mejor no digas nada. Deje mis llaves del carro en la silla y váyase—indicó él a su empleado mientras intentaba peinarse el cabello.
—Entendido, joven.
Se colocó su perfume y para finalizar, su chaqueta, color camel.
—¡Listo! —dijo al verse en el espejo—¡Ahora a buscar a Rosca!
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Gracias por sus comentarios y votos *-*
Volví ;) Ésta sería la primera parte del Happy Birthday de Rosquita jejeje La segunda parte estará lista este fin de semana (creo...) Espérenlo :)
Saludos ♥
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