Capítulo Veinticuatro
Capítulo 24
Habían pasado días desde que Rosa dejó la casa de los Gilmour. Sin saber la noticia de la mudanza, Jules fue a visitar a su rosquita en la mansión.
Con un gran ramo floral sostenido por su chofer, Jules tocó el timbre. Esperó unos segundos a que le abrieran la puerta, pero nada.
—¿Qué? ¿No hay nadie en casa?—se preguntó sorprendido e intentó tocar nuevamente—¡¿O es que no me quieren abrir?!
Dentro de la mansión...
—Señora Judith, el joven Jules sigue insistiendo en la puerta—avisó Tamata mientras veía por las cámaras de seguridad a Jules tocando y tocando como un niño el timbre.—¿Está segura que no quiere que le abra?
—La única razón por la que lo permitía entrar a mi casa era por Rosa. Como ahora ella ya no está acá. No tiene sentido que lo deje pasar.
—Entendido, señora.
—Aunque...—Un maléfico plan se originaba en la mente de Judith—Tal vez este mocoso me traiga devuelta a Rosa.
«Se paciente...Se paciente, Jules. Te están poniendo a prueba» intentaba el "mocoso" calmar su aura. «¡Maldita sea! ¡No puedo más!»
—¡Ábreme la puerta, Judith Gilmour! ¡Sé que estás aquí y no quieres que vea a Rosca! Digo, Rosa ¡No te preocupes, Rosa! ¡Iré a sacarte de esta prisión!—gritaba él mientras buscaba alguna forma de entrar a la casa.
Sin embargo, antes de que su chofer lo cargara para entrar por una de alcobas, Tabata les abrió la puerta.
—Discúlpenme, por la demora.
Jules observando a la mucama disculpándose sonrió —¿Puedo entrar, ya?
—¡Sí, sí, sí! Entre, por favor.
Entrando a la mansión, Jules se acercó hacia una Judith decaída tomando una copa de vino tinto.
—¡Judith, ¿qué le pasó?!—se acercó a ella y le alejó el alcohol de la vista—¿Algo malo pasó?
—Jules...—suspiraba la actriz Judith Gilmour mientras le acariciaba el pelo—me han quitado lo más preciado que tenía en esta casa.
—¡¿Le robaron?! Acaso... ¿alguna joya de valor?
—No... Algo más valioso para mí.
—¿Algo más valioso? ¿Un abrigo de piel? ¿Lingotes de oro?... ¿Su hijo?
—¡No!—exclamó frustrada por la poca atención a su alrededor—¿Acaso no notas que falta un mono saltarín en la casa?
—¿Mono?
Confuso observó detenidamente la habitación.
«¿Un mono? Su pongo que debe ser una mascota, ¿no?»
—¿Qué raza era?—preguntó Jules pensando que había entendido quien era—Tal vez pueda conseguirle otro igual.
—¡¿Ah?! ¡¿Cómo puedes hablar así de mi Rosa?!
—¡¿Rosa?! ¡Creí que hablaba de una mascota!
—¡¿Mascota?!
Mientras Judith le llamaba la atención a Jules por llamarla "animal" a su "mono", en la casa de los Wood, Rosa estaba creando un pequeño plan para recuperar a su hermanita Maggie.
Rosa tuvo que cancelar las clases de ética con Judith de esta semana, ya que los primeros días trascurridos después de su regreso a casa, Rosa no lograba hacer las paces con Maggie.
Cada vez que Maggie llegaba a casa después de la escuela, inmediatamente se encerraba en su habitación. Así que no había ningún progreso entre ambas hermanas, pero este día iba a ser distinto. Antes de que Maggie saliera de la casa, Rosa se acercó a ella y le dijo que la esperara en la esquina de su colegio ya que ella iba a ir a recogerla. ¿Sería ésta, su gran oportunidad?
***
«Este lugar me da escalofríos... No veo ninguna persona vestida decente por estos lares» pensaba Jules mientras observaba por la ventana de su coche la vecindad de Rosa «Y las casas están peores, en especial ésta» señaló una casa con la fachada descuidada.
—¿Por qué te detienes frente a esta pocilga?—preguntó él a su chofer.
—Esto...según la dirección que me entregó usted, esta es la casa de la señorita Rosa.
—¡¿Eh?! No, no, no. ¡Im-posible!
«¡¿Acaso Judith me tomó el pelo?! ¡Me las va a pagar!»
En ese momento ve como una mujer se aproximaba con unas bolsas de supermercado a la casa que se suponía que era la de Rosa .
—Disculpe, señora—se acercó Jules a la mujer.
—¿Sí?
—Busco a Rosa Wood. ¿La conoce?
—¿Ha hecho algo malo, oficial?—preguntó ella creyendo que Jules era algún detective por su vestimenta formal.
—¿Ah? No, no soy policía. ¿La conoce?
—Es mi hija.
—¿Su-Su Hija? ¿Entonces aquí es donde viven?
—Sí.
«Entonces era cierto...»
—¿Y usted es...?
—Soy Jules, amigo de Rosa—chasqueó los dedos y enseguida su chofer salió del coche con el ramo floral—Entrégale eso y coja sus paquetes de compras—le indicó al hombre—Vine a saludar a su hija, señora.
—¡Oh! ¡Qué hermosas!—exclamó maravillada, la señora—Al parecer aparte de ser un jovencito muy atractivo, es un romanticón—Jules rio dulcemente por fuera, sin embargo por dentro quería vomitar—¡Me agradas!
«¿Romanticón? ¿Por dar flores? Soy educado que es otra cosa, ¿o dar flores tiene otro significado para las mujeres pobres?»
—Ay, qué triste... mi hija fue a recoger a su hermanita de la escuela. ¡De seguro le hubiera encantado verte!
—¡¿Qué?! ¿Sabe dónde queda esa escuela?
—Tres manzanas a la derecha. ¿No le gustaría esperar en casa mejor?
Ignorando lo que le proponía la mujer, Jules entró nuevamente a su coche. El chofer observando que su amo estaba apurado, le devolvió los paquetes a la señora y se dirigió al automóvil también.
***
Cuando el coche se estacionó frente a la escuela, Jules con la mirada intentaba visualizar a Rosa entre la multitud.
—Joven Jules.
—¡Ajá, te encontré!—exclamó contento el "romanticón" al ver a Rosa en la esquina de la cuadra.
—Joven Jules—llamaba el chofer su atención.
—¿Qué quieres?
—No creo que sea buena idea que salga del coche. Esta parte de Londres es muy insegura, le puede pasar algo.
—¡No me diga que hacer! Yo sé lo que hago. Además sé cómo defenderme.
—No es que quiera ser irrespetuoso, señor. Pero usted se asusta con cualquier cosa. No debería arriesgar su vida así por una chica.
—Qué valiente por decir ese comentario. ¿No creo que su familia le gustaría verte trabajar nuevamente como vendedor de dulces, verdad?
—No, señor.
—Mejor cállate.
Afuera del carro, la gente se preguntaba de quien podría ser ese automóvil. Unos apostaban que sería de alguien de la realeza, otros; de un actor de cine. Sin embargo, nadie podía saber quién estaba en lo cierto, ya que el dueño del carro no salía de allí.
—¿Qué insinuó con que no debería arriesgar mi vida por una chica?—seguían discutiendo Jules y su chofer—¿Crees tú también que me gusta Rosa? Con que así ve la gente pobre, mi amabilidad...
—Señor, pero usted estaba impaciente a que tuviera al fin un día libre para verla. Creí que deseaba volver a verla.
—¡Pues creíste mal! Ahora ve abrirme la puerta.
El chofer se sacó su cinturón de seguridad y salió del carro. La gente observaba como el hombre abría la puerta trasera del lujoso coche.
—Recuerda—susurró Jules a su conductor mientras salía por la puerta—no quiero que me sigas. Yo te llamaré cuando sea la hora de regresar a casa.
—Entendido, señor.
Jules se colocó sus gafas oscuras y caminó entre toda esa multitud. Algunas chicas intentaron acercarse a él para coquetear, sin embargo fueron ignoradas por completo. Ya que sin querer él, su mirada se había perdido en Rosa. ¿Acaso sería por su belleza?
« Zapatillas sucias, jeans desgastados, una polera desteñida y unas horribles largas trenzas... ¿Por qué?»
—¿Lady Jules? ¿Eres tú?—preguntó Rosa al verlo acercarse a ella—¿Qué haces acá?
—Fui a la casa de Judith a visitarte, pero me dijo que habías vuelto a tu hogar. Fui a tu hogar, y tu madre me dijo que te encontraría aquí. Así que aquí estoy.
—¡Oh, Lady Jules me extrañó! —exclamó en tono burlón. —¿Soy tu única amiga, verdad? Pobre...
«¿Amigo? ¿Por qué me molesta que me llame así? ¿Acaso esperaba que me considerara algo más? En toda mi vida, ninguna chica me había colocado en este tipo de dilemas. Nunca de los nuncas me habían importado los sentimientos de las mujeres, solo las consideraba objetos retornables, sin embargo; jamás pensé que habría una de ellas que me interesaría y que me haría preguntarme todos los días qué era lo que me estaba ocurriendo...¡¿Qué estoy pensando, por Dios?! ¡Sueno como una niña! ¿Acaso estoy admitiendo que me-
—¡Maggie!—gritó con todas sus fuerzas Rosa, cortando los pensamientos de Jules—¡Maggie, no me ignores! ¡Hey, aquí estoy!—anunció ella mientras la perseguía.
—¡Rosa, espera!—intentó Jules detenerla, pero Rosa ya se había alejado de él.
«...me gustas».
***
—¡Déjame volver a casa!—indicó Maggie a su hermana después de que la corretiera por toda la avenida.
—¡No! ¡Dije que iríamos a divertirnos! ¿Por qué tratas de evadirme?
Maggie cabizbaja no respondía.
—Sé que debes estar molesta por lo que pasó en estos meses. Te deje sola, no tenías a quién recurrir, a quién molestar y por eso te pido que me perdones, por favor. ¿Déjame ser tu hermana mayor otra vez?—extendió su mano esperando a que Maggie la cogiera, sin embargo su hermanita le dio una palmada en ella y escapó disparada de allí.— ¡Maggie!
Sin mirar por donde iba, la pequeña chocó intensamente contra un hombre, que ambos cayeron al suelo.
—Lo-Lo siento—se disculpó la niña mientras se levantaba—¿Se encuentra bien?—preguntó acercándose al joven caído.
Al ver el rostro del hombre, Maggie no podía evitar ruborizarse. Cuando ella era más pequeña, uno de sus sueños era encontrarse con su príncipe azul. Ella se lo imaginaba alto, con unos ojos azules y cabellera rubia. ¿Lo habría encontrado en este muchacho? ¿Acaso él sería su príncipe de Disney?
—¡Fíjate por donde vas!—respondió el "principito" fulminándola con la mirada.
—Per-perdón.
—¡Maggie!—gritaba Rosa mientras se aproximaba a ella—¿Te hiciste daño?
—No...—negó sonrojada.
—¡Miss Jules, como lo siento!
—¡Rosa! ¡¿Estabas aquí?!—preguntó el otro avergonzado al darse cuenta que tal vez la pequeña debía ser su hermanita.
—¿Él es tu amigo?—preguntó la niña algo celosa.
—Sí, su nombre es Jules, pero yo lo llamo Lady Jules. ¡Oh, pero te acabo de llamar Miss Jules, ¿no es así?!
—Sí...—asintió Jules vergonzoso que se dejara llamar como sea por la chica que le gusta.
—¡Te queda mucho mejor, te llamaré así! Aunque, así lo llamó a Miss Liam...
—¡¿A Liam?!
—Sí, ¿tú crees que se moleste si te llamo "Miss" a ti también?
—No creo que a ninguno de ellos dos, le guste ese apodo—respondió Maggie intentando mirar a los ojos a Jules, sin embargo se ruborizaba al instante.—Invitalo a almorzar a la casa—sugirió cabizbaja
—¡Eeeh! ¡Pero quería tener un momento de hermanas contigo! ¡Jules, vete!
Maggie al notar a su hermana actuando como siempre lo hace con los chicos, la cogió del brazo y le susurró preocupada—¡¿Cómo puedes tratarlo así?! ¡No ves que es un príncipe!
—¿Miss Jules, un príncipe? ¡Más bien parece una princesa!
—¡Hey, estoy aquí!
—¡No, es un príncipe! —insistía Maggie—¡Invítalo a la casa!
—Pe-pe-pero...Mmm... está bien. ¿Miss Jules, quieres ir a almorzar a mi casa?
—Bueno, si me invitan dos hermosas chicas, no puedo negarme—respondió Jules acercándose a la hermanas.
—¡Ho-Hola, soy Maggie!—dijo tímida la menor de las hermanas mientras intentaba recogerse el pelo del rostro.
—Lindo nombre. Encantado de conocerte, Maggie—saludó Jules dándole un pequeño beso en su mano.—Yo soy Jules, pero si quieres puedes llamarme Príncipe Jules.
—¡Prí-Príncipe Jules!
—¡Ay, por favor!—terció la mayor de las hermanas—¡Cállense los dos que me van hacer vomitar por tanto rosa en el ambiente!
Los otros dos se reían de la reacción de Rosa, mientras tanto ella con una pequeña sonrisa los observaba adelantándose.
«Te debo una, Jules».
Al parecer la presencia de Jules hizo aparecer las primeras chispas de la antigua Maggie y Rosa, esperaba que así siguiera. No le importaba que fuera de poco a poco, solo la quería de vuelta. Y tal vez, Jules le ayudaría un montón.
Al parecer Maggie tenía razón, Jules era un príncipe azul, pero ¿a quién le pertenecía?
***
En Gilmour's, Liam se encontraba firmando algunos papeles de la empresa. En eso, su celular empezó a sonar.
—Mamá, estoy ocupado.
—¿Así contestas a tu madre? ¡Y yo que te tenía una gran noticia!
—¿Una gran noticia? ¿Acaso Rosa se reconcilió con su hermanita y volverá a la mansión?
—¡Ya quisiera!
—¿Entonces? ¿Cuál es la noticia?
—¡La hija de Frank aceptó ir a la cita a ciegas! ¡Ojalá se lleve una grata sorpresa al ver que eres tú, su cita!
—Yo también lo espero...
—¡Mañana saca todos tus encantos! —Aconsejó a su hijo— ¡Esta mujer, pueda que sea la afortunada!
—¿Tú crees?
—Dale una oportunidad a esta chica, ¿o acaso tienes a otra en mente?
—No lo sé...
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Hola, Hola! :D
Volví! Les gustó el capítulo? Se pone más picante la historia, no?
Volvió Jules a la historia! No lo extrañaron? Pues, yo sí!! xD
Gracias por sus comentarios como siempre ♥_♥
No olviden darle estrellita a este capítulo! Nos vemos ;D
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