Capítulo Treinta y Uno

Capítulo 31

-¿Me concedes este baile?

-¿Yo?-preguntó Rosa sorprendida por la propuesta.

-No, la silla. Claro que tú-sonrió el joven mientras éste la tomaba de la mano y la llevaba a la pista de baile.

La música que sonaba en el fondo era Close to you de Carpenters, una de las canciones más cursis que podían existir en la historia según Rosa, sin embargo esa velada romántica que compartía con un misterioso hombre, hizo que ella lo pasara desapercibida.

Aunque...

No fue por mucho tiempo.

«Espera un minuto...¿Desde cuándo sé bailar vals?»

Se preguntaba ella atolondrada mientras daba vueltas y vueltas al compás de la música

«¿Y este quién es?» volvió a preguntarse mirando a su pareja, quién no poseía un rostro.

«Y en especial...¡¿En dónde estoooy?!»

***

-Señorita Rosa, señorita Rosa-Tabata intentaba despertar a la pequeña Rosa, quién había estado dando vueltas y vueltas por toda su cama.

-¿Ah? ¿Fue un sueño?-se preguntó el pequeño mono mientras se desperezaba-¿Qué hora es?-preguntó a la mucama, al sentir el resplandor del sol molestándole los ojos.

-Es medio día, señorita Rosa.

-¡¿Quééé?! ¡Se supone que esta cosa debió despertarme temprano! ¿Qué pasó?-preguntó Rosa decepcionada a su despertador-Entonces eso quiere decir que...¡Maggie me debe estar esperando a que la recoja!

«¡Ay, no! Sí es así, estará más enfadada conmigo. ¡Soy la peor hermana del mundo!»

-¡Debo cambiarme rápido!-gritó al mismo instante que salía disparada hacía su armario-Primero lo de Miss Jules, y ahora mi tardanza... sí que soy un desastre.

-Señorita Rosa, su desayuno está servido.

-Ahora no, Tabata. Estoy apurada.

-Pero, pero la señorita Maggie ya se encuentra en la mansión.

-¿Eh?

-La señora Judith fue a recogerla temprano. Ambas están ahora conversando en la sala.

-¡¿Eeeh?!

Después de cambiarse la pijama, Rosa bajó rápidamente las escaleras. ¿Qué estarían hablando esas dos mujeres? Esas dos eran muy parecidas, tal vez no económicamente y menos la edad, pero lo que las asemejaba eran sus personalidades.

-¡Maggie!-gritó Rosa mientras se aproximaba a ella a abrazarla-¡Perdóname! ¡Perdóname! ¡Perdóname!

-No te preocupes, hermana. Sabía que te quedarías dormida. Eso es común en ti-contestó la pequeña recibiéndole el abrazo.

-Bueno, también quería pedirte disculpa por lo de ayer-siguió Rosa hablando- Jules me contó que le habías aconsejado en algo y pensé que tal vez habrías interpretado algo mal. ¡Entre Jules y yo no pasa nada! ¡Lo juro!

-Lo sé, lo sé. Aunque...él te invitó a una cita, y eso me duele. Pero igual quiero que vayas. ¡Es una cita con un príncipe!

-¿Una cita? ¡¿Con Jules?! Vamos a malograr algunas citas, no nosotros seremos una.

-Aaah...-suspiró Maggie por la necedad de su hermana-Mira, yo no quiero que él se enamore de ti, pero tampoco quiero que le arruines su san Valentín.

-Buenos días, Rosa o mejor dicho buenas tardes...-interrumpió Judith a las chicas mientras retomaba su asiento con una bandeja de galletas de avena-Sírvete, Maggie.

-Muchas gracias, se ven deliciosas-respondió la niña.

-¡Yo también quiero!-exclamó Rosa aproximando su mano hacia las galletas.

-¡Tú no!-tiró un palmazo a su mano-Primero ve a desayunar, Rosa. Que hoy tenemos que seguir con tus clases. ¡Ah! Y Maggie me ayudará, esta niña es muy linda, se parece mucho a mi cuando tenía su edad.

-¿En serio?-preguntó Maggie ruborizada, a lo que ella y Judith rieron de la misma manera, como si fueran comadres de toda la vida.

«Estas dos mujeres me asustan... Supongo que no debo preocuparme por Maggie, nuevamente ella confía en mí. Me alegro...»

-¡No se lo acaben todas sin mí! ¡Guárdenme galletas, ah!

***

En otra parte de Londres, Liam había pasado todo el día trece, ocupado con los preparativos del centenario de Gilmour's que no sé había percatado aceptar la propuesta de su madre por San Valentín, mientras caminaba al lado de su secretario por todo el recinto para ver las decoraciones festivas por el día, su mente no dejaba de recordar la estupidez que había cometido.

El día anterior...

-Ahorita no puedo hablar, madre. Estoy en una reunión muy importante-susurraba el CEO de la empresa por teléfono.

-Hijo, solo quiero preguntarte si ya has invitado a Susan a salir por San Valentín. ¿Lo has hecho?

-¿Qué? No, no tengo tiempo para citas, mamá. Solo queda un mes para la ceremonia.

-¡William, tienes que invitarla!

Los directivos observaban al pobre Liam avergonzado por hablar de su vida "privada", que algunos incomodos se levantaron de su asiento.

Liam al observarlos yéndose, intentó cortar la llamada.

-¡Tengo que colgar!

-¡William! ¡Me voy a molestar, ah!

-¡Bien, la invitaré! ¿Contenta?

«¡Debo dejar de hacerle caso en todo a mamá!» pensaba Liam sobando el entrecejo al terminar de ver los adornos que decoraban Gilmour's.

-Joven Liam, ¿se encuentra bien?-preguntó su secretario al notarlo distraído.

-Sí, todo está perfecto... ¿Hay algo en la agenda para hoy?

-No, señor. Está libre.

-Mmm...mejor.

-Disculpe, ¿acaso usted tendría una cita para hoy?-preguntó el joven sorprendido, ya que su jefe no había salido con mujeres desde ya hace un largo tiempo.

-Algo así... ¡Nos vemos mañana!

***

#8 Una Dama sabe cómo comportarse en cualquier lugar.

Deja las costumbres de las mujeres ordinarias. Si de verdad estás comprometida a tener clase, deberás evitar lo siguiente: No hables con la boca llena. No comas con las manos. No te muerdas las uñas. No hables demasiado alto. Y en especial mantén las piernas juntas cuando entres o sales de un coche. No queremos que pase un accidente, ¿o sí? Siempre ten en mente que una verdadera dama, aparte de ser organizada, refinada y educada; conoce sus límites sin importar lo que pase.

-¿Todo eso debo aprender ahora?-preguntó Rosa a sus coaches.

-¡Así es!-asintió Maggie.

-Lo podremos estar practicando todo con el paso de la semana, pero lo que ahora me quiero enfocar es con tus modales en la mesa-indicó Judith colocando su libro rosa en la mesa del comedor, cual se encontraba con varios platos vacíos, cubiertos y copas- Pareces ser un mono devorador cada vez que ves comida, Rosa.

-¿Solo eso aprenderá hoy?-interrumpió la menor del trio-Debe aprender a interactuar, como sentarse según la prenda que use...¡y muchas cosas más! Mi príncipe no debe presenciar un desastre en su cita de San Valentín.

-¡¿Una cita?! ¡Rosa!-giró emocionada hacia su "discípula"-¿Tienes una cita? ¿Por qué no me lo dijiste?

-Fue a último minuto... y NO es una cita.

-¡Ay, qué emoción! ¡Rosa saldrá con un chico por San Valentín! Y Maggie, ¿cómo es eso que tu príncipe tendrá una cita con tu hermana? No me digas que es un niño de tu edad, porque así me arruinarías mi fantasía.

-No, señora. Él es un hombre caballeroso, encantador, es...¡Ay, es perfecto! En serio, todo es hermoso en él, su elegancia, su aroma, su voz, su...

-Está hablando de Jules-resumió Rosa para que su hermana no se desmayara de tanto recordar la "hermosura" de Jules.

-¡¿Quééé?! No, esto es peor que la cita con el niño. Lo siento, Maggie. Pero tu hermana no saldrá con ese mocoso.

-¡¿Mocoso?!-exclamó herida en el corazón.

«Al parecer la amistad de las comadres no durará por mucho, y todo gracias a Miss Jules, já»

***

El día estaba a punto de tornar a noche, las luces de las calles empezaron a encenderse y las calles estaban coloridas por el amor de las parejas que caminaban cogidas de las manos, sin embargo no todo sería "color de rosa" para las parejas.

-Te veo muy callado. ¿Pasa algo?-preguntó Susan a su cita-¿Es porque tienes miedo a que la gente te reconozca en la calle?

-¿Ah?-giró Liam estupefacto. Él pensaba que Susan no sabía según como le había comentado su madre-¿Acaso tú sabes...

-¿Qué eres Liam Gillmour, CEO de Gilmour's?

Liam asintió con la cabeza.

-No nací ayer, claro que sabía que eras él. ¡Sale tu rostro en todos los medios!-Liam rio por su obvia respuesta-Sin embargo...nunca hubiera imaginado que mi padre fue el mejor amigo del tuyo.

En eso Susan se detuvo cabizbaja en medio del camino. No podía seguir hablando con Liam, tenía muchas preguntas en la cabeza. ¿Por qué nunca se habían conocido antes? ¿Por qué su padre nunca le contó la verdadera identidad de su mejor amigo? ¿Por qué...recién lograron conocerse?

Liam al notar que no escuchaba los pasos de Susan, volteó a verla y notó que se encontraba lejos de ella. Él se aproximó a su cita para preguntarle por qué se había detenido, pero en eso salió de su boca.

-¿Por qué lloras?

Susan podía sentir como la cálida mano de Liam secaba sus lágrimas. Ella sintiendo la preocupación de su cita, forzó una ligera sonrisa y lo miró a los ojos.

-No lo haré más...si estas a mi lado-contestó Susan sorprendiendo a Liam con esas palabras.

En ese momento el sol había desaparecido en el cielo...

Oficialmente había llegado la noche.

***

Después de un gran debate de que Jules no era un mocoso, las "ex comadres" llegaron al acuerdo que Rosa iría a la cita con Jules y que sí, Jules era un mocoso. Ambas "damas" se pusieron las pilas para ayudar a cambiar en poco tiempo la forma de comer, beber, hablar y brindar en una mesa a la pequeña Rosa. A pesar que al principio había sido bastante tedioso, ya que a Rosa le era inútil memorizar que cubierto debía usar en cada diferente plato; lograron cumplir el reto en el tiempo estimado.

Ahora solo faltaba...

-¡No voy colocarme eso! ¡Ya les dije que NO es una cita!

-¡Solo póntelo!-exhortaron sus coaches.

-Hace mucho frio para salir con vestido.

-¡Solo colócatelo!

-Ok, ok, no griten.

A pocas cuadras de la mansión de los Gilmours, se encontraba Jules King dentro de un coche fumando uno de sus puros de "emergencia" para calmar su ansiedad. Era su primera cita de San Valentín. Él siempre había preferido estar rodeado de mujeres que de una sola mujer, y sabiendo que Rosa había cambiado todo eso, lo colocaba nervioso. Quería que esta noche sea perfecta, le había comprado un gran ramo de rosas, se había comprado un nuevo traje e hizo una reservación a último minuto en uno de los restaurantes más caros del país. ¿Podría salirle algo mal a este chico?

-Señor, ya estamos por llegar-indicó su chofer.

Jules apagó su puro inmediatamente, sacó una pequeña loción del bolsillo de su saco y se roció por todo el cuerpo, incluyendo su boca. El conductor estacionó el coche enfrente de la mansión de los Gilmours y fue abrirle la puerta a su amo.

"El príncipe Jules" salió de su "carruaje" y agarrando el ramo de rosas se dirigió hacia la entrada de la casa para recoger a su "princesa". Tocó la entrada y en eso una pequeña persona le abrió la puerta.

-¡Príncipe!

-¿Maggie? ¿Tú también estás viviendo acá?-preguntó Jules mientras seguía a la pequeña hasta la sala.

-No, es solo que hoy es San Valentín. Mis padres no estarán en casa todo el día y como no me dejan estar sola allí, me vine para aquí.

-Aaah...Oye, cierto gracias por el consejo que me diste ayer.

-¿Cuál consejo?

-Hacer algo por San Valentín e invitar a tu hermana.

«Nunca dije que invitaras a mi hermana...»

-¡Gracias, ah!-sonrió Jules despeinándole suavemente el cabello de Maggie.

-De-De nada-titubeó la pequeña.

Maggie sonrojada giró la mirada hacia las rosas que Jules había comprado a su hermana, quedó maravillada por cuan hermosas lucían las flores, sin embargo también sintió algo de envidia y dolor.

Jules al verla viendo las rosas, le preguntó-¿Tú crees que le gusten? Le compre rosas, ya que, pues... su nombre...tú me entiendes. ¿Sabes si son sus favoritas?

Maggie sabía que a su hermana le daba igual las flores, no le llamaban la atención, pero a pesar de eso, observando la felicidad en los de su "príncipe", asintió.

-¡Genial! ¡Ya quiero ver su rostro cuando le entregue!...Y Maggie, ¿cuál es tu favorita?

-¿Ah?-saltó sorprendida por la pregunta, a Maggie le encantaban las flores, en especial las rosas rojas, pero...-Cualquiera-respondió entristecida.

-¿Cualquiera?

-Cualquier flor es hermosa. ¿Y la tuya?

-No me llaman la atención las flores, la verdad.

Oyendo eso, Maggie sintió como si hubiera oído a su propia hermana responder a su pregunta. ¿Acaso Rosa sería la versión femenina de Jules, y Jules; la versión masculina de Rosa?

¿Estos dos serían compatibles entonces?

-¿Pasa algo Maggie?-preguntó su "príncipe" al notarla cabizbaja-¿Dije algo malo?

-¿Qué? No, no, no. Es solo que...

Jules observándola viendo directamente las flores otra vez, intentó acertar-Ya entiendo.

-¡¿En serio?!

Jules asintió.

«¿Acaso se dio cuenta que estoy celosa?»

-¡No es lo que tú crees! ¡Yo-

-Toma-le entregó una de las rosas del ramo-Feliz san Valentín.

Maggie no sabía cómo reaccionar, su corazón latía a mil por hora y su rostro tomó un color rojo intenso al igual que la rosa que le acababa de regalar su "príncipe"

-Gra-Gra-Gracias-balbuceaba la pobre mientras intentaba lograr mirarlo a los ojos sin ruborizarse más.

-De nada. Me di cuenta que las rosas rojas son tus favoritas.

-¡¿Cómo?!

-Vi que contemplabas la rosas a cada rato-rio mientras le señalaba el ramo, a lo que Maggie se avergonzó-No te preocupes. Cuando crezcas más, conocerás chicos y te darán ramos más grandes que este en San Valentín.

«Yo solo quiero recibir tus ramos...»

-¿Oye, tu hermana ya va a salir?

-Sí, no tarda en bajar.

«¿Debería aprovechar a que se están demorando allá arriba? Aún tengo el regalo que le compré a Jules... ¿Debería? ¡Sí! ¡Es ahora o nunca!»

-Príncipe Jules...

-Dime.

-Ya que me diste esta linda rosa por San Valentín, yo también tengo un regalo para ti.

-¿Regalo...?

-¡Sí, espérame! ¡Ahora vuelvo!-exclamó emocionada mientras corría hacia el segundo piso en busca de su equipaje.

En eso, Judith más Tabata bajaron al primer piso.

-¡Judith! ¿Cómo estás? ¡Feliz día de la amistad!

-Feliz día para ti también, Jules.

Se saludaban los "mejores amigos" mientras otra cierta personita bajaba de las escaleras. Jules giró a ver a la joven que se encontraba a un paso de él y sin pensarlo suspiró-Wooah...Te ves hermosa... ¡Digo! No te ves mal. ¡No, espera! ¿Qué estoy diciendo? Te ves...Te ves-la volvió a mirar de pies a cabeza-fantástica.

-Lo sé, lo sé, soy fantástica-bromeó Rosa mientras se colocaba su abrigo-¿Nos vamos? Ya quiero tirarle bolas de nieve a la gente.

-¡Ok, vámonos!

-¡No vuelvan tarde, ah!-indicaba Judith desde la entrada de su casa a la pareja. Al ver que la puerta del coche que habían entrado se cerró, ella también cerró su puerta.

Inmediatamente apareció Maggie corriendo con una bolsa de regalo en sus manos.

-¿Dónde está Jules?-preguntó agitada-No me diga que-

-Me temo que sí, ya se fueron-respondió Judith mientras se acercaba a ella a consolarla-No entiendo que le ves a ese mocoso, pequeña.

Maggie sintiendo los brazos de Judith abrazándola no pudo controlar las lágrimas.

-Lo mejor es que no te fijes en él, vas a salir lastimada...

Entre sollozos Maggie giró hacia el sillón para tomar asiento y en eso ve que el ramo que Jules le había comprado con tanto cariño a su hermana seguía allí.

Al parecer él no pudo entregarle las rosas a Rosa, y Maggie tampoco su regalo a él.

Sabía muy bien que su hermana le había jurado que entre ella y Jules no pasaba absolutamente nada, pero tan solo imaginarse que ellos dos estarían caminando en las calles londinenses solos en San Valentín, sabía perfectamente que Jules sacaría valor para-

«¡No te enamores! No te enamores de ella, por favor...».

***

Jules y Rosa decidieron ir a Canary Wharf, un lugar perfecto para molestar a las parejas según Rosa, y un lugar muy romántico según Jules.

Mientras Jules alquilaba dos pares de patines, una de las tiendas cercanas llamó la atención de Rosa que se despegó de su acompañante por unos segundos.

-Hey, ¿a dónde vas?

Pagó con tarjeta de crédito y salió disparado a buscarla.

-¡Rosca! Digo... ¡Rosa! ¡Rosa!-no podía visualizarla entre tanta gente en el lugar- ¿A dónde se habrá metido?

-¡Booo!-gritó Rosa empujándolo bruscamente de la espalda-¿Te asusté?

-No, pero creo que me fracturaste el omoplato.

-Lo siento...

-¿Y esas mascaras?-preguntó quitándole una de sus manos-¿Por qué las compraste?

-¿No es obvio?-se acercó a su oreja y evitando ser vista por la gente le susurra-eres una figura pública, si te ven molestando a la gente conmigo, tendrás problemas. Lo mejor es que ocultes tu identidad.

-Ok... ¿Y tenías que comprarme una máscara de spiderman?

-Sí, y yo tengo una de lucha libre-contestó colocándose su máscara- ¡¿No se ven geniales?!

-No.

-¡Vamos, colócate el tuyo!

-Está bien, está bien.

Ambos con las máscaras y los patines puestos se metieron a la pista de patinaje. La música sonaba y la gente se divertía bailando románticamente, a excepción de estos dos.

-¡Qué aburrido! ¡No hay nieve para tirarles!-exclamaba Rosa patinando con Jules por toda la pista-¡Oh, ya sé! Aunque este vestido no me va a permitir flexionar bien las piernas sin que se note mi ropa interior...

-¿Qué piensas hacer?

-¡Mejor lo harás tú, ya que tú sí tienes pantalón!

-¿Qué cosa?

-Empujemos a las parejas al suelo. Al parecer por allá-señaló a su oeste-Va empezar una competencia de baile. Nos apuntamos y cuando empiece a sonar la música te lanzo hacia ellos.

-¡¿Qué?! No, no, no. ¡Me voy a arruinar el traje!

-¡Vamos, no seas tímido!-exhortó Rosa mientras lo jalaba hacia el grupo de parejas-¡Será divertido!

Habían seis parejas concursando en la pequeña competencia, la pareja que bailara bien en la pista de hielo o resultara seguir estando de pie, sería la ganadora. Las parejas se colocaron en sus posiciones, incluyendo a "Spiderman" y al luchador "El Santo", en eso la música empezó a sonar y todas las parejas empezaron a dispersarse.

La música de esa noche era puro Bee Gees, así que la mayoría de las parejas sabía cómo moverse al ritmo de la música disco, sin embargo no para el "Dúo Dinámico".

-¿Qué estás haciendo?-preguntó Jules a su pareja-No creo que bailando tango ganemos.

-¿Quién dijo que quiero ganar esto? Yo solo quiero derribarlos. Recuerda que soy un luchador profesional-respondió Rosa mientras lo jalaba hacia sus primeras presas.

Se acercaron un poco a la pareja y sin que Jules se percatará, Rosa lo enrolló con su brazo hacia ella y sin estar ni tres segundos pegados, estiró su brazo con fuerza y este salió volando derribando a su competencia como si fueran pinos de boliche.

-¡Chuza! Digo, ¡lo siento!-exclamó "El Santo" mientras recogía a su pareja.

Mientras "Stayin' Alive" sonaba en todo Canary Wharf, las parejas cada vez disminuían y todo era gracias a las pompas, piernas, pies y la cabeza de Jules. Al término de la canción solo quedaban dos parejas.

Jules cansado de ser el bolo de boliche de Rosa, le propone-Oye, solo bailemos esta vez.

-Pero solo nos queda una pareja para derribar. ¡Solo una! Además ya te dije que no quiero ganar esta competencia.

-¡Pero yo sí!-interrumpió Spiderman mientras la tomaba de la mano y la jalaba hacia donde estaba la otra pareja.

La música empezó a sonar y como había terminado el "ambiente Bee Gees", colocaron otra canción de la misma era, pero una más lenta.

"Why do birds suddenly appear
Every time you are near?
Just like me, they long to be
Close to you"

-Esa canción... ¡Esa canción! ¡Nooo!-gritó horrorizada mientras daba vueltas y vueltas cogida de la mano con Jules.

La canción era Close to you de Carpenters, la misma que Rosa consideraba ridícula y cursi, pero sobre todo la misma canción que había bailado en su sueño con un misterioso muchacho.

«¿Por qué esta canción? ¡¿Por quééé?! ¡¿Acaso...»

-¿Te pasa algo?-preguntó Jules mirándola a los ojos.

A lo que Rosa asustada quitó sus manos de las suyas.

-¿Qué tienes?

-Na-Nada, na-nada-respondió retrocediendo uno pasos-¡Ha-Hay que irnos!

-¿Qué? ¿Por qué?

Jules intentó volver a tomarla de la mano, pero Rosa al evadir su mano cayó en el hielo.

-¡Perdieron!-gritaron la pareja ganadora.

-Lo siento, Jules...

-No te preocupes, igual querías que nos fuéramos, ¿no? Vámonos...

Rosa asintió mientras recibía la mano de su pareja de baile para levantarse.

Después de devolver los patines, tomaron asiento en una de las bancas que estaban en la orilla de la pista de hielo para poder descansar de todo el "baile" que habían hecho.

-En verdad lo siento, Jules.

-Ya te dije que te perdono.

-Pero por mi culpa no ganamos.

-No te preocupes, ni siquiera había premio-rio mientras intentaba sacarse su máscara-Oye, ¿me ayudas a sacarme esto? Parece que está atorada.

-Pero tu identidad será descubierta.

-No me importa, me da comezón esta cosa. ¡Apúrate!-exclamó apoyando su cabeza en su pecho. Rosa asintió y con su "especial delicadeza" intentaba sacarle la máscara.

-¡Auch, mujer! ¡¿Me estás queriendo sacar la máscara o la cabeza?!

-¡Es que no sale!

-¡Oigan!-gritaron unas personas desde el otro lado de la pista de patinaje.

El dúo dinámico volteó a verlos.

-¿Y estos que quieren?-preguntó Rosa al notar que eran las parejas que había derribado.

-Creo que quieren vengarse-respondió Spiderman al notar que estrujaban sus puños-Rosa...

-¿Sí...?

-Corre.

-¿Ah?

-¡Corre!

Jules tomó nuevamente la mano de Rosa y juntos escaparon lo más rápido que pudieron de allí.

-¡Oigan, vuelvan acá!

Mientras "Spiderman" y "El Santo" eran perseguidos por las parejas descalificados por la culpa de Rosa, la gente entre risas se preguntaba quiénes eran los enmascarados. Parecían que escapaban de la ley. ¿O acaso esto era un remake de Breakfast at Tiffany's?

Felizmente los enmascarados lograron escapar de la "muchedumbre enfurecida" entrando al coche de Jules. Su chofer arrancó rápidamente y los jóvenes mientras se sacaban las máscaras no paraban de reírse por lo que acababa de pasar.

***

A Rosa le empezó a rugir el estómago, así que Miss Jules le dijo para comer por allí. Ella aceptó, aunque lo que ella no sabía era que ese "por allí", era uno de los restaurantes más prestigiosos del país.

Bajaron del carro y caminaron hacia el vestíbulo para pedir una mesa libre. Sin embargo Jules, sin que Rosa se diera cuenta, reclamó su mesa reservada al mesero.

-Síganme por aquí, por favor-indicó el muchacho a la pareja.

-¡Woah! Eso fue rápido, al parecer la gente rica come bien veloz-comentaba Rosa a su acompañante mientras seguían al camarero.

-Está es su mesa, señor King y su cita.

-¿Rosa?- Una voz familiar interrumpió a la pareja a pocos centímetros de su mesa.

-¡¿Eh?! ¡¿Quééé?!-gritó Jules escandalizado.

-¡Miss Liam!-saltó asustada la pequeña Rosa al saber que le había empezado a malograr su cena con-¡Susan!

Había empezado a nevar en las calles londinenses, la mayoría de parejas en todas partes de la ciudad se colocaban a contemplar la nieve, sin embargo; no era el caso con estás dos parejas.

¿Podrá Rosa no ocasionar daños en el restaurante?

***

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I'M BACK!

Lo sé, lo sé me demoré todo un mes prácticamente D: pero fue porque pasaron muchas cosas. Agradezco a las personas que esperaron tranquilos y a los que me amenazaban a que publicara xD y pues, al fin sucedió :D

Tambien vi que "LVECDR" pasó los 100,000 leídos miles *-* de gracias por eso ♥

Les tengo buenas noticias sobre esta tierna y loca historia, pronto terminará :D (espero que sean buenas xD) Haré 40 caps. y espero, en serio espero terminarlo antes de que finalice marzo :) Bueno, ahora si me despido ♥ Gracias como siempre por votar y comentar, Roses :3 Nos vemos ♥

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