Capítulo Treinta y Siete
Maratón por Semana Santa :P (2/4)
Capítulo 37
Al llegar al Cementerio Highgeat, Liam y la pequeña Rosa fueron en busca de la tumba de Colin. Al encontrarlo, Rosa, quién llevaba un ramo de flores se acercó primero a su amigo, y colocó delicadamente el ramo en la lápida.
Mientras Liam observaba a Rosa orando por su amigo, decidió que era mejor dejarla un momento a solas con él. Caminó colocando las manos en los bolsillos, pero de repente; oyó un gran golpe.
—¡¿Qué haces?!—Corrió hacia ella—¡Suelta esa pala! ¿De dónde sacaste eso?... ¡Devuélvela a su dueño!—exhortó al notar que Rosa había robado el instrumento de trabajo del jardinero para poder sacar el cuerpo de su amigo de la tierra, o eso era lo que suponía.
—¡No lo haré! ¡Lo necesitó!—respondió ella intentando ocultar esa pala de Liam.
Viendo que la pequeña seguía sin hacerle caso, se dio la vuelta y agregó—Colin no volverá, Rosa.
Escuchando esas palabras, Rosa miró la pala y contestó—Ya lo sé...Solo quería vengarme de él. ¡La carta no respondió a todas mis preguntas! ¡Necesito hacer que pague!—exclamó tirando la pala al suelo—Tendré que invocarlo con la ouija... ¡Vayamos a comprar una!—indicó mientras regresaba por donde vinieron.
Liam y el jardinero al oír eso, quedaron estupefactos.
—¡Espera, Rosa! Perdónela, señor—se disculpó Liam mientras recogía la pala—A veces ella...enloquece un poquito.
—No se preocupe, joven—reía el jardinero colocando su pala en su carretilla—Así son las novias. ¡Histéricas por todo!
«Esto... ella no es mi...»
—¡Qué tenga un buen día, joven!
—¡Igualmente!
«¿Por qué no dije nada? Rosa no es mi novia».
Dentro del auto...
—¡Qué no compraré una ouija! Si mi madre encuentra eso en la casa, se desmayaría.
—¡Miss Liam mala! Me vengaré de ti también...—masculló la pequeña diabólica apoyando la cabeza en la ventana.
Mientras Liam seguía conduciendo el carro, Rosa se puso a observar como los transeúntes hacían su vida cotidiana.
«No te preocupes, Colin. Seré alguien en la vida, encontraré el amor de mi vida, pero sobre todo...seré feliz»
—¿Qué decía la carta para que quieras invocar su espíritu?—preguntó Liam sin despegar su mirada del frente.
—Ya te dije. No respondió a todas mis preguntas. Además...me sorprendió a leer que siempre le gusté.
Al escuchar la palabra con "G" Liam, giró el timón inesperadamente, haciendo que ambos se movieran de sus asientos.
—¡Auch! ¡¿Qué te pasa, Miss Liam?! ¡Maneja bien!—exhortó sobándose la cabeza por el golpe de la ventana.
—¿Eso quiere decir que le gustabas como Ross?—ella asintió sonriente—¡¿Cómo Ross?!
—¡Hey! ¡Tenía mis encantos, ya! Imagínate si él hubiera aceptado mis sentimientos. Las cosas hubieras sido muy distintas, ¿no lo crees? No te hubiera conocido, a tu madre tampoco, y menos a Miss Jules. ¿Las cosas... habrían sucedido por algo?
—Fue el destino—respondió sin pensarlo dos veces.
—¿Eh?
—El destino quería que cambiarás tu modo de vida, quería que maduraras y que fueras feliz de verdad.
«¡Eso quería Colin!»
—Creo que el destino también quería que mi madre y yo te conociéramos. Para mi madre eres como la hija que nunca tuvo.
—¿Y para ti?
—Y para mí...
Liam no sabía qué responder. Él también se preguntaba lo mismo. ¿Qué era Rosa para él?
—¿Hermanos, no?
—¿Ah?
—Siempre me proteges y sabes cómo calmar mi ira. Creo que Susan siempre tuvo la razón... Cierto, hablando de Susan. ¡Felicidades por el compromiso!—exclamó aplaudiendo.
—¿Eh? ¿Cómo sabes de eso?
«Es cierto entonces...Liam y Susan se casarán».
—Esto... te escuché hablando por teléfono en el hospital. ¿Igual me iba enterar en algún momento, no? ¿O pensabas ocultarlo a todo el mundo, incluyendo a tu hermana? Miss Liam mala...
—La verdad sobre el compromiso, yo...
—Ya quiero que sea la boda. Seguro que el bufet será de primera clase. ¿Puedo invitar a mi hermana? A ella le encanta ir a este tipo de ceremonias.
—Rosa...
—¿Y ya pensaste quién será el padrino de tu boda? ¿Le pedirás a Miss Jules? Sería gracioso ver a tu madre estérica al verlo en ese momento tan especial de la familia.
—Rosa.
—¡Y hablando de momentos felices! ¡Al fin tu madre podrá conseguir lo que tanto quería! ¡Al fin Liam Junior nacerá! ¡Yo! ¡Yo quiero ser la madrina!
—¡Rosa!—gritó enojado deteniendo el carro bruscamente en frente de la mansión—¡¿Acaso debo alzar la voz para que me escuches?!
—Lo-Lo siento. Solo quería verte feliz.
Diciendo esto, se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del carro rápidamente. Mientras tanto, Liam observándola entrar a la casa, se preguntaba si ella estaría diciendo la verdad o solo quería ser gentil. Si el caso fuera que ella no aprobaba el compromiso, ¿cuál era el motivo para oponerse? ¿Qué le había hecho Susan a Rosa? O mejor dicho... ¿Qué le había hecho Liam a ella?
***
Al volver a casa, cerró la puerta con fuerza y apoyó su mano en el pecho.
«¿Qué me está pasando? Mi corazón late demasiado rápido»
—¡Rosa, volviste! ¿Rosa?—se acercó Judith preocupada al ver a su mono sentado en la entrada de la casa—¿Te sientes mal? ¿Qué pasó?
Rosa miraba su reflejo en los ojos azules de Judith, podía percibir que esto ya le había pasado antes, cuando Liam le había preguntado si sentía algo por él. Ella había reaccionado igual. En ambas situaciones ella se sentía confundida, no sabía si lo que hacía estaba bien. Parecían correctas, sin embargo por dentro... no lo eran.
—Yo no- Yo no... ¡Yo no quiero que Liam se case con Susan!—exclamó expulsando lo quería decirle a su "hermano" hace unos minutos atrás.
—¿Ah? No te entiendo, Rosa. ¿Por qué dices esto de repente? ¿Y cómo sabes que se casarán? ¿Liam te dijo algo? ¿Acaso quiere casarse lo más rápido posible?—preguntó entusiasmada.
—¡Susan no es para Liam! Susan es muy aburrida para él. ¡Miss Liam necesita a alguien opuesto a él!
—¿Eh? No estarás tratando de decirme que ese alguien... eres tú, ¿verdad?
—¡¿Ah?! ¡No, no, no, no!
—Te estás poniendo colorada...—reía Judith mientras la ayudaba a levantarse—¿Desde cuándo empezó a gustarte? ¿Y por qué nunca me lo dijiste? ¡Ay, si me hubieras dicho con anticipación no estaría forzando a mi hijo casarse con otra! ¡Eres un mono malo!
—¡No me gusta su hijo!
—¿Segura? ¿No sientes mariposas o calor cuando estás cerca de él? ¿O tal vez has sentido celos o no sabes que decir cuando está muy cerca de ti?
—¿Eso es estar enamorada?—preguntó asustada al darse cuenta que tenía todos esos "síntomas".
Judith asintió abrazándola de la emoción.
—¡Mi mono ama a Liam!
«A mi... ¿gustarme Miss Liam? Todo este tiempo que me preguntaba qué era lo que me ocurría cuando estaba cerca suyo, ¡¿era eso?!»
—¿Por qué cuando estaba enamorada de Colin, no sentía estás extrañas emociones? ¿Acaso a Colin no lo ame lo suficiente?
Judith oyendo la pregunta inocente de su mono, sonrió.
—La respuesta es clara, Rosa. Liam es parte de tu destino.
—¿Des-ti-no?
"No te preocupes, Colin. Seré alguien en la vida, encontraré el amor de mi vida, pero sobre todo seré feliz..."
«¡¿Liam es el amor de mi vida?!»
—¡Sí, destino! ¡Ay, sería lindo tenerte como nuera! Así nunca te separarías de mí.
—Eso asusta...
—¿Ahora qué haré respecto a Susan? Tendré que llamar a Frank y cancelar el compromiso—dijo tomando su celular del bolsillo.
—¿Eh? ¡Nooo!—gritó la pequeña quitándole el teléfono de las manos—Creo que a Liam en verdad le gusta Susan.
—¿Segura? Creí que lo estaba forzando. Vaya... Esto será un poco complicado. A menos que...
—¿A menos que qué?—preguntó al verla reír como Maléfica.
—Tú me acompañes a la reunión de mañana.
***
Al día siguiente...
Después de arreglar la casa para las visitas, Judith acompañada de su mono, esperaban a que diera la hora de la reunión. Ambas está vez se habían vestido casual, para hacer sentir a los invitados en "casa" o mejor dicho, para que Liam viera que Rosa podía ser una buena ama de casa. En la mañana, Judith había pedido a Tabata a que enseñara a su mono a cocinar y en dejar reluciente la casa para este día. O por lo menos intentarlo... Ese día Tabata no trabajaría, así que era el momento de Rosa de demostrarle a Liam que podría ser una "mejor esposa" que Susan. ¿Llegaría a ser todo un éxito ese plan ideado por la dueña de la casa?
Al llegar el reloj exactamente a las dos de la tarde, el timbre sonó.
—Ya llegaron—indicó Judith acercándose a la puerta—Rosa ya sabes que hacer, ¿verdad?
—Sí...—asintió nerviosa, ya que sabía muy bien que esto sería un desastre.
—Recuerda, debes hacer que Liam cambie de parecer. Solo tienes esta tarde para poder decirle lo que sientes, sino después... será demasiado tarde.
«¡¿Eh?! ¡¿Declararme hoy mismo?!»
En eso, la puerta se abrió por completo, dejando a Rosa atónita al ver como Liam entraba a la casa agarrado de la mano de Susan, su prometida.
«Al parecer, ya es tarde...»
***
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Volví :) Cada vez nos acercamos al final! :'(
¡Qué capítulo! ¡Al fin Rosa se dio cuenta que ama a Liam! Y todo gracias a Santa Judith xD jajajaja Gracias nuevamente por sus comentarios, votos, mensajes y también por darle LIKE a mi page :P
Nos vemos mañana, roses ♥♥♥
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