Capítulo 6

A la mañana siguiente, aunque Rosa no quería que su mejor amigo, Colin la llamara. Él llamó.

—¡Ross!

—¡Te dije que no me llamarás!

—¿Qué es eso que de que te vas a desaparecer por tres meses?  ¿Dónde estás? ¡Iré ahora mismo a recogerte!

—¡No te voy a decir donde estoy! ¡Entiende que quiero cambiar!

—No quiero que cambies solo por mí, Ross.

—No solo lo hago por ti, ¡ya!

—¿Entonces por quién más?

—¡Por mí! No todo tiene que tratarse de ti... No te preocupes por mí, ahora estoy viviendo con una señora que me ayudará a madurar.

Colin quedó atónito. Rosa sonaba muy decidida a cambiar. Por una parte él estaba feliz por ella. Que ella quiera cambiar su actitud era algo increíble y bueno, pero por otra, él iba a extrañar al antiguo Ross.

—Debo colgar. ¡Nos vemos en 3 meses, soquete!

Rosa tiró el celular sobre la cama y empezó a desperezarse.

Alguien tocó la puerta.

—Adelante.

—Señorita Rosa,  el desayuno está servido.

—Ok, ya voy.

Tabata asintió y  vuelve a cerrar la puerta.

—¡Espera!

—¡Dígame, señorita!— se asomó.

—¡Buenos Días, Tabata!

—¡Buenos Días, señorita Rosa!

Al parecer Rosa había empezado el día con el pie derecho.  ¿Así serían todos los días?

Había momentos en los que Rosa actuaba bien, pero otras, se le escapaba esas palabritas. Los primeros días de la semana no faltaba su jalón de oreja que había prometido la señora Gilmour como castigo. Sin embargo, el quinto día para adelante al parecer las palabritas desaparecieron de su vocabulario.  Rosa estaba decida a cambiar...

***

#2  Una dama siempre sonríe. 

La actitud siempre es importante, pero sonreír también lo es. Las mujeres somos como las rosas, mientras más vivas estemos, nos vemos más hermosas por propia naturaleza.La sonrisa de una dama puede llegar a cambiar un ambiente gris a uno rosa, por eso es considerado lo más sencillo y rico que puede trasmitir una mujer. Sonreír, también es una forma de mostrar tu lado femenino, tu lado dulce y sencillo que aparte de trasmitir paz a la otra persona, hace sentir a uno mismo bien. Recuerda, la sonrisa es sinónimo de felicidad.

—¡Ves, Rosa! ¡Las mujeres son como las rosas!—exclamó Liam después de leer el segundo mandamiento del libro.

—¿Y?— respondió ella.

—¡¿Y?! Tu nombre es Rosa, por lo menos deberías darte cuenta que tu nombre es sinónimo de femeneidad.

—¡NO! ¡Allí no dice nada de eso!

—¡Pero se sobre entiende, Rosa!

—¡Ya, silencio! Qué me va volver la migraña, por tantos gritos.—exhortó la señora Gilmour.

Ambos se callaron.

—Rosa, quiero ver la sonrisa más dulce que puedas darme.—dijo Judith.

—¿Yo, sonreír? Perdoné, pero mis sonrisas son muy feas. Prefiero estar seria.

—A ver Rosa, ¿otra vez vamos a empezar desde cero?

—Ok, ok... pero mire que le estoy advirtiendo que no soy muy buena sonriendo.

—¡Solo sonríe para mí!

Rosa suspiró hondo, miró a ambos e intentó mover la punta de sus labios en direcciones opuestas, tratando de formar una U con ellos. Mientras ella "sonreía" sus mejillas se subían, que pronunciaban sus pómulos, colocándolas a un tono más rosa.

—¿Qué le parece mi sonrisa?— preguntó Rosa sin quitar esa expresión.

—Mmm... algo fingida a mi parecer, querida... A ver, levanta tu labio superior.

—¿Ah?

—Dice, que muestres tus dientes.—terció Liam.

Rosa hizo caso y mostró poco a poco sus incisivos, luego sus colmillos y al final algunos molares.

—¿Y ahora?— preguntó ella.

Judith y Liam con la cabeza le señalaron que No.

—¿Es en serio? ¡Me rindo! Hice lo que pude, pasemos al siguiente.

—No no no. Estas haciéndolo bien, solo que te falta naturalidad. Tu sonrisa parece...parece....

—¿Diabólica?—intervino Liam.

—Algo así... Mira como sonrío, Rosa —señaló con su dedo índice su sonrisa perfecta—¿Ves?  Esta es una sonrisa que trasmite seguridad y coqueteo a la vez.

—¡Madre! ¿Tú coqueteando? —preguntó Liam bromeando.

—¡Ya! No me molestes ahora. Bueno, y esta sonrisa—baja un poco la expresión de sus labios. —Trasmite inocencia y dulzura. 

—¿Inocencia...?

Su madre molesta cogió una revista de la mesa, la enrolló y empezó a tirarle a Liam, unos revistazos en la cabeza.

—¡Auch! Solo bromeaba. ¡Auch!

—No es momento de bromas. ¿Liam, dijiste que ibas a ayudarla, no?

—Sí, y lo voy hacer. Pero...—miró su reloj.— en media hora tengo otra reunión con los directivos. Así que horita mismo me tengo que retirar—se levantó de su asiento.

Judith lo jaló hacia ella.— ¿A dónde crees que vas?

—Tengo una reunión.

—¿Y?

—¿Y? ¡Es importante, madre! Hoy decidiré quien de las opciones de modelos, será la imagen de nuestra empresa este año.

—¡Ay, tengo una idea!

—¿Qué, madre?—preguntó asustado.

—¡La imagen que sea Rosa!

—¡¿Qué?!—gritaron Liam y Rosa a la vez.

—Siempre las chicas que son nuestra imagen, son unas mal agradecidas. En cambio a Rosa la conozco mejor que a esas, y sé que ella será fiel a Gilmour's. Además este sería un gran paso para Rosa en convertirse en una dama y en profesional.

—Déjame pensarlo... mmm... ¡NO!—exclamó Liam.

—¿Por qué no? ¡Dijiste que ibas a ayudarla!

—Sí, pero esta no es la manera, mamá. Además en el casting han participado varias señoritas. Y ahora tenemos a las cinco mejores modelos de Reino Unido. Sería injusto colocar a alguien que no lucho por ese puesto. ¿No lo crees?

—Pero...

—¡Ya me tengo que ir!—la interrumpió dándole un beso en la frente.—¡Luego las llamó! ¡Adiós!

Liam se levantó rápidamente de su asiento y se dirigió hacia la puerta principal.

Rosa observó a la señora Gilmour, al parecer ella se encontraba enfadada. ¡Pues, claro! 1. No hizo lo que le ordenó. Y 2. No la dejó terminar de hablar. 

Se escuchó la puerta cerrar.

— Creo que iré a traer algo de la cocina...ya vuelvo.

—¡Espérate, Rosa! Ve a tu habitación y cámbiate.

—¿Por ...para qué?

—Iremos a Gilmour's.

***

Dentro gilmour's.

La reunión se programó en el auditorio de la compañía. Liam y los seis directivos se encontraban sentados, en forma de jurados. Y las jovencitas afortunadas estaban frente de ellos, esperando ver quien iba ser la ganadora.

—¡Bienvenidas, señoritas! Ustedes cinco son las mejores...¿esperen? ¿Solo hay cuatro?

—Fue al baño.— le susurró su secretario.

—Bueno.—Liam se acomodó la corbata.—Una de usted será la nueva imagen de Gilmour's. Que será presentada al publicó el día del aniversario de la empresa. Se harán dos pruebas... 

***

Fuera del auditorio.

—Aquí está la llave del baño, señora.

—Muy bien, Tabata. Ahora, tú. Rosa, haré lo posible para que puedas ganarles a esas modeluchas. Recuerda que tú eres mil veces mejor que ellas. ¿Estas lista?

—Eso creo...

—¡Bien!

***

— Se harán dos pruebas, la primera...

—¡Un momento!—se oyó una mujer tirado la puerta. La voz era conocida.

—¡Señora Gilmour!—exclamaron los directivos.

—¡Madre!

—¡Buenas Tardes, a todos! —se acercó hacía las mesas—Hoy decidí ser parte del jurado también.

Ella chasqueó los dedos, y el secretario rápidamente colocó un asiento al lado de su hijo.

—¿Madre, que haces aquí?—susurró Liam.

—No debiste hacerme enojar, Liam...

De repente alguien tocó la puerta.

—¡Adelante!— indicó Judith.

—Buenas tardes. Lamentó la demora.

—¡No te preocupes, querida!—exclamó la señora.—¡Acércate, niña!

Ella se acercó hacia las demás modelos.

—¿Y bien cómo te llamas?

—Madre... ¿qué haces?—susurró otra vez Liam.

—Shh, tú nombre mi vida.

—Mi nombre es... Rosa, Rosa Wood. 

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