Cuando encuentres una de esas mujeres con sus brazos llenos de cicatrices, sin vida en su mirar y sonrisas tristes.

Enamóralas, hazlas reír, hazlas ser feliz de verdad.
Procura darles amor sincero y de calidad.

¿Por qué? Porque
son bellas, son hermosas,
son guerreras, sí,
son guerreras,
sin importar lo que digan los demás; sin importar
lo que piense y opine la estúpida sociedad.

Porque muchas veces
las tachan de locas por lastimarse a si mismas,
sin más.

Son guerreras por sobrevivir a la depresión y a la crueldad.

Así que si pretendes besarlas sin ganas o darles un abrazo falso y decirles que las amas cuando no es cierto, o cuando se lo dices a otras damas, es mejor que te alejes.

Porque si hay algo que ellas tienen es instinto,
y un corazón muy lindo, distinto.

Y si no te alejas, sólo le causaras un gran daño, un gran dolor.