Ayer me fui, ayer torpe fui.

Ayer sin escucharte
me rendí y me alejé de ti; supuse que te causaría dolor, pero que sería un daño menor.

Supuse que algún día
me perdonarías
y me olvidarías.

Hoy, soy yo el que sufre
y llora por la decisión.

Hoy, yo te extraño, yo te amo, yo te sueño,
yo te recuerdo.

Yo te espero, más que ayer.

Mañana no estaremos juntos.

Mañana, ya no serás mía,
ni yo tuyo.

La idea me destroza,
me desespera, me aterra. Pero yo lo quise así
y me arrepiento.

Por mi inmadurez,
por mi estupidez, debo despedirme otra vez.

Pero no olvides que: Te adoro linda, incluso más que ayer.