Amigo, quizás ya lo sepas pero nunca está demás decirlo.

Te conozco, te he visto cargar más peso que cualquier otro sobre tus hombros.

Hacerte un hombre, dejar en lo más alto tu nombre.

Más alto que cualquier monte.

Donde muchos no se atreven a llegar por celos o temores.

Te he visto soñar con llegar a la cumbre, luchar contra la incertidumbre.

Caminar a ciegas y sin lumbre.

Eres tan fuerte, que hasta la muerte teme tenerte enfrente.

En otros casos te he visto tan falta de cariño, de respeto por ti mismo.

Tan falto de fe, de fuerzas.

Doblegado ante el asfalto y su infinita indiferencia.

Con la vergüenza de aquel que tiene chance de rosar la cima.

Pero empieza historias que nunca terminan.

Derrochando, desperdiciando su inteligencia.