Tengo mi mirada perdida,
una herida que no cicatriza, ¿y mi alma? Vendida.

Sólo por no tenerte a ti querida, estoy perdido y no encuentro la salida.
Ya no me importa nada en ésta vida.

Anoche sin querer anduve por el parque; recorrí todos aquellos viejos lugares que conocí junto a ti.

Anoche sin querer salí a buscarte. Y sólo pude sentirte al escribir.

Entonces entendí que ya no estás aquí,
entendí que te perdí.

Anoche sin querer salí a buscar tu amor.

Pero el mundo como siempre me decepcionó,
la espalda me dio.

Me miro al espejo y siento el mismo asco que tú sientes por mí en el instante en el que me olvidas.

Siento desesperanza y una fuerte aflicción.

Una vaciedad me invade y me golpea el desamor.

Me mentí tanto que ya hasta yo mismo soy una mentira.

Sólo contigo no tuve que fingir sonrisas.

Te di todo de mí
por un par de tus caricias.
Te di todo de mí esperando sólo sinceridad y fidelidad.

Quise darte mi amor,
que fueras mi otra mitad.

Quise darte lo mejor,
que vivieras llena de felicidad.

Pero tú te fuiste sin más.
Hoy no quieres ni mi amistad.

Intenté ser bueno y puro contigo, querida.

Y perdón que te lo diga, pero si me rindo...
Es porque la batalla ya está perdida.