Hola me presento mi nombre es clarisa Aguilera, tengo 16 años, mido 1.65,soy de piel clara, el color de mis ojos es de un café claro, mi pelo es café oscuro y me llega debajo de los hombros.

No soy nada interesante soy como todas mi pasatiempo favorito es leer y dormir, que la verdad no se si cuente dormir como pasatiempo pero para mi si jaja.

Tengo alos mejores padres del mundo mundial, cariñosos, alegres, divertidos, amorosos y mucho más.

Nunca te has puesto a pensar si tal vez tengamos un mañana o un después, tal vez tengamos mil, diez mil, dos mil tanto tienpo que lo desperdiciemos en cosas sin sentido que nos preocupemos en cosas sin importansi-
cía que no valen la pena.

Hasta que te das cuenta que para al-
gunos de nosotros no mas tengamos un hoy y hoy importa y quizá te das cuenta demasiado tarde, no sabia nada de eso no sabia si iva a desper-
tar.

No te despiertas con un presentimie-
nto en la boca del estómago o, tenga-
mos una alarma que nos avise que hoy será nuestro último día que quizás ya no volverás a ver alas personas que tanto amas, y para colmo ese día desperté de mal humor.
Por una bobada, recuerdo que nos subimos al auto los tres y en una curva un camión nos envistio y de hay no supe nada.

Abro mis ojos acostumbrándome ala luz, la sorpresa me golpeó derepente al verme conectada a una máquina con muchos cables por todas partes, un tubo saliendo de mi boca, una sonda conectada a mi brazo, donde el suero baja lentamente.

Frunso leve mente mi seño divagando la vista a mi alrededor,callendo en cuenta que me encuentro en una habitación de hospital, todos los sucesos llegan ami.
(accidente, papá, mamá, auto) de ime-
diato entró en pánico, empiezo a llorar, siento que el aire se me va casi no pudo respirar, entre lágrimas veo a dos enfermeras asercarse me empiezan a rodear, todo pasa super rápido.
Murmullos, pasos y derepente oscuri-
dad y una paz profunda.
Despierto por un fuerte ruido y una punzada en la cabeza.

Me percató que ya no tengo el tubo en la boca y que una enfermera me esta checando, le hablo para a ver si me puede dar un vaso de agua por que siento la garganta muy seca y aparte siento un poco de molestia en la garganta. Me dice que no me mueba que un momentito llega con un vaso de agua.
Sale corriendo del cuarto y alos segundos vuelve con un señor alto, medio regordete, piel blanca, ojos verdes de unos 60 años con una bata blanca, a su lado y en su mano lleba el vaso con agua. Me lo extiende y me explica que me lo tengo que beber en tragos pequeños. Después se presenta como el doctor Héctor Rodríguez me empieza a checar primero la cabeza, los ojos y a si lo de más. Me doy cuenta que tengo golpes por todo el cuerpo, una venda en mi brazo izquierdo, me explica que tube un accidente y que desde que llegué al hospital el fue el que me atendió.

Que cuando acabe de checarme les va a decir a mis tíos que ya pueden entrar.
Cuando esas palabras salen de su boca me quedo en show por que no se de que habla, que recuerde nunca tuvimos otros familiares.
Siempre fuimos, mamá, papá y yo contra el mundo, cuando le preguntaba a mamá y a papá que si teníamos otros familiares siempre me decían que no que ellos fueron hijos únicos y que mis abuelitos fallecieron hace mucho tiempo y no los conosi Por eso me sorprendio escuchar eso.

Se me sale la risa de los nervios, lo primero que se me viene ala mente es que quizá se confundió, con unos de los otros pacientes que tiene. Pero al ver su rostro serio y sin rastro de humor lo dudo.
no puede ser cierto, yo que recuerde no tengo más parientes ni cercanos y menos lejanos.
De inmediato se lo hago saber le digo que no tengo más familiares, que no mas eran mis papás, me dice que estoy confundida, que descanse un poco, que quizás el golpe en la cabeza me afecto que por eso probablemente no los recuerde.
Se despide de mi y me explica que un rato bien una enfermera a darme unos medicamentos, que si ocupo algo apriete el botón, que está a mi derecha y una enfermera de imediato vendría, Cuando el doctor estaba a punto de salir una duda me surge.

¿Doctor como están mis papás?

Todo pasa en cámara lenta, cuando el doctor Rodríguez se da la vuelta, pero no dice nada transcurren varios segundos que para mí fue una eterni-
dad. La desesperación llegó a mi, el seguía sin decirme nada, por su cara no hubo necesidad de palabras. Supe de inmediato que no Iván hacer buenas noticias, lo único que escuché fue que estaban muertos y ya no los iva a volver a ver.

Voces aló lejos hablándome y lágrimas correr por mi rostro. Como podía se posible que yo no me morí con ellos me que ría morir yo no podía vivir sin ellos esta sola sin nadie.