Enur, Distrito Sur.
12 de Agosto del 1880

Dante siguió al encapuchado hasta una cabaña abandonada en el bosque; no habían intercambiado palabras. Aún tenía algo de sordera, pero al menos ya se encontraba fuera del alcance de los militares. Sin embargo, luego de la demostración del bar, estaba consciente de que este misterioso personaje podría representar una amenaza mayor. Disimuladamente se llevó la mano a la cintura para verificar que su espada seguía allí, en caso de necesitarla.

Al entrar en la cabaña, tropezó con un grupo de cajas que se encontraban dispersas por el suelo llenas de piezas de hierro, tuercas y herramientas. El polvo le hizo toser. Notó una pizarra cubierta con lona frente a él y una mesa con dibujos de relojes, cálculos y notas debajo de los utensilios para dibujar y una calculadora.

—Son los planos de mi reloj acústico. —Le dijo el encapuchado mostrándole su reloj de muñeca.

Era el mismo que había activado en el bar. A Dante le pareció extraña su voz, a pesar de distorsionarse por la bufanda, era como si estuviera fingiendo un tono grave cuando en realidad su voz era aguda. Esa voz fingida, sumado a su insistencia por cubrir su rostro le dieron razones a Dante para pensar que se trataba de una mujer.

—Supongo que eres una especie de científico. —le dijo, siguiéndole la corriente mientras inspeccionaba por la ventana que nadie los hubiese seguido.

—Científico, ingeniero, mecánico, considero que cualquiera se me puede atribuir —. Se abrió un poco la capa mostrando el porta insignia que tenía en el chaleco; llevaba la insignia de educación plateada. Dante nunca la había visto antes, de hecho, no había visto muchas insignias de Espyrhia a salvo de las militares, pero, aun así, sabía que esta insignia representaba un alto nivel de educación.

—Ya veo, ¿Y por qué una persona tan estudiada ayudaría a escapar a uno de los criminales más buscados del reino?

—Quiero que seas mi gladiador en la Gran Liga de Honor — le dijo con firmeza extendiéndole un ejemplar del Diario La Revolución. Dante vacilo unos segundos, analizando lo que le acababa de decir su misterioso compañero, pero no pudo contener la carcajada por mucho tiempo. « ¿Acaso dijo La Gran Liga de Honor?, no, no me lo creo, este bastardo debe ser...» Observó el ejemplar, era del día anterior, en la portada estaba el afiche que anunciaba la Gran Liga de Honor, sin embargo, Dante omitió el anuncio e identificó el cartel militar que estaba en la esquina de la página: "Se busca. Dante Ultem, criminal altamente peligroso. Recompensa: 100,000 G.O". «... Un maldito caza recompensas!»

El encapuchado retiró la lona que la cubría la pizarra mostrando un extenso mapa del Reino de Espyrhia. Tenía sobrepuesto recorridos marcados con hilo rojo y naranja que conectaban en pueblos y ciudades en las cuales habían enganchadas hojas de la prensa.

Dante reconoció de inmediato que los hilos rojos trazaban la trayectoria que había realizado desde que salió de la Real Academia Militar hasta la fecha, pero lo que le dio escalofríos fue darse cuenta que los hilos naranjas predecían los lugares que tenía planeado visitar.

—En el último año, has visitado nueve pueblos y tres ciudades del reino. Has asesinado a dos capitanes y un mayor del ejército, y has robado un total de 70,000 gotas de oro. — tomo una de las hojas que había en el mapa y continuó. —Lo curioso de tus víctimas, es que los tres estuvieron implicados en escándalos que involucran crímenes que son usualmente castigados con pena de muerte...

—¿A dónde pretendes llegar con todo esto? — preguntó inquieto.

—...En cuanto a los militares a los que robaste, todos estuvieron implicados en crímenes de corrupción valorados en un total de 70,000 gotas de oro, exactamente la cifra que robaste tú. —. Tomó otra hoja del mapa. — Este es mi hecho favorito de todos, durante los meses posteriores, un individuo anónimo estuvo donando dinero a las instituciones que afirmaban haber sido estafadas por las autoridades, sumando también un total de 70,000 gotas de oro.

—Suficiente. ¿Cómo has sido capaz de descifrar mis siguientes destinos? — .«¿Quién diablos es este sujeto y cómo demonios sabe tanto sobre mi? Ni siquiera la milicia Espyrhiana me ha podido seguir el rastro. » Estaba irritado.

—No eres tan impredecible, cualquiera que analice tus movimientos anteriores, podrá identificar fácilmente el patrón de comportamiento y predecir donde actuaras a continuación. Si yo logré hacerlo, es cuestión de días para que tu hermano te encuentre— . Le respondió acercándose a él. —No eres un criminal Dante, eres un justiciero y el ejército lo sabe, por eso se han empeñado últimamente en inventar crimines bajo tu nombre, como por ejemplo, el asesinato de tu padre... Pero si aceptas venir conmigo y ganas la Gran Liga de Honor ya no podrán ponerte las manos enci...

—Cómo te atreves.—. Dante lucía aquella mirada asesina de la que hablaban en la prensa. El encapuchado dio un paso atrás. — ... A hablar de mi familia como si supieras algo al respecto. ¡Tu no eres nada más que un simple caza recompensas!

—¡No esper...! — gritó intentando detenerlo, pero fue interrumpido por dos movimientos de la espada de Dante, el primero hacia el brazo y el segundo hacia el cuello, aparentemente falló ambos, pero el ultimo le hizo inclinar la cabeza hacia atrás provocando que se le recogiera la capucha.

Inclinó la cabeza hacia abajo instantáneamente para mantener su identidad oculta y ubicó apurado el extremo posterior de la cabaña apresurándose hacia la ventana. Sintió cómo el reloj acústico se deslizó por su mano y la bufanda por el cuello cayendo al suelo cortados. En ese momento Dante lo acorraló.

Lo había despojado del reloj, bufanda y capucha con dos movimientos de su espada, así que ya no tenía más opción que revelar su identidad...