Celebración
Un mes había pasado desde el nacimiento de Hikaru y con ello algunos problemas de paternidad habían aparecido en el pobre de Hyakkimaru, el cual apenas y obtuvo su cuerpo completo ya estaba intentando lidiar con un pequeño que no lo dejaba en paz y le daba miedo.
El pobre azabache estaba anonadado con aquel pequeño mini Mio el cual cada que lo veía tenia que cargarlo sí o sí ya que era un pequeño demandante de atención, Mio por su lado apenas empezaba a caminar sin dejar de lado la medicia y revisiones médicas semanales por lo que el principal cuidado recaía en el padre y hermana del pequeño.
— Es lindo cuando duerme — comento Tahomaru mirando como su hermano mayor sostenía entre sus brazos al pequeño dormido.
— Shh lo vas a despertar — murmuró el azabache mayor temiendo que el pequeño abriera los ojos y se pusiera a llorar.
Dororo sonrió divertido al lado de Mio las cuales observaban todo con tranquilidad, Tahomaru había llegado a vivir con ellos desde hace tres semanas y el chico era de buena ayuda ya que al recibir educación adecuada les guiaba y explicaba algunas cosas cuando era necesario, incluso aportaba sus conocimientos al pueblo; poco a poco fue reconocido por los aldeanos; tanto Hyakkimaru como Tahomaru eran unos hermanos increíbles para todos, uno con habilidades para la espada y trabajo y el otro para dialogo y economía, ambos eran formidables. Pero al fin y al cabo Hikaru podía domar aquel par sin problemas, era solo escuchar un lloriqueo y ambos salían corriendo para saber que le pasaba al niño de sus ojos, porque a fin de cuenta se encariñaron tanto con el pequeño que desarrollaron sin saber un inmenso amor hacia este; uno como su tío y otro como su padre.
Con el tiempo el pequeño bebé fue creciendo en tamaño y amor hasta llegar a la edad de dos años que fue donde hizo llorar a Hyakkimaru, y ed que nadie se esperaría que su primera palabra fuera "Papá" mientras estiraba sus bracitos para que el mayor lo cargase, fue una escena tan conmovedora que el azabache se derrumbó en ese mismo momento sintiéndose abrumado por experimentar cosas nuevas en su vida, con el abrazo de Mio la cual acariciaba su espalda con suavidad y las risas de Tahomaru y Dororo logro relajarse mientras escondía su rostro en el hombro de la castaña.
— Ya, ya — sonrió Mio con cariño acariciando los cabellos del azabache — Hikaru te quiere mucho — sonrió levemente para luego besar su mejilla; ya que desde algún tiempo ambos compartían sentimientos, palabras, roces y caricias de manera romántica porque una mañana Hyakkimaru despertó temprano para admirar a Mio dormida abrazando a Hikaru y sintió deseos, deseos de querer estar con ella, de decirle muchas cosas que nunca imaginó, de liberar su corazón galopante; tras hablarlo con Tahomaru llegó a la conclusión de que la amaba, amaba a Mio.
— Es sorprendente — susurró sintiendo sus mejillas arder, ya que a fin de cuentas esos gestos de la castaña le conmovían demasiado.
— Los dos son sorprendentes — sonrió con cariño — Estoy segura que la siguiente palabra que dirá sera Dororo — rió mirando a la niña la cual se avergonzó un poco aunque eso no cambia el hecho de que se veía muy emocionada por ello.
— Yo creo que ustedes dos ya deberían de... — Tahomaru por su parte sabia que esos dos se atraían y que más decir, estaba a punto de decirles que se casarán pero se quedo callado al ver las acciones de su hermano.
Hyakkimaru ni lento ni peresozo levantó la cabeza rápidamente y guiado por sus sentimientos e impulsos se acerco a su rostro y beso sus labios con nerviosismo.
— ¿Qué? — Dororo se quedo impresionada viendo como se besaban y es que si, ella también había esperado por este momento desde hace mucho ahora estaba más que emocionada — ¡Por fin!— gritó exaltada dando saltitos hasta que Tahomaru le cubrió los ojos. — ¡Oye! — Se quejó.
— Los niños no deben de ver eso — respondió avergonzado.
Hyakkimaru avergonzado se separó de una Mio completamente colorada aunque esta seguía sonriendo con tranquilidad aparente.
— ¿Quieres casarte conmigo? — habló con seriedad el azabache sorprendiendo por completo a la castaña por lo repentino que había sido.
Dororo había separado los dedos de Tahomaru para poder ver e igual de anonadada que el mayor esperaba expectante la respuesta de la castaña.
— Sería extraño negarme a esa proposición — la castaña sonrió asintiendo levemente — Quiero casame contigo — reafirmó su respuesta ocasionando que ambos expectadores se pusieran a gritar y saltar de emoción. Hikaru por su parte veía a sus padres con curiosidad y luego de ver a su tío y hermana levanto sus bracitos agitandolos y también comenzó a gritar feliz... Ese día fue muy emocionante y ruidoso.
El suceso se esparció rapidamente por todo el pueblo y como era costumbre todos se pusieron de acuerdo en ayudar en la celebración, así que en poco tiempo y gracias a todos la ceremonia, trajes y banquete estaban listos. Por la emoción del pueblo por ella misma, Mio había sentido que todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, la ceremonia había pasado y ahora disfrutaban del banquete junto a toda la aldea la cual estaba muy animada y decorada, parecía un festival y es que aun sorprendida por todo lo que había pasado veía como su ahora esposo también asombrado cargaba a Hikaru el cual llenaba sus mejillitas con un pan.
— Yo también estoy sorprendida — comento la castaña mirando al más alto.
— Nos casamos en cuestión de una semana — respondió Hyakkimaru aun estupefacto.
— Si, todos son muy rápidos — susurró y tranquilamente mientras se apoyaba en el hombro ajeno.
— Bien, me llevo a mi sobrino de aquí y Dororo... — apareció Tahomaru y tomó al pequeño.
— ¿A donde te los llevas? — Hyakkimaru gruñó molesto.
— Es obvio que necesitan la casa sola en la noche de la ceremonia — miró al par con atención.
Automáticamente Mio se enderezó avergonzada por lo que había dicho mientras el azabache lo miraba un poco molesto y avergonzado.
Esa noche se iba a unir en cuarpo y alma.
.
.
.
Se viene algo interesante... o puede que no
¿Qué piensan?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top