Capítulo 4: Yyy... ¡Magia!
Nos remontamos unos años atrás, en el país de Venezuela, un país donde reinaba un cierto político...
Este político había dejado a todo su pueblo en las ruinas, literal y figurativamente, la capital del país estaba sumida en la miseria con todos sus habitantes viviendo en casas medio destruidas o directamente en la calle, en el centro de la ciudad se alzaba una gloriosa torre donde se hospedaba el político y sus socios, pero eso es un dato que nos servirá más adelante...
— ¡Oh WOW!! — un grupo de personas estaba amontonado en una esquina.
— ¡Ese niño es increíble!
— ¡Si que lo es!
Un niño estaba haciendo algo y los hombres le dejaban dinero en una pequeña lata.
— Adelante, sigan esta bola — el chico puso una bola dentro de un vaso de plástico y lo dejó junto a otros 3 vasos — Quiero que sigan el vaso con la bola.
El chico empezó a mover los vasos a distintas velocidades hasta que se detuvo...
— ¿Dónde creen que está la bola?
Las personas dieron distintas respuestas hasta que el chico les indicó que paren.
— Todos están equivocados... La bola está aquí — el niño señaló sobre su cabeza, allí estaba flotando la bola.
— ¡WOW ESTE NIÑO ES INCREÍBLE!! — uno de los hombres le dejó más dinero.
— Jeje gracias — el chico se rascó la cabeza mientras le dejaban mucho dinero.
Un poco más tarde el chico llegó, con su lata abultada de dinero, a una cabaña que parecía desmoronarse.
— Mamá — dijo mientras pasaba — Hoy conseguí mucho dinero.
— Bien hecho, Nicholas — escuchó una voz casi esotérica que retumbaba por sus oídos.
Nicholas entró a una habitación a oscuras, encendió la luz dejando ver qué solo había una cama con un cuerpo encima, un cuerpo muerto y en descomposición... Prácticamente en los huesos.
— ¿Cómo estás mamá?
— Todo bien, hijo — la voz volvió a hablar — ¿Hoy tuviste algún problema?
— La policía me advirtió que no vuelva a vender en esa esquina — Nicholas suspiró — Pero no me hicieron nada.
— Eso es bueno, lo has hecho bien.
Nicholas se arrodilló frente a la cama y puso su cabeza sobre ella, luego tomó la mano del cadáver de su madre y lo apoyó sobre su cabeza.
— Hoy tampoco quiero cenar — escuchó la voz de su madre mientras él mismo movía el brazo del cadáver simulando una caricia.
— Si, mamá.
Al día siguiente Nicholas estaba buscando un lugar para ponerse a hacer sus actividades cuando vió en un callejón a un grupo de personas golpeando a un niño pequeño...
— ¡Dale lo que le debes al jefe! — dijo uno mientras pateaba la quijada del niño que salió disparado a los pies de Nicholas.
— ¿Por qué te detienes? — otro miró a Nicholas — Márchate si no quieres problemas.
Nicholas miró al niño bajo sus pies que lo miraba suplicando por ayuda.
— Hm.. — Nicholas miró a los tipos, eran 3.
— Así que no te irás, bien — uno sacó una pistola, sus compañeros lo siguieron.
— Pueden disparar todo lo que quieran... Les prometo que morirán antes de recargar — Nicholas dió un paso al frente.
Los tres le dispararon múltiples veces al chico, solo pasó un segundo pero para el chico pasaron varios... Pudo ver cómo todas y cada una de las balas se acercaban a él pero tuvo tiempo hasta para prepararse...
— Bien, aquí vamos... — Nicholas juntó sus manos para tronarse los nudillos.
Cómo si fuera interpretado por Keanu Reeves esquivó todas y cada una de las balas con una elegancia que ni los mejores hombres podrían aspirar a igualar.
— ¿¡Qué!? — preguntaron los 3 empezando a recargar.
— Se los dije ¿No? — Nicholas extendió empujó su mano hacia delante haciendo que el que parecía ser el líder salga volando hacia un contenedor de basura.
Luego el chico cerró su mano en un puño y la atrajo hacia atrás haciendo que el contenedor vaya hacia empujando a otro de los tipos que salió volando contra la pared.
— ¡Listo! — el tercero terminó de cargar su arma pero entonces Nicholas levantó su brazo hacia arriba y la pistola empezó a levitar fuera de su alcance.
— Lograste recargar, solo por eso voy a dejar que te vayas y le digas a tu jefe que no vuelva a molestar por aquí... Aprovecha la suerte que tus compañeros no han tenido.
En ese momento Nicholas cerró su puño con intensidad haciendo que el contenedor de basura empiece a doblarse en si mismo, haciendo que el humano dentro suyo.... Bueno....
— ¡U-UN MONSTRUO!!! — el tercero dijo para después salir corriendo.
Nicholas se acercó al hombre restante que lo miró aterrorizado.
— Si te arrodillas ante el niño y le pides disculpas te perdonaré la vida... Claro, si logras hacerlo.
Rápidamente el tipo intentó ponerse de rodillas pero con un ademán de Nicholas su víctima empezó a elevarse en el aire sintiendo que lo estaban ahorcando.
— ¡Po-por favo...
— Si no le hubieras hecho nada al niño en primer lugar no habría pasado nada — Nicholas se dió la vuelta mientras que el hombre cayó al suelo, muerto.
Nicholas miró al niño que dió un paso hacia atrás estando muy asustado.
— ¿Cómo te llamas, niño? Yo soy Nicholas.... Nicholas Scratch — Nicholas se agachó frente al niño y le sonrió.
— G-G-Gyro... N-no me haga nada por favor... — el niño dió un paso hacia atrás pero pisó mal y cayó al suelo.
— No te preocupes — Nicholas movió su mano haciendo que el chico se detenga en el aire...
— ¿¡Eh-eh!? — Gyro se asustó mientras su cuerpo se ponía de pie por arte de magia.
— Me molestan las personas que se la pasan golpeando a los demás cuando siempre se puede dialogar — Nicholas suspiró — Cuídate Gyro.
Nicholas se retiró y Gyro se lo quedó mirando...
— ¡E-espera, quiero ir contigo!! — Gyro corrió detrás de Nicholas.
En la torre central, en una planta intermedia, un hombre estaba escribiendo algo en una tableta hasta que el tipo Nicholas dejó ir abrió la puerta rápidamente.
— ¡JEFE!!! — el tipo cayó al suelo al entrar.
— ¿Traes el dinero?
— ¡U-UN MONSTRUO, MATÓ A LOS OTROS DOS!!!!
— ¿Un monstruo…? — en ese momento la luz de la habitación se apagó.
Al prenderse la luz en lugar del jefe del tipo había un hombre disfrazado con un traje verde y morado con dientes chuecos.
Hubo otro apagón y cuando regresó la luz el jefe había vuelto a ser él...
— ¿Señor Osborn...? — preguntó el tipo asustado.
— ¿Si? — el jefe miró al tipo — Si no traes el dinero puedes retirarte...
— ¡S-si!!
El tipo salió muy asustado de la habitación y del momentos después del edificio aunque mientras salía vió algo extraño en el cielo...
Una especie de calabaza anaranjada cayó a sus pies...
— ¿Qué…?
Él solo pudo abrir sus ojos antes de que la calabaza explotara dejando una nube de gas morado seguido de una risa malévola...
Continuará...
Nuevo acto!
Nuevo protagonista!
Nueva historia!
Nah ya en serio, este capítulo y los próximos dos van a estar medio desconectados de la trama que veníamos viendo pero son importantes, se los juro por Dieguito Maradona.
Va a ir medio rusheado para que me entre esta parte en solo tres capítulos, pero necesito que quede claro la personalidad de Nicholas y quiero mostrar el desarrollo de las habilidades de un personaje que les presento el próximo capítulo porque van a ser importantes cuando volvamos con Viktor y la iglesia.
Dicho eso, qué les pareció este?
Buenas noches.
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