Capitulo X: "Tempestad"


Verano 1998
San Petesburgo, Rusia

Ivanna abrió los ojos lentamente, la obscuridad la rodeaba, no tenía idea de la hora, no sabía donde estaba y mucho menos cómo había llegado.

Le dolía la cabeza, sentía como si se la estuvieran martillando, la habitación le daba vueltas, tenía náuseas... Se sentía del asco.
No era la primera vez que Ivanna amanecía sin saber en donde estaba, por lo menos esta vez tenía su ropa puesta y no había amanecido detrás de un basurero, Boris el bajista de la banda y su ex novio le advertía todo el tiempo que no tomara tanto que algún dia iba a amanecer muerta dentro de un contenedor, pero ella no lo escuchaba pensaba que ¿Qué categoría moral puede tener un cocainómano para aconsejarla?

Se incorporó como pudo en la cama, este lugar en cual se encontraba estaba muy lejos de ser un basurero. Se sentó para admirar la habitación, está era más grande que su departamento, estaba en una cama con dosel nunca había visto una en la vida real, era enorme, podían acomodarse cinco personas sin problemas, todo se veía muy antiguo, se paró de la cama, admirando todo lo que la rodeaba, parecía un museo por un momento pensó que tal vez se había dormido en un palacio antiguo. Vió que la habitación tenía dos puertas, en una de ellas encontró el baño, muy hermoso y decorado aunque no iba acorde con la habitación ya que este se veía mas moderno, no cavilo mucho sobre esto porque las náuseas se intensificaron y descargó el contenido de su estómago en la hermosa cerámica, luego de descargar el baño se quedó tirada en el piso al lado del inodoro, el frío de las baldosas le sentaba bien, se fijó en el diseño de flores de la taza del baño y en su curiosa forma, en definitiva estaba en un palacio antiguo.

Después de lo que pareció una eternidad se levantó del piso con dificultad, no tenía nada en el estómago pero las náuseas seguían al igual que el fuerte dolor de cabeza, al menos el mareo había mejorado. Ubicó la puerta y salió de la habitación el pasillo era una gran hilera de puertas, dió con la escalera y bajo, la sensación de que estaba en un museo se incrementó, nunca había visto una casa con tanta decoración, era un poco agobiante, era obscura aunque no tenía nada de gótica, pero la antigüedad y la cantidad excesiva de ornamentos le daba esa sensación de misterio, sentía que todos los ojos de los antiguos cuadros la miraban, aún así Ivanna estaba maravillada con lo que veía, esos objetos debían valer una fortuna y estaban todos ahí haciendo nada, ella podia vender uno o dos y hacer una fortuna, podría pagar los meses de renta que debía, eran tanto que nadie lo notaría. Acarició unos candelabros de plata labrada y pensó que cabían perfectamente en su bolso, no sería una mala idea llevarse uno encontrar la salida y marcharse.

†††

Zeal estaba despierto mirando a un durmiente Cronos, honestamente no había dormido, no lo necesitaba ya a sus años, pero era bueno desconectarse de vez en cuando y no pensar, estaba entretenido en la belleza del joven vampiro, su rostro bien cuando detectó que su problema estaba despierto y deambulaba por la casa, sabía que ella no tenía idea de donde estaba y tambien vió que tenía intención de robarles por lo que decidió bajar y afrontarla para probar hasta que punto llegaba su descaro.

Zeal tomó su tiempo para bajar, quería tener un aspecto impecable y vampírico para causar una impresión en ella, quería explotar su elegancia nata, hacerla ver que ellos estaban en niveles distintos.

Ivanna estaba ensimismada viendo los objetos que tenía delante de ella, tal vez debería de llevarse algo más y comprar un auto.

—¿Ves algo que te guste?

La voz de Zeal la sobresalto no estaba esperando escuchar a nadie y menos una voz tan poderosa, masculina y sensual.

—Perdona no quería asustarte— Dijo Zeal aguantandose las ganas de decirle que no quería asustarla sino matarla.

—Solo me sorprendí. ¿Eres el amigo de Cronos, verdad?

Zeal asintió.

—¿Ustedes me trajeron aquí?

Zeal volvió a asentir.

—¿Y dónde estamos?

—En mi casa.

—¡Wow! pensé que estábamos en un museo o en un castillo antiguo.

—Es un castillo antiguo.

Zeal la medía con la mirada, la veía con mal disimulada hostilidad, Ivanna comenzó a sentir el peso de su mirada y a sentirse incomoda, de pronto sentía la necesidad imperiosa de irse. El bolso donde había echado los candelabros le pesaba, las manos le sudaban, pero no lo demostraría ante el, no demostraría miedo.

†††

Cronos abrió los ojos de repente lo primero que notó es que Zeal no estaba en la cama si no abajo con Ivanna esto lo hizo asustarse, Zeal podía ser capaz de cualquier cosa con la animadversión que sentía por la muchacha, podía sentir el miedo de Ivanna como algo vivo, espeso, palpable y agobiante, no detectaba que Zeal le estuviera haciendo algo pero sabía lo intimidante que podía ser más para un humano, se levantó de un salto se colocó lo primero que encontró que resultó ser un pantalón de pijama negro a rayas y un Suéter grande de Jack Skellington que le cubría los dedos, bajó las escaleras corriendo, entró como un vendaval a la sala donde se encontraban Zeal e Ivanna mirándose como rivales. La joven a pesar de llegar miedo miraba a Zeal con gesto desafiante, negándose a mostrar su evidente miedo.

—Buenas noches— dijo ambos le miraron, Ivanna como si despertara de un trance, Zeal con su sonrisa de superioridad.

—Buenas noches Cronos.

—Hola Cronos. ¿Sabes? Ya me iba tengo un montón de cosas que hacer—dijo con una sonrisa un poco falsa acercándose a él poniendo sus brazos al cuello de Cronos, esto lo hizo porque el chico le inspiraba más confianza que Zeal había hablado varias veces con él y en verdad le agradaba.

Zeal no la dejaba de mirar con ojos amenazantes, con intenciones asesinas, esa vulgar ratera y no lo decía por los candelabros de plata labrada que llevaba en su bolso sino porque sabía que su intención final era robarse a su Cronos. Lo intuía sin tener que leer en su mente, además Cronos era demasiado delicioso para su propio bien.

—¿Me acompañas a tomar un taxi? Ya que no sé bien dónde estoy.— dijo mostrando sus dientes en lo que para Zeal era una mueca desagradable aún colgada del cuello de Cronos.

Cronos la miraba con un poco de preocupación por su estado de nervios, aunque intentará ocultarlo, Cronos podía sentir el miedo. Luego paseó la mirada por Zeal este no lo miraba fijó aún en Ivanna.

Zeal quería entrar en la mente de la chica para borrar a Cronos de ella, mas algo le impedía penetrar en ella, como si tuviera una barrera mental que la cuidara, esto no lo sorprendió, lo molestó aún más.

—Supongo que sí, solo iré a cambiarme.— dijo el joven, la muchacha lo soltó, él dio media vuelta para subir las escaleras.

Zeal lo tomó de la muñeca firmemente. Cronos miró su muñeca y luego a Zeal, Ivanna no pudo ocultar su reacción de sorpresa ante la acción.

—¿Por qué mejor no vamos ambos y acompañamos a Ivanna? Considero que sería muy agradable salir todos juntos.— las palabras de Zeal sonaban como una amenaza.

Ivanna dejó escapar una pequeña carcajada que sonó ahogada.

Lo que hizo acrecentar la ya llameante ira en él.

—No es necesario, en verdad puedo irme en un taxi. Solo necesito saber dónde estoy. Cronos... —dijo mirándolo con cierta coquetería para convencerlo.

Cronos se soltó del agarre de Zeal, ambos miraron los ojos del otro, las esmeraldas brillantes que eran los ojos de Cronos chocaron con los azul mar de Zeal, los del joven pedían compresión los de Zeal mostraban ira y dolor.

Cronos subió las escaleras, Zeal lo siguió dejando su educación de lado puesto que no se disculpó con la chica, al terminar de subir entró en la habitación de Cronos se vestía.

—¿Lo harás hoy entonces?— preguntó cruzando los brazos, recostandose en el marco de la puerta.

Cronos rodó los ojos sinceramente no preparado para otra confrontación con Zeal.

—Solo quiere que la acompañe— dijo mientras se quitaba el pantalón de pijama y buscaba unos jeans.

—¿Por eso te abrazaba? ¡Te desea lo tiene tatuado en la cara!

Cronos dejó escapar un suspiro ignorando a Zeal, terminándose de poner los pantalones. Estaba de espaldas a Zeal, este se pegó del cuerpo del joven hasta que no quedaba espacio entre ellos, con una mano Zeal sostenía su rostro y con la otra acariciaba su abdomen, dejando vagar su mano peligrosamente hacia su entrepierna.

—Zeal... Suéltame, iré a acompañarla.

—¿Y si te quiero hacer mío en este instante?—susurró pegado a su oído.

—Sería interesante ver cómo lo haces porque el que tengamos sexo no me convierte en una posesión tuya.

Zeal beso su cuello suavemente.

—¿Ahora beberás de mí hasta que pierda el conocimiento y luego la matarás?

Zeal lo ignoro besándolo más, lamiendo su cuello, desabrochando los pantalones del joven vampiro. Cronos al sentir los dientes de Zeal rozar su piel lo empujó, se removió en sus brazos intentando soltarse.

—¡Déjame! ¡Te he dicho que me sueltes!—Cronos empujó a Zeal con más fuerza logrando alejarlo de su cuerpo, lo miró con enojo, entró al closet sacó una camiseta y se la puso.

—Cronos...

—Zeal.

Cronos se sentó en la cama para ponerse sus converse, Zeal lo miraba.

—Ya te dije que si quieres hacerlo hazlo para que ella ya no se interponga en nuestro camino. No quiero seguir discutiendo por esto.

El muchacho no respondió atándose los cordones de sus zapatillas.

—Cuando termines regresas y no iremos de Rusia.

—¿A dónde iremos? ¿En ese nuevo país me encerraras en una jaula y solo me sacarás para satisfacerte conmigo? Solo soy eso para ti, tu pequeño y lindo juguete, y como niño egoísta que eres no soportas que pase tiempo con alguien que no seas tú. Artemis tenía razón sobre ti. 

Cronos estaba enojado con Zeal, harto de que estallaran peleas entre ellos, últimamente estar juntos era caminar por un campo minado.

—Estás alterado

—Contigo y tú infantil actitud quien no lo estaría. Supongo que has amado a tanta gente porque se van de tu lado. Tal vez por eso tú adorado Giovanni se fue porque no pudo soportar esto.

Cronos escupió las palabras sin pensar, estaba furioso y solo quería herir a Zeal.

Zeal sintió una punzada en el pecho, le dolió en lo más profundo de su ser.

—Sal—dijo con los dientes apretados y los ojos peligrosamente claros. —Vete. Vete porque no quiero hacerte daño— dijo mientras las luces parpadeaban y la casa se estremecía.

Cronos bajo las escaleras corriendo, tomó a Ivanna de la mano y salió con ella arrastrándola, lo último que la joven vió fue a Zeal quien se quedó de pie en lo alto de las escaleras mirándolos con expresión sombría, ella podría jurar que sus ojos brillaban y que de sus manos salían pequeñas chispas.

†††

Londres, UK
Verano 1998

Los días de Abril estaban llenos de actividad, desde que se despertaba a las cinco de la mañana hasta acostarse a las diez.

Se despertaba tomaba una ducha fría, se vestía con ropa deportiva, al bajar al gran comedor siempre había desayuno listo, después de este a entrenar con Sebastián y otros miembros de la orden, por horas.

El entrenamiento con Sebastián era duro, muy intenso, la dejaba sin energía la mayor parte del tiempo, pero se sentía y se veía más fuerte.

Por las tardes luego del almuerzo, leía sin parar sobre todas las creaturas que los Lancaster enfrentaban y sobre fantasmas en especial. Preguntaba casualmente sobre lady Kathleen quién hasta ahora no había vuelto a mostrarse ante ella toda la información que obtenía de los miembros de la orden era sobre lo buena, virtuosa, valiente, amable y un largo etc de virtudes que poseía Lady Kathleen y lo devastadora que había sido su muerte para todos en especial para Sebastián. Esto la confundía más sobre lo que le dijo el fantasma.

¿Si era tan buena que pecados podría tener?

Estaba con Archie, con quién pasaba mucho tiempo últimamente, sentados en la biblioteca en una mesa cerca de los grandes ventanales que daban acceso al hermoso jardín, la luz se filtraba por ellos llenando el lugar de calidez.

La mesa en que se encontraban estaba llena de libros. Abril leía:

"Vampirismo: Mitos y verdades."

Archie trabajaba en la traducción de unos libros en latín.

—¿Archie crees que un vampiro pueda convertirse en humano nuevamente?

El joven levantó la vista de su trabajo y la miró intrigado.

—Honestamente no lo sé. Nunca he escuchado de un caso así... Si fuera posible no creo que un vampiro quisiera volver a ser humano.

—¿Por qué lo crees?

—Piénsalo Abril, ¿Quién quisiera dejar de tener poderes como esos? Ser tan fuerte, hábil un humano mejorado.

—Sí... Pero... A cambio pierdes la luz del sol y tienes que matar para sobrevivir... Creo que no todo el mundo estaría bien con eso.

—La moral es algo frágil aún más cuando es la propia vida la que está en juego. Nadie quiere morir. No te negaré que tal vez alguno, uno nuevo quisiera volver a ser humano si hubiese una forma claro.

Abril pensó en que sería maravilloso si se pudiera revertir el vampirismo sería asombroso. Cómo le gustaría tener estudios de medicina... Aunque pensándolo bien... no era tarde para hacerlo, apenas tenía veinte años era joven, podría hacerlo solo tenía que poner su empeño.

—¿En qué piensas?— preguntó Archie al ver su cara decidida.

—En que me gustaría estudiar medicina.

Archie esbozo una pequeña sonrisa sabía porque lo decía.

—Abril... —ella lo miró con sus ojos azules llenos de esperanza las palabras que tenía para decirle murieron en sus labios no podía destruir su esperanza. —Sé que lo conseguirás.

Lo que ninguno de ellos sabía era que alguien los miraba con interés y una punzada de ¿Celos? No Sebastián Lancaster no era un hombre que sintiera ese tipo de cosas, además era más que natural que se la señorita Abril se sintiera más cómoda con Archie un chico más acorde su edad.

Sebastián se quedó un rato más mirando a la jovencita, el sol hacía ver su pelo más claro, sus ojos más azules su cara más hermosa.

"Si no fuera tan joven" pensó y se marchó a tratar asuntos más importantes.

†††

Verano 1998
San Petersburgo, Rusia.

—No era necesario que me trajeras hasta mi casa.— Decía Ivanna mientras caminaba por la acera que daba a su edificio de apartamentos al lado de Cronos. En realidad no lo quería allí porque necesitaba ir a una casa de empeño, pero no quería hacerlo en compañía de él.

—No importa yo como quiera necesitaba salir.

—Estabas peleando con tu amigo. ¿Se conocen desde hace mucho?

—No tanto en verdad.

—Parece tener mucho dinero ¿Verdad? Debe de haberlo heredado ¿Dónde lo conociste?

—Es una historia muy curiosa, te la contaré en otro momento.

Cronos aún estaba alterado no se sentía mal por lo que le había dicho a Zeal, solo quería alejarse de él, al menos por un rato.

—¿Trabajas hoy?

—No— mintió ella. —¿Quieres ir al bar?

Cronos no estaba seguro, por un lado ir al bar era beneficioso para el ya que tendría la oportunidad de alimentarse, por otro lado podía encontrarse a Zeal y era lo que menos deseaba en esos momentos.

¿Pero cómo excusarse para ir a cazar?

—¿Estaría bien? Dijiste que tenías muchas cosas que hacer.

Ella asintió.

—Sí... Tengo algo que hacer antes de ir al bar, pero no tardaré mucho, si quieres espérame allá.

—Bien, ¿En una hora?

—Sí, una hora sería perfecto.

Ivanna entró al edificio, Cronos se fue caminando lentamente.

Ivanna respiró al encontrarse sola en su apartamento. Era un apartamento pequeño pero estaba bien para una persona sola, tenía muebles viejos pero funcionales, un viejo sofá negro de tela raída, un sillón a rayas blancas y negras, una pequeña mesa de comedor con dos sillas en una esquina.
Ivanna se dirigió a la pequeña cocina, sacó una cerveza del refrigerador, la cuál destapó con las manos y vacío la mitad de un trago, luego de esto fue al baño se dio una rápida ducha, se vistió de "civil" es decir lejos de su aspecto gótico salió del departamento rumbo a la casa de empeño.

†††

Era la primera vez que Cronos cazaba solo, no sentía miedo pero sí se sentía extraño, decidió seguir la rutina que llevaba con Zeal y buscar indigentes cómo su presa.

Anduvo un rato por los callejones buscando almas perdidas con las cuales alimentarse hasta que encontró a un anciano llevaba un gran y andrajoso abrigo, no notó a Cronos hasta que lo tuvo frente a él. El hombre se sobresaltó al verlo.

—¡Muchacho casi me matas del susto!— exclamó el hombre.

Cronos no respondió lo miraba a los ojos para hipnotizarlo, no era necesario hacerlo más horrible para él.

—¿Estás perdido chico?— preguntó el hombre antes de quedar a merced de Cronos, el muchacho lo mordió, el sabor de la sangre, el calor de está siempre lograban calmarlo y hacerlo olvidar todos sus tormentos.

Cuando se extinguió el placer proporcionado por la sangre se dirigió al bar a esperar a Ivanna.

†††

Ivanna no podía creer todo el dinero que consiguió por dos candelabros, era increíble. Pagaría la renta, compraría comida, compraría lo que quisiera.

Luego de recibir el dinero fue a su casa a cambiarse de atuendo, no soportaba vestirse de gente "normal" una vez ataviada fue rumbo al bar.

Al entrar la saludaron varias personas que la conocían diviso a Cronos en la barra, se acercó a él.

—Hola extraño.

—Ivanna.

—Te invito un trago. Dos vodka.— dijo dirigiéndose al barman — De hecho dame una botella.

Sirvió dos shots y miró a Cronos con una brillante sonrisa.

—¡Salud!—dijo mientras se tomó todo el contenido del vaso. —Eres muy afortunado de tener un amigo millonario como él.

Cronos rodó los ojos con fastidio.

—¿Podemos no hablar de Zeal?

—Como quieras Cronos.

Ivanna volvió a tomar otro shot.

Un hombre alto robusto y de abundante barba se acercó a Ivanna desde atrás y la abrazo con mucha familiaridad.

—Lindura, mi reina de la oscuridad ¿Nos haría el honor de tocar?

Ivanna dejó escapar una fuerte carcajada.

A Cronos el término "reina de la oscuridad" le pareció en extremo ridículo.

—¿Qué pasa Fiódor? Lo dices como si no tocara aquí a menudo.

—La banda que venía hoy cancelo y ya que estás aquí...

Ella sonrió.

—Estas de suerte que estoy de buen humor.

Ivanna se tomó otro shot, se acercó a Cronos lo besó de pronto halandolo por el cuello de su camiseta. El beso dejó en shock a Cronos en realidad él no la veía de ese modo, pero estaba tan enojado con Zeal, quería herirlo así que correspondió el beso tomándola fuertemente de la cintura.

Cuando se separaron ella volvió a dejar escapar una fuerte carcajada y se dirigió al escenario.

Cronos se quedó mirándola con fascinación, le gustaba mucho su música, era lo que más le atraía de ella.

†††

Ya iban por la tercera canción cuando Cronos sintió a alguien detrás de él.

—Hoy el pequeño anda solo.

Era una voz desconocida para el, se volvió viendo un vampiro que había visto algunas veces en el bar, pero nunca habían cruzado palabras. Era de su misma estatura, bastante delgado, sus brazos se veían anormalmente largos, tenía un maquillaje muy elaborado en su cara delgada de huesos prominentes, vestía de cybergoth.

El tipo puso sus manos en las caderas de Cronos acercándose peligrosamente a él.

—Probar tu sangre sería maravilloso.— susurró a su oído.

—Pues te vas a quedar con las ganas porque no me interesa compartirla contigo.

—No era una petición.

Cronos se alejó del tipo, pero este era  más rápido, lo asió fuertemente pegándolo a él.

—La sangre que en verdad me interesa es la de tu creador, pero no puedo pelear con un vampiro tan antiguo... En cambio tu...

Cronos se revolvía intentando soltarse pero el tipo lo apretaba más fuerte, nadie en la cercanía se percataba de esta escena sumidos en la hipnotizante música de Ivanna, Cronos  vio su boca acercarse en cámara lenta  cuando de pronto el vampiro se detuvo, una expresión de puro terror recorrió su rostro, lo soltó y se alejó atemorizado.

Cronos miró para todos los lados buscando a Zeal quien debía de ser el causante de la huída del tipo ese, más no lo vió, tampoco lo sintió, lo que fuera que alejó al tipo definitivamente no fue Zeal.

Desde el otro extremo del bar un vampiro observaba con sus relucientes ojos dorados, estaba apoyado en una pared oculto entre las sombras, lejos del gentío, tenía una sonrisa juguetona en los labios mientras miraba a Cronos con intensidad.

†††

La rabia que Zeal sintió pasó tan rápido como llegó dando paso a una inmensa tristeza. Luego de la partida de Cronos de la casa su furia había hecho explotar unos cuantos jarrones, pero conforme se repetían sus palabras la tristeza hizo acto de presencia y ya no se quiso ir.

Tirado en un sillón en la biblioteca mirando el cuadro de Gio pensaba que solo faltaba el cuervo para decir "nunca más"*  y así se quedaría él, solo en su sillón rumiando su pena.

†††

Cronos no sabía aparecerse razón por la cuál le insistió a Ivanna que no se fueran tan tarde. Era cierto que no quería volver a la casa pero debía resguardarse del sol y no sabía de mejor lugar que la casa.

Llevó a Ivanna con él, pues de nuevo se había pasado de copas, después de tocar unos tipos con aspecto muy rudo y peligroso se acercaron a ella, Cronos pudo sentir el aura de peligro que emanaba los tipos como una espesa nube de humo alrededor de ellos, estaba sorprendido de la facilidad con que podía sentir las emociones de los demás y el peligro. Ivanna se disculpó con Cronos luego de eso volvió muy molesta y tomo en exceso, partieron del club a las tres de la madrugada.

Al llegar a la casa Cronos encontró la puerta abierta en realidad nunca se preguntó si Zeal le echaba el cerrojo a la puerta. Ivanna iba colgada del cuello de Cronos dándole besos de cuando en cuando, subieron las escaleras tropezando hasta llegar a una habitación, no en la que Cronos dormía pues temía poder encontrarse a Zeal en ella, en verdad no estaba de humor para escucharlo. 

Zeal sintió a Cronos llegar con ella, no se movió de su sillón en la biblioteca, se quedaría allí hasta que su humor mejorara si era que eso era posible. 

Ivanna besó a Cronos pasionalmente en los labios, puso sus brazos alrededor del cuello del chico entrelazado sus mano tras la nuca del joven, este correspondió el beso, colocando sus manos en las caderas de ella, era un poco extraño después de todo el tiempo que llevaba haciéndolo solo con Zeal, pero no le disgustaba, Ivanna retiró los brazos del cuello del joven vampiro y comenzó a despojarlo de su ropa, se separaron  para despojarse rápidamente de la ropa que llevaban, Ivanna tenía una sonrisa desquiciada en el rostro y Cronos un leve deseo más guiado por el enojo que por algo más, aunque no podía negar que Ivanna era una chica preciosa. 

Una vez desvestidos cayeron en la cama él encima de ella, sin muchas ceremonias él se introdujo en ella, esta comenzó a gemir y gritar de inmediato, Cronos masajeaba sus pechos, besaba su cuello, lamía la piel a la que tenía acceso, la penetraba con fuerza, con ardor con furia, nunca fue tan brutal con Tsuki, pero Ivanna respondía de la misma forma lanzándole improperios, golpeándolo para que se lo hiciera más duro.

Cronos terminó con un gruñido no pudo contener su naturaleza vampírica y la mordió en el cuello, Ivanna abrió los ojos de par en par al sentir los colmillos de Cronos enterrarse en su piel, esta sensación fue reemplazada rápidamente por el placer que sintió, cuando terminó de beber se bajó de ella, busco la camiseta que se había quitado para limpiar su boca de los vestigios de sangre, ella se había girado y había registrado que el chico tenía sangre en los labios, el la miro a los ojos, intentando entrar en su mente para borrar los vestigios de que la había mordido y de la sangre que vio en su boca, pero algo extraño sucedía no podía entrar en su mente por más que lo intentara, es como si estuviera cerrada para él.

Una sonrisa juguetona se dibujó en el rostro de Ivanna. 

—Vaya, vaya Cronos así que eres un vampiro. 

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