12. La mejor decisión de mi vida
Vale, es oficial. Mamá. Me. Va. Ha. Matar.
A lo mejor te preguntas porque y la respuesta es un poco larga, pero seguro que te resulta muy interesante diario.
Por cierto, si eres Emira o Edric deja de leer esto, ¡es privado!
Pero volviendo al tema, yo acababa de terminar de contarle un cuento a los niños cuando una de ellas me quitó la gomilla del pelo y le dije que si me la daba el próximo día le contaría el libro que quisiera y me la dió corriendo, ya no me acuerdo que libro me ha dicho...
Pues cuando terminé de hacerme la coleta vi a Luz y nos pusimos las dos coloradas, le pregunté si mis hermanos las estaban molestando y los dos se fueron con una excusa patética (que ni siquiera el propio Edric la pilló) y nos dejaron a solas. Luz me enseñó un dibujo de un humano que estuvo en las Islas Hirvientes hace tiempo (muuuucho tiempo) atrás y que averiguó como volver a casa. Ese humano se llamaba Phillip Wittebane.
Le dije que si el diario de ese hombre era tan antiguo seguramente estaría en la zona restringida y Luz empezó a maquinar planes para entrar, pero le quité esa idea de la cabeza diciéndole que yo (al trabajar en la biblioteca) podía acceder. Pero antes de entrar le dije que mi jefe me puede echar si nos ve allí, y que tenía que hacer lo que yo le dijese. Luz me prometió que no metería la pata.
Nada más empezar a entrar uno de los guardias casi nos ve, menos mal que tiré de Luz hacía el suelo y nos abrazamos (qué vergüenza) y no nos vió. En ese momento me empecé a ponerme más nerviosa (no solo por el hecho de habernos abrazado, que quede claro) y le dije que si nos pillaban nos mandarían a los ratones de biblioteca, que era mejor volver. Luz me comentó que no sabía a que me refería con el término "ratones de biblioteca", pero que en su mundo eso era el término que utilizaban con los frikis. Yo me reí y le dije que el mundo humano era realmente fascinante y muy raro. Ella me dijo que a lo mejor si me llevaba no me parecería tan raro. Al imaginarme en el mundo humano con Luz me ruborice y le dije que debíamos de estar cerca del diario que estabamos buscando.
Al cabo de poco tiempo encontramos el diario y nos emocionamos, entonces Luz lo abrió y descubrimos que un Eco ratón se había comido todas las páginas, Luz no pudo evitar gritar "¡maldita rata!". El señor Malfast (mi jefe) se enteró mi... Me... D.E.S.P.I.D.I.Ó... Aún no me lo puedo creer...
Luz intentó hablar conmigo pero yo le dije que no quería hablar.
— Desde que llegaste aquí todo a cambiado, al estar contigo no puedo evitar hacer tonterías — le dije mientras se me escapaban algunas lágrimas.
— No pasa nada, yo también las hago... — ella también estaba llorando y me sorprendió mucho, no pude evitar irme.
Al cabo de poco tiempo estaba en mi habitación mientras mi hermano se miraba en el espejo y mi hermana me peinaba el pelo.
— Desde que Luz llegó aquí las cosas se volvieron raras, hago cosas que nunca había hecho, pienso en cosas que nunca había pensado, y siento cosas que nunca había sentido... — le decía a mi hermana mientras terminaba de cepillarme el pelo.
— ¿Y eso es malo? Antes no eras feliz... — y mirando mi pelo me dijo —. ¿Quieres que te vuelva a teñir? Tienes muchas raíces...
Me quedé mirando el frasco con el tinte de color verde que tenía ante mis ojos y pensé que este era el momento perfecto para un cambio de look.
· · ·
Al cabo de un buen rato, cuando ya había empezado a anochecer, Luz llamó a la puerta de casa y fui a ver quien era. Cuando la encontré allí parada me puse un poco colorada. Ella se sorprendió al verme con otro look diferente.
— Hala, estás muy cambiada...
Ahora en vez de tener el pelo verde que me caracteriza me había decidido teñir el pelo de morado, por las abominaciones y por... la sudadera de Luz. Pero sobretodo por las abominaciones, eh?
— Sí, a mi madre le gusta más el verde... y quería cambiar un poco...
Entonces Luz me dió de nuevo mi carnet que comprobaba que trabajaba en la biblioteca, ¡otra vez! No me podía creer que volviera a tenerlo entre mis manos. Le pregunté a Luz como lo había conseguido y me dijo que mi jefe (de nuevo) le hizo calificar libros devoradores y domesticar a un tal dragón de papel (es horrible, solo lo ví desde lejos y menos mal que no he tenido que domesticarlo nunca). No me puedo creer que haya hecho todo eso solo para que vuelva a trabajar allí...
De repente me dí cuenta de que Luz tenía al mismo Eco ratón que se comió el diario enganchado en la pierna y le enseñé que son muy prácticos porque memorizan todo lo que comen y lo proyectan a modo de película. Y después de decirle eso le dí suavemente en la cabeza al pequeño roedor y proyectó parte (una muy pequeña) de lo devorado.
— Muchas gracias amiguito, nos has sido de gran ayuda, espero que tú y yo seamos buenos amigos... — le dijo justo cuando terminamos de ver la proyección.
Entonces yo miré el carnet y luego a Luz y sonreí, tenía mucha suerte de tenerla como amiga...
— Tranquila, siempre conquistas el corazón de todos... — y apto seguido le dí un beso en la mejilla. Luz se sonrojó mucho, al igual que yo. De fondo escuché a mi hermano decir "muy audaz hermanita". Luz me miró con los ojos como platos y se le ilumiraron.
Me dió un ataque de vergüenza y le dije (sin pensar mucho lo que decía) "bueno, adiós para siempre, estuvo bien verte... ¿por qué hice eso?, ¿por qué hice eso?, ¿por qué hice eso?, ¿por qué hice eso?..."
No puedo creer que hubiese tenido por fin el valor de haberle dado un beso en la mejilla, pero aún sigo queriendo saber más sobre ella, conocerla y progresar en nuestra relación de amigas... Ojalá algún día...
Bueno, tengo que dejarte diario, más tarde o mañana te sigo contando más cosas... estoy escuchando a mi madre decir mi nombre... la que me va a caer...
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