SEBASTIAN

Al llegar a la Pentera saludamos a un par de amigos, Javier me ha acompañado desde que murió el viejo, antes de morir él no venía con frecuencia porque no le permitíamos que tuviera influencia o contacto con tantas personas que no le ayudarían mucho a su vida. Así que solo le permito que tenga amigos y algunas ventas, porque no quiero que se centre en ello, por eso lo vigilo para que no le pase nada, ocurrió con el viejo, pero no pasará con Javier.

- ¡Sebastian! —me saluda Kevin, es uno de mis mejores corredores

- ¿Cómo estás Kevuncho? —le pregunto

- Bien, ¿hoy contra quién corro? —pregunta mientras rompe la menta del cigarro para no tener tanto olor a nicotina en la boca

- Hoy te toca con Lucas, ya sabes que hoy son 200 grandes —expulsa el humo y sonríe

- Está buena la apuesta —responde y me palmea— te dejo —nos despedimos

Seguimos caminando hasta llegar a mi grupo, comienzo a hablar con el DJ Nilson, es otro gran amiga del barrio, le ofrecí trabajo por su talento y por lo complicado que es conseguir trabajo, él consiguió más público y atrae a más personas por su manera de mezclar e inventar ritmos. Detrás de la tarima tengo mi oficina y nos adentramos con Javier, tenemos una pizarra con toda la información que tenemos sobre la hermana de Juan y encontrar el responsable de la muerte del viejo.

- Fueron unos hijos de puta —dice Javier

- Yo sabía que Juan tendría problemas al correr esa noche, sé que el idiota de Martín tramaba algo

- Fui un imbécil al creer que él no pertenecía a ninguna banda, nunca debí invitarlo a entrar a la Pentera —dice Javier y entierra sus codos en las rodillas— el creer que era independiente y su talento con su estudio me hizo confiar en él.

- Lo sé —digo y golpeo la mesa— maldita sea quién demonios será esa chica

- No lo sé, pero tu humor está muy pesado, tienes que dejar de pelear con Nana —dice Javier mientras mira la foto que tengo enmarcada con Juan

- Ese no es el caso, ya llevamos dos años y no encontramos respuestas de donde se puede encontrar y lo único que he conseguido es que Martín este en mi rancho, siendo un peligro por el clan Urquijo —respondo con furia y bebo un trago de ron, salgo de la oficina.

- Mejor nos vemos al rato —dice Javier. Los únicos que tenemos acceso a la oficina es Javier y yo, dejamos de confiar en las personas que están a nuestro alrededor desde que murió el viejo.

Reviso a Nilson si hay algo nuevo está noche, la mayoría que están son universitarios y algunas pandillas que no generan peligro para ninguno de nosotros, algunas veces hay peleas, pero cuando las hay, aprovecho y genero la planta para que puedan pelear sin problema y así tener más apuestas.

Las ventas han mejorado bastante, vender droga es como vender pan caliente, necesito encontrar a una persona que pueda llevar mi contabilidad lo único es que no confío en nadie y para contabilizar debe hacerlo una persona confiable. Mientras espero que las apuestas se incrementen con la aplicación que cree, en esta se visualiza los jugadores y si quieren apostar ponen la cantidad de dinero por el jugador escogido.

Llega un Hatchback Mercedes Benz lo que llama la atención de todos, falta poco para que inicie la otra carrera, las personas se quedan mirando el auto y lo rodean. Bajo de la tarima y me voy hacia donde está la gente con el micrófono

- Gente bella, las carreras están por comenzar, tomen sus lugares para tener una mejor visualización, recuerden que en la pantalla grande pueden ver cómo va el trayecto de los corredores son 100 grandes en la primera carrera—todos victorean y tomo aire para gritar—. Disfruten y que comience la fiesta

Reviso mi celular mientras Nilson pone sus mejores canciones y miro como incrementan las apuestas en gran escala, es un gran día. Del auto sale Martín, desde que entro a mi rancho ha llamado a más personas para que trabajen con él y el clan, lo que quieren crear es guerra por los beneficios que yo obtengo acá.

Esta vez de la puerta del copiloto sale una chica que jamás imagine volver a encontrarme, jamás creí volver a encontrarme a la misma persona en un día.

«La chica del bus» —me acerco a Martín porque siento que ella se está entrando en un lugar donde no es bueno, sé que me reconocerá, pero lo mejor es que ella no regrese a este lugar

- ¿Qué haces acá? —le digo y veo que a Martín se le ensancha una sonrisa en su cara

- Vengo a trabajar te guste o no —dice y paso mi lengua por mis dientes— acaso no recuerdas que estás atrasado con otro servicio como lo es la luz

- Dilo que quieres hacer ya, imbécil —respondo y siento como ella se me queda mirando, no puedo evitar ser grosero, pero él se lo ha ganado

- Soy tu hada madrina —dice con sarcasmo— te pagaré el servicio, pero debes abrir un sector para mí —niego y me acerco— no hay de otra

- Si la tengo, pero no te daré el permiso

- Tú te lo buscaste —me amenaza y da un paso para estar más cerca, siento su olor a nicotina en sus asquerosos dientes— pronto sabrás noticias de la familia de tu amigo...ese que murió como perra

Se culmina mi paciencia y sin dudarlo un segundo más le mando el primer puñetazo, a mi lado llega rápidamente Felipe, me sostiene para no seguir golpeándolo. La chica del bus le grita unas cosas a Martín, porque él me quería golpear, sin duda es la chica más bella que he visto, pero como siempre todo lo bueno lo arruino. Solo no podía tolerar que hablará así de mi hermano; algún día podré vengarme de su muerte.

Me zafo del agarre de Felipe y le hago un gesto para que vea que ya estoy calmado, Martín se tranquiliza con serenidad en la cara, veo como la chica del bus se relaja también solo que ella está de parte de Martín, lo que me entristece. Me acerco de nuevo y Felipe también por si lo golpeo:

- Mañana hablaremos en la oficina y por cierto nada de venir con juegos sucios, las cláusulas y los Urquijo deberán someterse a mis propias reglas en un contrato de forma legal.

- Hecho —responde y se va. Me regreso con Felipe a dónde está Nilson, por fortuna no llamamos mucho la atención

- ¿Qué ocurrió allá? —dice Nilson

- Apareció Martín con sus brutalidades —respondo y no vuelve a preguntar nada más. Bebo un par de wiskey y miro como van las competencias lo que me hace quitar mi mal genio porque van creciendo las apuestas cada vez más para mis corredores; una mano toca mi hombro y lo ignoro muchas veces se equivocan de persona así que no me giro, pero la persona que me está tocando el hombro es persistente y me volteo sin paciencia alguna. Sus ojos, sus malditos ojos y esos jodidos labios hacen que toda la dulzura de mi ser se expanda como un girasol.

- ¿Me querías ignorar? —pregunta en lo que niego repetidas veces con la cabeza

- Solo estaba un poco desconcertado —posa su mano en su hombro y mira hacia atrás— ¿cómo te llamas? —pregunto para esta vez sí saber algo más de ella

- Alison, solo quiero que sepas que si le haces algo a Martín —me mira fijamente— te las verás conmigo —frunce el ceño y aunque me acaba de amenazar no le tengo miedo alguno, la hace ver más bella de lo que ya es.

- Hablemos en un espacio más privado —hago gesto para que me siga ya que quiero que me diga si es la novia de él, lo que sería raro porque se ha besado a más de una en este lugar

- No, si me quieres decir algo que sea aquí o si quieres lo máximo que me moveré será bajando de está tarima

- Bueno, tu amigo o tu novio me hizo mucho daño y a mis amigos, así que por eso no acepto lo que él pide, pero por desgracia lo necesito como dijo así que tranquila no le haré daño si tanto te preocupa

- No me preocupa —sonríe y juro por dios que esa sonrisa me volverá loco—; tu me intimidaste hoy en el bus, vi como me miraste —siento como se me sube el calor por todo mi cuerpo, debí parecer un acosador

- Lo siento...

- Me gusto que lo hicieras —decimos al mismo tiempo— y tranquilo, igual yo ya te he ganado, pero corres muy bien —dice y me desconcierta

- Ganar, pero ¿en qué? Es la primera vez que te veo

- Ja, ja, ja, para mi no lo es, no se si recuerdas cuando Martín te gano —dice entre comillas con los dedos

- Si...—respondo con duda

- Ese día el no manejo, la que manejo fui yo y no es por nada, pero los hombres no son los únicos que pueden manejar con técnica —me quedo totalmente sorprendido y paralizado

«Desde cuando hago el papel de la chica» pienso mientras calmó mis emociones. «Una chica me ganó, una chica muy sexy me gano, alguien que me gusta me gano»

Chasquea sus dedos y la miro

- Eres buena —logro decir

- Gracias —sonríe— me tengo que ir adiós, Sebastián

- Alison —la agarró de la mano— ¿Quieres tomar un café? —sonríe— m-mañana

- Claro, porque no —besa mi mejilla y se va

Es única es original, no es nada predecible y tampoco insegura como lo llegué a creer, su forma de vestir y su estilo es hermoso, encima no se como no pude notar la diferencia de Alison con Martín si él es un bobo muy feo, algún día lo descubriré. Lo bueno es que Martín no me gano, mando a su amiga o novia, esto me recuerda que no me dijo nada si era su novia o su amiga, lo que me decepciona un poco.

Dice el dicho que lo mejor es no pelear por una mujer, pero ella sin duda vale la pena. No es normal como las demás chicas o mis gustos, excepción a Lizzie mi mejor amiga es un cuento aparte.

Luego de pensarlo un rato me di cuenta de qué soy un bobo, no le pedí ni su celular y mucho menos la dirección, como tomaré un café si solo se su nombre; aprovecho que sigo en la pentera para buscarla, pero ya no está, le pregunto a un par de chicos si saben de ella en lo que responden que nadie la conoce. Dicen que el enamoramiento puedo ser efímero, en este caso no lo es, me ha flechado mi corazón como ninguna mujer pudo hacerlo antes. Solo es cuestión de una mirada para enamorarse.

Es de madrugada y tengo muchas ganancias, los chicos les fue bien, ganaron y las apuestas fueron ganancias para nosotros. Voy en camino a ver el amanecer con Javier en la montaña, está no solo tiene una buena vista de noche, sino de día. Hablamos y le cuento de Alison, la chica que no he dejado de pensar, su forma de ser me deja suspirando.

- Por fin encontraste una verdadera chica

- ¿Acaso son falsas? —digo y nos reímos— me hubiese gustado que Juan hubiese estado acá con nosotros

- Yo también —dice y nos quedamos en silencio un rato—, sabes yo tengo el presentimiento de que algún día conseguiré una chica y creo que muy pronto

- Ojalá pequeño, ojalá —rasco su nuca y me aleja de un empujón— vete a estudiar y te bañas

- ¿Vienes? —dice cuando se levanta

- Me quedaré un poco más —respondo y miro cómo el alba da paso al majestuoso sol. Mientras que Javier se va, miro un poco más y luego camino para la casa, no tengo carro, pero moto sí solo que la uso para emergencias o carreras ya que soy más de ir en bus y caminar.

En una hora entra a estudiar Luciana, paso por la panadería y compro el desayuno para dejarlo en la mesa, no quiero que pase lo mismo de ayer, llego a mi cama y me quedo dormido. Suena la alarma a todo volumen y mis ojos me pesan mucho, cuesta levantarse con dormir menos de una hora, miro el celular y han pasado 10 minutos desde que sonó por primera vez la alarma. Escojo ropa y me entro a bañar, mi cara apesta y más por las ojeras que tengo a mi alrededor, está vez trato de pellizcarme un poco por si me encuentro a Alison en el bus y así mejorar mi aspecto, por eso vestiré un jean negro junto con una camisa blanca y una chaqueta de cuero, obvio las zapatillas.

Luciana entra de nuevo sin golpear y cierra la boca cuando me ve vestido y arreglado

- Estas lista mocosa —pregunto y su cara de asombro cambia

- Hola hermanito, pensé que seguías durmiendo —se queda en silencio y olfatea como si fuese un perro y se me acerca

- ¿Qué haces?

- Es que... huele a perfume —dice y ruedo los ojos— ¡ay, mi hermanito tiene un cita! Y por lo que huelo no es con Lizzie —me mira con cara de picarona, estos niños de hoy en día no dejan escapar ni una

- ¿Ya desayunaste?

- Sí y gracias por haberlo dejado en la mesa

- Bueno, ya nos vamos —respondo y la llevo al colegio, vamos con tiempo de sobra así que no tenemos que correr o caminar muy rápido.

Al dejar a Luciana en el colegio me hace poner los nervios de punta, cogeré el bus y no se si la vuelva a ver, pasamos calles y en ninguna parada se sube lo que me decepciona, pero que más iba a esperar sabiendo que no le pedí su número ni nada. Llego a casa y cuido de Nana, mi única esperanza es encontrarla de nuevo en la Pentera, aunque no me gusta que vaya allá.

Suena mi celular mientras limpio el pañal a Nana así que solo dejo que suene y suene, termino y Nana me dice:

- Ve y contesta, tal vez sea muy importante hijo —hago lo que me pide y me voy a la cocina. Javier es quién me llama y sé que debe es importante por su persistencia a pesar de que está en clase.

- Hola —dice Javier— tengo una excelente noticia

- ¿Qué paso? —pegunto

- Tenemos la pieza que nos faltaba para nuestra investigación

- ¿De qué hablas?

- Su hermana —responde y yo me quedo en silencio— la he encontrado

- ¿Cómo? —no entiendo como la encontró si está estudiando en lo que susurro— ¿te saltaste clase?

- No, ella estudia conmigo o bueno es la nueva —responde con entusiasmo— es muy linda

- Con ella no te vas a enredar, ¿bueno? —advierto para que no pase nada entre ellos dos

- Tranquilo, la alejaré de mí y solo le hablaré si lo requiero. Pero ya tenemos un avance y podré cuidar de ella sin estar en otro lugar

Otro alivio para mí es que, si está viva, ahora solo falta investigar todo sobre ella. Espero que Javier no se enamore y la embarre porque ella también es de la familia o eso espero.Nota de autora: Hola a mis queridos lectores, me disculpan la demora en las actualizaciones, espero que les guste mucho Sebastian y esta historia. Procuraré tener capítulos los viernes o fines de semana.

Besitosss