Capítulo III
STEVEN
- Steven ya es hora de partir —dice el viejo tomando mi hombro
- Déjate de estupideces, no podrás irte de mi lado o por lo menos, no otra vez
- Ya sabes que necesito descansar y hoy, es el día —me dice con una gran sonrisa—. Hoy descubrí que vienen grandes cosas para ti, debes ayudarlas y dejarme descansar en paz.
- ¿A quiénes? —respondo irritado por su comentario y lo agarro para que me mire
- Las vas a conocer con ayuda de Javier, sé inteligente, responsable y sobre todo deja de buscar venganza por mi —dice y mi mano se cae de su hombro porque se ha desvanecido por unos segundos
- Pero viejos, como me vas a pedir eso acaso crees que me quedaré de brazos cruzados —respondo cabreado y pateo una roca.
- Sí, debes dejarlo porque tú venganza no me traerá devuelta —dice y suspira con amabilidad—. Abrázame por última vez Steven, cuida de Nana y de la pequeña
- Siempre cuidaré de ellas hermano —empiezo sentir como se escurren mis lágrimas y como no, si mi mejor amigo casi hermano, descansará para siempre
- Prométeme ayudar a ellas, una de ellas es mi hermana —cuando dice eso, me congelo inmediatamente
- ¿Tu hermana? —respondo con asombro y lo abrazo más fuerte— ¿la conociste? ¿Quiénes son ellas?
- No olvides que siempre estaré a tu lado y lo mucho que te quiero hermano —dice con una sonrisa y se aleja de mí
Mientras su cuerpo se va desapareciendo, yo caigo de rodillas, llorando por qué no podré verlo en mis sueños y eso me hace sentir de nuevo en su funeral, su ausencia de por si ya duele y a veces no tengo la fuerza que antes tenía con él para seguir, Johan me hará demasiada falta. Muchas veces dicen que siempre estará acompañándome, pero me es imposible creer en eso porque no lo logró ver y tampoco tocar.
Me despierto agitado, con la almohada llena de lágrimas y desorientado de todo lo que me dijo Johan, sé que toda alma necesita descansar, pero siempre será difícil de afrontarlo para sus amigos y familiares.
Agarro mi celular y veo que aún tengo media hora antes de que la alarma suene, así que me pongo mis audífonos y subo a la terraza donde tengo un saco de boxeo en una pequeña habitación.
Golpe, tras golpe al saco, me hace recordar de algunos momentos que viví con Johan, aún recuerdo donde nos conocimos, ambos estudiábamos en un colegio militar, donde tuvimos muchas aventuras y donde Nana (abuela de Johan) me acogió apenas terminé el colegio, mi familia siempre trabajaba doble turno para tener dinero en el hogar, así que preferí vivir con Nana. Hasta la fecha ninguno de mis padres se ha preocupado por mí, pase a ser desapercibido por tener tantos hermanos.
Johan terminó su estudio dos años después, ya que soy mayor que él por 2 años aun así le llamaba el viejo, siempre sabía que decir y cuando decir algún consejo, sobre todo no era nada engreído por tener la razón, algo que admiro mucho. Una vez lo ayude a escapar del colegio y Nana a penas se enteró nos regañó a los, de nuevo Johan tuvo volver al colegio militar para terminar sus estudios.
Johan David, ¿cómo se ocurrió de escapar y tú muchachito en ayudarle? —nos regañaba Nana semanas tras semanas—, ese no es el ejemplo que debes darle a tu hermana menor.
Johan, tiene una hermana de 7 años, Luz, es un encanto de niña y muy inteligente. Al poco tiempo que Johan se graduó comenzó a trabajar en el taller de autos donde yo trabajaba para ayudar a cada gasto de la casa, ya que el trabajo de Nana no era suficiente para sostenernos a todos. Su hija Monica (mamá de Johan y Luz) a veces no iba a la casa, salía de fiesta y trabajaba mucho, pocas veces estaba pendiente de sus hijos.
Así que, empezamos a cuidar de Luz y en el taller aprendimos a conducir moto y carro, algunos clientes dejaban los vehículos y una vez reparados, los comprobábamos dando una vuelta, era divertido hacerlo porque teníamos algunos autos de alta gama y podíamos acelerar porque no habían policías cerca. Después de dos meses de arduo trabajo, creamos un club de carreras ya que muchos de los clientes del taller les gustaba la velocidad para liberar el estrés, cada una de las noches nos reuníamos en un sitio donde no había ninguna cámara de velocidad, cerca de los cerros orientales de Bogotá.
Todo nos comenzó a ir muy bien, así que buscamos una oficina cerca de La Pentera (así llamamos al club) para llevar las finanzas del club y la coordinación de la carrera debido a que fue creciendo de voz a voz, además de que empezamos a ofrecer recompensa al ganador de cada carrera.
Otro golpe al saco, me recordó a la llamada de Monica nos cambió todos los proyectos, porque nos dijo que la tenían retenida debido al tráfico de sustancias psicoactivas y contrabando, necesitaba un buen abogado porque era falso que había robado. El viejo y yo, contratamos a un abogado que nos ayudará en la audiencia a Monica, sin embargo, nos tocó conseguir un préstamo, doblarnos en el taller y así mismo, Javier (nuestro amigo de muchos años) nos ayudó a conseguir un dealer, quien vendía drogas en la Pantera, le cobrábamos un porcentaje mientras pagábamos el préstamo.
Descubrimos que Monica había sido culpada a base de mentiras, ella si hacía contrabando de ropa, pero le inculparon de algo que no había hecho antes, el abogado trato de rebajar la sentencia y fue remitida a la cárcel del buen pastor. Una vez llego, logramos conciliar una visita donde Luz le dijo que la extrañaba y quería que saliera de ese lugar, se le explicó a la pequeña un poco la situación, aunque era difícil porque tenía tan solo 6 años en aquel momento. Después de esa visita fue apuñalada gravemente donde logró llegar al hospital donde fue internada en UCI, ese día llamaron a Johan para que se despidiera porque no tenía esperanzas de vivir.
Fue ese el momento, en que todo nos cambió porque Monica antes de morir le contó a Johan que no era su hijo biológico y que sus padres eran de mucho dinero, se suponía que él debía estar muerto, pero hace poco descubrieron que no lo estaba entonces tenía que cuidarse mucho, Johan tenía una hermana biológica esto fue confirmado por Monica. Antes de morir nos prometimos encontrarla, dicha promesa incluía a Javier, nuestro mejor amigo.
Pese a nuestra búsqueda de información, Johan encontró una pista lo que lo llevo a la muerte, sin duda hay personas con mucho poder que están detrás de todo esto, no sé su objetivo y porque debía morir Johan desde un inicio. Finalmente, lograron hacer de las suyas, asesinar a Johan.
- Hermanito —escuche una tierna voz a mis espaldas— no compraste los huevos para el desayuno
«Mierda, otra vez lo olvidé» -pensé
- Te comprare una arepa en el camino, ya me alisto
Lucecita siempre ha sido muy independiente, aprendió a preparar su desayuno y a realizar las obligaciones del hogar por su propia cuenta, ella es juiciosa en mantener ordenado su cuarto, hacer su propio desayuno, lavar su uniforme y cuidar de sí misma. La moto en la que se accidentó Johan no se ha podido reparar así que debemos bajar las escaleras de la cuadra para llegar al paradero, mientras vamos en camino al paradero, en toda una esquina esta una vecina que vende arepas con queso y le compro una para Lucecita.
Una vez que llego al colegio de Lucecita me despido y me voy en camino al instituto donde estoy estudiando un técnico administrativo, esto me ayudará a aprender sobre cómo manejar el negocio. Javier me está ayudando a conseguir un nuevo dealer, al parecer el chico tiene contacto con gente de poder y eso me ayudará a obtener información, Johan no me logró contar cual era la pista, pero sin duda debe involucrar a Alexandro un tipo que no me cae bien y hace parte del club, tiene una vibra de ser un poderoso por todo el dinero que tiene.
Termina mi clase de gestión administrativa y me tomo un café mientras tengo clase de ofimática, mientras tanto me llega un mensaje de Javier indicando que esta noche irá a La Pantera, ya que los jueves y fines de semana el lugar se llena mucho y se me dificulta atender a todos, es por eso que contraté a Mia quien me ayuda en las gestiones y yo administro cada dinero de las apuestas. Muchos clientes han solicitado que empiece a vender bebidas alcohólicas también, pero no he logrado tener jurisdicciones para proveerla, así que por ahora solo podre venderla en lata.
Una vez termino mis clases subo en el bus que me deja cerca a la casa, mientras pasa todo el trancón me quedo pensando en lo que me dijo Johan acerca de las dos chicas que me encontraré, no se cuando será y por qué, el hecho de saber que su hermana es una de ellas me duele un montón porque es muy probable que quizás ni ella conozca de la existencia de un hermano.
Mi hipótesis sobre Johan y su hermana es que la mamá tuvo a Johan con otro señor y por eso querían eliminar todo rastro, aunque parece ilógico o quizás no querían tener un niño en su línea familiar, eso sin conocer quién es la familia y la clase de personas que son capaces de matar a su propio hijo.
Mientras empieza a subir el bus hacia mí barrio, sube una chica demasiado hermosa, por un segundo me olvido de Alexandro y lo sospechoso que me resulta él. Sin lograr evitarlo no puedo dejar de mirar la forma en la que se sostiene para tomar una silla vacía, teniendo en cuenta que a esta hora siempre hay sillas.
Piel color canela, cabello rizado, alta y sobre todo con una mirada bastante seria me hace sentirme quizás enamorado, su belleza está libre de maquillaje y lo puedo ver por unas ligeras imperfecciones, las cuales le convivan bastante bien. Ella siente mi mirada y veo que se incómoda un poco, así que miro a la calle, creyendo que es muy importante ver como el reciclador está revisando el shut de basura.
Ella deja de mirarme y puedo empezar a observarla nuevamente, está vez más disimulado. Me siento un completo pervertido al observarla, es muy hermosa, pero no puedo hacerla sentir incómoda, ya he aprendido un poco más de la sensación que sufren muchas mujeres, por aquella chica.
Desde que empecé a vivir con Nana, me dio una habitación con una anticuada mesita de noche, un día estaba limpiando mi cuarto y al mover la mesita de noche descubrí que había un pequeño túnel, llegue a creer que era el sótano hasta que baje y pase por un túnel lo cual fue más raro para mí. Aun así, lo atravesé dónde encontré un paraíso, había mucha naturaleza y por alguna razón estaba de día y se sentía una frescura tal cual, como un paraíso, algunos árboles tenían frutas y otras no.
Cuando lo descubrí, se lo conté a Nana y obviamente ella no me creyó, pero al decirle al viejo el quedó igual de impactado, no sabíamos cómo podíamos tener semejante paraíso en nuestra casa por la mesa de noche, aún así me gustaba pasármela ahí a veces por la tranquilidad que transmitía el lugar.
Sin embargo, un día alguien más atravesó el túnel y no era Johan, sino una chica de unos 16 años quizás con un cuerpo bastante voluptuoso. Cuando la vi, creí que era enviada por Johan, hasta que empezó a llorar desconsolada y mientras se calmaba contaba lo que le había pasado en su día a un árbol bastante peculiar.
Yo me escondí detrás de un arbusto, ella pensaba que estaba sola, porque empezó a contar lo desesperada que estaba de tener a su padre en la casa, me destrozaba escucharla, mencionó como su papá casi intentó matarla prácticamente a golpes, eso es algo muy común en algunos sectores. La violencia familiar tomada como hobbies a causa del estrés que tienen los padres en su trabajo es una vergüenza total y más proveniente de unos padres que según escuché de la chica viven juntos, pero a la vez están separados.
Así fueron pasando los días, hasta que descubrí que estudiaba en el mismo colegio de Javier, obviamente nunca le conté a él y tampoco le hablaba a la chica porque ella creía que estaba acompañada por su abuelo difunto. No le entendía a ella su apego al árbol y la importancia que le daba a un alma después de la muerte, hasta que Johan murió.
Salgo de mis pensamientos cuando la bella dama se levanta del asiento y timbra para bajarse, inevitablemente le veo su culo el cual me parece acorde a su cuerpo y me hace sudar mis manos, vuelvo a mirar la ventana para no incomodar hasta que ella se baja del bus. El conductor frena en seco así que me agarró bien del asiento y la miro, ella hace contacto visual conmigo y sonríe con amabilidad, le regreso la sonrisa y me acomodó en mi asiento mientras el conductor está alegando con otro conductor de bus que le cerro la vía. Descubro lo cerca que estoy de la casa así que me alisto para bajar.
Definitivamente esa chica me enamoró con su sonrisa.
Nota de autora: queridos lectores, seguimos actualizando capítulos, espero les guste ya tenemos a Steven el dueño de la tercera historia. Disfrutenla, espero sus comentarios y votos.
Besitos
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top