Capítulo I

LUISA

Suena mi despertador y maldigo el día en que nací, levantarme a diario es una tarea bastante difícil, sobre todo cuando no tienes ganas de vivir ni un poco. Después de 10 minutos, tomo un baño con agua extremadamente caliente, para mi es lo más reconfortante que tengo en este momento, así mi mente abandona todo pensamiento de mi cabeza.

Salgo del baño, y pienso en que ponerme hoy debido a que no me gusta que me vean mi cuerpo porque me siento insegura y con muchos miedos del daño que me puedan ocasionar, así que, opto por sudadera del colegio detesto la falda.

Se ilumina mi celular y veo que es un mensaje de mi novio Michael, indicándome que pasará a recogerme en su auto, hace poco su papá se lo compro con mucho esfuerzo para que logrará trabajar con él después de clases, es por ello, que me recoge todas las mañanas para ir al colegio en su auto nuevo.

Me preparo un desayuno rápido y de los más deliciosos que he probado en mis últimos 7 años, yogurt con cereal; aparece Carmen (mi mamá) en la cocina a calentar un poco de café, así como entra se va de la cocina en absoluto silencio y con una asquerosa marca en una de sus mejillas, quien sabe que otro golpe recibió de ese señor.

La relación con Carmen antes era muy buena, hasta que sucedió todo ese día, no sé qué clase de madre sea Carmen, pero una que prefiere el amor "eterno" de su querido esposo en vez del amor de su propia hija no es lo digno, finalmente, son cosas tercermundistas que pasan y se deben aprender a vivir con ellas . No todos corremos con la suerte de tener una familia funcional como la de mi novio Michael.

Salgo de mis pensamientos, cuando suena el claxon del carro de Michael me apresuro en coger la maleta y botar el recipiente del yogurt en la bolsa de reciclaje. Entro al auto y saludo con un profundo beso a Michael.

¡¿Cómo está? la chica más sexy de este mundo! —dice y me sonrojo un poco.

Bien amor con mucho frío y tú —respondo mientras dejo la mochila en la parte de atrás del auto, él nalguea mi trasero.

¡Oye! —respondo ofendida a pesar de que me gusta que lo haga

Lo siento, pero una vez más quiero hacerte mía —dice siempre directo y perverso, lo que me hace soltar una carcajada, me gusta lo sincero que ha sido siempre conmigo.

Hoy no y vamos al instituto —hace un puchero

Al menos lo intente — dice haciéndome reír y arrancando con el vehículo

¿Cómo siguen las cosas en casa? —pregunta y siento me incómoda, sé que se preocupa por mí bienestar, aunque no me gusta hablar para nada sobre mi situación, a pesar de que son dos años de relación y hay confianza me es duro comentarlo.

Nada nuevo —respondo y me entrecierra los ojos, a veces odio que me conozca tan bien— pues llego de nuevo Jonathan y golpeo de nuevo a Carmen, creo que no le dejo limpia una camisa que iba a usar hoy para el trabajo, yo me quede en la habitación fumando un poco para despejarme y lograr dormir mejor.

No me gusta que fumes sola —dice, porque cree que fume un porro, es irónico que no le guste porque finalmente yo conocí del cannabis por él y sobre todo es quien me la vende.

No tienes que preocuparte solo fue un cigarro, no fue cannabis. —respondo y él se relaja la cara.

Él teme que un día me exceda en un porro y quede vulnerable para que me haga daño tanto Jonathan como Carmen, esos días de ser un saco de boxeo han cesado de a poco, lo cual es extraño, pero ya no me dejaré afectar o por lo menos que me ataquen cuando este vulnerable.

Está bien. Por cierto, tengo un nuevo cliente ¿me quieres acompañar?, debo verlo en un lugar llamado La Pentera y es después de clases —dice mientras parquea el auto ya que hemos llegado.

Sabes que no me gusta estar metida en las relaciones que tienes con los clientes por lo peligroso que pueda ser —miro a Michael y el asiente, vender marihuana no es lo peligroso, los éxtasis y demás si lo son para mí.

Te entiendo amor —me besa —, no te preocupes, yo te aviso como me va

Nos despedimos y cada uno nos dirigimos a nuestras clases ya que Michael este año se gradúa y a mí me queda aún otro año, todo por perder un año a causa de ese día por eso no tenemos ninguna clase juntos; saco mis libros del casillero y dejo la maleta ahí dentro, tengo la fortuna de tener un casillero por estar en grado décimo, si no, sería como los 500 algo de estudiantes que deben cargar su maleta a todo lado para evitar que les roben sus cosas.

Estudio en un colegio público y es uno de los más prestigiosos por sus resultados en cada prueba y competencia a nivel local, lo que ha impulsado que más jóvenes obtengan un mejor futuro y se guíen sobre que estudiar después de la graduación, obteniendo una recomendación a nivel distrito. Acá se estudia en jornada única, por lo que nos suelen dar almuerzo o nosotros mismos podemos comprar nuestras onces.

Camino rumbo al salón y veo a muchos con volantes, me pregunto sobre que estarán viendo ya que no me entregaron ninguno. Veo a una chica bastante pecosa y súper delicada a la que le pido el volante, ella me lo entrega y es la primera chica que no me mira con desprecio.

Gracias —se lo devuelvo y sigo caminando.

Muchas personas me desprecian porque consideran que nunca debí nacer, sobre todo no debía ser la novia de Michael, teniendo en cuenta que, Michael es muy popular por jugar futbol y baloncesto, ama los deportes y es muy bueno en ello. Mientras que yo soy la drogadicta del colegio con los padres más asquerosos, lo cual es cierto sobre los padres, pero mi consumo no es nada dependiente como ellos lo hacen ver.

Además, creen que Michael no debía estar con alguien como yo porque no le podría brindar un futuro, es decir, hablan de cosas intangibles y que no son de interés de ellos propiamente, a causa de esos rumores antes yo solía pelear y dejarlos vueltos una mierda hasta que me citaron por enésima vez, dónde me sentenciaron que de haber otro problema me expulsarían, es por eso, que a diario trabajo en mis emociones y las controlo lo más que pueda.

Al final, si no termino mi colegio quizás sea una basura como mis padres y uno de mis anhelos es poder largarme de esa casa con la seguridad de no tener los mismos errores que ellos cometen conmigo.

Eso sí, no ha sido nada sencillo para mí, cuando caminas y en cualquier pasillo te ven con miedo y odio a la vez, así no le haga daño a ninguna persona, me hace hervir la sangre y más las cosas que inventan haciendo daño incluso a nuestra relación con Michael.

La mayoría de estos chismes son creados por el grupo de las intocables, las llamo así porque obtienen siempre buenas notas y los docentes las respaldan, lo cual es inmaduro de parte de los adultos, aunque no me quejo porque gracias a mis buenos resultados no me sacaron en otras oportunidades. Retomando, las intocables se creen lo más hermoso y por obvia razón siempre quieren que Michel termine conmigo, mi novio es alto, musculoso por hacer deporte y un estilo bad boy enamora a cualquier mujer, no las culpo, pero no todos somos tan superficiales como ellas para fijarse solo en eso.

El profesor comienza a explicarnos las ecuaciones 2x2 y para qué sirve, me gusta mucho la forma en la que enseña las matemáticas y nos comprueba que en la vida diaria se usa solo calculo. A mitad de clase llegó un chico para decirle que debía asistir a un comité justo cuando estaba terminando la gráfica del ejercicio, se retiró dejando unos ejercicios por resolver mientras volvía.

Como no hay más clase por el momento, salgo del salón y termino mis ejercicios en las zonas verdes, primero conecto mis audífonos mientras pongo mi playist favorita y sin ser detectada por las cámaras me fumo un cigarro por el frío que hace, lo apago una vez que veo a Michael está en clase de deportes, desde lo lejos vislumbro su cuerpo que tanto me fascina, al verme me manda un beso lo cual me hace sonrojar, odio un poco que haga gestos románticos cuando estamos en el colegio por las personas.

Aún recuerdo como Michael me limpió todas mis lágrimas, cuando le conté todo sobre ese día, estaba muy enojado y frustrado contra Carmen y Jonathan, pero le pedí que no hiciera denuncia para no tener problemas con ellos, ya que he tenido suficientes en estos 7 años.

Por eso quiero tanto a Michael que me ha apoyado desde entonces, solo que últimamente no hemos tenido mucho tiempo juntos porque ha tenido muchos clientes y debe ir cuando se lo piden, a mi como no me gusta estar con esos clientes, pues no me queda más opción que estar en el Valle.

Una parte de mí adora estar sola en el Valle, este lugar lo conocí hace 8 años, fue gracias al regalo que me dio mi abuelo antes de morir, es una mesa de noche que en cualquier lugar donde la tenga se crea un pasillo al moverla de posición, no sé cómo fue posible que el pasillo me lleva a un sitio lleno de muchas flores, árboles y es muy similar a un paraíso, donde solo yo tengo acceso a él.

Ese regalo es mi refugio, lo uso cuando las cosas se ponen muy turbias en casa y para estar en un lugar a salvo, de hecho es ahí donde tengo a mi mejor amigo, mi árbol favorito al que abrazo cada vez que bajo, lo único es que nadie sabe de ese lugar, ni mi novio, porque fue un regalo de mi abuelo y sé que es mi espacio mágico con él así este en el cielo.

Antes de terminar clases le escribo a Michael sobre el festival que se hará en una semana en Bogotá en el parque Simón Bolívar para que podamos estar juntos y disfrutar como decía en el volante que todo el mundo sostenía en la entrada del colegio, él acepta y yo me alegro porque estaremos los dos compartiendo.

Antes de regresar a la casa, me compro una hamburguesa y coca cola, para mi comida, no me apetece salir después de estar en la casa a menos que me escriba Michael o deba comprar algún material para mi trabajo de biología. Mi celular vibra y es Michael.

Novio

Te amo mucho, ten cuidado esta noche, sabes que fue quincena

02:45 pm

Luisa

No hay de que preocuparse, estaré bien

02:47 pm

Muevo con cuidado la mesa de noche y bajo al Valle donde mi ánimo cambia totalmente y como no, cuando tienes a la naturaleza en la palma de la mano disfrutando de los pequeños rayos de sol que se van escondiendo entre las hojas de los árboles. Le cuento mi día al árbol y le abrazo, estos días he tenido un poco de ansiedad y sé bien que su compañía me ayudará. A veces siento que en el árbol está mi abuelo por lo que no me contengo ni un poco al expresar mis sentimientos.

Se anochece rápidamente y miro la hora, son las 8:13 pm y no me había fijado, como mi hamburguesa es una de mis comidas preferidas incluso donde la compro ya me llaman clienta fiel, es gracioso, porque eso lo suelen hacer los adultos, pero prefiero comprar a cocinar y tener un accidente con Carmen por alguna discusión.

Al subir a mi habitación, escucho fuertes golpeteos en mi puerta, lo cual es muy extraño, por eso rápidamente acomodó mi mesa de noche y me preparo para recibir al monstruo que está al otro lado de la puerta.

Que me abras niña malcriada —dice Jonathan

Ya abriré —respondo y su golpe me hace estremecerme, un par de golpes más y puede romper la puerta.

Una vez abro la puerta retrocedo, él entra tajante y con los ojos rojos como la sangre, una vez más esta historia se repetirá, en su mano lleva la chapa de la correa de su pantalón y caminando desafiante hacia mí diciendo:

Cuando yo golpee la puerta, debe abrirse inmediatamente —dice Jonathan y golpea mi cama, con la correa haciendo estremecer a Carmen, era esto a lo que Michael se refería con la quincena, plata en mano iguala a borrachera fija.

No escuché la puerta —respondí mirando el piso, cuando miro el suelo él se enloquece.

No digas mentiras niña malcriada —alza su mano, pero en vez de recibir el impacto le da una cachetada a Carmen y a mí me sorprende ese golpe— esto te lo ganaste por mal criar a esta niña

Carmen, llora y la miro con lástima, si la situación hubiera sido otra yo le habría ayudado, pero ella igual que Jonathan se forjaron en la misma ferretería. Mientras se recupera ella del golpe, Jonathan agarra la chapa de la correa y se prepara para atacar.

Ahora tú —se acerca — si vuelves a mirar el suelo mientras te estoy hablando te voy a matar

Una vez termina su oración me da un par de golpes, yo cubro mi cara para no afectar mi rostro; cuando esta situación se convierte en una rutina el cuerpo empieza a dejar de sentir ciertos golpes simplemente no duelan y ya no le demuestre debilidad a mi agresor.

¿Por qué no lloras hija de puta? —suelta la chapa y me impacta en el estómago con ésta, ese golpe me hace soltar un gemido del dolor tan hijueputa, él por su parte sonríe —. Así le gusta que uno la trate ¿no?

La próxima vez debes hacer caso a tu papá cuando él te esté llamando —habla Carmen con aires de regaño y Jonathan me coge del cuero cabelludo

No vuelvas a hacerme esperar, porque no habrá una próxima vez para ti, zorra —me quedo quieta esforzándome en no llorar y mordiendo mi lengua para no pedir ayuda, las veces que lo intenté me fue peor.

No lo volveré a hacer, lo prometo —respondo mirándolo a los ojos y el satisfecho por el morbo que le genera golpearnos cada vez que se le da la gana, me empuja contra el borde de la cama recibiendo todo el impacto en el seno derecho.

Necesito que me lave mis zapatos, ahora mismo —dice Jonathan y se retira de la habitación junto a Carmen.

Toda esta situación por unos pinches zapatos me ha dejado vuelta mierda y una vez más siento punzadas en el cuerpo, lavo los clamados zapatos lo más rápido para regresar a mi cuarto y encerrarme. Mis brazos, mi seno y mi estómago me duele demasiado con ganas de dejar de vivir en ese mismo momento, un año más y me largo de esta maldita casa. 

Nota de autora: Espero que les haya gustado este primer capítulo no olviden dejar sus comentarios y votos.

Besitos😊

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top