Capítulo 2
A la mañana siguiente te levantaste como siempre te cambiaste de ropa y bajaste a desayunar.
Al bajar las escaleras te topaste con un olor agradable que provenía de la cocina, así que te dirijiste hacia ella.
— ¿Mamá qué haces aquí? — le preguntaste a la mujer que estaba en la cocina haciendo el desayuno.
— Oh ____ querida, verás en el trabajo me dieron unas vacaciones y decidí pasarlas contigo — te sirvió los hot cakes en el plato.
— Valla hasta que sales de ese trabajo todo el día y todos los días te la pasas escribiendo y no descansabas — le respondiste mientras te llevabas un pedazo de hot cake a la boca.
— Si, eso es lo que pasa cuando eres abogada — ella se sentó en el comedor a tomar su desayuno.
— Y bien ¿Que es lo que vamos a hacer? — le preguntaste a tu mamá mientras te llevabas otro pedazo de hot cake a la boca.
— En el sótano hay unas cosas que te quiero enseñar — te sonrió mientras tú llevabas tú plato al lavabo.
Tu mamá ya sabía de la existencia de esa puerta pero ella nunca la pudo abrir y al verte con esa llave con el mismo diseño de la puerta decidió mostrartela.
— ¿Y qué es mamá? — las dos se dirigieron hacia el sótano.
— Ya verás querida —
Tu mamá movió unas cajas del sótano revelando así la puerta, te sorprendiste por lo que ella te estaba mostrando.
— ¿Que hay detrás de la puerta madre? — preguntaste con algo de miedo.
— No lo sé nunca la pude abrir, verás hace diez años que la encontre, tú solo eras una niña de seis años, intente con todo y nada, hasta hoy que te vi con esa llave que traes de collar tenía el mismo diseño que la puerta y fue que decidí mostrartela — te dijo tu madre mientras tú te acercabas a la pequeña puerta.
— ¿Y donde me llevará esa puerta?— colocaste la llave en la cerradura girandola.
— No lo se, averigualo tú misma — la puerta se abrió mostrando un portal donde tu entraste.
— Suerte mi vida — de pronto todo se volvió obscuro.
Te encontrabas en un camarote de un barco, todo a tu alrededor está en completa obscuridad. Saliste del camarote y viste que tenías un vestido típico del siglo XVIII.
Viste a un joven con el típico atuendo varonil de aquel entonces, te acercaste a preguntarle dónde se dirigía el barco.
— Disculpa, ¿que año es este y a donde nos dirigimos? Es que tengo mala memoria y aveces se me olvidan las cosas — sonreiste y le preguntaste al joven.
— Oh, este es el año de 1776 y nos dirigimos hacia la ciudad de New York — te contesto y te sonrió.
— ¿New York? ¿1776? — dijiste algo asustada.
— Si, ¿Le pasa algo? — el se acercó a ti algo preocupado.
— S-si estoy bien pero ¿si me podría decir su nombre? — lo miraste aún asustada.
— Mi nombre es Alexander Hamilton — te respondió mientras hacía una reverencia — ¿Y el de usted bella joven?
— Yo soy _____ _____ — hiciste una reverencia hacia Alexander.
— ____, es un lindo nombre — te dijo — y dígame que viene a hacer a la ciudad de New York.
— No lo sé exactamente, pero dígame y ¿Usted que es lo que vine a hacer? — tu ya sabias que el iba a hacer el primer tesorero de los estados unidos y la mano derecha de Washington pero decidiste preguntar de todos modos.
— Vengo a estudiar en el king's college, unirme al ejército de Washington y hacer un legado que todos sepan lo que fui alguien importante que ayudó a la libertad de nuestra nación — te respondió seguro mientras veía al mar.
— Valla eso sí que es asombroso, me caes bien — le sonreiste.
— ¿Encerio? Tu también me caes bien además de que eres muy linda — te giño un ojo y tú solo te sonrojaste.
— Mira ya estamos llegando al puerto hay que ir alistandonos — lo agarraste de la manga y lo llevaste por donde todos estaban bajando — oyes crees que me pueda quedar contigo, digo es que no conozco a nadie aquí.
— Jaja, yo tampoco tengo donde quedarme, pero puedo estar junto a ti mientras encontramos un lugar donde nos podamos quedar — tu asentiste y partieron rumbo en las calles de New York.
Y fue ahí donde Alexander vio a Aarón Burr y el corrió hacia el.
— Disculpe ¿Usted es Aarón Burr señor? — el le preguntó con una sonrisa.
— Eso depende ¿Quien pregunta? — el algo asustado le dijo.
— Oh claro señor, yo soy Alexander Hamilton y a su Servio estoy, lo he estado buscando —
— Me estoy poniendo nervioso —
Tu solo observabas de la distancia cuando un chico choco contigo.
— Disculpe señorita no la vi —respondio el chico pecoso — déjeme ayudarla.
Te levantaste y viste que tenía unos ojos hermosos color verde avellana y tenía unas Pecas que adornaban su cara.
— ¿Esta usted bien? — te pregunto el pecoso.
— S-si estoy bien solo fue un choque —
— Dígame hermosa dama ¿Cual es su nombre? — te pregunto mientras besaba tus nudillos.
— Soy ____, _____ _____ ¿Y usted cual es su nombre? — el pecoso solo te sonrió.
— Soy John Laurens, hermoso nombre que tiene usted —
Viste que Alexander se alejaba con Burr así que lo decidiste seguir dentro de la taberna, John se quedó en shock cuando vio a Alexander.
"El se parece al chico de mis sueños" pensaste mientras ibas caminando hacia la taberna.
Después dos chicos llegaron y junto con John entraron a la taberna gritando y cantando.
— ¿¡QUE HORA ES!? — grito John.
— ¡DEL SHOW — los otros dos lo acompañaron.
— Cómo dije... — le dijo Burr a Hamilton.
— Alex cómo te atreves a abandonarme — dijiste mientras jalabas de su casaca.
— Oh, perdón linda es que me emocioné hablando con Burr —
— ¡Hora del show! !Hora del show! ¡Yo! ¡Yo soy John Laurens en este lugar donde estoy! Dos cervezas San Adams, ¡Por que estoy trabajando con tres! ¡Esos casacas rojas no quieren nada conmigo, porque yo voy a explotar chick-a prrop a esos policías hasta libre ser! — canto John.
— Oui oui, mon ami, je m'appelle Lafayette!
¡El Lancelot del conjunto revolucionario!
Vine de muy lejos sólo para decir "Bonsoir!"
Dile all rey "casse toi!" Quién es el mejor? soy yo! —
— Yo soy Hércules Mulligan
En esto, amandolo. Sí, escuché a tu madre decir "que fue eso?"
Encierren a sus hijas y a sus caballos, por supuesto
es difícil tener relaciones sexuales sobre cuatro conjuntos
de corsets… — te quedaste impresionada con lo que dijo el hombre.
"Espera dijo ¿Caballos?"
Y así todos cantaron y revolotearon como mariposas :v
Estaban en la cantina más noche y pues no era bien visto que las mujeres a esa hora andubieran en lugares como ese así que le dijiste a Alexander que se fueran.
— Oye Alexander ya es algo tarde hay que irnos ¿No? — le jalaste de la casaca por que no hacía caso — Hey Alex ya vámonos estás muy borracho —
— ____, hay que llevarlos a sus hogares — dijo John ya que era el único que no se había embriagado de más.
— Pero no tenemos donde quedarnos apenas llegamos hoy y no conocemos muy bien aquí — le dijiste algo apenada.
— O ya veo, si ese es el caso hay que ir a mi casa allí tengo dos habitaciones de sobra — te sonrió mientras ayudaba a mantener a Alexander de pie.
— Y ¿Lafayette y Hércules, ellos estarán bien? — le preguntaste preocupada.
— Si los e visto peor ellos llegarán solos a sus hogares te lo prometo — los dos salieron del establecimiento con Alexander cargando.
Y así partieron rumbo hacia la casa de John.
Holis de nuevo otro capítulo de esta historia que apenas comienza :3
Dejen su estrellita los amo :^
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