V Reflejos
ESPAÑA. Sweet Amoris.
-Lysandro. Buenos días ¿Cómo está?
-Oh hola Nathaniel. ¿Cómo está todo?
-Bastante bien. Puedo hablar contigo un momento.
-Claro, cuéntame que es lo que pasa.
Le he contado lo que ha pasado, Lysandro ha tomado una reacción seria a medida que le contaba lo acontecido el día anterior. Sin embargo Lysandro se ha conservado bastante sereno lo que es propio de él.
-Nathaniel aquel caballero tiene la razón. No deberías de meterte tanto en ese asunto.
-Pero, es que me quedo con esa intriga, además ese tren tiene una sola vía...
-Nathaniel, tranquilízate deja eso un poco de lado. Con el tiempo lo entenderás. Ahora si me disculpas me retiro.
-Oh, claro muchas gracias.
-No es nada.
He decidido adelantar un poco el papeleo antes de que inicien las clases. Pero no me he podido concentrar lo que Melody me estaba hablando y no le coloqué atención y seguía sumido en mi trabajo. Pero era ella la que me hacía perder la noción del tiempo. Esa chica bastante peculiar. Es muy mona...
-Nathaniel, no me estas escuchando...
-Debo terminar esto...
- Nathaniel. *le coloca las manos sobre los documentos*
- Oh ¿Necesitas algo?
-Tengo que hablar contigo seriamente.
-Dime que es lo que pasa.
-Me gustas, desde hace tiempo y me gustaría saber si me darías una oportunidad como novia.
-*Se queda pensativo unos segundos* Melody escucha. Eres una buena chica, lamentablemente mis sentimientos hacia ti no son correspondidos.
-Ya veo. Te gusta otra ¿Verdad? Yo te amo.
-Pero yo no. Melody te tengo aprecio. Pero no es el aprecio que imaginas.
-Pensé que lo que sentías por es amor.
-No. Nunca fue amor. Fue cariño pero nunca ha sido amor, yo te veo como una amiga solamente.
-Nathaniel...
-Melody lo siento, estoy ocupado necesito terminar esto hoy. Perdóname si fui insensible. *Continua con su trabajo*
Sin embargo hay algo en lo que pensé ¿Me gusta alguien más?
*En el tren*
-Me puedes decir ¿Qué haces aquí?
-Padre yo *suspira*- Aparecí en España, y bueno me perdí en el centro.
-Rose, ¿Puedo saber el motivo de esa depresión?
- Sí. Es que tengo sentimientos no correspondidos hacia Sebastian. Y él estuvo con una de mis mejores amigas el viernes por la noche, cuando caí en razón, un joven me salvó de ser arrollada por un auto.
-Comprendo, así que fue el jovencito que vi a las afueras del tren.
-Así es.
-Rose, sé que estas un poco contrariada por lo que estas en Corea. Pero viendo tu situación si puedes aguantar estos meses que quedan y te regresas a Londres.
- ¿Y la universidad?
-Cariño, podrás viajar luego. Cuando ya hayas terminado la colegiatura te regresas, veo que no la estás pasando muy bien.
-Padre, ¿Puedo hacerte una sugerencia?
-Soy todo oído.
-El cambio... ¿Se puede hacer después de marzo?
- ¿Después de las vacaciones? ¿Por qué?
-Quiero volver a Madrid.
-Oh, ya veo. Quieres ver al chico ¿No es así?
-Bueno...
-No te preocupes no te regañare por eso, eres una niña linda y ese jovencito es educado. Creo que no tengo problema con ello.
-Gracias.
-No me lo agradezcas, solo te pido que la persona que elijas para pasar el resto de tu vida a su lado. Sea alguien que te merezca.
-Está bien. Te lo prometo.
-No lo hagas por mí, hazlo por ti misma, no quiero ver tu vida desgraciada. Con los tiempos que corren.
-Tienes razón haré mi mejor esfuerzo.
-Eso es.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top