Prólogo

La distancia es tan grande, el poder tambien. No temo de ser lo que soy, pero si hundirme en una oscuridad de la cuál si estoy sola siento no poder ser lo suficiente fuerte, para incluso salvarme a mi misma. Quizás esa sea mi debilidad de mi quirk, la inseguridad. ¿Pero cómo quieren que sea fuerte si me han quitado lo que más he amado? No me vale que haya sido por protección, nunca se los perdonaré, y se merecen haber muerto por esa causa. Una familia no destruye ni mata, una familia se protege y cura las heridas. Pocos pueden ver lo que veo, yo sé que él era buena gente, intenté dar todo de mi a y por él, pero la gente al no comprender el significado real de tener corazon puro y bueno, pocas veces nos dan lugar en la toma de decisiones, creyendo que ellos serán los mejores tomando las decisiones por ti mismo, yo sabía que se equivocarían al darle la espalda, que se equivocaban, ellos no querían lastimarme pero lo hicieron y lo mataron, a mi único ser de luz. Todo por ser diferente, y tener un quirk muy peligroso. Su abuela y yo siempre tratamos de protegerlo, pero cuando ella murió, nos hirió a ambos, traté de ser lo suficientemente fuerte para ambos, pero no pude. Ellos lograron lo que quería, extingir al "monstruo" pero también a su vez me mataron, y dejaron muerta en vida, pero estoy agradecida que también se hayan ido con la muerte. Ellos nunca fueron padres para mí. Nunca entendieron mi quirk, pocos saben como criar y sanar las heridas de un hijo. Ellos no lo supieron y pagaron sus errores con la muerte, dejándome huérfana más luego en un orfanato. A mis 13 años, mi vida se volvió más caótica, las cosas morían a mi alrededor, los niños que me molestaban quedaban enfermos, no sabía utilizar muy bien mi quirk, y las malas vibras y ondas negativas, eran malas para mí, tuve que forzar por completo mis sentimientos para poder salir adelante, careciendo de alegría, hasta ese día.

Ese día en que conocí lo que era la crueldad oscura de un humano normal, aquel que lastima no merece perdón, pero si se lo agradezco haber hecho que yo sea una héroe gracias a él, rescaté a un loro de plumas rojas, naranjas y amarillas, ojos celestes como el agua y cielo. Un animal tan hermoso no merecía un ser tan cruel como dueño. Lo salve de una muerte segura, no maté al individuo, pero si lo acusé por maltrato animal, conociendo así a un hombre extraño, rubio de ojos celestes, quién de alguba manera me parecía conocido. Su amigo al parecer era, de Naomasa, un detective de la policía de Tokio, uno de los pocos que saben de mí. Es al único que le tengo confianza.

Suspiro, aquellos recuerdos de cómo salvé a Lukoil son muy recientes aún, mi quirk se desarrolla mejor con él cerca, de alguna manera puedo conectar espiritualmente con él, y así poder entender lo que quiero decir cuando nadie parece saberse unas malditas señas de mudo. Y claro, cuando pierdo la paciencua por la ignorancia y arrogancia. Recuerdo que cuando rescaté a Lukoil, ese hombre rubio se me quedó mirando fascinado, por alguna razón, sentía familiaridad y un cierto enojo hacua su persona, por lo que lo ignoré al principio. Luego de un mes intentarlo, Naomasa Tsukauchi, pidió por mi presencia, la cuál era muy extraña. Solamente una vez, en la que robé por necesidad, él solicitó mi presencia, ya que había sido testigo de una muerte, tomandome como culpable por mi quikr, la espiritualidad era uno de los mas fuertes, y cuando me deprimía era normal que las cosas murieran a mi alrededor, pero esa vez no fue mi culpa, un villano en busca de comida había asesinado a aquel hombre, escapando de la escena, con mi ayuda lograron encerrarlo en la cárcel, pero desde entonces me toman como agente especial para ciertos trabajos, de allí viene el dinero con el que me alimento. De otro modo, el orfanato no me da lo que necesito, este quirk para muchos es una maldición, para mi es un poder con el cual no se puede jugar. Y que si yo lo tengo es por algun loco motivo.
Pero bueno, Naomasa aquella vez me llamó a su oficina, encontrándome con aquel hombre desnutrido, casi descompuesto físicamente, sus ojos parecían estar hundidos, y solo sus ojos azules se observaban. Era extraño pero no me daba miedo.

-Puedes confiar en él, Lavi...

Eso había dicho sincero y tranquilo Naomasa. Yo percibía la sinceridad de su alma en esas palabras. Y aquel hombre no irradiaba mala vibra, todo lo contrario, era una gran luz, lo que parecía portar en su interior.

Hice una seña de saludo. Junto con una suave mueca parecida a una sonrisa.

-Hola pequeña, me llamo Yagi Toshinori, y soy un viejo amigo...

Mis ojos se impactaron ante aquella declaración, haciendo que Lukoil se sobresaltara también, preocupado por mi.
Quién, enseguida frotó suavemente su cabeza por mi mejilla, buscando respuesta por mi parte, levanté mi mano y le acaricié su plumaje del cuello, apreciando su preocupación.

|Tranquilo, estoy bien, sólo... No me esperaba que volvieramos a vernos, es un viejo amigo, Luk --pensé.

Lukoil podía escuchar mis pensamientos como si fuesen palabras salientes de mi voz. Por eso mi quirk era más completo teniendolo cerca. Y eso lo hacía sentirse útil, pero yo lo quería por ser mi amigo, quedarse con alguien como yo.

-Mucho gusto, gerk~ All Might-contestó por mí, Lukoil.

Sorprendiendo en grande a Naomasa, quién pedía explicaciones, se sentía. Sólo me dedique a recostarme por la pared, al ver la expresión relajarse de All Might.
Al parecer temía que lo tuviese rencor por el abandono.

-jajaja al parecer sigues recordándome, ¿pero qué te pasó pequeña? Desapareciste, nunca más te encontré -comenta Yagi.

-gerk~ No quiere hablar de ello, de ello -dice el loro pelirrojo.

Naomasa suspira comprensivo y me sonríe, por lo que le da una palmada en la espalda a Yagi.

-Lamento decirte amigo, ella padece de un estado de shock, por algún accidente traumatico en su niñez, por consecuente su mudez. Su loro, es quién a veces comunica sus pensamientos. -explica aquel joven pelinegro, detective.

-Oh, no lo sabía, -se lamenta culpable Yagi-, y... Bueno, ¿dónde te estas quedando? , así para tener una conversación mas amena

Hago unas señas, con una delicadeza y agilidad, formando con mis dedos, las palabras "Orfanato Kuwai Awai"

-En el Orfanato Kuwai Awai -dice Naomasa siendo el traductor.

-¿Creí que ya eras mayor de edad? ¿Porque vives allí? -pregunta con cautela y aflijido el rubio.

-gerk~ Ayuda comunitaria, ya pronto terminará ahr~ -contesta el loro pelirrojo.

-Hmm... Cuando lo termines, si quieres, yo... Esto, ¿podrías vivir conmigo? Claro, si no tienes un lugar ya... -dice algo nervioso el superheroe numero uno.

Hago una mueca, y miro a Naomasa, que me mira como si esto fuera una oportunidad para mí, suspiro, y me encojo, de hombros, para luego hacen unas señas de "Me lo pensaré".

Para luego marcharme, debería pensarlo con mucha cautela, volver al mundo activo e sun gran paso, aunque sé a sabiendas que él esta buscando un descendiente para su quirk, pero yo no quiero serlo, pero... El podría tener contacto con Nezu. Aunque hace tiempo no se de aquella rata loca.

|Uff... Se vienen tiempos agobiantes Luk~digo pensativa.

-Tranquila, juntos hasta el final, no~, yo siempre te apoyaré gerk~ -contesta Lukoil, canturreando.

Ocasionando que lo abrace fuerte, antes de volver a la posilga del Orfanato, si bien, ya soy mayor, me sé cuidar sola, agua nunca me ha faltado, pero por mis leves caídas al robo, prometí cumplir esto.

Al ver a las monjas con cara de asco y desprecio, he de decir que este lugar es el que más odio. Un infierno más que estar en la calle.

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