16

Capítulo 16:
"Recuerdos del pasado, y Dabi"

┏─────────────┓
.ılılıllı.
Dentro del recuerdo

En aquella oscura sola y fresca noche, caminaba con la expresión vacía viendo como Tokyo estaba repleta de gente, con diferentes capacidades, dones o poderes como se le quisiera llamar. Habían niños que se emocionaban por ser héroes, y sus padres animaban a que lo siguieran, aquello me daba cierta envidia y odio.

A mis 15 años, era una joven bastante hiperactiva pero solitaria en un lugar desconocido, mis padres se habían mudado a este lugar por la gran oportunidad de sacar dinero de la bestia que tenían por hija, si, eso es lo que veían en una pequeña como yo, por poseer tantas habilidades. Al principio la belleza que poseía lo utilizaron a su antojo, de ser una joven pelinegra, sana, feliz e inocente; pasé a ser una rota, con ojeras y con otra mentalidad de la vida.

Mis padres me habían entregado a un prostíbulo del cual le daba dinero abundante por mi, cada hombre que tocaba mi piel era cuidadoso porque segun un rumor estúpido, si me trataban como si fuera ángel su placer iba aumentar. Tan incrédulos eran que lo hacían, hasta que llegó un joven mató toda espectativa asquerosa que tenía de lo que me ocurría. Aquel joven de ojos celestes, ojeras y piel extraña con aquellas grapas en el rostro y cuerpo, me hizo ver cosas que no creería si me lo dijeran en aquel momento.

Había pagado para estar conmigo una semana, y ese día se cumplía un mes de que habían roto mi alma en cada violación de mi cuerpo. Mi vista estaba pérdida, ya no tenía ganas de verme a la cara, sólo veía una asquerosidad en el espejo. Las pesadillas habían hecho su trabajo y las ojeras bajo mis párpados eran evidentes. La violación constante no es fácil de soportar, a pesar que tuvieran consideración, el daño en mi estaba hecho.

-¿Tan pequeña... y ya sin brillo de vivir?-pregunto el joven pelinegro.

-...¿Usted que quiere de mí?-ignoré su pregunta.

Hubieron policías en cubierto que entraron al postíbulo para salvarme, intentaban, pero morían en fracaso. A estas alturas ya no sentía esperanza de nada.

Tocaba levemente mi muñeca blanca donde había un punto violaceo, nunca supe por qué era tan diferente al resto. Pasaba desinteresada por aquel punto la punta de mi dedo pulgar, queriendo eliminar cualquier cosa extraña de mi, pero unas manos detuvieron mis acciones. Levanto la mira ambarina quedando presa de aquella mirada frente a mi, ojos azules casi verdosos.

-¿Qué es lo extraño en ti? ¿Por qué te odias tanto?-preguntó el pelinegro.

No supe que responderle, el tacto de sus manos había hecho que me estremezca, y una sensación cómoda en mi se plasmara al tenerlo cerca, era la primera vez que lo sentía, por lo cual solté un jadeo de sorpresa.

-Eres tan delicada, con la llama de fuego azul, si no la manejas te carcome vivo, pero si la sabes tratar es la llama más bella que puede existir -dice el pelinegro, para llevar mi muñeca a sus labios, besando con suma delicadeza y suavidad.

Haciéndome estremecer y tragar saliva, no sabía explicar lo que siento, es calido su caricia a pesar que parezca muy misterioso y peligroso estar cerca suyo.

-Te han ocultado de mi tanto tiempo... Soy dabi, y prometo eliminar todo pensamiento sucio de ti, mi pequeña Aoi honō.

Al decir aquello siento como mi corazón late desesperado, y antes de que pudiese decir algo, de sus manos en la punta de su índice sale una pequeña llama azul, para lueho colocarla justo en el punto violaceo de mi muñeca, ahogo un grito, y un calor impresionante me invade cada particula de mi ser, mientras siento como me atrae hacia a él, abrazándome y dejando suaves besos en mi rostro.

-Tranquila... Yo estoy aquí para ti.

Eso fue lo último que pude escuchar antes de caer en aquel ardor que me hundía a un luz lavanda en mi interior. Abrazándolo con dolor y miedo. Sus besos parecían calmar la calidez potente del cual consumía a mi cuerpo.

Dos días después

Fui despertando bastante cómoda, extrañamente las manos que me retenían en un abrazo me gustaba, pero... ¿por qué? Mis ojos se me hacían pesados de retener abiertos, parecía que había corrido una maratón, por el cansancio. Al fijar la vista al frente pude ver al mismo joven que parecía tener un año o dos más que yo, tenía una expresión tranquila, moví mis manos hacia su rostro, era extraño pero no me daba repugnancia su aspecto si no que curiosidad, levemente se la acaricié, envidio su expresión tranquila. Yo nunca me la merecí.

-No pienses así, Aoi honō.

Abrí los ojos y quise separarme ante el susto de sus palabras.

-¿Q-qué?...

-Tenías una expresión muy triste, por eso lo dije. No leo mentes -dice colocando una mano sobre mi mano, la que acariciaba su mejilla.

-Hmp...¿qué quieres de mí?-contesté desafiándolo.

Ocasionando que una sonrisa aparezca, y por alguna extraña razón eso me afectase.

-Solo te quiero liberar, Aoi honō.

-¿Para qué? Como si fuera que valgo la pena en este mundo.

Bajo la mirada, no siento nada por lo cual pudiese salvar al mundo que me metió en una oscuridad de la cual no merecía. Nunca hice daño a nadie, siempre intenté controlar mis habilidades.

-Tks, te comerás todas esas palabras, y me las pagarás con besos -sonríe lascivo y divertido.

Me ruborizo, ante aquella sonrisa, estúpidas hormonas, ya me volví loca por un desconocido.

-¿Qué ganarías con eso?

-Tu corazón, y tú el mío.

Quise separarme de él, nerviosa y ansiosa, si solo estaba traumado conmigo, y yo era la que moriría. Esto es demasiado ficticio. ¿Para qué realmente me quiere? No lo se. Y me molesta la intriga que da.

-Sue-eltame~ -gruño.

Pero Dabi, me aprisiona contra la cama, dejandome sin aire, al sentir como cada parte de nuestro cuerpo choca y roza, estremeciéndome y sigo luchando, intentando sacármelo de encima, a pesar que me sienta bien teniéndolo cerca, no, no sé si quiera otra vez que me usen.

Dejo caer mi cabeza contra la almohada, agotada y mirando a la derecha, hacia una ventana, pero unos labios rozan mi cuello, junto con una lamida en el lóbulo de mi oreja, ocasionando que inconscientemente suelte un gemido.

-D-da..ah~ bi~... No...

Siento su sonrisa contra la piel de mi cuello.

-Lo deseas pequeña, Aoi honō, ríndete a la sensación, te mimaré como nadie lo supo hacer -dijo para luego sentir sus manos debajo de mi chamarra y remera, tocando la piel de mi cintura.

No quiero, me gusta...pero no quiero, no...¡No!

Siento una sensación que me arde como flama en mi interior, y veo de un color violáceo lo que me rodea, veo un hilo blanco en él, y deseo empujarlo lejos de mi, por lo que posiciono mi mano en su pectoral y me imagino que lo empujó.

Llamenme loca, pero sentí un frezco al tocar, aquel hilo y la sensación de inquietud me colma, en un segundo lo tengo tirado al otro extremo de la habitación. Mirándome sorprendido e impresionado.

-Hahaha~ Aoi honō, has despertado al fin~ -exclamó divertido Dabi.

-Me llamo Nunchi, ese es mi nombre, no eso raro que dices -digo a la defensiva.

-Nunchi... Muy bello nombre para mi pequeña Aoi honō. -vuelve a decir.

Me inquieto y tengo la intención de ir a dejarle en claro mi nombre, pero doy unos pasos y caigo de rodillas frente a un espejo, haciendo que el venga preocupado hacia mí.

Pero al verme en ese espejo quedé estupefacta, ya no era la chica de hace unos días, mi cabello era de un tono lavanda, ojos violáceos y mi piel seguía pálido, pero esta vez era un violeta pálido casi blanco.

¿Qué me ha pasado? Yo...yo era pelinegra, de ojos ambarinos, y piel blanca, ¿qué es esto?

Sentía lágrimas caer por mis mejillas, y unas manos las van deteniendo antes de caer al suelo.

-Sé que lo único que te agradaba de ti, eran tus ojos ambarinos, pero solo había una manera de sacarte de aquel lugar... -dice Dabi en tono de disculpa y preocupación.

Fijo mi vista en él, y cuando voy a decir algo, una oscuridad me vuelve a consumir, alejándome de todo.

Volviendo a la realidad... Y teniendo después de tantos años, frente a mi, a aquel que me había salvado de mi pasado. E intentado que no quedara maldita.

┗─────────────┛

Me quedo tensa al sentir que el pelinegro con grapas en la cara, me ve, estira de un brazo y me atrae para darme un abrazo fugaz.

-Dabi...

-Aoi honō, como te extrañé, te traigo algo de comer -me acaricia la mejilla, y cierro los ojos, evitando dejar caer lágrimas.

-También te he extrañado, ¿cómo supiste que tenía hambre?-pregunto curiosa, intentando no llorar de nuevo.

-Fíjate que estoy en la Liga de Villanos, me encontré con que Shigaraki te conoce, pues tengo mis medios y contactos para llegar a ti -dice como si nada, con aquel humor negro y burlón.

Lo golpeo un poco en el pecho, para luego esbosar una sonrisa, como lo había extrañado.

-¿Gerk~? Laviun Avez, no entiendo nada Gerk~ -exclama disgustado el loro pelirrojo.

Dabi lo mira impresionado pero lo oculta, para luego hacer que nos separemos un poco, y haga una mueca al ver lágrimas que no caen de mis ojos.

-Pequeña Nunchi, no tenemos tiempo para esto, vamos dentro, mañana debes volver a tu mundillo falso -dice Dabi- mientras comes me dirás lo que ha pasado, desde que tuvimos que tomar rumbos diferentes.

-Tks, no te debo explicaciones.

-¿Comenzarás con eso de nuevo?

-Ya está soldada tus asuntos conmigo, además odio dar explicaciones -contesto arrebatándole la comida que trajo.

Ocasionando que al poco escuche una risa provenir de él, y cerrar la puerta tras de si.

-¿Cuándo me perdonarás por comprarte aquella vez? Si los dos lo disfrutamos en ese tiempo.

-Tks, en ese tiempo podías bien exterminar a todos -digo resentida, empezando a comer.

Veo como Lukoil nos mira con cierta curiosidad y diversión.

-Gerk~ parecen niños, ¡niños! Gerk~-exclama burlón.

Dabi se acerca a él, y lo acaricia.

-Ahora te conseguiste una mascota parlante, hmp~ no estás tan loca aún como yo. Y por lo otro, no podía hacerlo estaba un poco indispuesto.-se encoge de hombros.

-¡INDISPUESTO! TUS COJONES! Perezoso y flojo, idiotas -gruño enfrascándome a disfrutar del ramen.

De un momento a otro, lo percibo cerca mío, y con un movimiento de manos lo alejo de mi.

-Haz mejorado, pero recuerda, que yo fui quién te prendió, Aoi honō.

Siento como me limpia el mentón, y me ruborizo al comprobar que había quedado comida.

-Quedaste en el pasado. Descubrí que andas con una loca como tu.

-¿Celosa?

-No, tengo mi propio manjar -digo con una sobrisa lasciva.

Haciendo que Dabi trague saliva.

-¿Q-qué..?

-Así es, para que ir tras de ti, si tengo mejor recompensa que un loco como tu -bromeo, me encanta ponerlo celoso.

-A puesto que ni siquiera te complace como lo hacía yo. No puedes estar hablando en serio, Himiko y yo... S-solo...-dice nervioso.

-Hmp~ ves, no hace falta explicaciobes, lo nuestro terminó por lo sano, así que eres libre de hacer lo que quieras. Además gracias a ti soy la pervertida de hoy en día -agradezco dejando un beso en la punta de su nariz.

Dejandolo pasmado allí.

-Gerk~ punto para Laviun~

-¿Uh? ¿Laviun...? ¿Como es eso?

-Si~ Gerk~ Laviun Avez~

-La vi una vez, así que esa es tu identidad de mentira, no quieres que nadie vuelva del pasado, ¿verdad? Recuerda que ya están muertos -comenta Dabi levantando de la posición del cual estaba.

-Nadie sabe la verdadera historia sobre mi, bueno a excepción de muertos, tu y Shigaraki -contesto seria.

-Gerk~ yo quiero saber mas de ti~ -dice Lukoil, volando hacia mi.

-Más adelante, lo sabrán.

-¿Acaso estás planeando algo? Espero no sea nada estúpido.

-Claro que no lo es. Pero bueno, Uh~ mira se terminó el tiempo -comento mirando la hora, y justo Tomura aparece tras un agujero negro.

-¿Qué haces tu aquí?-espeta Tomura.

-Pues ya me iba, nada -dice Dabi.

-No, ¿que eres tu de ella? O te mato aquí maldito. -dice Shigaraki, con aquel tono frío.

Y allí está el instinto de hermano sobreprotector, que hace años no veía.

-Soy su ex, y mejor amigo, así que te aguantas. Nos vemos en otra, Aoi honō...

Al decir aquello sale del deoartamento dejándome con un Tomura serio e inquisidor de saber mas sobre lo que acaba de pasar.

Ese idiota escapando siempre de los líos, me acuesto en la cama, desinteresada.

-¿Qué ha pasado para que llegues tarde Tomu?-pregunto.

-Debes irte.

-¿Hmp?

-Por que...






/////
¿Qué pasará? ¿Cuales son los planes de Laviun para el futuro?
¿Tienen alguna idea?
¡Saludos!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top