Antes de la misión

Durante los siguientes días después de el encuentro con Eri, las cosas estaban un poco tensas entre 2 miembros de la la clase 3-A, y estos no eran nadie más que la pareja Té verde.

En sus entrenamientos de la academia podía notarse las emociones de ambos, ira, frustración, tristeza, etc; No se necesitaban pruebas de ello, su constante desconcentración en clases, las lágrimas que derramaban en el almuerzo, y la furia que liberaba cuando entrenaban era más que suficiente.

Los estudiantes estaban en el gimnasio Gamma y tanto chivos como chicas miraban a la pareja entrenar con mucha ira.

Jiro: ¿No creen que Uraraka a estado actuando un poco raro?.

Yaoyorozu: Ha estado actuando así desde que llegó de sus pasantías. - dijo preocupada.

Asui: Midoriya también a estado actuando así, kero. - habló mientras los miraba, sabiendo el por qué de su actitud.

Ashido: ¿Será que se pelearon?.

Hagakure: No lo creo Mina, se siguen hablando pero no se notan muy felices, tal vez algo pasó. - miró a la castaña golpeando el saco de boxeo.

Uraraka: ¡Maldito Chisaki, ya verás cuando te ponga las manos encima!. - pensó furiosa golpeando el saco con más fuerza hasta romperlo un poco.

Jiro: Definitivamente no me gustaría ser ese saco.

Mientras tanto Midoriya se encontraba practicando sus golpes y rompiendo las paredes que Cementoss creaba.

Midoriya: ¡No voy a dejar que lastime a Eri!, ¡tengo que salvarla!. - golpeó una sola pared y destruyó las demás solo por la presión.

Kaminari: Wow, Midoriya está como loco.

Kirishima: Se ve que tiene mucha energía, pero no se nota muy feliz.

Bakugo: Algo debió pasarle al nerd para que estuviera así, ¡pero no por eso será mejor que yo!. - gritó antes de volver a entrenar.

Cementoss: Midoriya.

Ectomplasm: Uraraka.

Cementoss/Ectomplasm: Fue suficiente.

Izuocha: ¡No!, ¡debo seguir entrenando!.

Aizawa: ¡Ya basta!. - activó su quirk y dejó que se calmaran - Quiero hablar con ustedes 2, los demás vayan a cambiarse.

Con todos fuera del gimnasio el maestro se acercó a la pareja y comenzó a hablar.

Aizawa: ¿Están así por la niña, verdad?. - preguntó sorprendiendo a los dos.

Izuocha: ¿Cómo sabe de...?

Aizawa: Nighteye me lo contó, estaba organizando el papeleo cuando él me llamó y me contó lo sucedido y entendí por qué se comportaban de esta forma.

Midoriya: .........Él estaba enfrente de mi.

Uraraka: ....La tuve en mis brazos y ni siquiera pude hacer algo.

Midoriya: Debió ver su cara, estaba muy asustada y temblaba mucho. - apretó sus puños impotente.

Uraraka: Nos pedía ayuda....pero no pudimos hacer nada. - recordó el momento y frunció el ceño.

Aizawa: ¿Estarían dispuesto a salir heridos con tal de haberla salvado?.

Izuocha: ...Si. - contestaron decididos.

Aizawa: Eso sólo me demuestra la clase de héroes que son. - colocó sus manos en sus hombros y los miró - Es cierto que no pudieron ayudarla en ese momento, pero hicieron lo correcto al no arriesgar a los inocentes o a ustedes. Sé que se sienten frustrados por no poder ayudarla, pero ese no era el momento de hacerlo, cuando tengan la oportunidad de volver a hacerlo salvenla, aferrence a ella con fuerza y no la dejen ir. - se dio la vuelta y caminó a la salida - No olviden ese sentimiento y usenlo para la próxima misión.

Ambos se quedaron en silencio, reflexionando sobre lo dicho por su maestro, miraron sus manos y apretaron sus puños.

Izuocha: Definitivamente....tengo que salvarla.....Ya no la dejaré ir.

...

Días después algunos héroes y los estudiantes pasantes se reunieron para discutir sobre el reciente descubrimiento que se había hecho por parte de las agencias cercanas de la zona y vinculadas al caso.

La conversación no iba para nada bien y cada detalle o explicación que se daba dejaban al peliverde y a la castaña más preocupados, hasta que escucharon algo que les helo la sangre.

Nighteye: La noche anterior Fatgum estaba patrullando la calle con sus paseantes cuando se encontraron con unos criminales involucrados con la compra y venta de drogas y sustancias ilegales.

Fatgum: Uno de los sujetos disparó su arma a Tamaki, pensé lo peor pero resultó que esa bala no era como las otras, contenía un líquido que lo hizo incapaz de usar su quirk.

Mirio: ¿Estás bien Tamaki?.

Tamaki: Si, la bala no me hizo mucho daño y recuperé mi poder en la mañana. - contestó mostrando su mano convertida en pezuña por haber consumido res.

Fatgum: Esas drogas son transportadas por el país y tienen un efecto poco duradero pero se cree que podrían mejorar la dosis para que dure aún más....pero eso no es todo. El mismo sujeto le disparó a Kirishima con una bala igual, afortunadamente no le hizo daño debido a su quirk y la bala quedó intacta.

Midoriya: Bien hecho Kirishima.

Kirishima: No fue nada. - dijo un poco avergonzado.

Fatgum: Después de analizar el contenido de la bala pudimos identificar de que estaba hecha, esa bala....contenia rastros de sangre y restos humanos.

Eso dejó sorprendidos a todos pero, más que sorprendidos, mas asustados y preocupados a la pareja.

Nighteye: Suponemos que la sangre pertenece a una niña llamada Eri, estaba con Chisaki cuando Midoriya y Uraraka la encontraron en un callejón.

Héroe1: ¿Por qué no se la llevaron si la tenían enfrente?. - preguntó viendo a los jóvenes con miradas ensombrecidas.

Nighteye: Pudieron haber puesto en peligro a los inocentes y a la niña, no podían arriesgarse, Rock Lock.

Ryukyu: No puedo creer que le hagan eso a una niña. - dijo angustiada.

Nighteye: De ser así, debemos empezar a buscar la guarida del Shie Hassaikai, y la próxima vez que nos encontremos con la niña.

En ese momento Midoriya y Uraraka se levantaron de sus sillas determinados y exclamaron.

Izuocha: ¡La protegeremos y la salvaremos!.

Nighteye: Ese es nuestro objetivo. Estén atentos a cualquier cosa.

Con eso la reunión dio por terminado.

Tanto Asui como Kirishima entendieron mejor el por qué de la actitud de sus compañeros, y por lo que parecía su profesor también se enteró de que la Liga posiblemente estaba involucrada en el caso, por lo que estaría vigilando a sus estudiantes y de ser necesario los sacaría de la misión, pero aún con eso ellos contaban con su apoyo.

...

En otro lugar de la ciudad, más específicamente en la guarida de los Yakuza y los preceptos, en un cuarto decorado y con algunos juguetes, la pequeña Eri se encontraba recostada en su cama, recordando las palabras y la sensación de los brazos de aquellas 2 personas que la encontraron.

Eri: Era muy diferente, nadie me había tocado así antes.

Uraraka: ¿Estás bien, pequeña?.

Midoriya: ¿Te hiciste daño?.

Eri: Sus manos....

Uraraka: No me parece normal que una niña como ella tiemble así.

Midoriya: ¿Qué le estás haciendo a ésta niña?.

Eri: ...Eran muy cálidas.

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