Aun te busco y admito que tengo miedo.

Últimamente me pregunto, me pregunto, me pregunto...

¿Qué sería si estuvieras viviendo esto ahora?

La Libertad, el sabor de La Libertad...

El dolor... Se hubiera esfumado.

Te sigo llorando, recordando y anhelando encontrarte...

No he encontrado voz que se parezca a la tuya, no he encontrar rostro, ojos o cabello que se parezcan a ti...

Y si sucediera, ten seguro que sufriría, pensando que eres tú...

La verdad y la mentira... La justicia y la maldad... Tu piel y la soledad...

Tengo tanto que contarte, pero ya no estas aquí, no se si estas en otro lado... No sé, pero duele...

Hoy todos dicen ser felices. Pero no he visto ese brillo en los ojos de nadie. La familia esta muerta. Es como que si cuando te fuiste, se fueron las ganas de seguir luchando de todos. Se conformaron hasta con los trabajo. Ese cansancio físico les empezó a dar igual, porque tu falta marcó más.

Sonreimos pero nos quitaron los labios, ahora damos miedo, porque hasta haciendolo lloramos. No podemos mentir, nos duelen las manos. Nos duelen las ganas. Nos duele respirar. Todo sigue pesando.

No he visto ese brillo en nadie. Todos estamos tristes, apagados, indefensos, maltratados.

Te espero, aunque no vuelvas. Te espero aunque duela. Años han pasado y nada se olvida. Sigo hablando de ti, sigo escribiendo tu nombre, sigo luchando por tus derechos, esos que perdiste. En el registro seguramente estará tu nombre, un archivo que nunca sera cerrado... Porque desapareciste, injustamente.