Basta mi niña, basta. Qué las lágrimas dejen de caer, aléjate que tú dignidad aún no está en juego. Se que te va a doler, que vas a visitar los lugares favoritos que tenías con él, que te vas a ver el cuerpo y las marcas de sus labios en cada parte de tu piel. Se que te va a doler, recordar sus lunares y sus pecas, recordar su voz, su piel, su olor, su calor, sus caricias.

Qué vas a caminar por aquel primer beso y aquella primera cena o vas a ver la luna y sus huellas van a estar ahí. Se que no pararás de llorar, que estás en absoluta negación, pero aléjate, vamos, tú puedes ahora más que nunca.

No vas a estar bien, porque la intensidad con la que amaste no puede ser comparada y la intensidad con la que sufres ahora, tampoco. Vete, vete porque a él le duele y contra ese dolor no puedes hacer nada, aún cuando el tuyo fue desde el inicio.

Vete, lo intentaste todo, ya no se puede hacer nada. Toma tus heridas, tus miedos, tus inseguridades y tus primeras veces lejos de aquí. Ya no es tú terreno seguro, ya no te puede ayudar, ya no puedes separar las piedras de la arena, es muy tarde.

Porque fue tú culpa por no ser comprendida, fue tú culpa por no haber sanado esto antes, fue tú culpa por haberlo dado todo... Aunque así lo prometiste ¿Recuerdas? Las ganas que tenías de amar e iniciaste bien y poco a poco tus ganas se fueron.

Entonces¿Qué haces aquí? ¿Amor? Si, tú lengua acaricia la palabra amor... Vete ya, por favor, antes de que nos rompamos