𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 𝐈

Sasuke despertó temprano en la mañana, la luz se colaba por su ventana, haciéndolo gruñir algo molesto.

Cuando despertó no encontró a nadie a su lado, bufando nuevamente, como detestaba que su Usuratonkachi no estuviera a su lado.

Se levantó y se fue en busca de su esposo, encontrándolo tratando de cocinar algo.

— ¿Qué preparas? — pregunto curioso de que su lindo esposo intentará cocinar.

— Cocino unos panqueques, ya sabes intento aprender.

— Me parece bien — dijo mientras se sentaba en la mesa — Los niños, ¿Dónde están?, Dijeron que pasarían por aquí.

— Ellos estarán en una misión larga, no sé cuándo volverán.

— Oh... Ya veo, estoy feliz por ellos.

— También los extraño.

— Son muy buenos ninjas, estoy orgulloso de eso.

— Si, estoy muy feliz, en estos dos años han progresado mucho.

Y es que es así, dos años habían pasado desde que se volvieron un matrimonio, las cosas no habían cambiado en realidad.

Sus hijos eran muy buenos ninjas y realizaban muchas misiones, es por eso que casi nunca se encontraban en casa, hasta Himawari había encontrado su vocación como ambu, a pesar de su corta edad, era demasiado lista y los genes Hyuga y Uzumaki habían hecho lo suyo.

— Tengo el día libre — menciono el rubio que había terminado ya de hacer su desayuno.

— Siempre tienes papeleo — recordó un aburrido Sasuke.

— Nah, detalles, detalles — dijo restándole importancia — Lo principal eres tú, mi amor — hablo sobre sus labios para luego besarlos.

Sasuke quien obviamente no protesto, continuo el beso, fundiéndose en su esposo, deleitándose con sus labios y quedando sin aire.

— Entonces alístate que saldremos a dar un paseo.

— Como ordene mi esposo — dijo en pose militar.

El azabache rio un poco, y trato de comer, el disque desayuno que preparo el rubio, por eso era el, el que cocinaba, por cosas como esas.

.......

Ambos caminaban tranquilamente por la aldea, debido a su reciente matrimonio con Naruto, Sasuke era casi que venerado, ya sea por lo increíble que era, o gracias a que por el, Naruto es más feliz cada día.

Y eso no le molestaba, digo para su orgullo, no estaba mal que las personas lo admirarán, aunque de igual forma pensar que esa misma aldea ha sido parte de sus desgracias no lo convence demasiado.

— Mila, hola, ¿Qué tal todo? — pregunto el rubio con una sonrisa.

— Hola Naruto-san, Sasuke-san — hablo inclinándose como saludo.

— No hace falta tanta formalidad, Mila, somos tus amigos — hablo está vez el azabache.

— Increíble, tómalo como un regalo, Sasuke no suele ser amable — murmuro cerca, pero lo suficientemente audible.

— Dobe — hablo jalando a su marido — ¿Qué haces aquí sola?, ¿Y Sakura?

— Trabajando en el hospital, aunque dijo que la vería aquí — hablo pensativa.

— Entonces no debe tardar — sonrió Naruto — ¿No será ese ramo de flores gigantes?

Casi que de inmediato, Mila volteo hacia atrás, encontrándose si con Sakura, pero no había un ramo gigante, más bien una bella rosa roja.

— Perdón por la tardanza — menciono la pelirrosa mientas depositaba un beso en los labios de su castaña novia.

— No te preocupes rosita — hablo ella — Nos vamos — le menciono a la pareja.

— Adiós Sakura, Mila, feliz aniversario — grito lo último.

— Sigamos — hablo Sasuke y se dirigieron a la torre.

Ahí les esperaba una torre de papeleo, que Naruto no estaba dispuesto a realizar, era su día libre, el papel podía esperar.

— Solo necesito que firmes estos que son importantes y ya eres libre — hablo el pelipiña — Además tu esposa está aquí, que te ayude — dijo esto último y huyó ante la fulminante mirada de "la esposa".

— Shikamaru, no huyas cobarde — grito este.

— Sasu, puedes sentarte y esperar, no me tomara mucho tiempo — hablo sentándose y tomando una de las hojas.

— Olvídalo, te ayudo, será entretenido.

— Si tú lo dices — nombró pasándole unas hojas.

— Mmm... Oro... Orochimaru — menciono Sasuke.

— ¿Hn?, Ah, sí, Orochimaru quiere experimentar algo, me está pidiendo permiso para trabajar con Tsunade pero ya sabes Oba-chan no está de acuerdo.

— Si tiene sentido, ¿De qué se trata?

— Es una píldora especial, o algo así, no estoy seguro, me tengo que reunir con él para hablarlo y luego convencer a la abuela.

— Ya veo, espero que no sea nada peligroso.

— No creo, pero sigamos con esto, que entre más rápido acabemos, más rápido iremos a comer.

— Claro — añadió con una sonrisa, aquella que solo utilizaba cuando estaba a solas con su rubio.

No tardaron demasiado y pronto estuvieron listos para salir, o eso es lo que planeaba.

— Mn, espera — hablo el rubio — Orochimaru me cito hoy, justo en estos momentos.

El azabache lo miro sorprendido, él no había leído esa parte.

— Tendré que ir, no te molesta seguir sin mí, cierto mi amor, no tardaré mucho — dijo haciendo ojitos tiernos.

— Dobe, claro que no, puedes irte, solo no dejes que Orochimaru haga algo raro.

— Te lo aseguro — añadió con una sonrisa.

Y tomo rumbo hacia la guarida, la última vez que había estado ahí, fue cuando se provocó la muerte, gratos recuerdos sin duda, pero no estaba ahí para eso, averiguaría para que tanto insiste el cara de serpiente, mientras no sea nada peligroso, todo bien.

— Hola, parejita de enamorados — saludo el rubio, al dúo que se estaba dando amor.

— ¡Ah! — grito Karin — Imbécil, suéltame — le gritó a su pareja.

— Hola Naruto — saludo Suigetsu — Orochimaru te está esperando al final del pasillo.

— Gracias, los veo luego — y con un movimiento de mano se retiró.

— Con que imbécil — reprochó el chico tiburón.

— Me espante, de acuerdo — se excusó.

— Si claro, lo que tú digas — termino para volver a atrapar sus labios.

Mientras tanto Naruto había llegado al laboratorio y estaba sentando para recibir la plática y tomar la decisión si aceptar o no.

— Naruto-kun, que bueno que ya estás aquí — llego un hombre pálido que para nada aparentaba su edad —Te estado esperando y me alegro que aceptarás venir a escucharme, estoy muy agradecido.

— No hay de que, pero todo depende de lo que me muestre y si me convence su idea.

— Sin duda lo hará — hablo con una pequeña sonrisa.

..........

Sasuke se queda un rato observando la oficina de Naruto, estaba todo desordenado, como es que podía trabajar de esa manera, se preguntó.

Limpiando un poco el lugar, se topó con un retrato de su familia, de su ahora familia, ellos dos y sus tres hijos, se veían felices en la imagen, y realmente lo estaban.

Tenía que admitir que los extrañaba un poco, con sus misiones apenas y los veía, y si estaban en la aldea, cada quien estaba con sus amigos, no teniendo mucho tiempo con ellos.

— Oye, pa, mamá te va a matar — hablo un chico que venía llegando — Oh, Sasuke-san, creí que mi papá estaría aquí.

— No lo he visto — menciono el azabache.

— Mh, de seguro se escondió el muy cobarde, ya sabe lo que le espera — dijo mientras bostezaba aburrido.

Shikadai era idéntico a su padre, tenía rasgos de ambos progenitores, pero sin duda predominaba el gen de Shikamaru, siempre cansado, aburrido, pero con un gran intelecto y muy bueno estratégicamente hablando.

— Que fastidio será buscarlo — menciono.

— Shikadai, apúrate, tenemos que irnos — hablo Inojin que venía llegando — Oh, el Hokage no está — dijo recalcando lo obvio.

— Entonces quien nos dará nuestra misión — se quejó dramáticamente Chocho.

— Ya tenemos la misión, solo vine a buscar a alguien, pero no está, Sasuke-san, si ves a mi papá dile que ya valió todo y que mi mamá encontró la caja en el cajón del ropero — menciono y luego salió con su equipo.

Sasuke solo miro extrañado y termino con su labor de limpieza, al poco rato llego Shikamaru.

— Las juntas, son un fastidio — dijo aburrido.

— Temari, ella encontró tu caja escondida en el ropero.

— ¡¿Qué?! — grito asustado.

— Shikadai me dijo que te avisará y que ella te estaba buscando.

— Sabía que debía de convertirme en una nube — murmuro destruido.

— Suerte con tu esposa — dijo dándole una palmada en su hombro y salió de la oficina.

No tenía nada más que hacer, Naruto de seguro ya no tardaría en llegar, y él tenía hambre, así que se fue a comprar algo, y esperaría pacientemente a su rubio.

Por suerte, no tardo mucho, Naruto llego, solo que estaba muy pensativo, esperaba que su antiguo sensei, no haya tenido una idea loca.

— ¿Cómo te fue? — pregunto sencillamente.

— Todo bien, creo, su idea, no me convence del todo.

— ¿Y de que se trata?

— Pues...

— ¡Shiba! — se escuchó el pequeño grito de la Hyuga.

— Hola, Shiba — hablo el rubio, mientras alzaba al pequeño niño.

— Naluto, hola — hablo con dificultad.

— Naruto-kun, Sasuke-kun, lamento la interrupción — dijo mientras se disculpaba. 

— No te preocupes Hina, el pequeño Shiba, parece muy feliz.

— Wof — a la par llego un perrito y detrás Kiba corriendo.

— Hola, Naruto, Sasuke, que bien que encontraron a mi hijo, lo perdí de vista por un momento y desapareció — hablaba efusivamente.

— Kiba, es la última vez que dejó que lo cuides — fulminó la ojiperla.

— Pero Hinata, ese pequeño diablo, fue el que se perdió — reprochó.

— Pequelo diabo — hablo el castaño mientras se removía para que Naruto lo bajara.

— Los dejaremos solos — hablo Hinata.

— No te preocupes, siempre es un honor ver a tu lindo hijito — hablaba el rubio — ¿Qué hacen por aquí?

— Hay una demostración de cometas, los niños podrán jugar, Shiba es demasiado pequeño, pero creo que le gustará observar a todos — explico.

Fue cuando se vieron rodeados por una cantidad masiva de niños, y sus padres detrás de ellos.

— Que lindo — menciono Naruto.

Sasuke se dedicaba a observar, como los niños jugaban, y como las cometas volaban tenía hasta un aire nostálgico.

El rubio veía todo con un brillo especial, le gustaba mucho jugar con niños, eran tan honestos y tiernos, ellos se divertían con lo que sea, además contagiaban esa felicidad, la felicidad que solo tiene un infante.

Se quedaron viendo todo un rato, pero empezó a oscurecer, y ellos como adultos responsables, tenían que volver a casa.

El tema de Orochimaru quedó olvidado, sin embargo, era lo más importante.

— Sasu — hablo el rubio.

El azabache estaba perdido, mientras miraba por una ventana, desde ahí podía ver el parque antes mencionado y con ellos los niños, Sasuke observaba todo con una especie de anhelo.

Naruto lo noto, pues esa expresión era obvia en su azabache, un calor se posó en su corazón, y supo que era lo que quería.

— Sasu, yo... tu... los niños... — hablaba el rubio o bueno eso intentaba.

— ¿Qué dices? — pregunto al no entender nada.

— No, olvídalo, ¿Hay algo que quieras decirme?

— Yo... No, no todo bien — añadió una pequeña sonrisa.

Ambos se fueron a dormir, después de su casi plática.

(Por Dios, es como si estuviera viviendo con un par de niños)

(¿Qué dices?)

(Nada, tu sigue durmiendo, de esto me encargo yo)

(Lo que digas)

Para Kurama, las cosas estaban bastante tranquilas, si no tiene que lidiar con las largas noches de pasión que se cargan, todo está bastante bien.

Hasta unas horas antes, cuando escuchó la idea de Orochimaru, tenía que admitirlo le pareció una idea loca y hasta ridícula, y lo seguiría pensando si no fuera porque puede escuchar los pensamientos de Naruto, y le quedó claro que era la mejor idea del mundo.

Sin embargo, parecía que los dos aún necesitaban un empujoncito si querían lograrlo y el los votaría al cañón de ser necesario, solo por venganza, porque le prometieron no coger como conejos, como si lo hubieran cumplido, esos dos no hacían otra cosa.

Sasuke se removió incómodo, empezaba a soñar algo, como si los recuerdos lo invadieran.

Se encontraba parado viendo el paisaje, mientras veía a niños correr por doquier, no los reconocía, pero de pronto vio rostros conocidos.

Sasuke, Naruto y Sakura chiquitos, corriendo con los niños, de pronto apareció Sarada, Boruto y Himawari, quería ir con ellos, pero ellos se hicieron grandes, crecieron de un momento a otro y desaparecieron entre la multitud.

Los busco con la mirada pero ya no los encontró, se sintió decepcionado, de la situación y de sí mismo, nunca pudo convivir con niños, ni siquiera con su propia hija, a quien conoció 12 años después.

Un hijo...

La idea de tener un hijo le llegó de repente, como si su mente se hubiera iluminado, pensándolo bien...

— ¡Ah! — despertó Sasuke y se sentó en la cama.

— ¡¿Qué pasó?! — grito Naruto de igual forma.

— Tengamos un hijo — hablo viéndolo directamente a los ojos, con un brillo en ellos.

Naruto lo miro con los ojos muy abiertos, y Kurama sonrió internamente.

— Naruto, tengamos un hijo — dijo y le sonrió.

Continuará......
























































































































¿Por qué sigues bajando?
































































































Ya está, me atrapaste.






























— Sasuke, ¿De qué estás hablando? — pregunto un Naruto muy sorprendido, su corazón latía a mil por hora, creía que seguía soñando.

— Yo... No lo sé, solo que nuestros hijos ya están muy grandes, no estarán con nosotros y yo la verdad, no lo sé — dijo bajando la mirada, mientras observaba su abdomen plano, como si se imaginara otras cosas.

— Mi amor — hablo el rubio, estaba tan feliz y emocionado, ya había visto a su azabache, ese anhelo de tener un hijo de ambos, no era nada raro y Naruto lo sabía, por Dios que estaba tan feliz — ¡Claro que sí!, Tengamos un hijo — grito de la emoción.

Sasuke se sorprendió, y fue cuando lo golpeó la realidad, ¿Cómo rayos tendrían un bebé?, Eran hombres, no sabía de dónde había sacado esa idea tan imposible y hasta ridícula.

De pronto un mar se sensaciones lo atacó, la sensación de querer tener un hijo y el no poder hacerlo, le pegó duro, tanto así, que no pudo retener unas pequeñas lágrimas.

— Sasu — susurro el rubio, al tener a su azabache en esas condiciones.

— Naruto, que dices, nosotros no podemos tener hijos, es imposible — hablo casi hipando.

— No, mi amor, esa es la mejor parte, no lo es — le dijo dedicándole una sonrisa marca Naruto.

— ¿Cómo?

— Recuerdas que no te conté de que me habló Orochimaru, pues....

— Sin duda que lo hará — menciono con una pequeña sonrisa.

— Pap... Mamá... Bueno — hablo confundió el chico que llegó.

— Mitsuki, justo a quien necesitaba.

— Hola, Naruto-sama, un placer verlo — hablo el chico serpiente.

— Hola Mitsuki — saludo el rubio.

— Justo Mitsuki fue parte de esta investigación y una de las razones por las cuales empecé y pude terminar esto — agrego con una sonrisa.

— Claro, ¿Pero qué es?

— Verá, Hokage-sama, cuando creé a Mitsuki, estaba buscando como poder tener un hijo, yo no podría tenerlo, porque una soy hombre, y dos no tengo pareja.

— ¿Eres hombre? — pregunto Mitsuki.

— En estos momentos lo soy, pero quién sabe en un tiempo, tu llámame mamá, me gusta así.

— De acuerdo.

— Ajá... — incito Naruto a continuar.

— Me llevo bastante tiempo, y varios errores lograrlo, pero pude crear a mi querido Mitsuki, casi tan perfecto como su progenitor — agrego orgulloso — El punto es que, para eso, tuve que elegir un cuerpo, y trabajar mucho, Mitsuki es un ninja con mis genes y con genes especiales, porque lo cree así, especial — menciono abrazándolo por detrás.

— Entiendo ama mucho a su hijo, pero eso de que me sirve — pregunto confundido.

— Lo que pasa es que después de tener éxito con Mitsuki, seguí experimentando más, por ejemplo, con Karin, ella es mujer, sin embargo, no podía tener hijos — le recordó.

Naruto asintió frenéticamente, si lo sabía, había sido una triste noticia para la pareja que quería intentarlo.

— Pero ahora...

Karin llegó de repente, la habían llamado y no sabía para que la querían.

— Espero que sea importante Orochimaru, porque no tengo tiempo para tus estupideces, me duele la cabeza, entiendes, la cabeza — dijo amenazándolo con su dedo.

— Es importante Karin, le hablaba a Naruto-kun, lo feliz que estás estando embarazada — agrego.

Naruto la volteo a ver sorprendido, Karin se sonrojo un poco, y se puso de perfil, solo para mostrar su apenas abultado vientre.

— ¡Felicidades! — dijo el Uzumaki en automático.

— Gracias — agrego con una sonrisa y se retiró.

— ¿Pero cómo? — hablo el rubio.

Tenía entendido que el caso de Karin era más complicado, y no se podía usar por ejemplo la fecundación in vitro, que es la que había usado con Hinata, ella debido a cierto ataque con un chidori, que no recordamos de parte que quién fue, había sufrido heridas graves y entre ellas, un problema en su útero o algo así, él no había entendido bien, el punto, es que era imposible, y ahora ahí estaba, esperando un hijo.

— Fue algo difícil, pero logré crear nuevo tejido y así que pudiera embarazarse.

— Ya veo, y quieres mi autorización para llevarlo al hospital, y que más personas con ese problema puedan intentarlo — añadió con una pequeña sonrisa.

— No exactamente — hablo confundiendo al rubio — Claro que se puede usar para eso, y estaría más que encantado por eso, pero en realidad lo cree con otro propósito.

— ¿Otro propósito?

— Sí, si conseguí que una mujer que no podía tener hijos, lo logrará, que me impide que otras personas que no puedan tener hijos lo hagan.

— ¿Otras personas?, No estoy entendiendo, ¿Cómo quienes?, ¿La abuela?

Orochimaru no entendía como es que era Hokage, o es que él le estaba dando muchas vueltas.

— Me refiero a los hombres, Naruto-kun, que un hombre pueda tener un hijo.

— ¿Un hombre? — pregunto sorprendido el rubio, nunca se le hubiera ocurrido algo así — ¿Eso es posible?

— Ya lo creo, pero no puedo solo, necesito la ayuda de Tsunade, sin duda los dos lo lograremos — hablo emocionado, le encantaba crear cosas nuevas — ¿Y bien?, ¿La convencerás?

— Sí, digo, si, supongo que valdrá la pena, yo se lo diré.

— Gracias, estaré esperando su invitación a la aldea.

— Claro, nos vemos — dijo retirándose algo nervioso por toda la información nueva.

— Karin, preciosa, ten cuidado con los químicos.

— Joder, no estoy invalida, puedo hacer todo lo que desee.

— Hola Karin, Suigetsu.

— Hola Naruto — saludaron ambos.

— Estoy feliz por ustedes, sé que lo habían intentado antes, me alegra que se haya logrado.

— Gracias, Naruto, y no te preocupes, tú también lo lograrás con Sasuke — hablo en modo de apoyo.

— Suigetsu — murmuro en reclamo.

— Ok, gracias — y sin más se retiró muy confundido de todo lo anterior.

— ¿Dices que es posible? — pregunto limpiando sus lágrimas.

— Si Oba-chan y Orochimaru trabajan en ello, lo lograrán, estoy seguro.

— Bueno, podríamos intentarlo — hablo con un ligero sonrojo.

— Claro que sí — hablo y sin controlarse lo abrazo — Lo lograremos, Sasu, lo prometo.

— Gracias — susurro.

Ambos cayeron dormidos, soñando cada momento con esa noticia especial.

Los días pasaban experimentando, no fue difícil convencer a la Quinta Hokage, pues tenía una debilidad por Naruto, siempre hacia lo que le pedía, y aunque no le gustaba trabajar con Orochimaru, lo acepto si así podrían ayudar a más gente.

La noticia de que intentaban crear una píldora especial recorrió la aldea, muchas parejas de hombres que existían estaban algo ansiosos, no tenían idea de que algo así se pudiera hacer, y estaban esperando.

Sasuke y Naruto vivían su día a día normal, estaban también muy ansiosos, pero nada pasaría hasta que los dos doctores dieran noticias.

Eso sí, el embarazo de Karin avanzaba de manera exitosa, y eso era un gran alivio.

— ¿Cómo lo llamarán? — pregunto Sasuke, quien se encontraba en la guarida.

— Aún no sabemos — hablaron ambos.

— Ni siquiera sé si es niña o niño — menciono esta.

— Yo sé que será un niño, un niño tiburoncito como yo.

— Espero que no — hablo Karin.

— ¿Y Juugo? — pregunto el azabache, al no ver al pelinaranja que normalmente parecía sombra de ellos dos.

— Tuvo que salir a una importante misión, al parecer encontraron rastros de otra persona con el sello de maldición, y él es el más interesado.

— Vaya, al menos les sirve de respiro — menciono.

— No creas, tenerlo cuidándote y acompañando no es tan malo, te acostumbras, ya hasta lo extraño — hablo mientras lágrimas se deslizaban por sus orbes.

Sasuke la miro sorprendido, Suigetsu solo le entrego un pañuelo, pero Karin le arrebato la caja.

— Perdón, Sasuke, estoy algo sensible — hablo sonándose la nariz.

— No te preocupes, pero será mejor que los deje, al parecer hoy tendrán lista la píldora y no sé — dijo nervioso.

— Todo saldrá bien Sasuke, tú no te preocupes, pronto tendrás a un azabachecito jugando a tu lado.

— O un rubio — menciono Sui.

— Gracias — y salió apresurándose, los nervios lo carcomían por dentro, y el solo esperaba que todo se logrará.

Y aunque no se logró ese día, poco tiempo paso para que los llamarán.

— Oba-chan — hablo el rubio llegando, Sasuke ya se encontraba sentado esperando.

— Lo tenemos — hablo efusivamente, tirando por accidente unos químicos.

— Ya lo tenemos terminado, así que por favor ya no rompas más de mis químicos — hablo el cara de serpiente.

— Una disculpa, Orochi — bueno esos meses juntos le sirvieron para hacerse más cercanos, después de todo fueron un equipo y nada más que los legendarios Sannin.

— Entonces con eso... — hablo Naruto, pero calló al no saber que más decir.

— Así es, necesito Sasuke, que te tomes está pastilla, y luego habrá que esperar.

— Bueno, es Sasuke, el que la tomara, ¿No?

Sasuke asintió con vergüenza, y es que, aunque Naruto lo haría sin problema, él quería hacerlo, lo anhelaba por alguna razón.

— Perfecto, entonces toma — hablo dándole un vaso con agua.

— ¡Espera! — grito Naruto, Sasuke paro enseguida — Ya lo probaron antes, ¿Cierto? — pregunto temiendo por la seguridad del amor de su vida.

— Si, no te preocupes, ya lo probamos, tuvimos que esperar cierto tiempo, y todo marcha perfectamente, en realidad ya la tenía terminada desde antes, pero el parto se me dificulto mucho, gracias a Tsunade todo se resolvió, no va a haber ningún problema se los prometo.

— De acuerdo — dijo aliviado y miro a su azabache.

Sasuke con un ligero temblor, tomo la pastilla y con ellos sus sueños.

— Bueno, no es cien por ciento seguro que funcione a la primera, sin embargo, lo hará, no se preocupen.

La pareja se retiró, llegaron a su casa, pero ninguno de los dos, se dignaba a hablar, eran tantas emociones juntas, tenían emoción, pero también algo de miedo, pero sin duda la felicidad estaba ahí.

— Naruto — el azabache hablo y Naruto lo miro de inmediato — No tengo palabras, estoy emocionado, pero también tengo miedo, yo no sé qué va a pasar, pero... — fue interrumpido por los labios de su esposo, quien le robó el aliento y aire con el que estaba tratando de respirar.

Estaba claro que, para poder tener hijos, necesitaba su semilla, ¿Cierto?, Pues que mejor que empezar de una vez, entre más pronto lo lograrán mejor.

El blondo llevo a Sasuke cargando hasta la cama, dónde lo despojo de su ropa, ambos se veían lujuriosamente, y no pararían hasta estar satisfechos, hasta Kurama decidió dormirse, sabía que le esperaría una larga noche.

Ambos estaban ansiosos, no perdían la esperanza, aunque hubieran pasado unas semanas, y nada pareciera ocurrir.

— Naruto, esto no funcionará — hablo el azabache en una ocasión, con unas cuantas lágrimas.

— No te preocupes, funcionará — se repetían ambos, tenía que funcionar.

Ese día sus hijos estaban de visita, como sucedía poco, Naruto no había ido a trabajar y Sasuke había cocinado mucha comida, estaban felices de que sus hijos estuvieran conviviendo.

— ¿Por qué no invitaste a Mitsuki? — pregunto Naruto al rubio menor.

— ¿Para qué? — contesto él.

— Para que lo presentes como tú pareja, hermanito — menciono Himawari.

— Hima — hablo con los colores en la cara.

— No te hagas Boruto, todos sabemos que están saliendo — hablo Sarada.

— Creí que nadie lo sabía — murmuro él.

— Son demasiado obvios, o no papá, ¿Papá?

Todos se encontraban comiendo las delicias de Sasuke, incluyendo a Sasuke, quien de repente dejo su comida de lado, justo cuando Sarada le hablo, su cara se puso pálida, se quedó quieto para ver si la sensación pasaba, pero no fue así, en cambio solo se intensificó, puso una mano en su boca y salió corriendo al baño del piso de abajo.

Naruto lo siguió deprisa, no había entendido que pasaba, pero la cara de susto de su azabache era suficiente.

Sasuke se encontraba vomitando en la taza del baño, cuando terminó, su corazón no podía estar más alocado, sus mejillas se sonrojaron y un gran sentimiento lo invadió.

— Naruto...

— Sasuke...

Las lágrimas cayeron en ambos, se quedaron viéndose un buen rato, claro hasta que las náuseas volvieron a atacar a Sasuke, no importaba, no podía estar más feliz.

— ¡Felicidades! — hablo Tsunade — Tiene un mes completo.

El azabache solo veía su abdomen, aunque estaba plano, ya había una vida formándose ahí.

— Gracias, Oba-chan, muchas gracias — hablaba el rubio, conteniendo las lágrimas.

— No hay de que, disfruten está etapa, Sasuke vendrá a revisión cada mes, de ahí los dejo a solas — tanto Tsunade como Shizune se retiraron.

— Vamos a casa — murmuro Sasuke, apenas audible, pero Naruto lo escucho perfectamente.

Se fueron lo más rápido a su casa, y ya estando ahí, los sentimientos que contenía fluyeron.

Lágrimas de felicidad salían desde sus ojos, y con una sonrisa expresaba su felicidad.

— Estoy esperando un hijo, Naruto, al fin — dijo casi gritando, no podía con su emoción.

El blondo lo elevó en el aire, dándole vueltas, estaba tan feliz, tan feliz.

Lo único que podían hacer era esperar, esperar a que el tiempo pasará y con ello una nueva alegría los llenará.

— ¿Será niño o niña? — pregunto Mila, quien estaba a lado de Sasuke, quien ya se encontraba en los 5 meses.

— Será niño — dijo con una pequeña sonrisa.

— Que lindo — chillo un poco al no poder contener la emoción — Rosita no me quiso decir — dijo con un puchero.

— Era un secreto — hablo en un susurro.

— Bueno no te lleves toda la atención — hablo el rubio, celoso de todos los que se acercaban a su azabache.

— Perdón, dango — dijo soltando una risita.

— Esa Mila, nada más agarró confianza, y ya me llama así.

Sasuke también rio un poco, su rubio era demasiado lindo.

— Mira nada más — dijo un castaño llegando mirándolo mientas negaba con la cabeza.

— Hola papá — menciono Naruto — Hasta que los veo ttebayo.

— Hola Naru, sabes que me fui con Iruka a unas vacaciones — hablo el peliplateado que salía de la espalda de su pareja.

— Cierto, cierto — concordó el Uzumaki.

— Hola Sasuke, me alegro mucho por ti, aunque fue raro el hecho de irme a unas vacaciones, regresar y ver a mi pupilo embarazado, pero bueno son las vueltas que da la vida.

— Lamentamos no avisarles, pero no sabíamos dónde se encontraban.

— No te preocupes, ya lo sospechaba, es mi instinto paterno.

— Auch — se quejó Sasuke.

— ¿Estás bien? — pregunto Naruto alarmado.

— Si, Dobe, solo se movió y...

— Lo harán bien, ¿Cierto? — susurraba Kakashi, mientras veía a la pareja.

— Claro que lo harán bien, hay que recordar que son los mejores ninjas que existen.

— Si, pero eso no ayuda a criar.

— Entonces estaremos nosotros para ayudarles.

— Si, tienes razón, oye Iruka, y si nos animamos a tener un bebé — hablo con sus ojos brillantes.

— Olvídalo — dictaminó mientas se daba la vuelta.

— Iruka, mi amor — y seguiría insistiendo...

— ¿Seguro que está todo bien? — preguntaba por milésima vez el rubio.

— Si, Naru, lo está — hablo atrayendo sus labios a los suyos, mientras comenzaba un fogoso beso.

Naruto se separó levemente para hablar sobre sus labios.

— De acuerdo — y continúo demostrando su inmenso amor.

.........

A veces la vida es dura, y te tiene preparado muchos obstáculos, pero al final pensarás que habrá valido la pena, si con eso serás recompensado por tu arduo trabajo.

O bueno mínimo ese era el pensamiento de nuestro rubio, siempre positivo ante las cosas malas.

— Mi amor — susurro el rubio sobre su abultado vientre de 9 meses.

— ¿Hn?

— Te he dicho que te amo, los amo, a ambos, soy el hombre más feliz del mundo, te lo aseguro.

— Si, usuratonkachi, me lo dices todo el tiempo — agrego con los ojos cerrados, disfrutando de las caricias.

— Que bueno que lo sepas, y esto va para ti también bebé, ya te amo mucho y te amare por siempre, si no me muero antes, jeje — agrego recibiendo un golpe de su pareja.

— Ni se te ocurra salir con una de tus estupideces usuratonkachi, porque yo me encargo de revivirte y volverte a matar si es necesario.

— Yo también te amo, Sasu precioso, te ves más hermoso que nunca — agrego con una sonrisa.

— No me cambies de tema, además no es cierto, estoy gordo, y probablemente no vuelva a recuperar mi cuerpo.

— Eso no es cierto, Oba-chan dijo que subirías mucho de peso, pero ella misma nos añadió que te habías conservado muy bien, además eso que, yo te amaría, aunque fueras una tabla.

— Porque sería delgado — agrego de mala gana.

— Pero amor, que cosas dices, son las hormonas, ¿Cierto? — pregunto divertido.

— Claro que son las hormonas, hasta crees que yo me voy a andar preocupando por esas cosas — respondió ofendido.

— Me confundes ttebayo, pero así te amo.

Sasuke negó divertido, e iba a decir otra cosa, si no fuera por el repentino dolor en la parte baja que sintió.

Se sentó de una manera más derecha, lo que su situación le permitía y espero un poco más, de repente otro fuerte dolor lo atacó.

— Naruto — hablo a este que se encontraba listo para dormir.

— ¿Qué pasó? — respondió murmurando encima de la almohada.

Iba a hablar y otro fuerte dolor le aviso que no era un simulacro.

— Ya viene.

— ¿Eh? — pregunto confundido.

— El bebé ya viene, usuratonkachi, levántate y llévame al hospital — grito.

Naruto se levantó de golpe, e inspeccionó a su pareja, este se quejaba del dolor, y parecía estar ansioso.

El rubio agarró las cosas que tenían preparadas, y su kunai especial, antes de eso lo miro a los ojos.

— Todo va a salir bien, de acuerdo mi amor, respira, que estaré contigo todo el tiempo — y le dio un beso en la mejilla.

Sasuke asintió cómo pudo, y luego de eso sus recuerdos son borrosos.

Llegaron al hospital, fueron recibidos por Tsunade y Sakura, el parto sería algo complicado, no podría tenerlo de forma natural, debido a que aún no probaban esa posibilidad y sería riesgoso hacerlo en ese momento, es por eso que harían una cirugía.

Naruto estuvo a lado de Sasuke, en todo momento, dando todo el apoyo moral que podía, Sasuke, él ha tenido mejores días, aunque nada se compara con el llanto de su bebé.

— Felicidades, es un niño muy sano — hablo la abuela.

El bebé fue entregado a sus padres, que solo atinaban a llorar de la felicidad.

— Gracias por esto Sasuke — hablo el rubio.

— Todo te lo debo a ti, Naruto — respondió este.

— Nuestro querido Menma — dijeron ambos, contemplando a su hijo, un hijo propio después de tanto tiempo.











Holaaa, después de 1 año de que se subiera el primer capítulo de esta historia, al fin les traigo el extra, se que me tarde mucho, una disculpa por eso, pero espero les guste mucho.

Tengo preparado otros extras así que espérenlos pronto, o bueno eso espero, en fin, si les gusto no se olviden de votar, comentar y seguirme claro, además de que puedan checar mis demás historias, estaría muy agradecida.

Sin más que decir, nos vemos, cuídense, besos 💋

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top