Inicio de algo raro

Agitado, decidió descansar bajo un árbol después de entrenar. Estaba fresco y nublado, el sol no resplandecía como siempre, sus ánimos de seguir entrenando, se dieron para abajo al sentir gotas de agua sobre su rostro. Frunció el ceño, y lentamente caminó hacia una casa pequeña, dónde lo esperaban su madre y su hermana.

—se vino la lluvia, que bueno que te metiste—sonriendo, se dirigió al chico—siéntate, la comida está lista

—que mal momento, estaba a punto de perfeccionar una técnica—cruzó sus brazos, recargándose en el respaldo—

—no seas llorón, mejor ponte a estudiar—le lanzó la hermana un gran libro—mañana tienes exámen

—el Beyblade es más importante que un aburrido exámen—con su mano, lo hizo de lado—es más, me saldré de la escuela

—ni lo pienses..—la mujer de cabello rosado y ojos naranjas, lo miró de reojo, su mirada se había sombreado—

—era una broma—por su espalda, escalaron los dichosos escalofríos—

Tras la comida, y una charla con sus familiares, subió a su habitación; se recostó en su cama, viendo a su compañero de batallas. Observaba cada detalle, cada pintura, cada punta de éste; sonrió de lado, suspirando.

Por la ventana se veían caer las gotas de agua desde el cielo, se preguntaba si su padre llegaría antes de que empeorara la lluvia, a veces se quedaba mucho tiempo trabajando y no llegaba a dormir, cosa que le preocupaba un poco. Dejando sus pensamientos de lado, tomó uno de sus cuadernos y repasó para su examen.

—¿No que te ibas a salir de la escuela?—su hermana, había estado recargada en el marco de la puerta desde hacía rato—

—déjame, Jun—su vista, solo se enfocaba en su cuaderno—

—Daiko..—alargó la última vocal—

—no hablaba en serio, ahora, déjame en paz—lanzándole una almohada—

—¿Por qué tan agresivo? ¿La adolescencia ya te quiere pegar?

—no, yo le pego a la adolescencia

La mayor rodó los ojos, y se retiró, cerrando la puerta del cuarto de su hermano.

Pasó un rato, la puerta principal fue abierta, dejando ver a un adulto bastante alto, cabello blanco como la nieve, y ojos rojos cuál carmín. Caminó hacia su esposa, y extrañamente, tenía los labios más curvados de lo normal.

—buenas noticias, Nika—bajó la voz, para no alborotar a los muchachos—

—¿Qué sucede, Shu?—fue tomada por los hombros, sorprendiéndola—¿Una nueva novedad?

—siéntate—le hizo caso, tomando asiento—bien, ésto puede cambiar el rumbo de las cosas—la mujer, estaba atenta a sus palabras—pero..—su seriedad habitual, regresó—prométeme que no harás ningún escándalo

—por Dios, Shu, ya habla—la luz de sus ojos brillaba como estrellas—

—es Toko—abrió grandemente los ojos—regresó

—¡¿En serio?!—saltó de la silla—no lo puedo creer, pasaron 5 años y sin rastro—su mirada se humedeció—¿Dónde está? ¿Cuando regresó? ¿Está bien? ¿Mis padres ya lo saben? ¡Quiero respuestas!

Estalló en llanto, inmediatamente los menores bajaron de sus habitaciones, encontrando a su madre a moco tendido.

—¿Qué pasó?

—¿Todo bien, mamá?

—vuelvan a sus habitaciones, niños, está todo en orden—los menores, asintieron a la orden de su padre y tomaron su rumbo—por cierto, Daiko—detuvo al más pequeño—desgastaste mucho la arena

—estuve entrenando todo el día, lo siento—notó al mayor más serio—papá, ¿Mamá estará bien?—asintió, con una leve sonrisa en el rostro—

Intranquilo, y con demasiadas dudas en su cabeza, volvió a su lugar y continuó con lo suyo, pero desde su celular y computadora.

—lo sé, aunque a decir verdad, no me sorprende mucho verla así—hablaba por llamada con un amigo—

—¿Le vas a preguntar?

no me va a decir, dicen que soy muy pequeño y todo ese argumento barato—habló con una pizca de molestia—

es verdad, ni siquiera has dado tu primero beso

—tengo 12, ¿Quién se besaría a ésta edad?

—más personas de lo que crees

—ahg, ya cállate

tranquilo, viejo, estoy jugando; pero, yo creo que deberías preguntarle a tus padres, no creo que el señor Wagner sea tan pesado

—has visto a mi papá, es alguien muy serio, no me va a decir, y además, es demasiado terco—lanzando su bey y atrapándolo—

—en ese caso, déjalo así, no llegarás a ninguna parte. Cambiando de tema, ¿Viste el combate de ayer? Bell Daikokuten vs Kit López, fue increíble

¡Ahg, apenas iba a ver la repetición!—rapidamente buscó en su laptop la batalla del día anterior—

—el campeón mundial es muy fuerte, no sabía que sus técnicas habían mejorado muchísimo, pero también ese "Amo del viento", le hace honor a su nombre

¿Quieres callarte? Estoy viéndolo todavía, no pude ayer

mañana lo comentamos, tengo que entrenar. Por cierto, me debes de revancha, Wagner

—si, si, como quieras, igual nosotros te derrotaremos como siempre

—ya lo veremos—colgó la llamada—

—claro que si, ¿Verdad, Dranzer?—con suma confianza, le sonrió al bey que tenía en su mano—ahora, veamos que tal la batalla por el título de ayer
°
°
°
—¡Y luego hizo "pium", explorando al contrincante al instante! Fue increíble, lo hubieras visto, papá

—me imagino—respondió, mirando a la nada, sentados todos en la mesa del comedor—

—estem..¿Puedo saber...por qué tan callados?

Nadie respondía a su pregunta, a lo que decidió no decir nada más, y quedarse con la duda.

—niños..¿Recuerdan a su tío, Toko?—preguntó Nika, rompiendo el silencio—

—¿Es el que tenía cabello azul clarito?—asintió—ah, entonces, si—respondió, Jun—hace mucho que no lo vemos

—acaba de regresar de un trabajo, y vendrá a comer con nosotros el día de mañana, después de que vengan de la escuela—sonrió, y las mejillas se le coloraron—está ansioso de verlos

—no lo recuerdo muy bien..—ladeó la cabeza, el chico de cabello azul—

—tenías 7 años cuando se fue, cielo, es normal que no lo recuerdes

No sabía la razón, pero ese comentario le molestó un poco.

—¿Por qué se fue tanto tiempo?

—trabajo, uno muy importante

—¿En qué trabaja?

—pronto lo sabrán

—¿Por qué no ahora? ¿Es bueno o malo?

—Daiko, basta, espera hasta mañana, por favor—la sería voz de su padre, lo hizo estremecer, asistiendo al instante—

El silencio volvió a reinar, solo se escuchaban los cubiertos golpeando el plato.

—(la próxima batalla que tendrá Bell Daikokuten...)—despues de pensarlo, recordó que era justo ese día—¡Es hoy!

Sacó su celular, y vió la transmisión.

—Bell Daikokuten contra un tal..¿Quién es Aiger Akabane?

Al hacer la pregunta, su madre se atragantó con el agua que tomaba, y Shu detuvo su acción de llevar un trozo de comida a su boca. No supo que decir ante tales reacciones, hasta su hermana estaba muy sacaba de onda.

—¿Están bien? ¿Qué tiene ese nombre que los alborotó?—Jun, ladeaba la cabeza—

—Aiger Akabane..—susurró el mayor, miró por unos segundos un punto fijo en la mesa—Jun, prende la televisión

—pero, papá, no me gusta ver ese deporte..

—te dí una orden—la chica suspiró, y se levantó del asiento—

—wow, papá, es la primera vez que te veo interesado por ver una batalla de Beyblade, ¡Ésto será grandioso!

Hacia años que Aiger Akabane no aparecía, dejaron de llamarlo conforme iba creciendo. A sus 28 años, decidió enfrentarse al campeón mundial actual y recuperar el título que le fue quitado.

—Vaya, Vaya..años sin vernos por aquí, ¿Verdad, Aiger? JAJAJAJA

—escucha, Bell, ese cinturón me pertenece, estuve muchos años como campeón, y lo voy a recuperar cueste lo que cueste—su mirada, emanaba una determinación grande—

—¿En serio ese tal Aiger, fue el campeón mundial? No sé, se ve algo..viejo

—lo fue en nuestros tiempos—comentó la peli rosa—y no está viejo, tiene 28

—le dijiste "vieja" a mamá—decía la chica, burlonamente—

—mamá tiene 27, no es lo mismo

—guarden silencio—obedecieron a la voz del mayor—

—mm..oye, Shu—el mencionado, la miró de reojo—¿Cuánto tiene que Aiger dejó de aparecer en las batallas?

—5 años, aproximadamente

—¿Tanto?—sorprendida—

—ya va a empezar—el menor, estaba emocionado de que su familia estuviera con él en esos momentos—

—me agradas, Aiger, pero tú y tu viejo Achilles pertenecen al campo, ya no aquí, su tiempo de reyes de Beyblade terminó, acéptalo—posicionándose para la batalla—

—eso ya lo veremos, príncipe oscuro—dió unos pasos hacia atrás—disfruta tus últimos momentos como campeón

—¡Listos, duelo!

3
2
1

¡Let it rip!

°
°
°
—¿Qué decías sobre mi último día como campeón?

El marcador terminó con un puntaje de 3-2, el mayor de los dos, se encontraba mirando a su compañero en el piso, lo recogió y dió la espalda a la arena.

—la leyenda se va, que lástima..—sonreía—desperdicio de título que llevas sobre tus hombros

—al menos yo soy recordado como "Leyenda", no como otros—y caminando, se fue, dejando solo al príncipe oscuro—

—¿A qué se refiere con "Leyenda"?—miró a su padre, quien estuvo atento en toda la batalla—

—las Leyendas, son Bladers que dejaron huella en el deporte, la evolución del mismo fue gracias a ellos..—el albino, reconocía que él mismo es una de esas leyendas de antes, pero tuvo que mantener todo eso guardado—

—¿De verdad? Genial, nunca había escuchado de esas personas, ¿Por qué dejaron de aparecer? Digo, son leyendas, deberían ser reconocidas a nivel mundial, ¿No?

—cariño, es un tema..demasiado complicado de explicar—la mujer, notó un poco tenso al hombre a su lado, aunque lo disimulaba bastante bien—solo diré que...ocurrió algo

El sentimiento comenzó a invadirla, y un aire de melancolía se sintió en el ambiente, los menores pudieron sentirlo. Apagaron la televisión, y cada quien fue a su habitación para evitar la incomodidad.

—Shu..no sé cómo sentirme al respecto..—susurraba—ya sé que pasaron muchos años, pero..me siento..

—yo seguiré hasta lograrlo, no importa cuántos años me lleve..o más bien, nos lleve—le dió un par de palmadas en el hombro a la esposa—lo conseguiremos, Nika

—pero, ¿Y los niños? Si les decimos, no lo tomarán bien, ya son grandes..nos odiarán y posiblemente se vayan de la casa..

—no lo harán, porque todo tiene un explicación y se las vamos a dar cuando sea el momento correcto

Asintió a las palabras del mayor, y cada quien se fue a hacer sus cosas.

—¿Soy yo, o hablaban en otro idioma?—susurraba la chica castaña—

—no, Jun, si lo hacían—el de cabello azul, estaba detrás de ella—ya lo había escuchado antes, ¿Cuál era....?—pensando—ah, Japonés

—¿Desde cuándo mamá y papá, hablan japonés?

—no lo sé—encogiéndose de hombros—pero, por alguna razón, me suena muy familiar lo que decían, y estamos en Alemania, lo que es más raro

—a mí también..tengo vagos recuerdos, pero no sé de qué..bien, en fin, vámonos o nos la veremos con papá

—si, y ese hombre da miedo—rieron a lo bajo, y se encerraron en sus cuartos—

Extrañas revelaciones se hicieron presentes ese día, fue tan extraño para todos, especialmente para los adultos en esa mesa.

Algo les preocupaba, y era la venida del hermano de Nika, les preocupaba que dijera algo respecto a "eso" frente a los menores, puesto que ellos no sabían nada aún.

Y no se lo iban a tomar bien, nada bien.

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