Convivio familiar (¿?)

Al día siguiente, los adolescentes fueron a la escuela por la mañana, algo que no les gustaba del todo, a menos Daiko disfrutaba de estar combatiendo después de las clases o por el receso; Jun, por el contrario, solo se recargaba en el mesabanco, sin hacer nada.

—¡Jun, ven!—el menor, se asomó en su salón—¿Puedes ser nuestro referí? No vino nuestro compañero que usualmente lo es

—mmm..déjame pensarlo..—decía sin ánimos—

—por favor, será divertido, ven—se adentró, y la tomó de la mano, jalándola y obligándola a salir del salón—

Ya estando en la azotea, se encontró con sus compañeros que también eran Bladers.

—¿Estás listo para perder?—decía uno de ellos—

—en tus sueños—confiado, respondió el peli azul—

—por cierto, no sé si te percataste—llamó su atención—pero apareció una leyenda de hace varios años, Aiger Akabane, estuvo sin aparecer por mucho tiempo

—ah, si, mi mamá dijo que era de su tiempo, la verdad es que yo no lo conocía—estirando los brazos—

—muy fan del Beyblade, pero, ¿No conoces a las Leyendas de antes? No puede ser, Daiko

—oye, me gusta el deporte, pero no quiere decir que me sepa toda su historia, además, las disque "Leyendas" no aparecen mucho, solo conozco a Kit López, ahora Aiger Akabane y Rantaro Kiyama

—¿No conoces a Valt Aoi?

—¿Quién es Valt Aoi?—levantando una ceja—

—es la leyenda número u-

Antes de que pudiera acabar, tocaron el timbre del fin del receso, a lo que se pusieron a pensar cuánto tiempo tardaron en conversar sobre el tema; sin más, regresaron a sus salones.

En otro lado

Esperando en la puerta, ansiosamente. La mujer de pelo rosado veía hacia la calle, era una ilusión lo que estaba viviendo, al menos para ella; alejada de sus padres, de su hermano, de su país de origen..no le era nada fácil lidiar con todo eso a su edad tan joven.

Salió de sus pensamientos al ver una camioneta, un joven alto de cabello celeste bajó de ella, y la misma se fue. Volteó hacia la puerta, viendo a aquella mujer, su hermana gemela, Nika.

—¡Toko!

Inmediatamente corrió y lo abrazó con fuerza, ganándole el sentimiento de felicidad, lloró en el hombro del más alto; el contrario correspondió con gusto aquel gesto de cariño, sintiendo calidez real después de mucho tiempo.

—me da mucho gusto verte—separándose, y limpiando el rastro de lágrimas—

—a mí también, Nika—sonreía—¿Cómo están?

—han pasado cosas un poco extrañas, pero fuera de eso, estamos muy bien—tomó una de sus mochilas—¿Te ayudo?

—no, no, así está bien, gracias—agarró la mochila y se la acomodó—¿Están los chicos en la escuela?

—si, pero ya no tardan en salir—viendo la hora en su celular—ven, pasa

—gracias—tomó sus cosas, y se dirigieron hasta la sala—

—por cierto, Toko..—el mencionado, volteó a verla—no digas nada respecto a "eso", no lo saben, Shu y yo planeamos decírselos después, por ahora no

—ah..de acuerdo..—bajó la mirada—

—¿Sucede algo?

—no, todo bien—su respuesta, no la convenció del todo—

Contó sobre sus experiencias en el trabajó, al principio estaba muy ilusionado, pero llegó a un punto en el que ese brillo comenzó a desvanecerse y la voz le cambiaba a una más baja y triste; su mirada se centraba en el piso, jugando con sus manos que estaban sobre sus piernas, mientras una de ellas se movía mucho. El ambiente se tornó algo deprimente después de eso.

—sabes...—su vista, se volvió a dirigir a él—quería traer buenas noticias, sobre todo de mi misión, pero..—hizo una breve pausa—creo que..no avancé mucho después de todo—hizo puño ambas manos—

—claro que no, no pienses así, hiciste todo lo que pudiste y eso es de respetarse

—¿Cómo voy a pensar eso, si todo lo que hice fue invertir mi tiempo en un lugar donde solo me explotaban por ser pariente de él? Yo quería..algo que me dijera, no sé, paradero o alguien que supiera, grabaciones o que sé yo, algo, ¡Pero, no! ¡Aquí estoy, como un desgraciado, quejándome de mí mismo por ser lo que soy!

—¡Toko, tranquilo!

—¡Cómo voy a tranquilizarme, si fallé por cinco años?

Ya no pudo aguantar más, y se cubrió la cara con sus manos; temblaba, aguantando el querer sollozar frente a su hermana, quien lo abrazó por los hombros. No podía hacer nada en su desesperación por querer conseguir algo que era difícil, y más, cuando ya habían pasado varios años de eso; las cosas se complicaban cada vez, al punto de llegar a soportar burlas por su determinación y confianza en si mismo, rompiéndolo en esos años que estuvo fuera.

Pasaron un par de minutos, limpió su rostro con las mangas de su camisa, y respiró profundo.

—perdón, que mal inicio—avergonzado sonreía, con una mano detrás de su nuca—

—para nada, es mejor sacarlo que tenerlo guardado ahí, ¿No? Puede afectar la salud—le regalaba una tierna sonrisa—empezaré con la comida, no tardan en llegar Shu y los niños

—ah, si, ¿Cómo te ha ido con Shu?

—por ahora, estamos bien, no hemos tenido problemas complicados

—dime algo, ¿Ustedes...?

—no, ¿Cómo crees? Recuerda, fue una decisión que tomamos con cuidado, no somos realmente una pareja casada

—bueno, yo solo decía, perdón

—me ha respetado y yo he hecho lo mismo, no sé él que haya hecho allá fuera, pero a mí no me debe de interesar..debo estar agradecida..

—si, eso sí, prácticamente se está sacrificando..eso es un verdadero hombre—pensando—¡Ah! ¿Si viste el combate de ayer? ¡Salió Aiger!

—si, Daiko lo estaba viendo—picaba las verduras, en lo que lo escuchaba—

—me sorprende que siga así de flexible, no ha perdido forma, ¿Sigues teniendo contacto con él?

—no, desde que decidimos mudarnos a Alemania y cambiarnos el apellido, no hemos hablado con nadie de nuestros amigos

—fue una decisión muy arriesgada, Nika..pero, entiendo porqué lo hiciste

Pasó el rato y cambiaron el tema. La puerta de entrada se abrió, dejando ver a un par de adolescentes de 14 y 12 años; Toko los observó de pies a cabeza, teniendo recuerdos de ellos de pequeños y de una persona en especial al fijarse en el menor de ellos.

—hola—saludó, levantando la mano—

—tío, cuánto tiempo—la mayor, fue la primera en acercarse—la última vez que te vi, tenías el pelo más corto

—y tú, estabas más chaparrita—alborotó su cabello—ya eres toda una dama, Jun—sonrió, luego sus ojos se posaron en Daiko—ven, no muerdo

Bromeó, aunque, en su mente se dibujó aquella figura, y sus labios se curvaron aún más.

—Daiko, que gusto me da verte—le dió un par de palmadas en el hombro—haz crecido mucho

—igual me da gusto—sonrió, ladinamente—

—dime, ¿Eres Blader, verdad?—asintió a la pregunta—bien, ¿Qué opinas si te reto?

—pensé que habías dejado los combates, Toko

—no, ¿Cómo crees? Le hago honor a mi apellido—dijo inconscientemente, dándose cuenta segundos después—emm..y, éste es Treptune—mostró su bey—

—wow, ¡Es genial!—buscó en su pantalón—éste es el mío, se llama Dranzer

—veamos cuál de los dos es mejor, ¿Te parece?

—¡Adelante!—gritó, corriendo hacia afuera—

El padre de los muchachos los encontró a mitad de la batalla, el albino observaba los movimientos, como si los estuviera analizando. Daiko se dió cuenta de su presencia.

—¡Papá, mira! No sabía que mi tío era Blader, ¿Por qué no me lo contaron?

—es una historia, larga—contestó el de cabello celeste—hey, no te desconcentres o terminarás perdiendo

—no me subestimes—sonriendo, retadoramente—

Estuvieron una hora aproximadamente, combate tras combate; por fuerza, la ventaja la tenia Toko, pero al dejar por un pequeño tiempo el deporte, la tenía Daiko por práctica reciente.

—¡Vamos, Dranzer!

¡Vamos, Valtryek!

El aire le faltó de un instante a otro.

°
°

—emm..tío

—¿Eh?

—la batalla terminó..

El Bey del mayor no se encontraba en la arena, buscó con la mirada alrededor y lo vió tirado sobre el césped; al recogerlo, se fijó en él, perdiendo toda la atención de lo demás.

Sino que una piedrita lo sacó del trance.

—auch—tocó la zona que dice golpeada—

—estás perdido, has de estar cansado, ¿No?

—tal vez..—analizando la situación—

—la comida debe de estar lista, ven, vamos—lo tomó del brazo, y lo jaló hacia adentro de la casa—

No entendía lo que pasaba por su cabeza, de un momento a otro se perdió y ya no supo lo que pasó, le preocupaba su estado mental.

Entró, y se sentó en una de las sillas del comedor.

—así que, Toko—levantó su vista, hacia el albino—¿Ya te retiraste?

—no, claro que no, solo estoy descansado—volvió a bajarla al plato—y, Shu, ¿Qué pasó con los Raging Bulls?

Recibió una patada en la pierna, fue de parte de su querida hermana; se quejó en sus adentros.

—ya es parte del pasado—respondió, sin preocupación alguna—

—¿De qué están hablando?—cuestionó la castaña—debo de decir, que están un poco extraños

—para nada, querida—decía su madre—y, cambiando de tema, ¿Cómo les fue en la escuela?

—Daiko me obligó a ver su aburrida batalla

—no es aburrida, estuvimos empatados varias veces

—¿Y quién ganó?—preguntó el joven recién llegado—

—yo, obviamente—se señalaba a él mismo, presumiendo—

—muy bien—sonrió ante la respuesta de su sobrino—

—no iba a dejar que me ganara alguien como Tabotsu, algún día quisiera ser como Bell Daikokuten, es muy fuerte y es inspiración para muchos Bladers jóvenes

Los adultos no dijeron nada, Shu sabía la clase de persona que era ese tal Bell, no había cambiado, pero no iba a echar de cabeza todo lo que hizo por tantos años; el silencio era lo único que invadía, tras el comentario de Daiko. Jun pensaba en que decir para alivianar el ambiente.

—y, tío Toko, ¿En qué trabajas?

—investigador—dió una muy suave sonrisa—

—interesante, ¿Qué haces? Aparte de investigar, valga la redundancia

—pues..preparo el protocolo o plan de estudios, vigilo la seguridad, analizo los datos e informo—contando con los dedos—suena sencillo, pero no lo es

—comprendo lo que dices, muchos creen que sacar una buena calificación es muy fácil, pero realmente se lleva una buena cantidad de tiempo de estudio y perseverancia..cabezas huecas—cruzó sus brazos—

—Jun, vocabulario—la mirada seria de su padre, le erizó la piel—

—tío, ¿Viste la batalla de ayer? La de Bell contra Aiger Akabane—asintió el contrario—estuvo genial, hasta la de Kit López fue sorprendente

—estoy de acuerdo contigo

—¿Y sabes que es lo más genial? Que es una leyenda, yo no sabía de las leyendas, es más, no sabía que seguían con vida

Las últimas palabras que salieron de su boca, hicieron que el joven se ahogara con la comida al querer reírse; las cosas sin sentido que luego decía, aunque no a propósito, hicieron que el joven de ojos azules se atragantara con la comida. Nuevamente, fue golpeado por debajo de la mesa, por su hermana, a la cual miró y fulminó.

no te rías, sabes que habla en serio—en susurros, hablaban en su idioma natal—

tampoco tienes que patearme

lo siento, pero no me dejas opción, Tokonatsu

Ambos hermanos se lanzaban miradas pesadas, los presentes lo pudieron sentir.

—¿Planeas quedarte?—con tal de romper la tensión, habló el más grande de ahí—

—por ahora, no, me alojaré en un hotel de aquí cerca—señaló hacia atrás—planeo quedarme unas..dos semanas—checando agenda en el teléfono—si, dos semanas

Asintió, y nadie en la mesa volvió a hablar.

En la noche

Ya que los menores habían subido al segundo piso, los adultos tomaron asiento en la sala principal de la casa.

—por algo estás aquí, ¿No?—interrogaba el albino—dinos, ¿Qué encontraste?

—no, exactamente..—suspiró pesado—hice lo que pude, Shu, pero..es demasiado, el tiempo avanza y no aparece nada más que teorías, estoy cansado de suponer, no he logrado nada aún

—hay algo que podemos hacer, pero es arriesgado—le prestaron suma atención—no es trabajo de nosotros

—¿A qué te refieres?

—respondan una cosa, ¿Kento sigue teniendo contacto con él aeropuerto?—ladearon la cabeza—

—¿Qué tiene que ver nuestro padre en ésto?—cuestionaba la de ojos naranjas—Shu, no vayas a meter a mi papá

—cambió de Aeropuerto, pero si, sigue teniendo contacto

—¡Toko!

—Nika, por favor—respondió el hermano—Shu, explícame con más detalles lo que planeas hacer

—he caído en cuenta de algo, y es la explicación que da cuando nos relata el caso, suceso antes de que ocurriera el extravío—ninguno lograba entender al albino—

—más despacio, por favor—pidió la joven—

—...ahhh, entiendo—sonrió el de ojos azules—ya sé que tratas de decir, y estoy de acuerdo

—¿Qué, qué? Explíqueme

—mañana te damos los detalles, ya es tarde y tú hermano está muy cansado—se levantó del sofá—Toko, llama a tus padres el día de mañana

Asistió, y tomó sus cosas. Lo acompañaron a la puerta de entrada, despidiéndose de beso con su hermana, y un apretón de manos con Shu; al irse, cerraron la puerta.

—casi lo echa a perder—golpeando su frente con su propia mano—

—no lo hizo, es lo importante—dijo, para luego subir—por cierto—volteó su cabeza hacia ella—es mejor que se los digamos lo antes posible

—¿Cuándo?

—antes de irnos a Japón

—¿A Japón? Pero-

No dejó terminarla, encerrándose en el cuarto.

No planeaban que tendrían que irse tan pronto, y peor aún, tener que revelarles todo tan temprano.

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