Miraba la hora en mi teléfono, eran ya cerca de las 10 de la noche.

Me abrigue y salí con cuidado de casa, miraba a todos lados y caminaba rumbo al hospital, me subí al árbol y llegué a la ventana que para mí suerte, estaba abierta.

Entre en silencio y la vi ahí, estaba despierta todavía, cuando sintió mi mirada su expresión cambio.

-Creo que dijiste, que nos veríamos mañana -tome asiento en una silla y la vi- ¿Qué haces despierto todavía?

-Te preguntaría lo mismo -digo mientras miraba la ventana y luego a Valentina- pero estoy súper aburrido, y quiero pasar el rato supongo.

Ella me entrego un cepillo de pelo y se sentó dándome la espalda, a lo que yo simplemente comencé a cepillar.

Mientras cepillaba su pelo me puse a tararear una canción, al parecer ella lo notó y me siguió el ritmo y ambos terminamos cantando.

-Vaya, no sabía que te gustaba el Cuarteto de Nos -dijo mirándome mientras acariciaba su pelo- gracias, necesitaba la compañía de alguien.

-A mi también me sorprende que los conozcas -digo dejando el cepillo en la mesita de noche para tomar asiento a su lado- deberías ir a descansar, ¿No crees?

-Si... Debería -ella pensó unos minutos y me miró- ¿Te parece bien dormir conmigo esta noche?

-Por un segundo creí haber oído mal -eso, hazte el tonto, no lo notará- quieres ... ¿Qué me quedé a dormir?

Ella se puso roja y asintió mientras que yo, bueno, se me borró la sonrisa y también me avergoncé.

-No quiero... Estar sola, así que solo por esta noche, puedes dormir conmigo... -dijo dando algo de espacio en la cama- pero date prisa, que estoy cambiando de opinión...

Yo trague saliva, me acosté a su lado y ella inmediatamente me abrazo. Parecía un koala y simplemente podía mirarla.

-Esta... ¿Todo bien? -pregunte mientras escuchaba, nada- ya debió quedarse dormida...

Mire el reloj y no había pasado tanto desde que llegué, hubo un momento en el que simplemente solo podía escuchar el "tic tac" del reloj.

Pero al cerrar los ojos, sentí el agarre más fuerte, yo solo acaricie la cabeza de Valentina y caí dormido finalmente.

Después de ese momento no recuerdo más, salvo el momento en el que el sol me golpeó la cara y simplemente miraba donde estaba.

Mis sentidos, totalmente confundidos me dijeron donde me encontraba ahora y al tratar de moverme, me di cuenta de que ella aún me seguía abrazando.

-Oye... -dije en un susurro bostezando mientras acariciaba su cabeza- ya es de mañana... Debería irme a casa...

-Solo 5 minutos... -escuche mientras sentía el abrazo más fuerte y sin más me resigne- gracias.. por quedarte a mi lado.

-... No es nada -sonreí y bese su cabeza para dormir otro poco más, aunque de todas formas desperté por ahí de las 12 de la tarde.

Cuando ella ya parecía más tranquila, le dije que nos veríamos luego, ya que supuse que estaría ocupada con todo esto, me despedí de ella y fui a casa.

La caminata hasta casa me puso a pensar, no le dije a papá que me quedé a dormir ahí, y probablemente mi teléfono tenga mensajes o llamadas de él.

El resto del día simplemente lo gaste escribiendo, quería hacer una novela, y ya tenía una idea de que hacer. Tome lápiz y papel y comencé con mi idea, y tenía pensado mostrárselo a ella, quería ver si le gustaba la idea.