Conmigo no estás sola

Luego de aquel suceso en la noche, decidí optar por entrar por la puerta del hospital en vez de entrar por la ventana, ya saben, para no parecer un psicópata o acosador.

Pregunte por la habitación en la cual se encontraba, lo gracioso es que al solo saber su nombre y la posibilidad de que hubieran más pacientes con el nombre de Valentina hacia que tuviera que explicar el lugar o como se veía. Me ayudó bastante.

Cuando entré a su habitación ella me miró sorprendida, la enfermera me dijo que tenía tanto tiempo y que luego debería dejarla para ver sus cosas de médicos.

-Veo que alguien se atrevió a usar la puerta por primera vez -ella sonreía, parece más alegre que antes- es raro, anoche estuviste aquí pero llegas en la tarde, cuando te fuiste y, ¿por qué no me di cuenta?

-Bueno, escuche la puerta a no sé qué hora y salí rápidamente, fui a casa y me aliste y pensé, "hey, mejor vamos a ver a la hermosa chica para pasar el rato esta tarde" entonces aquí estoy -tome asiento en la cama sacando un pequeño libro- te gustaría, ¿leer conmigo?

-Bueno, solo espero que no tardemos tanto, tenemos muy poco tiempo -ella se acomodó y yo simplemente abrí el libro para comenzar nuestra lectura.

Durante todo el rato que estuve ahí era silencio, pero no la dejé sola en ningún momento llegue a preguntarle si no se sentía sola, puesto que cuando llegue los doctores decían que era de las pocas visitas que tenía durante el tiempo que comenzó a llegar a aquí.

-No recuerdo la última vez que recibí visitas, pero tú has estado conmigo cuando nadie más viene, aún así tu compañía es fugaz como una estrella -ella recargo la cabeza en mi hombro y suspiro siguiendo la lectura.

-Entiendo -entonces se me ocurrió una idea y acariciando su cabeza le sonreí- estaré más tiempo si puedo y quizás te presente a mi padre.

-¿Hablas enserio? -me miro atónita pero una sonrisa se formó en sus labios y se acurrucó en mi- gracias, eso ayudaría mucho...

-¿Tienes otra pregunta? -ella asintió y yo suspiré- te escucho.

-¿Por qué te mudaste? Te alejaste de amigos, ¿no es así? -yo asentí pero quise responder.

-Me cambie no por la universidad, lo hice porque quería cambiar de aires, me sentía sofocado antes y cuando me fui con papá, simplemente le dije, "Quiero descubrir con mi vida algo nuevo"

-Y, ¿funcionó? -asentí besando su mejilla y mirando la hora.

Terminamos en una parte del libro cuando tuve que irme, pero le dije que podía quedarse el libro y seguir leyendo, yo vendría mañana de todos modos.

Un beso fue nuestra despedida y con una torpe sonrisa me fui a casa. Esta vez estaba papá ahí, le conté las cosas y el se reía y decía que podría venir algún día, así podrá conocer a la afortunada según sus palabras que atrapó mi corazón.

Pero en eso entro una duda, antes no supimos como entender que éramos realmente, ¿tendría que presentarla como mi amiga? ¿O cómo mi novia?

Mi mente divago hasta la noche donde simplemente estaba viendo el teléfono, algunos mensajes, algunos vídeos, simplemente eso. Suspiré rendido y me fui a dormir, este día no fue de los mejores.

Pero también habían cosas buenas y también, debo disculparme con quienes deje atrás.

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