«5»
Salió de su departamento para poder ir al de Isabella, al llegar al quinto piso tocó la puerta, espero unos segundos y una señora de no más de 30 años, abrió la puerta.
- Si, ¿diga? - la señora analizaba al chico, quien sonrió.
- ¿Esta Izzy?... Isabella, quiero decir - su sonrisa no le daba buena espina a la señora, pero no quería ser paranoica.
- Claro, ahora le hablo - aún dudandolo, la señora abrió más la puerta - ¿Quieres pasar? - se hizo a un lado para que él pasara, accedió y se adentro a la casa, la señora cerró la puerta y camino hacia unas escaleras y grito- ¡Isabella, cariño, te busca... - regreso a ver al chico.
- Erick, me llamo Erick - sonrió.
- ¡Te busca Erick!
Segundos después la chica que vestía de negro completamente, salió.
Su cabello negro amarrado en un chongo mal echo, más delgada de lo que solía ser, la nariz roja y sus ojos hinchados, llegó hasta sonde estaba Erick e intento fingir.
- Hola Er, ¿Como estas? - le dio un beso en la mejilla.
- Yo bien, pero veo que tú no - Dijo serio - ¿Aun estas mal por lo de tu amigo?
-¿Que dices? Si yo estoy bien - intento sonreír.
- A mi no me mientes, te vez mal - le acaricio la mejilla - Vamos a caminar un rato, ¿Si?- la chica asintió, pidió permiso a su madre, quien después de unos minutos y muchas suplicas, acepto.
- Si me dieron permiso - llego con Erick - solo, deja me cambio - estaba por ir a su habitación, pero Erick la detuvo.
-No, así esta bien, hace frío afuera - Tomo un abrigo del perchero que estaba en la entrada, sabía que ese era el favorito de Isabella, la vio comprándolo junto con su hermano Raphael y desde ese día nunca dejó de verselo puesto. - Vamos - Le extendió la mano y ella correspondio el agarre.
Salieron del departamento y después del edificio, con una sombrilla sobre ellos caminaron por las grandes avenidas de la gran manzana, una escena muy linda, la lluvia, la luz de la luna, los pocos autos transitando por la zona y las pocas personas caminando por ahí, lo hacían el ambiente perfecto.
Entre pésimos chistes de parte de Erick y risas de parte de Isabella, llegaron a un Starbucks, entraron, Erick se encargo de hacer el pedido para después sentarse junto a ella de nuevo.
- Así que, ¿no tienes novio? - ella negó, a pesar de que el ya lo sabía, sonrió. - ¿Estudias? - ella asintió.
- Si, estudio para ser una Bióloga marina - Otra cosa que él ya sabía.
- ¿Y eso de que es?
- Creo que su nombre es muy claro, Erick - soltó una risa, contagiando al ojiverde.
- ¡Señor y Señora Colón! Su pedido está listo - Anunció el cajero
- Uh, es el nuestro, ya vuelvo - Confundida Isabella asintió viendo a Erick recoger los cafés y los trozos de pastel de chocolate, regreso hasta su lugar con una sonrisa - Un moca descafeinado con crema de Vainilla y Canela, listo - paso aquel vaso térmico a Isabella, dejándola sorprendida.
- ¿Como sabes que este es mi favorito? - sonrió soplandole un poco, pues realmente estaba caliente.
- Solo lo sé - sonrió pasándole un trozo de pastel de chocolate blanco y galleta - Espero no equivocarme en la elección del pastel - sonrió.
La chica lo miraba realmente sorprendida.
- Para nada… Wow, Erick, siento que me conoces de toda la vida - rió - ¿Acaso me acosas? - acercó el plato a ella y comenzó a comer.
- Estoy loco por ti, ¿Que esperabas? - Isabella rió ante el chiste y comenzó a comer, Erick la veía atentó.
Era hermosa, demasiado hermosa para ser verdad, la quería... solo la quería para él y para nadie más.
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