Capítulo 63: Muerte al monarca

Eva Jenell

Rompí un lateral de la cama con rabia tomando un palo de madera.

Ya no me iban a joder más y si era necesario los mataría a todos.

Escuché pasos y me paré al lado de la puerta con la madera aferrada a mis manos, cuando abrieron la puerta, lancé un golpe directo al pecho, escuché un jadeo cuando cayó al suelo y me detuve en seco.

Joder era Eros.

—¡Ah, lo siento! —dije— pensé que era Federico o algún guardia, no tú...

Desde aquella vez en el bosque que discutimos, creí seriamente que no lo volvería a ver.

—¿Querías matarlos o qué? —dijo volviendo a respirar, su ceño fruncido.

Abrí la boca para contestar que posiblemente sí, pero, él continuó diciendo:

—No importa, ven, estamos bajo ataque y tú estas en peligro.

Fruncí él ceño sin comprender. 

—¿Yo... ? 

Me jaló del brazo y no tuve más opción que seguirlo por el pasillo rápidamente, se escuchaban muchas detonaciones afuera y el olor a pólvora y humo entraban.

 
—Todo el castillo —replicó—, esto puede ponerse feo. 

—¿Pero que ha pasado? 

—Los Rebeldes han entrado al castillo. 

Movió un boton oculto detrás de una biblioteca y está se partió en dos dejando ver un pasadizo secreto. 

—Entra aquí y no salgas. —me advirtió y se dio media vuelta. 

—Espera —dije tomándolo del brazo— ¿a dónde irás tú? 
Sus ojos azules se fijaron en mí. 

—Tengo que atender asuntos. 

—¿En medio de un ataque? 

Me enfrentó tomándome de los hombros. 

—Vine por ti, porque necesitaba ponerte a salvo, nada más. Ahora ve. 

No lo solté. 

—Te pueden asesinar, ¡quédate! 

—Vendré en una hora, cuenta los minutos, vendré por ti lo prometo. 

Tragué pesadamente saliva y él se inclinó dando un leve beso en los labios, seguidamente se fue y yo entré al pasadizo secreto. 

Mónica Dunkel
 

La alarma me hizo correr hacia el castillo, salir a los alrededores había sido mala idea porque los guardias estaban movilizándose alrededor, a pesar de que era mi única distracción, sembrar rosas y plantas de naranjas. 

Maldita sea, maldito castillo. 

Este era mi calabozo desde que mi padre creó vínculos con la realeza y me encerraron en este lugar en un matrimonio con un hombre que ni siquiera me amó nunca y desde el primer momento me despreció al saber que íbamos a estar atados en un matrimonio.

Mi padre había hecho un trato en secreto conmigo, me dijo que si lograba darle un heredero hombre al príncipe el primer año de casados, podrían fingir mi muerte y mandarme a otro continente, pero, cuando me embaracé y supe que sería hembra, mi padre me dio la espalda, por eso intenté abortar, de alguna forma era para poder embarazarme rápido de otro niño, sin embargo todo me salió mal y terminé empeorando la situación y ganandome el odio de todos, hasta de mí misma. La única persona que estuvo para mí fue Martín, lo conocí la primera vez que vine al palacio, el príncipe con su actitud despreciable me había dejado a un lado para irse de fiesta y Martín fue amable, invitándome a un recorrido en el palacio y siempre que teníamos eventos y cenas qué compartir, me la pasaba con su compañía, era el mejor amigo de Eros y realmente a Eros no le importó que fuera tan evidente nuestra conexión. 

Algunas chicas soñaban con ser princesas, yo soñaba con estar encerrada en la torre para poder irme con el dragón. 

A Eros solo le importaba emborracharse e involucrarse en peleas callejeras, para acabar con putas de una noche, él era en aquel momento muy joven y estúpido. 

Aunque nunca lo iba a admitir siempre quise... saber si tenía corazón y si algún día podría amarme y respetarme como su esposa, porque nunca me daba mi lugar yo siempre era la que tenía que hacerme respetar como la princesa del heredero. 

Mi aventura con Martín sucedió la misma noche de bodas cuando Eros se emborrachó tanto que ni siquiera se acostó en la cama, sino en el sofá, Martín fue a ver si yo estaba bien y entonces ahí mismo en la cama con Eros en la sala le entregué mi virginidad a su mejor amigo. 

Al día siguiente le dije a Eros que la sangre en las sabanas era porque habíamos consumido nuestro matrimonio, solo que él estaba tan borracho que no lo recordaba... 

Y desde ese día guardé el grave secreto del verdadero padre de Aurora; Martín. Un secreto que se iría conmigo a la tumba. 

Cuando estaba por entrar al castillo, un hombre con la cara cubierta se apareció saltando hacia mí grité cuando sacó un cuchillo y casi vi la vida pasar frente a mis ojos sabiendo que los rebeldes no tenían piedad, cuando de repente, escuché dos disparos y el hombre se cayó al suelo, sus dos piernas sangrando, yo corrí lejos de su agarré. 

Federico tenía un arma en su mano acercándose al muchacho. 

—¿Para quién trabajas? —soltó Federico acercándose al hombre enmascarado. 

—¡Somos una revolución! —gritó el chico. 

—Te lo preguntaré una vez más —dijo Federico apuntándolo con el arma—, sé que hay espías, ¿quién te dejó entrar? 

El chico no se intimidó. 

—¡Vamos a conseguir la libertad!, una vez que empezamos ya no habrá vuelta atrás —Federico le disparó en el brazo—¡AH! ¡Maldición! 

—¿Quienes son los espías? — Federico colocó un pie sobre la herida de su pierna—, puedo perdonarte la vida o —empezó a presionarlo con su zapato— hacerte sufrir. 

Él gritó histérico. 

—Habla, ¿son los guardias? —presionó Federico. 

—No son los guardias —gritó el chico con rabia pareciendo delirar—, la luz llega desde el trono. 

—¿Qué quieres decir con eso? —dijo Federico. 

—La mente maestra es superior a tí —el chico le escupió— y él es nuestra salida. ¡Muerte al...! 

Le dió un tiro en la frente, no podía escuchar esa fastidiosa frase que siempre decían los rebeldes «Muerte al monarca»

Federico se volteó hacia mí y me tomó de la muñeca. 

—Ven.

Lo seguí hasta estar en una de las habitaciones de puerta de hierro donde era poco probable que entraran y entonces tomé asiento. 

—¿Que está pasando? —susurré conmocionada. 

—Los rebeldes han entrado. 

Fue en ese momento que me di cuenta del morado que tenía en el rostro como un muy duro golpe. 

—¿Que te pasó en la cara? ¿te golpearon? 

Él ignoró mi interrogatorio. 

—Mantente a salvó, anda a las guaridas de protección. 

Negué con la cabeza. 

—No, ¿donde está Eros? 

—¿Eros? —se burló— De seguro que está con una de sus amantes, deja de preocuparte por él. 

No era por él precisamente, era porque si a él lo asesinaban, me echarian del palacio y no tendría donde vivir. 

—Creí que tenías amarrada a tu puta Eva. —repliqué en su mismo tono. 

Su sonrisa desaparició. 

—Cállate, esa puta me tiene mi heredero. 

—¿Está embarazada? ¿La embarazaste? —alcé ambas cejas—¡Ni te has casado! 

—Casarse es lo de menos y te sorprenderá quién me hizo el favor... 

—¿Qué? —dije sin comprender. 

—El bebé es de tu esposo —soltó con algo de burla—, solo que no lo sabe, me sacrificaré por él y por su fachada de matrimonio. 

Abrí ligeramente la boca. 

Eso no me tranquilizaba, me sentía burlada de que hubiera tenido la osadía de embarazar a esa puta, sabía que Eros se follada a todo lo que se movía, pero, siempre se protegía, ¿por qué con ella no? La mirada que le daba era diferente, me rehusaba a que Eros estuviera enamorado de ella y me rehusaba a que Eros la hubiera embarazado, esa puta no podía llevar un bebé de sangre real. 

Sentí que se me empezó a bajar la presión. 

—¿Cómo puedes casarte con una puta que se embarazó de mí esposo? —replicó.

Él se encogió de hombros con cinismo. 

—Negocios son negocios. 

Se escuchó una detonación que estremeció las paredes. 

—¿Como lograron entrar al castillo? —solté.

—Hay espías, no sabemos como lograron entrar al castillo pero debe de ser un golpe interno. 

Lo pensé por un momento, algo no encajaba aquí. 

—El chico dijo algo —recordé— que la luz llega desde el trono...

Entre más lo pensaba más sentido tenía. 

—¿Sabes que significa? —preguntó con curiosidad Federico. 

—El trono solo se disputa entre el rey, tú y Eros —dije pensativa—, el rey no haría un autoataque, tú estás aquí... Pero Eros... 

Federico pareció palidecer. 

—¿Qué quieres decir? —preguntó.

No dudé cuando dije:

—Eros es el traidor.

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Holaaaa chicas sexyssss Chan Chan chaaaaannn ¿creen que Eros sea el traidor? ¿Se lo esperaban? ¿Pero qué razones tendría? No se lo pierdaaaan. El próximo cap dedicó los capítulos porque narrará Aurora, ya se qué es algo nuevo esto de las narrativas desde varios puntos de vistas en historias pero es algo nuevo qué estoy probando, como un universo dentro del libro jiji recuerda votar y comentar está historia o te jalaran los pies mientras duermes u.U

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